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29 de julio, 2009

Diagnóstico sobre vivienda

Déficit urbano habitacional cualitativo: 6% de la población vive en asentamientos
El seminario “Aportes para un diagnóstico urbano-habitacional” convocado por la Dirección Nacional de Vivienda, analizó el déficit habitacional nacional, el problema en la región y estudios sobre el stock habitacional sin uso. El Subsecretario, Jack Couriel (MVOTMA) dijo que en Uruguay este problema es mayormente cualitativo y se explica por el crecimiento de asentamientos irregulares y la cantidad de viviendas sin uso. 

El Subsecretario de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Jack Couriel, realizó la apertura del Seminario, “Aportes para un diagnóstico Urbano-Habitacional”, que se llevó a cabo en la Intendencia Municipal de Montevideo, y contó con la presencia de profesionales argentinos, paraguayos y chilenos.

Couriel explicó que este evento es muy relevante para el Ministerio de Vivienda uruguayo, debido a la proximidad del censo 2010 que realizará el país, cuyo contenido temático tiene puntos en común con el de este Seminario. En esta oportunidad, se analizarán tres temas: los elementos que se necesitan para estudiar el déficit habitacional nacional; el problema en la región y los estudios sobre el stock habitacional sin uso.

El Subsecretario explicó que el título de este Seminario surge básicamente porque lo urbano y lo habitacional son dimensiones asociadas en los pueblos y en las ciudades. Por otro lado, todos los países, industrializados o no, están transitando un cambio de época y en sus estructuras de riesgo. Con el objetivo de desarrollar mejores prácticas en el territorio, es de interés señalar los efectos desintegradores de la fragmentación sociourbana en ciudades y pueblos, y las vulnerabilidades socioproductivas que viven las poblaciones radicadas en el medio rural. Asimismo, los fenómenos que se observan en materia de fragmentación sociourbana son globales y multicausales.

En este marco de situación, el Seminario abordó los distanciamientos sociales de las familias según los niveles de ingresos y las modalidades de afincamiento urbano que se verifican –aparición de barrios privados- fenómeno que provoca la denominada segmentación social y segregación residencial. 

Muchos de estos casos, surgen por una normativa aprobada por el Parlamento en la Administración anterior, a la cual este gobierno le aplicó algunos complementos  como la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Sostenible. Al respecto, el Subsecretario dijo que el objetivo de esta medida es restringir los alcances de la primera ley, porque esta Administración entendió que ese tipo de realizaciones urbanas atentan contra la integración social en el territorio. Desde los cambios, en suelo rural se prohíbe la localización de urbanizaciones en propiedad horizontal, en suelo urbano se pueden localizar, siempre que no superen la superficie de una manzana, que a su vez, quede delimitada por vías públicas. En suelo suburbano sólo se permiten este tipo de soluciones si están destinadas a viviendas de temporada o turísticas.

Couriel se refirió a otro ejemplo sobre el mismo fenómeno de segmentación social y segregación residencial, como lo es el barrio Casavalle, donde se implementó un programa de “lotes con servicios”. A su juicio, no dio buenos resultados ya que a pesar de ser un barrio bien vinculado con el resto de la ciudad,  se aplicaron “políticas equivocadas” en materia de vivienda y hábitat, invirtiendo importantísimas inversiones desde los años 60 en conjuntos habitacionales para los sectores de más bajos recursos, que actualmente se han rodeado de asentamientos irregulares. Asimismo, la edificación de Núcleos Básicos Evolutivos (NBC) en los gobiernos anteriores, son otro ejemplo claro de segregación, porque no generan integración social ni construyen ciudad. Por esta razón, subrayó que la actual Administración de gobierno discontinuó desde sus comienzos este tipo de prácticas.

Agregó que las políticas reduccionistas y a corto plazo que frecuentemente ha aplicado el Estado, son las que han creado y agudizado, en los últimos tiempos, la fragamentación urbana actual.  

A continuación,  Couriel se refirió al Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI),  que actualmente trabaja focalizando sus políticas hacia los sectores que dentro de estos asentamientos y también en los NBC, están por debajo de la línea de pobreza (60% del total). En estos casos se enfatizan los espacios públicos comunes, generándoles servicios, mejoras barriales –plazas, calles, etc.- y específicamente en los hogares más carenciados, se realoja a muchas familias, a otras se le construyen baños, si no los tienen, y, en caso de poseerlo, se les remodela.

El PIAI, según la consideración del Subsecretario es un “Programa sensato” que ya firmó un nuevo préstamo con el BID por US$ 300 millones a ejecutarse en 15 años, cien cada cinco años.

Los principales actores que deben actuar para mitigar los efectos no deseados de la fragmentación urbana, son el Estado, la sociedad, el mercado y el territorio.  Para realizar políticas públicas correctas, es necesario conocer mejor las características del territorio, y la demanda de la población en materia urbano habitacional, como insumos para definir políticas sociales que también ayuden a revertir el proceso de fragmentación. Otro factor importante será el Censo 2010 que actualizará y profundizará los análisis.

Con respecto a Uruguay específicamente, Couriel dijo que el déficit urbano habitacional, que comprende los aspectos que tienen que ver con los servicios vinculados a la vivienda, es cualitativo más que cuantitativo. Esto responde a un conjunto de razones, entre ellas, que existen muchas viviendas sin uso y el crecimiento de los asentamientos irregulares que actualmente representa el 6% de la población –fenómeno experimentado en Uruguay a partir de la década de los ochenta.

   
 
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  Jack Couriel