Mujer y género
Políticas accesibles y concientes de
prestadores de salud y usuarios para evitar muertes
maternas
La disminución de muertes maternas es
una preocupación importante para el desarrollo humano en un
país. Así lo entiende el MSP que desde el programa nacional
de salud de la mujer y género se realizó una síntesis de lo
actuado hasta el momento. La responsable, Cristina Grela,
adelantó que la Junta de la Salud estudia un proyecto para
entregar anticonceptivos en las mutualistas, de la misma
manera que un medicamento.
Como señal promotora de los derechos de
las embarazadas, el Ministerio de Salud Pública fijó,
dentro de las metas de asistencia sanitaria de los
prestadores de servicios, el cuidado de las usuarias en
estado de gravidez.
Esta política no está aislada del
trabajo del programa nacional de salud de la mujer y
género, que trabaja desde el 2005 en la problemática.
Cristina Grela recordó la formación de
una comisión asesora de seguimiento y auditoria de las
muertes de mujeres por embarazo, parto, puerperio, cesárea
y aborto. Esta comisión se formó en 2006 y cuenta con la
participación de actores públicos y privados, especialistas
en la materia.
Los técnicos evaluaron las muertes
maternas ocurridas durante el 2007 y 2008. En el primer año
de seguimiento la comisión encontró catorce casos, lo que
motivó la realización de una reunión reservada entre los
servicios de salud donde ocurrieron los casos y la ministra
de salud pública, María Julia Muñoz. Ahí, informó Grela, se
presentó un material alusivo y un documento de reserva, que
contenía las medidas apropiadas para evitar las muertes
maternas.
En el año 2008, reveló Grela, murieron
siete mujeres y se realizó el mismo trabajo que el año
anterior. En 2007, 3,5 casos eran evitables, pero el año
pasado, todos los decesos ocurrieron por causas externas a
la atención en el centro de salud. A pesar de que el
período de un año es muy corto para evaluar, la respuesta
del cuerpo técnico al comprender que el MSP está revisando
este tipo de situaciones, fue muy positiva para el
cumplimiento de los objetivos, dijo Grela.
Las mejores formas para evitar la
mortalidad materna consisten en evitar los embarazos no
deseados y realizar el control más rutinario y cercano,
acompañado por las redes sociales de las mujeres y con una
preocupación especial del cuerpo técnico. Por esto, una de
las metas prestacionales que el Ministerio planteó refieren
al cuidado de las mujeres embarazadas y el correcto
tratamiento en el puerperio y la lactancia.
Además, otro camino para alcanzar este
objetivo es el despliegue de estrategias accesibles y
concientes por parte de prestadores de salud y usuarios.
Con la definición de políticas públicas relacionadas con la
población, en el discurso de apertura de país en la
Conferencia Munidal de El Cairo, en 1994, se definió que
“toda persona tiene derecho a tener los hijos que quiera,
en el tiempo que elijan”. Esta frase reconoce los derechos
sexuales y reproductivos de las personas, dijo Grela. Esto,
que parece tan obvio, tiene otra dimensión cuando lo
adaptamos al orden jurídico nacional y esta dimensión
permitió que el MSP de aquel momento y la IMM gestionaran
programas de salud, enfocados a la anticoncepción.
Esto marcó una nueva era nacional
relacionado a la salud sexual y reproductiva. Al comenzar
esta administración, aquel incipiente programa de
maternidad y paternidad elegida, del MSP, llenaba las
necesidades de Montevideo y 147 policlínicas rurales. Grela
y el equipo del programa sabía que la atención debía
convocar a más bocas de salida y por eso, el millón de
dólares que se invierten en la compra de anticonceptivos, a
través del Fondo de población de ONU, se dispongan para
toda la red de los servicios de salud del Estado, a partir
del 2006.
Ahora, el MSP realiza la licitación
internacional, pero también audita la distribución, su
aplicación, además de realizar campañas de comunicación
orientadas a la mujer. Porque las mujeres tienen derecho a
exigir los métodos anticonceptivos y dispositivos
intrauterinos en el lugar que sea, confirmó Grela.
El programa de la mujer identificará los
puntos con mayores dificultades. Sabemos que existen,
afirmó su directora. Esta es una política pública que no
estaba vigente y en ocasiones, el insumo permanece
acopiado, en manos de un técnico que considera un error la
anticoncepción, cuando esto es un derecho. “Con el
protocolo que estamos elaborando, esta situación deberá
terminar” finalizó.
El uso de métodos anticonceptivos de
forma gratuita, para la red pública de salud, estaba
relegado de las políticas sanitarias, asegura Cristina
Grela. Prosiguió la directora: “nosotros realizamos una
primera auditoria en algunos pueblos rurales y constatamos
que las mujeres sabían que los métodos anticonceptivos
existían, pero los técnicos las enviaban a las farmacias
para que los adquieran. Es decir, ellas no sabían que
podían pedirlo de manera gratuita”.
El nuevo desafío del programa es la
entrega de los anticonceptivos, como un medicamento más, en
las instituciones de asistencia médica colectiva. Según
Grela, esto es un paso más para profundizar el proceso, que
hoy en día está en manos de la junta nacional de la salud.
Si entendemos a los anticonceptivos como un medicamento
más, muchas veces costará menos que otros medicamentos que
normalmente se utilizan, pero estamos trabajando para
ajustar estos procedimientos, dijo.
En este período de gobierno el MSP
después de largas sesiones de consulta con técnicos,
mujeres y equipos de salud, modificamos muchas
disposiciones normativas, para la humanización del parto y
el puerperio, con especial hincapié en el acompañamiento,
para subrayar los aspectos sociales y “lo extraordinario de
traer una nueva persona al mundo”, en palabras de Cristina
Grela.
A partir de la Ley de salud sexual y
reproductiva, aprobada en el Parlamento el año pasado, las
modificaciones se convirtieron en norma nacional. El primer
capítulo de la Ley, resume lo concerniente al cuidado de la
salud femenina, cuya fuente es el trabajo realizado hasta
el momento, comentó la directora Grela. La norma de
atención a la mujer durante el embarazo, la norma durante
el parto, puerperio y amamantamiento, son los protocolos
legalizados que se deben respetar desde el primer nivel de
atención, concluyó.
La información relativa a las
disposiciones sobre los prestadores de servicio y el
cumplimiento de las metas asistenciales, está en la página
web del Ministerio de Salud Pública. |