Diagnóstico sobre vivienda
Déficit urbano habitacional cualitativo: 6% de la
población vive en asentamientos
El seminario “Aportes para un
diagnóstico urbano-habitacional” convocado por la Dirección
Nacional de Vivienda, analizó el déficit habitacional
nacional, el problema en la región y estudios sobre el
stock habitacional sin uso. El Subsecretario, Jack Couriel
(MVOTMA) dijo que en Uruguay este problema es mayormente
cualitativo y se explica por el crecimiento de
asentamientos irregulares y la cantidad de viviendas sin
uso.
El Subsecretario de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Jack Couriel,
realizó la apertura del Seminario, “Aportes para un
diagnóstico Urbano-Habitacional”, que se llevó a cabo en la
Intendencia Municipal de Montevideo, y contó con la
presencia de profesionales argentinos, paraguayos y
chilenos.
Couriel explicó que este evento es muy
relevante para el Ministerio de Vivienda uruguayo, debido a
la proximidad del censo 2010 que realizará el país, cuyo
contenido temático tiene puntos en común con el de este
Seminario. En esta oportunidad, se analizarán tres temas:
los elementos que se necesitan para estudiar el déficit
habitacional nacional; el problema en la región y los
estudios sobre el stock habitacional sin uso.
El Subsecretario explicó que el título de
este Seminario surge básicamente porque lo urbano y lo
habitacional son dimensiones asociadas en los pueblos y en
las ciudades. Por otro lado, todos los países,
industrializados o no, están transitando un cambio de época
y en sus estructuras de riesgo. Con el objetivo de
desarrollar mejores prácticas en el territorio, es de
interés señalar los efectos desintegradores de la
fragmentación sociourbana en ciudades y pueblos, y las
vulnerabilidades socioproductivas que viven las poblaciones
radicadas en el medio rural. Asimismo, los fenómenos que se
observan en materia de fragmentación sociourbana son
globales y multicausales.
En este marco de situación, el Seminario
abordó los distanciamientos sociales de las familias según
los niveles de ingresos y las modalidades de afincamiento
urbano que se verifican –aparición de barrios privados-
fenómeno que provoca la denominada segmentación social y
segregación residencial.
Muchos de estos casos, surgen por una
normativa aprobada por el Parlamento en la Administración
anterior, a la cual este gobierno le aplicó algunos
complementos como la Ley de Ordenamiento y Desarrollo
Sostenible. Al respecto, el Subsecretario dijo que el
objetivo de esta medida es restringir los alcances de la
primera ley, porque esta Administración entendió que ese
tipo de realizaciones urbanas atentan contra la integración
social en el territorio. Desde los cambios, en suelo rural
se prohíbe la localización de urbanizaciones en propiedad
horizontal, en suelo urbano se pueden localizar, siempre
que no superen la superficie de una manzana, que a su vez,
quede delimitada por vías públicas. En suelo suburbano sólo
se permiten este tipo de soluciones si están destinadas a
viviendas de temporada o turísticas.
Couriel se refirió a otro ejemplo sobre el
mismo fenómeno de segmentación social y segregación
residencial, como lo es el barrio Casavalle, donde se
implementó un programa de “lotes con servicios”. A su
juicio, no dio buenos resultados ya que a pesar de ser un
barrio bien vinculado con el resto de la ciudad, se
aplicaron “políticas equivocadas” en materia de vivienda y
hábitat, invirtiendo importantísimas inversiones desde los
años 60 en conjuntos habitacionales para los sectores de
más bajos recursos, que actualmente se han rodeado de
asentamientos irregulares. Asimismo, la edificación de
Núcleos Básicos Evolutivos (NBC) en los gobiernos
anteriores, son otro ejemplo claro de segregación, porque
no generan integración social ni construyen ciudad. Por
esta razón, subrayó que la actual Administración de
gobierno discontinuó desde sus comienzos este tipo de
prácticas.
Agregó que las políticas reduccionistas y a
corto plazo que frecuentemente ha aplicado el Estado, son
las que han creado y agudizado, en los últimos tiempos, la
fragamentación urbana actual.
A continuación, Couriel se refirió al
Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI),
que actualmente trabaja focalizando sus políticas hacia
los sectores que dentro de estos asentamientos y también en
los NBC, están por debajo de la línea de pobreza (60% del
total). En estos casos se enfatizan los espacios públicos
comunes, generándoles servicios, mejoras barriales –plazas,
calles, etc.- y específicamente en los hogares más
carenciados, se realoja a muchas familias, a otras se le
construyen baños, si no los tienen, y, en caso de poseerlo,
se les remodela.
El PIAI, según la consideración del
Subsecretario es un “Programa sensato” que ya firmó un
nuevo préstamo con el BID por US$ 300 millones a ejecutarse
en 15 años, cien cada cinco años.
Los principales actores que deben actuar
para mitigar los efectos no deseados de la fragmentación
urbana, son el Estado, la sociedad, el mercado y el
territorio. Para realizar políticas públicas correctas, es
necesario conocer mejor las características del territorio,
y la demanda de la población en materia urbano
habitacional, como insumos para definir políticas sociales
que también ayuden a revertir el proceso de fragmentación.
Otro factor importante será el Censo 2010 que actualizará y
profundizará los análisis.
Con respecto a Uruguay específicamente,
Couriel dijo que el déficit urbano habitacional, que
comprende los aspectos que tienen que ver con los servicios
vinculados a la vivienda, es cualitativo más que
cuantitativo. Esto responde a un conjunto de razones, entre
ellas, que existen muchas viviendas sin uso y el
crecimiento de los asentamientos irregulares que
actualmente representa el 6% de la población –fenómeno
experimentado en Uruguay a partir de la década de los
ochenta. |