Convenio MIDES - Interior
Nuevo recinto penitenciario será
acondicionado para alojar a treinta reclusas con hijos
El Ministerio de Desarrollo Social y el
Ministerio del Interior firmaron un convenio para
reacondicionar una edificación y poder alojar a treinta
mujeres privadas de libertad junto a sus hijos. Esta
iniciativa busca brindar mejores oportunidades a los niños
cuyas madres se encuentran en prisión y apostar a
desarrollar el vínculo madre-hijo, al tiempo que ayuda al
proceso de descongestionamiento del sistema carcelario.
El edificio que el MIDES entregó en
comodato al Ministerio del Interior se encuentra en el
barrio Paso Molino y necesita una profunda refacción. Para
ello, se abrió la licitación para ejecutar las obras de
reacondicionamiento, las cuales deberán dejar el local
habilitado en un plazo de 60 días.
La Ministra de Desarrollo Social, Marina
Arismendi, resaltó que a través de esta iniciativa se busca
atender la relación madre-hijo en aquellos casos donde se
encuentran en situaciones adversas y para garantizar que
esos niños y niñas no tengan predeterminado su futuro por
el hecho de ser hijos de reclusas. "En la medida en que
están mejor, van a tener más espacio para jugar y disfrutar
su niñez, habrá menos posibilidades que en el futuro tengan
frustraciones", subrayó Arismendi, quien reiteró que se
debe abogar por aquellos que, aunque no tengan el derecho a
la libertad, tienen el resto de sus derechos vigentes.
Por su parte, el Ministro del Interior,
Jorge Bruni, explicó que el 7,5% de la población carcelaria
son mujeres y que a este nuevo recinto podrán trasladarse
entre 30 y 40 reclusas con sus hijos, tanto de Montevideo
como del interior del país. Afirmó que el objetivo es
favorecer el acercamiento familiar, como sucede con la
experiencia desarrollada en la cárcel de Colonia.
En tal sentido, recordó que existen
experiencias positivas sobre el proceso de
descongestionamiento carcelario a través de la redención de
pena. El Centro Nacional de Rehabilitación (CNR) es un
ejemplo de la apuesta a mejorar la situación de los
reclusos, ofreciéndole capacitación, salidas transitorias y
la posibilidad de trabajar. En este caso, se apuesta a
mejorar el vínculo de las madres reclusas con sus hijos,
siguiendo ejemplos similares que se desarrollan en otras
cárceles.
Bruni destacó los logros que se pueden
alcanzar cuando dos instituciones unen sus esfuerzos para
la reinclusión social de las personas que sufren
determinada situación. "Interinstitucionalmente, las cosas
se solucionan con mayor facilidad, porque son políticas de
Estado", dijo y agregó que la política carcelaria no se
trata solamente de cárceles, sino que de promover la
prevención, ayudar y estudiar sobre cómo mejorar la
situación de los reclusos y su posterior reinserción a la
sociedad. |