Innovación educativa
Aulas comunitarias como puente entre Educación
Secundaria y la convivencia social
El 80% de los alumnos que asistieron al
Programa Aulas Comunitarias (PAC) en forma regular desde
2008, logró pasar de primer grado a segundo de Ciclo Básico
de Secundaria. En 2007, se inscribieron 632 alumnos; en
2008, el número aumento a 800; y este año se elevó a 1.064
estudiantes. Modalidades de acompañamiento y la cercanía
entre docentes, alumnos y las familias, son la clave del
éxito de la inserción socioeducativa.
La Directora General del Consejo de
Educación Secundaria, (CES), Alex Mazzei, indicó que Aulas
Comunitarias está monitoreado por equipos técnicos del
Programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social
(MIDES), Educación Secundaria y organizaciones de la
sociedad civil.
Mazzei indicó que la riqueza y los
saberes de las instituciones se conjugaron y en ese
contexto, se logró realizar un balance sistematizado de los
resultados del año pasado.
Aseguró que está actividad va en línea
con las actividades de innovación educativa desarrolladas.
En ese sentido, el programa logró ingresar al presupuesto
de Secundaria, situación que implica su continuidad e
institucionalización porque ya no es un proyecto piloto.
El Programa Aulas Comunitarias (PAC) es
puente para los adolescentes que cursan primer año de Ciclo
Básico y que luego tienen la oportunidad de cursar segundo
ciclo en un liceo o escuela técnica.
Este año se abrieron dos aulas más, con
lo cual están funcionando 14 espacios y es objetivo que en
los próximos meses sean 18, en los departamentos de
Canelones, Paysandú, Maldonado, Rocha y Montevideo.
El PAC es un modelo de intervención
educativa dirigido a adolescentes que se desvincularon de
la educación formal. Entre las razones se destacan nunca
haber registrado matriculación en el segundo ciclo; haber
cursado el primer año del ciclo básico y presentar alto
riesgo de desafiliación por inasistencias reiteradas,
además de dificultades en el comportamiento y la
convivencia en el aula, así como bajo rendimiento.
Las aulas son gestionadas directamente
por organizaciones de la sociedad civil especializadas en
el trabajo con adolescentes y seleccionadas mediante
concurso público.
La enseñanza de las asignaturas del
ciclo básico está a cargo de docentes de Educación
Secundaria, quienes trabajan en forma cotidiana con los
adolescentes.
Según el Director del Programa Infamilia,
Julio Bango, el PAC se desarrolla en tres modalidades. La
modalidad A comprende a los estudiantes que cursan el
primer año en forma semestral. Después de aprobadas las
respectivas asignaturas están en condiciones de cursar el
segundo grado en un liceo o escuela técnica, con
mantenimiento de apoyo desde el programa.
La modalidad B está dirigida a
adolescentes desvinculados de la educación media, que
necesitan un proceso mayor de duración para estar en
condiciones de efectivizar su reingreso a la escolarización
básica.
La modalidad C está constituida por
instancias de atención curricular dirigidas a estudiantes
egresados del PAC, que cursan segundo año en liceos o
escuelas públicas. De esta forma, se apoya a los alumnos en
sus dificultades curriculares, brindándoles estrategias de
aprendizaje y técnicas para aprender a estudiar.
También se realiza "Acompañamiento al
Egreso", lo cual constituye un seguimiento a los alumnos
que egresan de las modalidades A y B, buscando asegurar su
efectiva reincorporación a la educación media formal.
En ese contexto, todos los estudiantes
del PAC concurren a "Talleres temáticos", que son
organizados por las ONGs en diversas áreas como educación
física, comunicación y plástica.
El monitoreo recabó también la visión de
los adolescentes sobre el PAC. Para la mayoría de los
alumnos, el programa significó "una forma más sencilla de
pasar de año" y "una forma más entretenida de estudiar".
En cuanto al perfil social de los
alumnos, se constató que el número de quienes trabajan
disminuyó entre 2007 y 2009, de 23 a 11%. Es una población
que atiende su salud mayoritariamente en el ámbito público.
No obstante, en los dos últimos años creció el número de
personas que se atienden en mutualistas debido a la Reforma
de la Salud. Asimismo, la gran mayoría de los estudiantes
cobran asignaciones familiares, proporción que se
incrementó en el último bienio.
Por su parte, los educadores Fernando
Ubal de Las Piedras y Germán Bassi, de Delta del Tigre,
coincidieron en señalar que la experiencia educativa es
altamente satisfactoria para los alumnos, sus familias y
los docentes que participan.
Aseguran que las aulas comunitarias
lograron humanizar la actividad educativa porque son grupos
pequeños, donde se logra desarrollar relaciones personales
con afecto y cercanía que redundan en aprendizajes
exitosos. Los estudiantes señalan que una de las
diferencias con el liceo, es que en las aulas "me explican
hasta que entiendo".
En los diferentes barrios, casi todos
los alumnos trabajan y son respaldados por sus familias "si
les va bien en los estudios". Para los padres, si los
profesores llaman para decir que su hijo responde en los
estudios es motivo de orgullo y lo expresen diciendo que
"es la mejor noticia que me da en el año".
Los educadores manifestaron que el mundo
adulto -y sobre todo los docentes asumen sus
responsabilidades-, realizando gestiones para que los
adolescentes no se vayan del sistema y obtengan distintos
saberes que sean beneficiosos para un óptimo desarrollo de
su vida personal. |