Educación: bien público social
Ministra Simon reivindicó papel fundamental del Estado
en políticas educativas
La Ministra Simon participó de la
reunión de UNESCO, cuya declaración final establece el
reconocimiento de la educación superior como un bien
público. La jerarca resaltó la buena coordinación de los
países latinoamericanos para alcanzar una declaración que
respeta las finalidades de UNESCO. Destacó preocupante la
tendencia por parte de los Estados de abandonar funciones
sustantivas, dejándolas libradas a una lógica de mercado
La Ministra Simon informó acerca de la
reunión de UNESCO realizada la pasada semana a la que
asistió con una delegación integrada por el rector de la
Universidad de la República, un estudiante en
representación del órgano estudiantil y el representante de
las universidades privadas.
Simon recordó que anteriormente
participó en una reunión en Cartagena de Indias, la cual
tuvo como resultado la posición del grupo de Latinoamérica
y el Caribe, respecto a que la Educación Superior es un
bien público de carácter social.
La jerarca dijo que en el encuentro de
UNESCO surgió un Proyecto de Resolución totalmente
distinto, ya que proponía la comercialización de la
educación superior siguiendo las directrices de la
Organización Mundial del Comercio y el GATT. Simon destacó
que se trata de grupos de comercio, de otro orden que
UNESCO y en los cuales los países pequeños no están
representados.
Esta directiva existe en el mundo por
parte de algunos sectores que quieren convertir a la
enseñanza superior en un bien negociable, junto con una
calidad descontextualizada. La secretaria de Estado dijo
que esta directiva también se asocia con los rankings que
se realizan con las universidades, donde se comparan
institutos de investigación con otros de cooperación con la
comunidad, creando una desconexión entre la educación
superior y los países, y convirtiéndola en una mercancía.
En tal sentido, Simon cree que las nuevas tecnologías
pueden ser un peligro, ya que muchas veces ofrecen títulos
académicos que prácticamente son vendidos a través de
Internet.
La jerarca aclaró que esto no significa
que en el grupo de América Latina y el Caribe no se
reconozca a la educación privada, ya que la buena educación
privada no tiene fines de lucro. Este grupo considera que
el Estado, así como en políticas sociales, en políticas
educativas tiene un papel fundamental que desempeñar, debe
ser referencia de calidad y de acceso de todos.
Finalmente, gracias a la coordinación de
los países latinoamericanos, se obtuvo una buena
declaración, la cual reconoce a la educación como un bien
público, importante no sólo para los estudiantes sino para
toda la sociedad. La educación debe ser de calidad,
pertinente y relevante, esto es lo que la contextualiza y
la incluye en una política de país.
Simon señaló que estos aspectos son
concordantes con la Ley de Educación uruguaya.
En otro orden, la ministra de Educación
y Cultura, María Simon, anunció que remitirá a la prensa la
próxima semana un tríptico sobre Uruguay Estudia, programa
que permite completar ciclos educativos a trabajadores
desocupados y pequeños y medianos empresarios. Además, este
tríptico se encontrará disponible en la página Web del
Ministerio.
Simon señaló que este programa es de
gran utilidad, ya que posibilita mejorar la empleabilidad
de las personas, en un contexto en el que se requiere cada
vez más capacitación y que muchas veces no existe
adaptación entre la oferta y la demanda de trabajo.
Declaraciones a la prensa de la
Ministra de Educación y Cultura, María Simon, al finalizar
los Acuerdos Ministeriales del 13 de julio de 2009, en las
oficinas presidenciales de Suárez y Reyes
MINISTRA SIMON: Buenos días. Vamos a
remitir un tríptico sobre el Programa “Uruguay Estudia”,
que da oportunidad de completar ciclos educativos a
trabajadores desocupados, y pequeños y medianos
empresarios. Van a disponer de ese tríptico y además está
en la pagina Web, porque sé que han recibido muchas
consultas, lo que nos alegra muchísimo, porque quiere decir
que la gente se interesa en un Plan que realmente pensamos
que es muy bueno para mejorar la empleabilidad de las
personas en un contexto en que se requiere cada vez más
capacitación, y a veces hay desadaptación entre la oferta y
la demanda que existe ciertas capacidades.
Hoy quiero centrarme en la reunión de
UNESCO que tuvo lugar la semana pasada, a la que asistí con
una delegación integrada por el Rector de la Universidad de
la República, un estudiante, en representación del orden
estudiantil y el representante de las universidades
privadas. Una comitiva pequeña, otros países van con
comitivas mucho mayores. Tuvo lugar una discusión que yo
creo que es muy de fondo y muy importante. Porque habíamos
tenido antes una reunión en Cartagena de Indias de las que
había salido la posición del Grupo de Latinoamérica y El
Caribe, que se llama GRULAC. El mismo insiste en que la
educación superior, que es el tema de la reunión, es un
bien público de carácter social.
Nos encontramos con un Proyecto de
Resolución de la Asamblea de UNESCO totalmente distinto, en
que proponía la comercialización de la educación superior
siguiendo las directrices de la OCD u OCDE –Organización
Mundial de Comercio- y del GATT, que son evidentemente
grupos de otro orden que la UNESCO, completamente
distintos, son grupos de comercio que se dedican a lo suyo
y en los cuales los países pequeños no están representados,
son grupos de los países más poderosos.
Es una directiva que evidentemente
existe en el mundo por parte de algún sector que quiere
hacer de la enseñanza superior un bien negociable. No ya un
bien público y social sino algo de características
negociables, mercantilizarlo en una palabra. Eso junto a
una calidad descontextualizada, es decir que no tiene que
ver con el medio en que esa adecuación superior se dicta y
sus egresados ejercen. Y con los famosos rankings que se
hacen en universidades con criterios totalmente disímiles y
que comparan universidades de investigación con
universidades fundamentalmente de cooperación con la
comunidad, universidades fundamentalmente de enseñanza,
crea una desconexión entre la educación superior y los
países, las regiones, los Estados, que la convierte
efectivamente en una mercancía. Y en eso las nuevas
tecnologías, que son tan buenas y útiles, pueden entrañar
un peligro, como toda herramienta que se puede usar bien o
mal. Las nuevas tecnologías están proponiendo a veces
títulos prácticamente vendidos a través de Internet, para
decirlo corto y claro.
Esto no quiere decir que en el Grupo de
América Latina y el Caribe no reconozcamos a la adecuación
privada, hay educación privada que no es con fines de
lucro. La mayoría de la buena, no lo es. Es educación
privada que tiene derecho a existir y que queremos que sea
lo mejor posible, naturalmente. Pero sí creemos, que el
Estado, así como en políticas sociales en políticas
educativas, tiene un papel fundamentalísimo que desempeñar,
tiene que ser referencia de calidad y de acceso. De acceso
de todos, por encima de restricciones de género, cosa que
en algunos países ocurre en forma muy fuerte, de
procedencia de nivel económico, de origen, de raza y otras
restricciones.
Finalmente, gracias a una muy buena
coordinación entre los países latinoamericanos, una
discusión larga y creo que fructífera, la Declaración es
buena. La Declaración reconoce a la educación como un bien
público, lo cual es importante, incluso se habló de la
palabra “bien” o “servicio”.
Puede parecer que son equivalentes, pero
no son. Un servicio es por ejemplo el transporte urbano, es
un servicio público. En cambio la educación es un bien
público porque es un bien de la sociedad y como dije antes,
no sólo es importante para quienes la usan, sus
estudiantes, que no son meros clientes, sino para la
sociedad, incluso para los trabajadores y el mundo de la
producción. No sólo debe que ser de calidad sino ser
pertinente y relevante. Esas son palabras clave que debemos
unir a la calidad, porque es lo que la contextualiza y la
incluye en una política de país.
Esto es para nosotros totalmente
concordante con la Ley de Educación aprobada, que define la
educación como un bien público y social, con esas mismas
palabras. Creo que merece resaltar por un lado la buena
coordinación de los países latinoamericanos, haber llegado
a una Declaración de UNESCO que respeta la finalidad de
UENSCO, creada con el fin de apoyar la formación, la
cultura, la ciencia y la tecnología. Y también reconocer
que existe la tendencia de que los Estados abandonen
funciones que les son realmente sustantivas y lo dejen
librado a una lógica de mercado.
Me remito a lo que decía la Ministra de
Desarrollo Social, esas son funciones sustantivas de los
Estados, y si los Estados las abandonan les es muy difícil
recuperarlas o ejercerlas nuevamente. Creemos que la
defensa de la educación como un bien público y social hace
a las raíces mismas, sobretodo del Estado uruguayo, donde
la educación pública es base de la democracia. Hay que
estar alerta con respecto a ese tipo de tendencias que nos
desposeen de lo más preciado. |