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31 de julio, 2009

Tema guaraní

Subsecretario Felipe Michelini recibió a una delegación del Ministerio de Cultura de Brasil
El grupo también se entrevistó con la Dirección de Derechos Humanos del MEC y descendientes de indígenas para recabar información sobre la presencia de la colectividad guaraní en nuestro país. Los guaraníes del continente se reunirán en octubre en Mato Grosso do Sul (Brasil), para debatir sus demandas. Ese país aspira a liderar un proceso de intercambio de información y de adopción de estrategias comunes en el tema indígena.

“Pretendemos intensificar las relaciones bilaterales e internacionales con los países hermanos de América del Sur y con las organizaciones indígenas que son el foco de nuestras acciones de políticas y proyectos”, dijo el Gerente de la Secretaría de Identidad y de Diversidad Cultural del Ministerio de Cultura de Brasil, Marcelo Manzatti.  

El funcionario norteño encabezó una delegación que visitó nuestro país, se entrevistó con el Subsecretario del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Felipe Michelini y mantuvo reuniones de trabajo con la Dirección de Derechos Humanos de esa Cartera, y con integrantes de organizaciones locales de descendientes de indígenas.

Manzatti informó de la realización de un encuentro de los pueblos guaraníes de América del Sur que tendrá lugar entre los días 20 y 24 de octubre en la localidad de Dourados, en el estado de Mato Grosso do Sul, en la región  Centro-Oeste de Brasil y en el que se espera la presencia de 750 indígenas de esa colectividad.

Ésta, “constituye la primera etapa de una serie de visitas que vamos a hacer a Argentina, Paraguay y Bolivia para contactar a las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y componer las delegaciones que van a participar del encuentro”, adelantó el representante del Gobierno brasileño.

Manzatti expresó que la iniciativa obedece a “una demanda de los propios pueblos guaraníes de Brasil, con los cuales tenemos muchas relaciones institucionales y que, por su presencia en casi todo el Cono Sur, demandaron del Gobierno la intensificación de las relaciones con estos parientes y hermanos”.

En los dos primeros días los indígenas guaraníes provenientes de los distintos países latinoamericanos definirán, a puertas cerradas, una agenda de temas en los que trabajarán durante el transcurso del evento. El Ministerio de Cultura brasileño procura que representantes de los distintos gobiernos también asistan para discutir políticas y programas en conjunto para los guaraníes.

“Intentamos que los países traigan sus propuestas y nos enseñen lo que están haciendo para trabajar esas cuestiones, para que a nivel de los gobiernos también haya intercambio de información y estrategias comunes. Ahí todos juntos vamos a oír lo que los indígenas tienen que decirnos”, explicó Manzatti.

El visitante reconoció que los guaraníes constituyen “un pueblo muy significativo para la cultura indígena latinoamericana” y destacó que la guaraní es la lengua oficial del MERCOSUR, elegida recientemente en Paraguay.

Mato Grosso do Sul es el estado brasileño con mayor presencia guaraní. Allí viven 40.000 de los 70.000 guaraníes brasileños que se identifican como tales. Otros estados con esa presencia son: Río Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, Sao Paulo, Río de Janeiro, Espíritu Santo y Mina Geráis.

Otros datos aportados por Manzatti refieren a que en su país existen 600 mil indígenas reunidos en 225 pueblos que hablan 170 lenguas, lo que demuestra la existencia de una importante diversidad lingüística.

“La mitad de la población indígena en Brasil habita en las ciudades, y esta población es la más difícil de ser conocida por las estadísticas porque está en un proceso de aculturación o de pérdida de referencias culturales. Esto se debe a que no pueden reproducir su cultura tradicional en el ambiente urbano, por lo que se convierte en una población invisible”, señaló.

El funcionario advirtió que “hoy en día es muy precaria la situación de la integración (de las comunidades indígenas) sobre todo en la región amazónica, que es muy aislada. Las relaciones políticas institucionales son muy frágiles y Brasil está tomando la delantera de este proceso”. 

Guaraníes de paso

Manzatti es optimista en cuanto a que el encuentro permitirá, por primera vez, poner frente a frente a todas las comunidades guaraníes para que, entre ellas, discutan cuales son sus problemas comunes. Permitirá además a los gobiernos “tomar en conjunto las medidas y las iniciativas necesarias para atender los planteos que van a surgir de este evento”.

Si bien a la agenda la determinarán los propios guaraníes, el representante gubernamental brasileño intuye que las demandas que surjan se referirán a algunas cuestiones como el acceso a la tierra, la educación, la cultura y el desarrollo de escuelas bilingüe, que enseñen la cultura oficial del país pero también la cultura tradicional de las comunidades indígenas.

En el caso de nuestro país, Manzatti dijo que su repartición contaba con “muy poca” información inicial sobre la presencia de comunidades guaraníes. “No teníamos seguridad de que hubieran grupos guaraníes, sino de familias que estaban migrando de Argentina o Paraguay, que pasaban por aquí y seguían rumbo a Brasil. Por lo que nuestra presencia aquí fue también para comprobar la existencia de estas personas y para aclarar un poco más las informaciones disponibles”, apuntó.

A continuación añadió que “teníamos esperanzas de obtener informaciones que no están disponibles en los medios oficiales de que existieran más grupos indígenas, más familias guaraníes, aunque teníamos una cierta noción de que sería difícil”.

El entrevistado reconoció que “tuvimos muy buena receptividad del Gobierno uruguayo a nuestros planteos. Sabemos que el contexto político no es favorable porque hay un proceso electoral que se está intensificando y que va a coincidir con el encuentro”.

Manzatti dijo que “el proceso de transformación a la izquierda en América Latina permite una mayor sensibilidad hacia las personas históricamente excluidas, como los negros, los indígenas y los pobres. Las personas que de algún modo tienen una fragilidad social y económica, pero con una rica expresión cultural”. En ese sentido, el funcionario brasileño consideró necesario “el desarrollo pleno de los grandes potenciales culturales que estos pueblos tienen en materia de lenguaje artístico y también en el campo de la religión, de las tradiciones culinarias y arquitectónicas”, entre otras.

Acto seguido, Manzatti expresó su deseo en cuanto a que a pesar de los cambios de gobiernos las conquistas que hayan obtenido los pueblos autóctonos “permanezcan en la sociedad civil”. Que su situación social y económica “se transforme” y “sus culturas puedan ser conocidas por toda la población. Y que no sean tan discriminados y perseguidos, incluso con violencia extrema, de parte de quienes detentan los poderes económico, social y de los medios de comunicación”, concluyó.

   
 
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  Marcelo Manzatti