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05 de agosto, 2009

Política de Seguridad Pública

Uruguay presenta experiencia de Plan Ceibal como canal de prevención de violencia
Uruguay apuesta a experiencias innovadoras. La transversalidad del Plan Ceibal permite darle otras utilidades, aparte de las conocidas. El plan desde sus potencialidades, es canal de prevención de violencia. Desde su instrumentación, disminuyó el ausentismo escolar, los niños miran menos televisión, están menos en la calle y más motivados con el aprendizaje y ello incide en los procesos subyacentes en la socialización.

En el marco de la Conferencia Especializada Interamericana sobre Seguridad Pública de la OEA que se realiza en Montevideo, la delegación uruguaya realizó una presentación sobre las experiencias novedosas realizadas en el país en materia de prevención.

La presentación se dividió en dos partes: por un lado,  el Ministerio del Interior dio a conocer a las delegaciones de las Américas y el Caribe los principales lineamientos estratégicos en la gestión de políticas de seguridad ciudadana, enfatizando en la reforma de la estructura ministerial, la inversión en tecnología para la seguridad, la participación comunitaria y la formación y capacitación policial.

En segundo lugar,  se expuso el Plan Ceibal y las potencialidades que puede tener en materia de prevención de la violencia.

La primera parte de la presentación estuvo a cargo del director del Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, Rafael Paternain, y la segunda parte, del presidente del LATU, Miguel Brechner.

Paternain realizó una breve presentación del país, definiendo los indicadores que pueden generar violencia y criminalidad.

Explicó que si bien se registraron importantes disminuciones en estos cuatro años, persisten las advertencias de riesgos.

El especialista detalló porcentajes de robos, homicidios, procedimientos violentos, victimización, denuncia y no denuncia. 

Paternain recordó que la inseguridad ciudadana es un problema estructural instalado desde los años 90. Más que la violencia, la inseguridad es visualizada como la principal preocupación de la ciudadanía y según dijo, existe un alto porcentaje de percepción de aumento del delito.

El sociólogo presentó las herramientas institucionales con que cuenta el país: una estructura del Ministerio como equivalente funcional de la Policía; 28 mil funcionarios policiales (un policía cada 118 habitantes), y 13.000 funcionarios en tareas de seguridad preventiva.

La ciudadanía tiene una confianza moderada en la Policía del 38%, mientras que un 15% tiene mucha confianza.

Las cárceles dependen de la Policía en todos los niveles de gestión. En Uruguay hay 8.300 reclusos, (252 reclusos cada 100.000 habitantes).

Paternain hizo referencia a los procesos de reforma y las estrategias de prevención:

1- La transformación y fortalecimiento del Ministerio en su rol de conductor de políticas de seguridad. Una nueva estructura de gestión, política institucional y planificación estratégica.

2- Centralidad de la formación básica y profesional para la Policía. Capacitación policial (plantel docente, infraestructura y currícula orientada a la formación de competencias técnicas). Reformas en planes de estudio.

3- Inversión en alta tecnología para la seguridad. Nuevos sistemas de alta tecnología para seguridad y mejoras en la capacidad de respuesta ante emergencias. Proyecto con alcances a nivel de sistemas de transmisión de datos, alimentación de energía, Centro de Comando Unificado de Respuesta, Sistema de Gestión Carcelaria, Sistema de Video Vigilancia, Sistema de Control Migratorio.

4- Estrategias de participación ciudadana, control comunitario y policiamiento preventivo. Mesas locales para la convivencia y seguridad ciudadana.  Proyectos ejecutados con el apoyo de ONU y AECI (prevención social, recuperación de espacios públicos, mejora en la calidad de prestación de servicios policiales).

Paternain aseguró que nuestro país tiene “un modelo en transición y está madurando una política de seguridad pública”. Señaló que la realidad indica que el escenario reclama cambios estructurales.

En este sentido, Uruguay apostó a experiencias innovadoras, estrategias radicales y estructurales como el Plan Ceibal.

En este sentido, explicó que no es tanto el problema del delito y la criminalidad, sino los procesos subyacentes de violencia, cómo se genera la violencia en la socialización, en la cadena de gestación a nivel de la infancia y adolescencia. Por ello se apuesta a explorar líneas alternativas, y el aporte del Plan Ceibal como conectividad de niños y jóvenes para generar canales de prevención de violencia. Se procura explorar esa línea y ponerla al testeo de los expertos internacionales, concluyó Paternain.

Por su parte,  Miguel Brechner, presidente del LATU,  relató el proceso que derivó en la implantación del Plan Ceibal en Uruguay.

Explicó que todo surgió de una iniciativa del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, que fijó como meta que entre 2007 y 2009 todos los niños y docentes que concurran a escuelas públicas debían tener su propia computadora portátil.

Brechner  calificó a Ceibal, como “el plan transversal más importante”.

Si bien la idea surgió de un proyecto de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal es un plan armado 100% en Uruguay,  para los uruguayos. La iniciativa se sostiene en tres pilares: equidad, aprendizaje y tecnología.

Se trata de un cambio sustancial para todos, porque implica el acceso universal, dijo Brechner, quien explicó que se habla de “aprendizaje” y no de “educación”, porque al darle computadoras a los niños cambia la dinámica, se aprende y se enseña en forma constante. Este instrumento replantea el aula y el hogar. En muchos casos se trata de la primera pertenencia.

Una computadora en clase implica la incorporación de una herramienta de mejora social.

La meta fijada es que en breve nadie tenga que caminar más de 300 metros para tener “conectividad Ceibal” (sólo para niños).

Más allá de la inversión monetaria, lo que importa es la inversión gigante en capital humano, aclaró Brechner.

El objetivo es entregar 380.000 XO; ya se adjudicaron 282.000, y se prevé contar con 540 servidores. Actualmente el 88% de los equipos tienen conectividad.

Las autoridades esperan que a mediados de octubre se culmine la entrega de equipos en las escuelas, y que a fin de año casi todas tengan conectividad.

Asimismo, antes que finalice este año, 250 plazas públicas de Montevideo y Canelones quedarán prontas para que los niños puedan concurrir y conectarse a Internet.

El presidente del LATU informó que el 50% de los hogares que recibieron sus computadoras, pertenecen al quintil más pobre de la sociedad. En este sentido, aclaró que como forma de promover la identidad, se dispuso que no se entreguen los equipos a aquellos niños que no tengan cédula de identidad.

En virtud del éxito alcanzado y del escaso porcentaje de equipos averiados o perdidos, se decidió extender el Plan a hogares del INAU, a adolescentes que están terminando la escuela (en este caso si lo logran reciben su XO) y a infractores de delitos que no son privados de libertad. Para ello se elaboran programas especiales de prevención y educación, y se aplican filtros de violencia y pornografía.

Brechner informó que se contará con un canal de televisión que facilitará las herramientas de enseñanza.

De esta forma la Escuela Pública vuelve a ser el centro de actividades. El Plan Ceibal acerca a los padres al centro educativo, quienes incluso quieren ser entrenados.

Para la utilización de los equipos en clase se entrenó a 18.000 maestros, a quienes este instrumento les mejora su actuación y les brinda experiencia.

El programa trabaja con 1.500 voluntarios que brindan apoyo informático en las escuelas.

Se comprobó que con esta iniciativa creció la motivación de ir a clase, por ende bajó el ausentismo, los niños miran menos TV y utilizan el equipo en sus  hogares. En definitiva, los niños están menos en la calle y ociosos.

Sin dudas, el Plan mejora la equidad y la participación, concluyó Brechner.

   
 
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  Rafael Paternain