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17 de agosto, 2009

Voluntad política y acción

Combate a lavado de dinero y estrategia integral de la JND reconocidos en EEUU
La visita de la Delegación Uruguaya a EEUU coloca al país como actor principal en nuevos desafíos en la temática. En ocho días de trabajo que insumió la agenda de autoridades de la Junta Nacional de Drogas y de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, Uruguay recibió elogios en cuanto a la estrategia integral y la decidida acción que en estos últimos años desarrolla en prevención, represión, educación y reducción de daños.

 La delegación de la Junta Nacional de Drogas  -en la denominada por parte de uno de los altos funcionarios fiscales del Estado: Zona de Alta Intensidad del Crimen Financiero en Nueva York-  se reunió con autoridades del Departamento de Bancos de Nueva York. Esta entidad se encarga de supervisar todo lo concerniente a lavado de dinero y maniobras de ocultamiento de información.

Provenientes de la ciudad de  Washington,  Presidente y Secretario General de la JND, Jorge Vázquez y Milton Romani respectivamente,  y Ricardo Gil, de la Secretaría Nacional Antilavado de Activos, mantuvieron un encuentro con su Director Michael Ticket y el Supervisor General, James Bennett. En la reunión, se reiteró –por parte de los funcionarios de EEUU- que la oportunidad resultaba propicia para coordinar acciones y establecer convenios de cooperación en el tema lavado de activos.

Previamente,  en Washington -dentro de la agenda de trabajo- la Delegación mantuvo un encuentro con la Oficina para Políticas de Drogas de la Casa Blanca. El Director de Reducción de la Oferta, Pat Ward, conjuntamente con su equipo de trabajo. Allí, también se entrevistaron con las autoridades de la DEA, el Director Jefe de la Sección para América Latina, Frank Franco y con el Jefe de Sección Operaciones Financieras, Michael Kula. Otro de las entrevistas de trabajo fue con los Jefes del Bureau of Internacional Narcotics of Law Enforcement Affaire del Departamento de Estado. Posteriormente, las autoridades nacionales mantuvieron contactos con dos reparticiones de alto nivel del Departamento de Justicia (Sección Crimen Organizado-Oficina para el Lavado de Dinero y de Narcóticos y Drogas).

En otro orden, las autoridades uruguayas tuvieron una reunión de trabajo con el Honorable Juez Federal del Distrito de Maryland, Peter J. Messitte, que estuvo acompañado por otros tres Jueces Federales, un Fiscal y un Defensor de Oficio. Cabe destacar que el Juez Messite, encabeza un programa de colaboración con cuatro universidades uruguayas, para apoyar el proceso de reforma del Código de Proceso Penal.

En un encuentro con el Departamento del Tesoro, se planteó la urgente necesidad de firmar un acuerdo de cooperación, en vistas al combate al lavado de dinero y la participación en el decomiso de bienes incautados resultantes de operaciones conjuntas sobre dicha temática.

La decidida acción del gobierno uruguayo referida a estos ilícitos -que incluyen el fortalecimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera, la coordinación de todas las agencias gubernamentales bajo la conducción de la nueva Secretaría Nacional Antilavado de Activos, dentro de las competencias de la JND- ha revertido la mala imagen uruguaya que se generó en la década comprendida entre 1990 y 2000.

La eliminación de las SAFIs y el férreo control de diversas áreas de riesgo para el lavado, completan la nueva confianza que pone al Uruguay en la vanguardia del tema.

La creación de Juzgados y Fiscalías especializadas en crimen organizado así como la sanción de la ley aprobada por el Parlamento, que crea nuevos instrumentos para la investigación de delitos de lavado, han sido explícitamente apreciadas por las autoridades norteamericanas.

El lavado de dinero es una de las piedras angulares dentro de la estrategia de la JND, que libra una batalla integral contra el problema de las drogas. Pero también es de destacar, que constituye una opción estratégica del país, muy valorada en estos momentos, dada la crisis global que demuestra la vulnerabilidad de todos los países, incluidos las grandes potencias.

El Prosecretario de la Presidencia de la República y Presidente de la JND, Jorge Vázquez, afirmó que en este tema no hay países pequeños o grandes, sino países con vulnerabilidades y países que tienen la voluntad política de enfrentar el problema. En este extremo hubo acuerdo y las autoridades norteamericanas compartieron la necesidad de enfrentar el tema en forma conjunta, asumiendo sus propias debilidades y la responsabilidad compartida.

El balance realizado por la Delegación Uruguaya es altamente positivo, dado que el Uruguay. En este sentido, el Secretario Nacional Antilavado de Activos, Ricardo Gil, el Gobierno reafirma en la acción la voluntad política de combatir el lavado de dinero, el narcotráfico y que las líneas construidas hasta el momento, no sólo prestigian al país, sino que quedan definitivamente instaladas como políticas de Estado, dijo. Estas afirmaciones, fueron muy bien recibidas por parte de las autoridades de control financiero y de administración de justicia de EEUU.

La adopción de una estrategia integral, es altamente valorada por el país norteamericano, en vistas a realizar una política equilibrada en reducción de la oferta y la demanda.

Se debe destacar, la especial invitación cursada por el Departamento de Estado –mediante la Embajada de EEUU ante Uruguay- con el objetivo de mantener un dialogo fluido con la Junta Nacional de Drogas, del Gobierno de Tabaré Vázquez. Estos contactos de alto nivel, son el producto del compromiso que esta Administración de Gobierno, ha demostrado ante este tema. En los últimos cuatro años, se ha trabajado con eficiencia en la represión del narcotráfico y el lavado de dinero.

Asimismo, en los foros internacionales,  Uruguay ha mantenido una postura sobre las políticas de drogas, que reivindica un enfoque de derechos, postula una responsabilidad compartida en forma equitativa y reclama una estrategia nacional, regional y mundial equilibrada e integral. En este enfoque, se busca que lo represivo tenga tanta importancia como la prevención, educación, tratamiento y proporcionalidad de la política criminal.

La Delegación Uruguaya compartió este enfoque con representantes de la ONG  “Think Tanks” de mucho prestigio e influencia. En ese sentido las jornadas de trabajo con WOLA (Washington Office on Latín America) que dedica sus esfuerzos a la relación con America Latina y con el Presidente del Inter-American Dialogue, Peter Hakim, han sido valorados como de alto impacto y abren un promisorio campo de trabajo.

Estas organizaciones, valoran muy positivamente que la administración de Barak Obama haya manifestado un cambio en su óptica.

Declaraciones de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, acerca de que el fenómeno de las drogas debe admitir un nuevo planteo sobre una responsabilidad compartida verdadera, abren un camino de diálogo posible y de aceptar nuevas miradas, que admitan otro campo de posibilidades.

En este enfoque, la posición uruguaya -sostenida en la Comisión de Estupefacientes y en la CICAD-OEA sobre algunos tópicos- demuestra la independencia de criterio y la defensa de ciertos principios que hoy se abren camino en el continente.

Observadores calificados de EEUU, opinaron que la reciente declaración suscrita por los ex presidentes: Fernando  Henrique Cardoso de Brasil, Ernesto Zedillo de México y César Gaviria de Colombia, que plantea la necesidad de abrir un diálogo fecundo en busca de un nuevo paradigma en drogas, causó una buena y fuerte opinión en varios congresales, que quieren cambiar el rumbo a una estrategia que ha mostrado debilidades y carencias.

Uruguay impulsó firmemente, un equilibrio entre las políticas represivas, concentrándolas en el crimen organizado y gran narcotráfico, en el lavado de dinero que involucra estamentos poderosos fuertemente vinculados a actividades financieras no controladas y  en las acciones de prevención, educación y tratamiento. Esto incluye un enfoque criminal, proporcional entre el daño y la pena, y que no se concentre en los consumidores y pequeños traficantes.

Uruguay, también incluye el modelo de reducción de daños, como una política sanitaria y con un enfoque de apego a los derechos humanos.

Esto implica -por otra parte- que los países centrales no descarguen el problema en otros que tienen marcados problemas económicos y sociales; y se asuma, que dichos mercados donde se genera la demanda y se lava dinero en proporciones, es muy grande.

La Delegación Uruguaya recibió el apoyo del Embajador de Uruguay ante EEUU, Carlos Gianelli y de la Embajadora ante la OEA, María del Lujan Flores.

Ante esta ronda de encuentros, y haciendo foco en su estrategia ante la temática integral de las drogas, Uruguay puede convertirse en el articulador y promotor de un nuevo diálogo sobre drogas entre EEUU y la América Latina y Caribe.