Conferencia: Seguridad Pública
Uruguay avanzó en capacitación, sistemas de información
y monitoreo
La inseguridad pública es una de las
principales amenazas para la estabilidad, el
fortalecimiento democrático y el desarrollo, aseguró el
Secretario General de la OEA, quien promueve políticas
preventivas y de rehabilitación. José Insulza inauguró la
Conferencia Especializada Interamericana sobre Seguridad
Pública, felicitó la labor de nuestro Gobierno en la
materia y reconoció que el país tiene bajos índices de
criminalidad.
Se inauguró la Conferencia Especializada
Interamericana sobre Seguridad Pública, con la
participación del Secretario General de la Organización de
Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza; el Ministro
del Interior, Jorge Bruni y el Ministro de Relaciones
Exteriores, Gonzalo Fernández.
Junto a los representantes de los
Estados participantes, se hicieron presentes autoridades
nacionales, delegados de organismos internacionales y
especialistas en el tema.
La actividad se desarrolla los días 4 y
5 de agosto en el Hotel Radisson Victoria Plaza de
Montevideo. Se trata de una reunión de expertos,
preparatoria, de lo que será la II Reunión de Ministros en
Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) en
noviembre, en República Dominicana.
Antecedentes y temas pendientes
Esto surge a consecuencia de una
iniciativa de la OEA, que detectó recientemente la
necesidad de coordinar aspectos concretos de la seguridad
pública, no solamente desde la perspectiva jurídica, sino
tratándolo como un tema hemisférico.
Los gobiernos de las Américas tienen la
obligación de enfrentar el aumento de la criminalidad, a
través de políticas públicas adecuadas, eficientes y
coordinadas, porque todos comenzaron a sufrir las
consecuencias, aseguró Insulza.
En este marco, se realizó una primera
reunión en Ciudad de México en octubre de 2008, que dejó
"encargos" a los países participantes. La reunión se
convirtió en el referente técnico y político para el
hemisferio en la totalidad de los temas concernientes a la
seguridad pública.
En ese encuentro se adoptó el
"Compromiso por la Seguridad Pública y las Américas", un
documento que expresa la voluntad política de los países de
la región de enfrentar la delincuencia y la inseguridad de
manera conjunta, preventiva, coherente, efectiva y
permanente en distintas áreas prioritarias: la gestión de
la seguridad pública, la prevención de la delincuencia, la
violencia e inseguridad, la gestión de la Policía, la
participación ciudadana y comunitaria y la cooperación
internacional.
El documento aborda la seguridad pública
desde un enfoque transversal y define los principios
esenciales de una política democrática de seguridad que
respeta los derechos humanos, y establece que es necesario
poner énfasis en la definición de políticas de prevención y
rehabilitación.
Este compromiso encomendó acciones
concretas a los Estados Miembros y a la OEA y apeló a
llevar la discusión al plano de lo concreto.
Alcances de la Reunión de Montevideo
En la Conferencia que se realiza en
Uruguay, se apunta a revisar las primeras propuestas con
miras a implementarse en la próxima reunión en República
Dominicana (profesionalización de la Institución Policial,
mejoras en condiciones de trabajo, capacitación para
atender a la comunidad, refuerzo de valores).
Asimismo, Insulza informó que la
Secretaría General de la OEA presentará un estudio para
detectar la demanda y oferta de cursos de formación y
capacitación para Oficiales de Policía y civiles
responsables de enseñar e implementar políticas públicas de
seguridad.
El estudio busca evaluar la necesidad
que se planteó en la reunión de crear un espacio de
formación con énfasis en la difusión de herramientas de
gerencia de la seguridad pública, dirigido a altos mandos
directivos de las instituciones policiales, autoridades
civiles y otros actores a fin de apoyar la formación en los
países donde se detecten insuficiencias importantes.
El Banco Interamericano de Desarrollo y
el Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de
Violencia y Promoción de la Convivencia Social (CISALVA) de
la Universidad del Valle de Colombia, presentará los
avances de un proyecto financiado por el BID para
desarrollar parámetros comparables en materia de seguridad
pública.
El objetivo es desarrollar y poner en
funcionamiento en tres años, un sistema regional de
indicadores estandarizados de convivencia y seguridad
ciudadana que permitirá la medición, seguimiento y
comparación regional de los fenómenos vinculados a estos
temas, para fortalecer la capacidad de los tomadores de
decisiones en la implementación y evaluación de políticas
públicas de seguridad ciudadana.
Esta iniciativa permitirá enfrentar las
políticas de cooperación contando con indicadores
comparables de toda la región.
Por otra parte, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está elaborando
un estudio regional que servirá de guía y brindará
recomendaciones a los Estados Miembros en relación con su
obligación de proteger a los ciudadanos de la violencia.
Insulza explicó que el borrador del
documento que saldrá del evento que se desarrolla en
Montevideo, identificará los principales logros y desafíos
que enfrentan los Estados en la coordinación de estos
valores de nuestra democracia.
Finalmente, la Secretaría General
realizará una presentación sobre el Observatorio
Interamericano de Seguridad del Departamento de Seguridad
Pública, radicado en la Secretaría de Seguridad
Multidimensional.
El Observatorio tiene como objetivo
recolectar, dar seguimiento y divulgar información
comparable sobre crímenes de violencia. El Observatorio
contiene información que permite elaborar estadísticas
globales y específicas sobre el tema en los países miembros
de la OEA, lo que se considera un insumo valioso en el
diseño de políticas públicas de seguridad y para su
monitoreo y evaluación.
Insulza aguarda que en esta reunión se
genere un debate sobre los temas que conformarían la agenda
de la próxima Reunión de Ministros de Seguridad Pública.
La elasticidad del crimen debe ser
tenida en cuenta en el diseño, implementación y promoción
de estrategias y tácticas que permitan disminuir la
violencia y la criminalidad, dijo. Además de superar las
divisiones temáticas, es necesario entender que el delito y
sus diversas manifestaciones tienen continuidad en el
tiempo y no puede haber respuesta de políticas esporádicas,
añadió.
Labor conjunta para atender fenómeno
delictivo
Hoy el fenómeno delictivo no reconoce
fronteras entre países y regiones, y hace uso de las
facilidades que éstas le brindan, mientras los Estados aún
definen estrategias conjuntas de manera insuficiente. La
envergadura del problema sugiere que el camino de solución
se encontrará en la medida en que los actores involucrados
comprendan que ésta no es una tarea individual.
La OEA como cuerpo político de la
región, está en condiciones de observar la evolución de los
acontecimientos, proponer estrategias innovadoras y
promover alianzas estratégicas con otros organismos del
sistema interamericano.
Estas reuniones marcan el camino a
seguir para definir las estrategias necesarias y concretar
alianzas.
Insulza destacó el interés en temas de
prevención que muchas veces los países dejan de lado por la
urgencia en combatir el crimen.
La criminalidad no es un fenómeno de un
solo país; el crimen organizado, el narcotráfico y otros
males tienen carácter trasnacional, y su magnitud es
creciente a escala continental. Por ello la situación
vinculada a seguridad pública constituye actualmente una de
las principales amenazas para la estabilidad, el
fortalecimiento democrático y las posibilidades de
desarrollo de nuestra región.
La violencia y la inseguridad en general
afectan al conjunto de las sociedades, aunque en magnitudes
muy diversas, y deterioran severamente la calidad de vida
de los ciudadanos quienes se sienten atemorizados, acosados
y vulnerables ante la permanente amenaza de victimización.
Los homicidios en la región duplican el
promedio mundial y en algunos países los quintuplican.
Varios países de América Latina y el Caribe ostentan las
tasas de homicidios más altas del mundo, informó.
Además de la violencia interpersonal y
los delitos comunes, la mayoría de nuestros países enfrenta
la acción del crimen organizado, vinculado al tráfico de
drogas, secuestros, proliferación de armas y trata de
personas. El aumento en materia de homicidios está
relacionado con este tipo de tráfico.
"Todavía estamos a tiempo de enfatizar
en la prevención", aseguró Insulza quien garantizó que el
tema se tratará con seriedad en esta instancia.
La situación uruguaya desde la
perspectiva de la OEA
El Secretario General de la OEA aludió
puntualmente a la situación de Uruguay. Insulza dijo haber
analizado los índices de criminalidad de nuestro país,
divulgados por el Observatorio Nacional sobre Violencia y
Criminalidad del Ministerio.
La inseguridad es uno de los principales
temas de preocupación de los uruguayos, dijo el Jerarca
quien reconoció que la ola de criminalidad en Uruguay no es
de la magnitud que tiene en otras naciones americanas, y
sumó a la lista a Chile y Argentina. Las cifras uruguayas
son de las mejores de la región, indicó.
De todas formas, esto no elimina la
necesidad de una atención especial en el tema de las
políticas públicas, pero dijo que nuestro país ha avanzado
en forma importante en capacitación, sistemas de
información y monitoreo. Es importante relacionar estos
temas con los problemas sociales de fondo, explicó.
Uruguay cuenta con el Plan Ceibal que
apunta a hacer los esfuerzos necesarios para mejorar la
calidad de vida de los ciudadanos, lo que repercutirá
necesariamente en la seguridad pública, sobre todo en los
sectores más vulnerables de la sociedad, es decir la
juventud.
Insulza dijo que confía en que las
autoridades de nuestro país están avanzando en la dirección
correcta en la materia.
Finalmente, el Secretario General de la
OEA agradeció la hospitalidad del pueblo uruguayo, felicitó
a la organización y dijo que siempre es placentero visitar
un país donde "se respira democracia".
Insulza instó a los delegados de todos
los países a observar la madurez política del Uruguay en
época electoral, como ocurre en pocos países del mundo, sin
estridencias, con debate de ideas, pero siempre respetando
las posiciones ajenas.
Bruni y Fernández apelan a la prevención
y rehabilitación
El Ministro Bruni expresó su
satisfacción por ser anfitrión de un encuentro de tal
magnitud, y ratificó el concepto planteado por Insulza de
la "continuidad del proceso" iniciado en México en 2008.
El Jerarca aseguró que las líneas
políticas que lleva adelante el Gobierno uruguayo en la
materia, se corresponden con las trazadas en este evento.
Prevención y participación ciudadana son
experiencias en las que Uruguay trabaja, a través de la
Policía Comunitaria y las Mesas de Convivencia con la
Ciudadanía, las cuales muestran muy buenos resultados.
Bruni agregó que además, se solicitó a
nuestro país que presentara la experiencia del Plan Ceibal,
como una modalidad innovadora y preventiva. Al tener su
propia computadora los niños no se encuentran ociosos ni se
convierten en analfabetos culturales, evitando que se
conviertan en personas violentas e incluso en delincuentes.
El Jerarca considera que no debe ser un
consuelo estar catalogados como uno de los países mejor
posicionados en cuanto al tema de seguridad. Se trata de
una situación positiva pero no suficiente, añadió. En tal
sentido, se debe continuar trabajando, ya que las políticas
en esta materia son graduales, no se pueden esperar
resultados positivos de un momento a otro, aseguró.
Bruni dijo que es necesario promover
líneas concretas de acción. El debate de la seguridad
trascendió a las instituciones y la academia, es un debate
central de la política y la ciudadanía espera mucho, porque
hay una percepción bastante agudizada sobre el tema, dijo.
El Jerarca considera trascendente la
existencia de los observatorios y de los parámetros
comparables, y apeló a tender extensos y profundos lazos
con la ciudadanía, porque eso garantiza un descenso de las
tasas. También destacó la importancia de los Protocolos
para legislar en materia de seguridad pública.
Gonzalo Fernández, por su parte, en su
rol de Canciller, dio la bienvenida a todos los visitantes
y se congratuló por los avances del encuentro. El Ministro
añadió alguna reflexión de tono personal sobre el tema.
La violencia y la inseguridad se
convirtieron en un problema pero son además parte de la
construcción social de la realidad, por ende son fenómenos
que deben encararse desde una perspectiva objetiva,
científica y pragmática para no incurrir en desatenciones y
tampoco en visiones exageradas o desmesuradas a la
realidad.
En esto está en juego la vigencia
efectiva de los derechos humanos, dijo. La seguridad
ciudadana -la posibilidad de vivir en paz, libre de
agresiones y en pleno goce de los derechos- se constituye
en el bien jurídico fundamental que debe tutelar el Estado
constitucional de derecho.
En toda América con mucha frecuencia, la
respuesta a los problemas de inseguridad ha pasado siempre
por una demanda de mayor represión, acentuación y
severización de las penas, pero Fernández considera que la
clave pasa por la prevención y la rehabilitación.
Para enfrentar la ola de violencia y de
inseguridad es necesario modificar la distribución del
ingreso, luchar contra la marginalidad estructural, tratar
de que cada uno tenga su adecuado lugar en el mundo, una
correcta inserción social y desarrollar políticas
inclusivas, políticas sociales de largo alcance donde el
tema de la seguridad es exclusivamente una parte del
conglomerado de políticas de Estado, quizás la punta del
iceberg más notoria que tiene por detrás una base mucho
menos sencilla de visualizar, concluyó Fernández. |