Integración energética
Bolivia y Uruguay analizan factibilidad de construir
gasoducto que una a ambos países
Incluir el gas natural en la matriz energética
permitiría no sólo diversificarla sino además ganar en
volumen de suministro, en calidad frente a otras opciones
energéticas y en soberanía, aseguró el Ministro Martínez.
Las obras demandarían algunos años de concreción y una suma
no inferior a los 3 mil millones de dólares. El trabajo
bilateral se realiza en el marco del Grupo URUPABOL.
El Ministro de Industria y Energía,
Daniel Martínez expresó que “el objetivo del Plan
Estratégico del 2030, con los objetivos intermedios en el
2015, es la diversificación de la matriz energética como
forma de asegurar la soberanía y la certeza de suministro
en cantidad y calidad de las opciones energéticas”. Agregó
que, “ya sea por gasoducto o por planta regasificadora,
nos interesa contar con el gas natural en la matriz
energética para diversificarla y porque es un hidrocarburo
infinitamente más limpio y cuya combustión tiene mucho
mejor rendimiento que otros derivados del petróleo”.
Respecto a la interconexión de gas con
Bolivia, el Secretario de Estado recordó que “a fines del
año pasado acordamos una reunión de ministros en la capital
de ese país y retomamos todo el tema referente a la
integración energética dentro del marco del Grupo URUPABOL,
que no es sólo gasífera sino también eléctrica”
En su visita oficial a Asunción del
Paraguay en el mes de mayo, el Presidente de la República,
Tabaré Vázquez manifestó a su homólogo paraguayo Fernando
Lugo su voluntad de relanzar el Grupo URUPABOL que integran
Uruguay, Paraguay y Bolivia.
El Ministro Martínez indicó que en ese
ámbito “hemos avanzado mucho” y que en la actualidad,
nuestro país “estudia alternativas que implicarían,
inclusive, la posibilidad de algún tipo de procesamiento
para contar con volúmenes que justifiquen el trazado hasta
Uruguay, que impliquen agregarle valor aquí en una gestión
bilateral entre ambos gobiernos, lo que le darían
viabilidad al proyecto”.
En estos momentos se transita una etapa
de “acuerdo político y de factibilidad”. Luego de un
intervalo de ocho meses se retomó el trabajo que ha
implicado reuniones en La Paz y Montevideo, además de
videoconferencias. “No estamos hablando de algo que se haga
para mañana o pasado ni dentro de dos años. La estimación
de costos de este gasoducto es del orden de los 3.000
millones de dólares”, adelantó el titular de Industria.
En otro pasaje, el Ministro Martínez
explicó que “los bolivianos tienen la razonable y lógica
voluntad de integrarse pero, a su vez, de maximizar el
valor de una riqueza que tienen buscando los caminos que
permitan no sólo vender gas y ayudar a vender gas a
Uruguay, sino también algún tipo de procesamiento que les
permita la salida de su gas. Que lo saquen del espacio de
sus fronteras –añadió- para pasar a través de la
transformación en una planta de ciclo combinado de gas en
energía eléctrica y así vender a toda la región”.
En el marco de la integración energética
al interior del URUPABOL en 2006, se comenzó a estudiar la
posibilidad de un gasoducto que desde Bolivia, pasara por
Paraguay, Brasil y llegara a Uruguay. Luego, se ingresó a
una etapa de revisión de las autoridades bolivianas de sus
reservas de gas y de su política comercial y posteriormente
se reiniciaron los contactos entre los representantes
gubernamentales bolivianos y uruguayos que continúan en la
actualidad. |