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01 de setiembre, 2009
Crecimiento sostenible de países en desarrollo es clave contra cambio climático
La lucha contra el calentamiento global no será posible sin la activa participación de países de regiones como América Latina y el Caribe.

El combate global al cambio climático requiere que los países en desarrollo alcancen un rápido crecimiento sostenible. Este avance permitiría acelerar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Así lo concluye el informe Estudio Económico y Social Mundial 2009: Promover el Desarrollo, Salvar el Planeta, elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas y lanzado hoy en Ginebra, Suiza.

El documento precisa que el control del cambio climático implica que países de regiones como América Latina y el Caribe deben incrementar las inversiones en producción limpia y mantener un crecimiento económico estable.

Se insiste en que para evitar el avance del calentamiento global es preciso que se recorten las emisiones globales entre un 50 y un 80% para 2050, lo que equivale a reducir los niveles de dióxido de carbono (CO2) de cerca de 40 gigatoneladas (Gt) a menos 20 Gt anuales.

El mayor conocimiento científico y concientización pública sobre el tema no han acelerado la creación de políticas focalizadas contra el cambio climático, especialmente entre los países industrializados avanzados.

Según el estudio, aún si los países desarrollados comenzaran a cumplir efectivamente sus compromisos para reducir emisiones, sus esfuerzos serían insuficientes para enfrentar el desafío climático.

El documento argumenta que un cambio en los países en desarrollo hacia patrones de alto crecimiento y bajo nivel de emisiones implicaría ajustes socioeconómicos muy costosos y sin precedentes.

La mayoría carece de los recursos financieros, los conocimientos tecnológicos y la capacidad institucional para poner en práctica estrategias como éstas a una velocidad proporcional a la urgencia del desafío climático.

"Si ha de ocurrir, el cambio requerirá un nivel de apoyo internacional y solidaridad que raramente se ha visto fuera de un contexto de tiempos de guerra", indica el informe.

Expone además posibles medidas multilaterales en respaldo de un programa de inversión global, como crear un fondo mundial de energía limpia, y un régimen más equilibrado de propiedad intelectual para ayudar en la transferencia de tecnologías limpias.

El estudio advierte que es en los países en desarrollo donde los efectos del cambio climático se sentirán con mayor fuerza. Sequías más intensas en algunas zonas y fuertes precipitaciones en otras ocasionarán estragos en los suministros de agua y los recursos agrícolas, respectivamente.

El derretimiento de los glaciares y la disminución del hielo en las regiones polares contribuyen a elevar el nivel del mar, lo que amenaza la existencia de pequeñas naciones insulares y comunidades costeras, que no cuentan con los recursos necesarios para adaptarse.

Por cada incremento de 1 ºC en las temperaturas medias globales, el crecimiento promedio anual en los países pobres podría descender entre 2 y 3 puntos porcentuales, sin que se produzca ningún cambio en el crecimiento esperado en los países ricos.

Respecto a América Latina, el estudio hace mención al desarrollo de la industria del etanol en Brasil, para ilustrar la importancia del apoyo gubernamental hacia la producción limpia. También se refiere a cómo el derretimiento de los glaciares de la región andina sudamericana amenaza la subsistencia de personas en Bolivia, Ecuador y Perú.