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04 de agosto, 2009

Conferencia: Seguridad Pública

Uruguay avanzó en capacitación, sistemas de información y monitoreo
La inseguridad pública es una de las principales amenazas para la estabilidad, el fortalecimiento democrático y el desarrollo, aseguró el Secretario General de la OEA, quien promueve políticas preventivas y de rehabilitación. José Insulza inauguró la Conferencia Especializada Interamericana sobre Seguridad Pública, felicitó la labor de nuestro Gobierno en la materia y reconoció que el país tiene bajos índices de criminalidad.

Se inauguró la Conferencia Especializada Interamericana sobre Seguridad Pública, con la participación del Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza; el Ministro del Interior, Jorge Bruni y el Ministro de Relaciones Exteriores, Gonzalo Fernández.

Junto a los representantes de los Estados participantes, se hicieron presentes autoridades nacionales, delegados de organismos internacionales y especialistas en el tema.

La actividad se desarrolla los días 4 y 5 de agosto en el Hotel Radisson Victoria Plaza de Montevideo. Se trata de una reunión de expertos, preparatoria, de lo que será la II Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA) en noviembre, en República Dominicana.

Antecedentes y temas pendientes

Esto surge a consecuencia de una iniciativa de la OEA, que detectó recientemente la necesidad de coordinar aspectos concretos de la seguridad pública, no solamente desde la perspectiva jurídica, sino tratándolo como un tema hemisférico.

Los gobiernos de las Américas tienen la obligación de enfrentar el aumento de la criminalidad, a través de políticas públicas adecuadas, eficientes y coordinadas, porque todos comenzaron a sufrir las consecuencias, aseguró Insulza.

En este marco, se realizó una primera reunión en Ciudad de México en octubre de 2008, que dejó "encargos" a los países participantes. La reunión se convirtió en el referente técnico y político para el hemisferio en la totalidad de los temas concernientes a la seguridad pública.

En ese encuentro se adoptó el "Compromiso por la Seguridad Pública y las Américas", un documento que expresa la voluntad política de los países de la región de enfrentar la delincuencia y la inseguridad de manera conjunta, preventiva, coherente, efectiva y permanente en distintas áreas prioritarias: la gestión de la seguridad pública, la prevención de la delincuencia, la violencia e inseguridad, la gestión de la Policía, la participación ciudadana y comunitaria y la cooperación internacional.

El documento aborda la seguridad pública desde un enfoque transversal y define los principios esenciales de una política democrática de seguridad que respeta los derechos humanos, y establece que es necesario poner énfasis en la definición de políticas de prevención y rehabilitación.

Este compromiso encomendó acciones concretas a los Estados Miembros y a la OEA y apeló a llevar la discusión al plano de lo concreto.

Alcances de la Reunión de Montevideo

En la Conferencia que se realiza en Uruguay, se apunta a revisar las primeras propuestas con miras a implementarse en la próxima reunión en República Dominicana (profesionalización de la Institución Policial, mejoras en condiciones de trabajo, capacitación para atender a la comunidad, refuerzo de valores).

Asimismo, Insulza informó que la Secretaría General de la OEA presentará un estudio para detectar la demanda y oferta de cursos de formación y capacitación para Oficiales de Policía y civiles responsables de enseñar e implementar políticas públicas de seguridad.

El estudio busca evaluar la necesidad que se planteó en la reunión de crear un espacio de formación con énfasis en la difusión de herramientas de gerencia de la seguridad pública, dirigido a altos mandos directivos de las instituciones policiales, autoridades civiles y otros actores a fin de apoyar la formación en los países donde se detecten insuficiencias importantes.

El Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de Violencia y Promoción de la Convivencia Social (CISALVA) de la Universidad del Valle de Colombia, presentará los avances de un proyecto financiado por el BID para desarrollar parámetros comparables en materia de seguridad pública.

El objetivo es desarrollar y poner en funcionamiento en tres años, un sistema regional de indicadores estandarizados de convivencia y seguridad ciudadana que permitirá la medición, seguimiento y comparación regional de los fenómenos vinculados a estos temas, para fortalecer la capacidad de los tomadores de decisiones en la implementación y evaluación de políticas públicas de seguridad ciudadana.

Esta iniciativa permitirá enfrentar las políticas de cooperación contando con indicadores comparables de toda la región.

Por otra parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está elaborando un estudio regional que servirá de guía y brindará recomendaciones a los Estados Miembros en relación con su obligación de proteger a los ciudadanos de la violencia.

Insulza explicó que el borrador del documento que saldrá del evento que se desarrolla en Montevideo, identificará los principales logros y desafíos que enfrentan los Estados en la coordinación de estos valores de nuestra democracia.

Finalmente, la Secretaría General realizará una presentación sobre el Observatorio Interamericano de Seguridad del Departamento de Seguridad Pública, radicado en la Secretaría de Seguridad Multidimensional.

El Observatorio tiene como objetivo recolectar, dar seguimiento y divulgar información comparable sobre crímenes de violencia. El Observatorio contiene información que permite elaborar estadísticas globales y específicas sobre el tema en los países miembros de la OEA, lo que se considera un insumo valioso en el diseño de políticas públicas de seguridad y para su monitoreo y evaluación.

Insulza aguarda que en esta reunión se genere un debate sobre los temas que conformarían la agenda de la próxima Reunión de Ministros de Seguridad Pública.

La elasticidad del crimen debe ser tenida en cuenta en el diseño, implementación y promoción de estrategias y tácticas que permitan disminuir la violencia y la criminalidad, dijo. Además de superar las divisiones temáticas, es necesario entender que el delito y sus diversas manifestaciones tienen continuidad en el tiempo y no puede haber respuesta de políticas esporádicas, añadió.

Labor conjunta para atender fenómeno delictivo

Hoy el fenómeno delictivo no reconoce fronteras entre países y regiones, y hace uso de las facilidades que éstas le brindan, mientras los Estados aún definen estrategias conjuntas de manera insuficiente. La envergadura del problema sugiere que el camino de solución se encontrará en la medida en que los actores involucrados comprendan que ésta no es una tarea individual.

La OEA como cuerpo político de la región, está en condiciones de observar la evolución de los acontecimientos, proponer estrategias innovadoras y promover alianzas estratégicas con otros organismos del sistema interamericano.

Estas reuniones marcan el camino a seguir para definir las estrategias necesarias y concretar alianzas.

Insulza destacó el interés en temas de prevención que muchas veces los países dejan de lado por la urgencia en combatir el crimen.

La criminalidad no es un fenómeno de un solo país; el crimen organizado, el narcotráfico y otros males tienen carácter trasnacional, y su magnitud es creciente a escala continental. Por ello la situación vinculada a seguridad pública constituye actualmente una de las principales amenazas para la estabilidad, el fortalecimiento democrático y las posibilidades de desarrollo de nuestra región.

La violencia y la inseguridad en general afectan al conjunto de las sociedades, aunque en magnitudes muy diversas, y deterioran severamente la calidad de vida de los ciudadanos quienes se sienten atemorizados, acosados y vulnerables ante la permanente amenaza de victimización.

Los homicidios en la región duplican el promedio mundial y en algunos países los quintuplican. Varios países de América Latina y el Caribe ostentan las tasas de homicidios más altas del mundo, informó.

Además de la violencia interpersonal y los delitos comunes, la mayoría de nuestros países enfrenta la acción del crimen organizado, vinculado al tráfico de drogas, secuestros, proliferación de armas y trata de personas. El aumento en materia de homicidios está relacionado con este tipo de tráfico.

"Todavía estamos a tiempo de enfatizar en la prevención", aseguró Insulza quien garantizó que el tema se tratará con seriedad en esta instancia.

La situación uruguaya desde la perspectiva de la OEA

El Secretario General de la OEA aludió puntualmente a la situación de Uruguay. Insulza dijo haber analizado los índices de criminalidad de nuestro país, divulgados por el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio.

La inseguridad es uno de los principales temas de preocupación de los uruguayos, dijo el Jerarca quien reconoció que la ola de criminalidad en Uruguay no es de la magnitud que tiene en otras naciones americanas, y sumó a la lista a Chile y Argentina. Las cifras uruguayas son de las mejores de la región, indicó.

De todas formas, esto no elimina la necesidad de una atención especial en el tema de las políticas públicas, pero dijo que nuestro país ha avanzado en forma importante en capacitación, sistemas de información y monitoreo. Es importante relacionar estos temas con los problemas sociales de fondo, explicó.

Uruguay cuenta con el Plan Ceibal que apunta a hacer los esfuerzos necesarios para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, lo que repercutirá necesariamente en la seguridad pública, sobre todo en los sectores más vulnerables de la sociedad, es decir la juventud.

Insulza dijo que confía en que las autoridades de nuestro país están avanzando en la dirección correcta en la materia.

Finalmente, el Secretario General de la OEA agradeció la hospitalidad del pueblo uruguayo, felicitó a la organización y dijo que siempre es placentero visitar un país donde "se respira democracia".

Insulza instó a los delegados de todos los países a observar la madurez política del Uruguay en época electoral, como ocurre en pocos países del mundo, sin estridencias, con debate de ideas, pero siempre respetando las posiciones ajenas.

Bruni y Fernández apelan a la prevención y rehabilitación

El Ministro Bruni expresó su satisfacción por ser anfitrión de un encuentro de tal magnitud, y ratificó el concepto planteado por Insulza de la "continuidad del proceso" iniciado en México en 2008.

El Jerarca aseguró que las líneas políticas que lleva adelante el Gobierno uruguayo en la materia, se corresponden con las trazadas en este evento.

Prevención y participación ciudadana son experiencias en las que Uruguay trabaja, a través de la Policía Comunitaria y las Mesas de Convivencia con la Ciudadanía, las cuales muestran muy buenos resultados.

Bruni agregó que además, se solicitó a nuestro país que presentara la experiencia del Plan Ceibal, como una modalidad innovadora y preventiva. Al tener su propia computadora los niños no se encuentran ociosos ni se convierten en analfabetos culturales, evitando que se conviertan en personas violentas e incluso en delincuentes.

El Jerarca considera que no debe ser un consuelo estar catalogados como uno de los países mejor posicionados en cuanto al tema de seguridad. Se trata de una situación positiva pero no suficiente, añadió. En tal sentido, se debe continuar trabajando, ya que las políticas en esta materia son graduales, no se pueden esperar resultados positivos de un momento a otro, aseguró.

Bruni dijo que es necesario promover líneas concretas de acción. El debate de la seguridad trascendió a las instituciones y la academia, es un debate central de la política y la ciudadanía espera mucho, porque hay una percepción bastante agudizada sobre el tema, dijo.

El Jerarca considera trascendente la existencia de los observatorios y de los parámetros comparables, y apeló a tender extensos y profundos lazos con la ciudadanía, porque eso garantiza un descenso de las tasas. También destacó la importancia de los Protocolos para legislar en materia de seguridad pública.

Gonzalo Fernández, por su parte, en su rol de Canciller, dio la bienvenida a todos los visitantes y se congratuló por los avances del encuentro. El Ministro añadió alguna reflexión de tono personal sobre el tema.

La violencia y la inseguridad se convirtieron en un problema pero son además parte de la construcción social de la realidad, por ende son fenómenos que deben encararse desde una perspectiva objetiva, científica y pragmática para no incurrir en desatenciones y tampoco en visiones exageradas o desmesuradas a la realidad.

En esto está en juego la vigencia efectiva de los derechos humanos, dijo. La seguridad ciudadana -la posibilidad de vivir en paz, libre de agresiones y en pleno goce de los derechos- se constituye en el bien jurídico fundamental que debe tutelar el Estado constitucional de derecho.

En toda América con mucha frecuencia, la respuesta a los problemas de inseguridad ha pasado siempre por una demanda de mayor represión, acentuación y severización de las penas, pero Fernández considera que la clave pasa por la prevención y la rehabilitación.

Para enfrentar la ola de violencia y de inseguridad es necesario modificar la distribución del ingreso, luchar contra la marginalidad estructural, tratar de que cada uno tenga su adecuado lugar en el mundo, una correcta inserción social y desarrollar políticas inclusivas, políticas sociales de largo alcance donde el tema de la seguridad es exclusivamente una parte del conglomerado de políticas de Estado, quizás la punta del iceberg más notoria que tiene por detrás una base mucho menos sencilla de visualizar, concluyó Fernández.

   
 
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