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24 de julio, 2009

Innovación educativa

Aulas comunitarias como puente entre Educación Secundaria y la convivencia social
El 80% de los alumnos que asistieron al Programa Aulas Comunitarias (PAC) en forma regular desde 2008, logró pasar de primer grado a segundo de Ciclo Básico de Secundaria. En 2007, se inscribieron 632 alumnos; en 2008, el número aumento a 800; y este año se elevó a 1.064 estudiantes. Modalidades de acompañamiento y la cercanía entre docentes, alumnos y las familias, son la clave del éxito de la inserción socioeducativa.

La Directora General del Consejo de Educación Secundaria, (CES), Alex Mazzei, indicó que Aulas Comunitarias está monitoreado por equipos técnicos del Programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), Educación Secundaria y organizaciones de la sociedad civil.

Mazzei indicó que la riqueza y los saberes de las instituciones se conjugaron y en ese contexto, se logró realizar un balance sistematizado de los resultados del año pasado.

Aseguró que está actividad va en línea con las actividades de innovación educativa desarrolladas. En ese sentido, el programa logró ingresar al presupuesto de Secundaria, situación que implica su continuidad e institucionalización porque ya no es un proyecto piloto.

El Programa Aulas Comunitarias (PAC) es puente para los adolescentes que cursan primer año de Ciclo Básico y que luego tienen la oportunidad de cursar segundo ciclo en un liceo o escuela técnica.

Este año se abrieron dos aulas más, con lo cual están funcionando 14 espacios y es objetivo que en los próximos meses sean 18, en los departamentos de Canelones, Paysandú, Maldonado, Rocha y Montevideo.

El PAC es un modelo de intervención educativa dirigido a adolescentes que se desvincularon de la educación formal. Entre las razones se destacan nunca haber registrado matriculación en el segundo ciclo; haber cursado el primer año del ciclo básico y presentar alto riesgo de desafiliación por inasistencias reiteradas, además de dificultades en el comportamiento y la convivencia en el aula, así como bajo rendimiento.

Las aulas son gestionadas directamente por organizaciones de la sociedad civil especializadas en el trabajo con adolescentes y seleccionadas mediante concurso público.

La enseñanza de las asignaturas del ciclo básico está a cargo de docentes de Educación Secundaria, quienes trabajan en forma cotidiana con los adolescentes.

Según el Director del Programa Infamilia, Julio Bango, el PAC se desarrolla en tres modalidades. La modalidad A comprende a los estudiantes que cursan el primer año en forma semestral. Después de aprobadas las respectivas asignaturas están en condiciones de cursar el segundo grado en un liceo o escuela técnica, con mantenimiento de apoyo desde el programa.

La modalidad B está dirigida a adolescentes desvinculados de la educación media, que necesitan un proceso mayor de duración para estar en condiciones de efectivizar su reingreso a la escolarización básica.

La modalidad C está constituida por instancias de atención curricular dirigidas a estudiantes egresados del PAC, que cursan segundo año en liceos o escuelas públicas. De esta forma, se apoya a los alumnos en sus dificultades curriculares, brindándoles estrategias de aprendizaje y técnicas para aprender a estudiar.

También se realiza "Acompañamiento al Egreso", lo cual constituye un seguimiento a los alumnos que egresan de las modalidades A y B, buscando asegurar su efectiva reincorporación a la educación media formal.

En ese contexto, todos los estudiantes del PAC concurren a "Talleres temáticos", que son organizados por las ONGs en diversas áreas como educación física, comunicación y plástica.

El monitoreo recabó también la visión de los adolescentes sobre el PAC. Para la mayoría de los alumnos, el programa significó "una forma más sencilla de pasar de año" y "una forma más entretenida de estudiar".

En cuanto al perfil social de los alumnos, se constató que el número de quienes trabajan disminuyó entre 2007 y 2009, de 23 a 11%. Es una población que atiende su salud mayoritariamente en el ámbito público. No obstante, en los dos últimos años creció el número de personas que se atienden en mutualistas debido a la Reforma de la Salud. Asimismo, la gran mayoría de los estudiantes cobran asignaciones familiares, proporción que se incrementó en el último bienio.

Por su parte, los educadores Fernando Ubal de Las Piedras y Germán Bassi, de Delta del Tigre, coincidieron en señalar que la experiencia educativa es altamente satisfactoria para los alumnos, sus familias y los docentes que participan.

Aseguran que las aulas comunitarias lograron humanizar la actividad educativa porque son grupos pequeños, donde se logra desarrollar relaciones personales con afecto y cercanía que redundan en aprendizajes exitosos. Los estudiantes señalan que una de las diferencias con el liceo, es que en las aulas "me explican hasta que entiendo".

En los diferentes barrios, casi todos los alumnos trabajan y son respaldados por sus familias "si les va bien en los estudios". Para los padres, si los profesores llaman para decir que su hijo responde en los estudios es motivo de orgullo y lo expresen diciendo que "es la mejor noticia que me da en el año". 

Los educadores manifestaron que el mundo adulto -y sobre todo los docentes asumen sus responsabilidades-, realizando gestiones para que los adolescentes no se vayan del sistema y obtengan distintos saberes que sean beneficiosos para un óptimo desarrollo de su vida personal.

   
 
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