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18 de septiembre, 2009

Ministro García

Estabilidad económica y social: valores agregados de esta Administración
El titular de Economía señaló que la estabilidad de Uruguay se basa en su estabilidad política, institucional, social, macro y microeconómica, lo que lo sitúa como un país atractivo para invertir. Recordó que en 2008 la tasa de inversión sobre el Producto fue histórica, alcanzando el 19%. Dijo que el objetivo es alcanzar niveles entre 20 y 30% y destacó la importancia para Uruguay de brindar al inversor un buen clima de negocios.

En el marco de la visita oficial a Estados Unidos, el Ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Álvaro García, señaló que las ventajas de nuestro país para realizar inversiones radican en su estabilidad institucional, política y en que tiene una economía estable y abierta en términos macroeconómicos. García destacó que esta Administración tuvo dos valores agregados en términos de estabilidad, que son las reglas de juego a nivel microeconómico y la estabilidad social.

El titular de Economía dijo que Uruguay necesita consolidar tasas de crecimiento superiores a las que tuvo históricamente. En tal sentido, recordó que luego de la crisis de 2002 Uruguay creció a tasas de 7% en promedio y en el último año el crecimiento del PBI fue del 8.9%.

En relación a la tasa de inversión sobre el Producto dijo que en los últimos años mejoró sustancialmente y que en 2008 fue de casi un 19%, cifra excepcional para Uruguay. García señaló que el objetivo es alcanzar niveles entre 20 y 30%. Estas acciones responden a brindar al inversor "un marco de clima de negocios que para una economía pequeña y abierta al mundo como Uruguay es una tarea importante".

Palabras del Ministro de Economía y Finanzas, Álvaro García, durante la visita oficial a Estados Unidos , el 17 de setiembre de 2009.

MINISTRO GARCÍA: Si nosotros tuviéramos que resumir las ventajas que Uruguay tiene a la hora de pensar en Uruguay para realizar inversiones, hablaríamos básicamente de su estabilidad institucional, de su estabilidad política y social, de que es una economía estable y abierta, macroeconómicamente hablando, de que cuenta con una infraestructura moderna, de que su pueblo -su gente- tiene una educación básica pública importante, sus recursos humanos son muy valiosos, la calidad de vida en Uruguay es un factor diferencial y tiene un moderno y atractivo régimen de inversiones.

Si nosotros analizamos al Uruguay desde el punto de vista de su estabilidad político-social, que es una de las cuatro estabilidades que se han perseguido fuertemente en nuestra Administración, siguiendo el siguiente razonamiento: el Uruguay necesita consolidar tasas de crecimiento superiores a las que ha tenido históricamente. Durante todo el siglo XX, habiendo comenzado ese siglo en una situación similar a países europeos de su mismo tamaño, Uruguay creció a tasas menores, a tasas producto per cápita en promedio en el siglo XX de 1.4%. Este siglo XXI ha comenzado con un período excepcional, luego de la crisis del año 2002, en el cual por cinco o seis años consecutivos Uruguay ha crecido a tasas de casi 7% en promedio, incluyendo el último año que Uruguay creció a 8.9% su Producto, incluyendo el último trimestre, en el cual muchos países ya sintieron los efectos de la crisis financiera internacional.

En ese sentido, esta Administración tiene muy claro que para seguir creciendo el Uruguay necesita recibir más y mejores inversiones. La tasa de inversión sobre el Producto, históricamente en Uruguay ha sido una tasa baja, en los últimos años ha mejorado sustancialmente.

En el año 2008 la tasa sobre Producto ha sido casi un 19% -es excepcional para Uruguay esa tasa- pero somos conscientes que tenemos que tenemos que llegar a niveles entre 20 y 30%, yo diría cuanto más cerca del 30% mejor.

Está muy claro que hay que brindarle al inversor un marco de estabilidad, un marco de clima de negocios que para una economía pequeña y abierta al mundo como Uruguay es una tarea importante.

La confianza de la que hablaba el señor Presidente se ha venido consolidando en los últimos años en función de cuatro pilares de estabilidad, una es la estabilidad político-institucional, la estabilidad macroeconómica, que hoy en día nadie discute, ha sido uno de los objetivos centrales de este Gobierno y también ha sido la base económica como para poder construir otras estabilidades. Pero si hay dos valores agregados que ha tenido esta Administración en términos de estabilidad, ellos son las reglas de juego a nivel microeconómico y la estabilidad social.

   
 
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