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7 de septiembre, 2009

Cabo Polonio en SNAP

Comisión integrada por actores públicos y privados realizará el Plan de Manejo del Área
Su conformación insumirá un año, según la Directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, y en ese lapso, el Intendente de Rocha, Artigas Barrios, anticipó discusiones importantes entre los diversos actores antes de arribar a un consenso. Se definirán las áreas de uso y las actividades que se pueden realizar en cada uno de los sectores. Cabo Polonio es la tercera área en ingresar al SNAP, y la primera de carácter marino-costero.

El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) celebró, junto a autoridades nacionales, departamentales, representantes de ONG, pobladores locales y periodistas, el ingreso de Cabo Polonio al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). La jornada se extendió desde las 11 horas hasta caer la tarde del sábado e incluyó diferentes actividades de reconocimiento de flora y fauna del lugar, paseos en carro, subidas gratuitas al faro y espectáculos artísticos.

Los ministros Carlos Colacce (MVOTMA), Ernesto Agazzi (MGAP), Héctor Lescano (MINTUR), María Simón (MEC) y el Intendente de Rocha, Artigas Barrios, firmaron una declaración. En ella, esos organismos, además de la Secretaría de Defensa Nacional, cuyas autoridades lo harán en los próximos días, expresaron su voluntad de seguir cooperando y coordinando entre sí y con los distintos actores públicos y privados vinculados al lugar, para dotarlo de instrumentos y medios necesarios para su adecuada gestión.

Cabo Polonio constituye, luego de Quebrada de los Cuervos (Treinta y Tres) y Esteros de Farrapos (Río Negro), la tercera área en ingresar al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, y  la primera de carácter marino-costero.

El Decreto 337/009 de julio del presente año, consideró la “singularidad de su sistema dunar” que presenta una “gran heterogeneidad de unidades ambientales”.

El área abarca 25.820 hectáreas en ecosistemas terrestres (poco menos de 5.000 hectáreas), insulares (16 hectáreas) y marinos (algo más de 21.000 hectáreas).

El Parque Nacional está constituido por predios de propiedad privada como de dominio del Estado (Ganadería y Defensa). El texto legal reconoció que “a pesar de la expansión no regulada del turismo y de ciertos asentamientos, aún mantiene elementos de biodiversidad suficientemente representativos para su protección”.

Se estableció que en el área se prohíbe el descenso de turistas en las islas costeras, grupo de islas de Torres (Rasa, Encantada, Islote) y del Castillo Grande (del Marco y Seca) así como cualquier tipo de infraestructura en las mismas. También la actividad minera, la disposición final de residuos sólidos, la recolección o extracción de objetos arqueológicos e históricos, introducción de especies exóticas animales y vegetales. Además no se admite la actividad de caza y captura de animales silvestres, la actividad pesquera, excepto la de tipo artesanal y deportivo y la instalación de nuevos asentamientos y construcciones en el litoral rocoso, las playas y el cordón dunar.  

Guardianes y protectores

La titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), Alicia Torres, indicó que una vez que un Área Protegida ingresa al Sistema, el siguiente paso es el nombramiento de un Administrador y se integra una Comisión Asesora que elabora el Plan de Manejo para el Área. “Ese Plan de Manejo, que calculamos llevará un año, establecerá los acuerdos de las áreas de uso y las actividades que se pueden realizar en cada uno de los sectores de Cabo Polonio”, explicó.

La Comisión Asesora está integrada por representantes del MVOTMA y el MGAP, los actores locales que representan los diferentes intereses y de la localidad, y ONG ambientalistas que trabajan en la protección de la flora y fauna de la zona.

El jefe comunal de Rocha, Artigas Barrios consideró que el Administrador del Área deberá alcanzar un consenso entre los organismos públicos que la integren, con los vecinos del Cabo Polonio y las autoridades departamentales, para determinar cuál es el Plan de Manejo.Seguramente van a haber discusiones y algunas quizás sean fuertes. No tenemos que engañarnos y suponer que no las habrán”, vaticinó Barrios.Una vez que esté consensuado y en funcionamiento el Plan, podremos saber si estamos saliendo de los conflictos”, agregó.   

Torres dijo que el Plan de Manejo contempla la posibilidad de modificar el lugar de ingreso vehicular a Cabo Polonio. En ese sentido adelantó que su repartición presentará un plan que implique cambiar cada dos años el trazado del sendero de ingreso para evitar que siempre se deteriore el mismo lugar. La funcionaria advirtió que “la costa debe utilizarse para playa. Que circulen camiones con uso turístico no tiene mucho sentido, pero además, eso compacta la arena y hace que no tenga el proceso natural de formación de dunas”. No obstante, elogió que los transportistas formaran una cooperativa y que se haya regulado que los camiones ingresen y se retiren con capacidad colmada, para así reducir el impacto en el área.

Torres manifestó que Cabo Polonio “es un lugar de enorme valor, con dunas móviles, que presentan cierto deterioro. En algunas se va a tener que actuar manejando el bosque. Hemos construido una terminal de los vehículos que ingresan al lugar y que es una forma de ordenar el tránsito. Cuenta con un pequeño centro de información y algunos servicios a los turistas, es provisoria pero vamos a hacer una más grande, con más servicios, que sea la puerta de entrada al Área Protegida”, aseguró.

Flavio Machado representa a la Asociación Civil Comisión Cabo Polonio. Hombre de pocas palabras y mirada desconfiada hacia los forasteros. Es uno de los 74 habitantes permanentes de la localidad, según el Censo 2004, en su primera fase. Su rostro y sus canas están curtidos por el sol y el salitre, las sudestadas y los pamperos. Recuerda que en los años 40 su padre era capataz de faena del Servicio Oceanográfico y de Pesca (SOIP), en la zona, un oficio que no le ha sido ajeno.

Consultado sobre su parecer con la incorporación de Cabo Polonio al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, no demoró en responder “Buenísimo. Lo necesitábamos hace mucho tiempo para que sobreviva el lugar”. Y se permitió una reflexión: “hay que tener a toda la comunidad unida. Es bueno que los habitantes del Polonio seamos los guardianes y protectores del lugar en el que elegimos vivir, trabajar y desarrollarnos”.

Sin embargo, el procedimiento seguido por el SNAP fue cuestionado por un vecino anónimo que no encontró mejor manera de expresar su disconformidad que colocando un cartel en la puerta de su rancho que rezaba: “SNAP, todo bien pero con transparencia y sin discriminación”.

Medardo Manini es presidente de GABASOL S.A., organización que representa a un grupo de propietarios en la zona de “Playa Sur”. Señaló que “cuando las autoridades nacionales y departamentales oficializaron la voluntad política de incorporar al Cabo Polonio al SNAP en la audiencia pública del 31 de agosto de 2007, la organización y el resto de los actores que componen el Área resolvimos participar del proceso y asumir ese nuevo desafío”.

Manini destacó “el trabajo realizado por todos los integrantes del equipo gubernamental -nacional y departamental-, que están pensando, analizando, discutiendo, educando, convenciendo, sobre lo que implica la designación de Área Protegida”. Añadió que “estamos realizando una experiencia de aprendizaje único, alentando la ilusión de que es posible construir, entre actores públicos y privados, un Área Protegida que sea orgullo de todos los uruguayos”.

El responsable del MVOTMA, Carlos Colacce, apuntó que “aquí no se plantea que el uso turístico que tiene la zona deje de tenerlo sino al contrario, se busca potenciarlo, pero siempre sin afectar los aspectos de la biodiversidad de este valor medioambiental espectacular”.

Consultado sobre la posibilidad de nuevas construcciones, Colacce respondió que el Decreto establece donde no puede haberlas más. Entonces donde no lo dice se puede. Sobre la Ruta 10 se puede edificar,  aunque hay algunas zonas (domo y tómbolo) que podrían admitir alguna construcción pero con un estudio ambiental muy específico y establecido, que deberá presentarse al Ministerio para su estudio y sólo en esas condiciones”.

Colacce señaló que “no estamos planteando hacer aquí una red de saneamiento, aunque hay algunos puntos, no de contaminación, pero que preocupan, deben tenerse presente y forman parte del Plan de Manejo”. 

Senderos de interpretación

Rodrigo García es director de la Organización para la Conservación de Cetáceos – Uruguay. Esa institución está dedicada a la investigación, educación, conservación y promoción de los cetáceos en general y la Ballena Franca en particular. García se refirió al proyecto Senderos de Interpretación y Conservación Ambiental – Cabo Polonio que fue financiado por el Programa de Pequeñas Donaciones del FAMM – Uruguay. El mismo está gestionado por su grupo y por la Organización de Pobladores Residentes de Cabo Polonio que cuenta con la colaboración de técnicos de la Facultad de Ciencias (UDELAR).

El proyecto propone la gestión y el manejo del turismo de naturaleza mediante senderos de interpretación y conservación ambiental, gestionado por guías locales capacitados en turismo de naturaleza. El mismo permitió la entrega de diplomas a los 35 guías locales provenientes de Aguas Dulces, La Paloma y Castillos. García destacó que el proyecto funcionará todo el año y permite crear oportunidades laborales, al tiempo que sensibiliza, educa e informa a los visitantes y pobladores sobre la importancia del respeto al entorno. Cada sendero recorre los lugares más significativos por sus valores naturales, escénicos e históricos, evitando modificaciones del paisaje (ecosistemas y especies vulnerables), estableciendo medidas y capacidad de carga turística. Los senderos poseen diferentes grados de exigencia y duración con opción a ser recorridos a pie, a caballo o en carro, e incluye un circuito marino que recorre las cinco islas circundantes, aunque sin descender en ellas.

Uno de esos senderos fue el que recorrió un grupo de visitantes y periodistas guiados por Emmanuel. Un liceal delgado, de ojos pequeños y cabello prominente. Con rastros de acné y 16 años a cuestas dijo, en el trayecto, que -de grande- le gustaría ser profesor de Biología o Biólogo Marino. Provisto de una remera negra con el logotipo del SNAP en trazos blancos, fue el encargado de iniciar, junto a un puñado de visitantes y periodistas, un paseo guiado por un tramo de la costa de Cabo Polonio.

Desde el precario “puerto”, donde descansaban dos chalanas, ubica con su brazo extendido hacia el horizonte el Cerro de la Buena Vista y la cercana isla De Marco. El grupo pasa por la antigua lobería, luego, se detiene detrás de un alambrado que lo separa de un rancho de madera con el número 83, que es señalado como el más antiguo de los que se mantienen en esa localidad ubicada a la altura del kilómetro 264.5 de la Ruta 10. Al llegar a las cercanías de dos hosterías, el muchacho se detiene y explica que las piedras de granito sobre las que golpean las olas constituyen una interesante zona de biodiversidad. Allí conviven algas, anémonas, mejillones y variedad de peces. Pasos adelante, en dirección al Faro, el ávido grupo pasó por los tanques destinados a la cría del lenguado, en un proyecto que lleva adelante la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA). Unas saludables flores amarillas asoman de entre la vegetación, a lo que el guía las identifica como petuñas salvajes. Luego, se observan unos huesos de ballena que sobresalen de la superficie, el guía manifestó que fue enterrada para que los microorganismos se encarguen de hacer su trabajo -y presumiblemente evitar los malos olores-, para luego enviar el esqueleto del cetáceo a un museo. En otra breve parada, el adolescente se detiene ante una especie conocida como uña de gato. Explica que la misma fue plantada en sus orígenes para asentar la arena, pero ésta se ha multiplicado por el balneario de forma que dificulta el crecimiento de flora autóctona. Subiendo por piedras de caprichosas formas, el grupo observó algunos bloques de granito que fueron desechados en la construcción del faro. El guía menciona algunas especies de aves que es posible ver en esos parajes como el petrel gigante del sur, gaviota capucha café y chorlito, entre otros.

Ya debajo del faro, y con una sonrisa cómplice, Emmanuel identifica lo que denomina “hospital de lobos”. Manifestó que allí se van a recuperar aquéllos  lobos marinos que no salieron resultaron victoriosos del enfrentamiento con sus congéneres. Noviembre y diciembre son los meses de reproducción y estos especimenes viven 60 años, comen 15 kilos de peces diarios y logran reunir harenes de una a catorce hembras. El jovencito informa que las islas del Cabo Polonio y Punta del Este son centros de reproducción de lobos marinos y constituyen los lugares de mayor concentración de toda Sudamérica. También indicó que se encuentran leones y elefantes marinos, aunque en menor número, además de horcas, toninas, ballenas y otros cetáceos.

Fin del recorrido.

   
 
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