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9 de septiembre, 2009

Transparencia en gestión

Observatorio de Criminalidad rechazó denuncia de "maquillaje" en informes estadísticos
El Ministro del Interior, Jorge Bruni, desmintió enfáticamente las denuncias de "maquillaje" en el cómputo de hurtos y rapiñas de celulares. La evaluación fue realizada por el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad de esa Secretaria de Estado, y el error no desvirtúa las cifras publicadas. En 2009 se han registrado 950 denuncias de robos de celulares, en un universo de 35.000 denuncias de hurtos.

Las denuncias realizadas desde el Parlamento Nacional sobre el posible "maquillaje" en el cómputo de hurtos y rapiñas de celulares, motivaron la realización de una investigación administrativa en el Observatorio de Violencia y Criminalidad, con el objetivo de evaluar la metodología utilizada.

La primera etapa de la investigación concluyó. En ese marco, el Ministro del Interior presentó los primeros datos que advierten sobre problemas al momento de clasificar los delitos. No obstante, los mismos no desvirtúan las cifras de criminalidad que se publicaron hasta el momento.

Bruni enfatizó que el Ministerio del Interior ejerce una política pública transparente. En cuanto al problema de la clasificación en los hurtos y rapiñas de celulares, el jerarca sostuvo que en la interpelación del próximo 10 de setiembre serán expuestos los problemas encontrados.

Además, se informará a los representantes parlamentarios que estas actuaciones serán enviadas a la Auditoria General de la Nación, con el objetivo de profundizar el concepto de transparencia que el Ministerio del Interior impulsó desde el comienzo de la actual gestión gubernamental.

El director del Observatorio de Violencia y Criminalidad, Rafael Paternain, señaló que esta herramienta estadística es una experiencia inédita en el país, implementada por este Gobierno. Agregó que no es habitual que las secretarías de Estado encargadas de la seguridad pública, evalúen sistemáticamente los índices de violencia y criminalidad, debido a la complejidad y volumen de los datos a estudio. Recordó que nuestro país cuenta con 19 Jefaturas de Policía y 350 comisarías.

Paternain indicó que el Observatorio es un ámbito de trabajo con autonomía técnica, requisito que es imprescindible para desempeñar las tareas que ejecuta. Precisó que el Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Inzulza, declaró que esta experiencia es una de las más exitosas en América Latina, debido a los niveles de calidad en la información.

Asimismo expresó que el sistema de denuncias es una parte de las fuentes que se estudian de forma habitual. Agregó que si bien es un sistema que posee condicionamientos, los mismos son una fuente confiable para marcar pautas y tendencias de comportamiento.

En el análisis de la totalidad de las denuncias de hurtos de celulares se identificó un problema estadístico menor, que según Rafael Paternain, no altera las tendencias publicadas por el Observatorio de Criminalidad.

En 2009 se registraron 950 denuncias de robos a celulares, en un universo de 35.000 denuncias por robos.

Paternain subrayó que en delitos con fronteras tan difusas como el hurto agravado, el arrebato o la rapiña, genera problemas sistemáticos en cualquier monitoreo de delitos, aquí o en otros países.

En el caso específico de los robos de celulares, se creó un instructivo elaborado por la Jefatura de Policía de Montevideo, que tenía como objetivo la identificación de los celulares hurtados o rapiñados, con la finalidad de elaborar una respuesta policial acorde con la demanda existente.

La implementación del formulario, que generó ciertos niveles de confusión, causó un error estadístico en los robos de celulares registrados en Montevideo, entre los meses de abril a junio de 2009.

Paternain enfatizó que esa situación no es generalizada para el universo de hurtos registrados por la Policía y tiene una incidencia marginal en los resultados del Observatorio. Aseguró que no existe un aumento del 20% en las rapiñas en el último año.

El director de Estadística afirmó que la auditoria interna identificó aproximadamente 160 rapiñas catalogadas como hurtos de celulares, producto de la implementación del formulario.

El jerarca afirmó que según la lectura de las denuncias se registraron casos con presencia de armas blancas o de fuego, que por lo tanto, claramente son rapiñas. Además, se evaluaron otros 145 casos "discutibles", pues están en la frontera del hurto y la rapiña, problema que encuentran los policías y los jueces en forma permanente.

Subrayó que no es solamente un problema de clasificación que afecta a la Policía, sino que es una situación que abarca a todo el sistema penal.

Para realizar el estudio estadístico se observaron, en primera instancia, muestras representativas de hurtos y rapiñas. Luego, el equipo técnico focalizó sus acciones en las denuncias de robos de celulares, con un muestreo aleatorio simple. Posteriormente se estudiaron cada uno de los robos a equipos de telefonía móvil. Paternain indicó que la muestra y el censo brindaron un margen de error idéntico que expuso la calidad de la muestra.

En ese marco, si el Observatorio incluye estos casos corregidos en la estadística semestral que publica habitualmente, la evolución del delito de rapiña en Montevideo entre enero y junio de 2009, en relación al mismo período del año pasado, registró un crecimiento del 2%. Si la actualización de la estadística comprendiera el período enero – julio de 2009, las rapiñas caen un 0,2% en la capital.

Rafael Paternain se detuvo en este punto y señaló que cuando el delito de rapiña, que tiene un crecimiento sostenido a lo largo del tiempo, tiene una caída marginal, es absurdo decir que cayó el delito. Para afirmar eso, es necesario confirmar el fenómeno en un período de tiempo mayor, con el objetivo de corroborar la tendencia.

El jerarca indicó que en el Observatorio no se festejó el descenso de este delito, "porque sabemos que incluso este dato tiene un margen de error".

En ese marco, aseguró que el 2% identificado luego de la corrección también muestra la desaceleración anunciada en junio. No obstante, alertó que se necesitan más evaluaciones para confirmar una caída.

Expresó que esta baja no significa que las rapiñas sean un tema secundario porque es uno de los nudos de la violencia y la criminalidad en el país, que explica los niveles de inseguridad de la población.

En ese sentido, afirmó que se proseguirá con las evaluaciones, datos que según Paternain no le quitan los niveles de preocupación a la población en general.

El jerarca rechazó enfáticamente la idea de "maquillaje" de datos por parte del Ministerio del Interior o del Observatorio. Aseguró que por 160 hurtos mal clasificados no tiene sentido tirar cuatro años de trabajo técnico con reconocimiento internacional.

También recordó que las situaciones que preocupan y que tienen mayor incidencia en la población son la eventualidad de un homicidio o de una agresión violenta, además de la probabilidad de un ataque sexual en las mujeres. Paternain afirmó que en julio de 2009 los homicidios crecieron un 31%, tal como presentó el Observatorio y este dato es un argumento que desestima cualquier idea de maquillaje.

   
 
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