Perspectiva regional
Vázquez instó a asumir nuestros males y elaborar un
proyecto latinoamericano propio
El Presidente Vázquez reconoció que en
los últimos años la región avanzó en crecimiento económico
y reducción de pobreza, producto del rescate de la
democracia, de políticas aplicadas y nuevo protagonismo de
la sociedad. Los latinoamericanos estamos superando cierta
doctrina de la queja, pero solemos inculpar al imperio
de turno de nuestros propios males, en lugar de asumirlos y
elaborar un proyecto latinoamericano propio, dijo
Si bien considera que los avances
logrados son insuficientes, el Presidente Tabaré Vázquez,
dejó en claro que quienes sistemáticamente acusan a
Latinoamérica de ser un reino de haraganes, ineptos,
corruptos y escandalosos, se equivocan.
El Mandatario, en un discurso en la
Universidad New School en Nueva York, señaló su confianza
en que los latinoamericanos iremos superando la “doctrina
de la queja”.
“Los latinoamericanos estamos
acostumbrados a echarles las culpas de todos nuestros males
al imperio de turno, que fueron los españoles, los
portugueses, los ingleses, el imperio americano, y nunca
asumimos con seriedad la responsabilidad que tenemos de
nuestros propios males, porque no supimos, no pudimos u
omitimos elaborar un proyecto político latinoamericano
propio, nuestro, para que nuestra gente viviera mejor”,
explicó.
Vázquez consideró que los
latinoamericanos pueden y deben hacer las cosas bien. Para
ello, en su consideración, no solicitan privilegios, ni
caridad, sino que reclaman igualdad de oportunidades.
América Latina ya no es la región menos
democrática, ni más pobre del mundo, pero sigue siendo la
más desigual.
Uno de los mayores desafíos del
progresismo latinoamericano es abatir esa desigualdad,
añadió el Presidente.
En otro orden, el Presidente Vázquez
sintetizó con algunas cifras las políticas y acciones de su
gobierno en materia de equidad e igualdad de oportunidades
en el país.
“Estamos trabajando en la superación de
viejas desigualdades y en la construcción de una nueva
igualdad”, indicó el Mandatario quien aclaró que no es una
tarea sencilla, incluso la comparó con la reforma de una
casa desde sus cimientos.
Recordó la notoria baja registrada en
los índices de pobreza e indigencia durante esta
administración. Se refirió al incremento en la inversión
social, en infraestructura y servicios consideradas
también políticas sociales.
En cuanto a empleo, la cifra creció en
más de 170 mil nuevos puestos de trabajo formales y
calificados.
Por otra parte, Vázquez aludió al
incremento en el presupuesto nacional dedicado a la
educación pública que pasó de 420 millones de dólares en
2004, a 1350 millones de dólares en la actualidad (4.5% del
PBI).
Disertación del Presidente de la
República, Tabaré Vázquez, en la Universidad New School de
la ciudad de Nueva York, EEUU, el 21 de setiembre de 2009
PRESIDENTE VÁZQUEZ: En los últimos años
nuestra región registra avances en materia de crecimiento
económico y reducción de la pobreza.
Estos avances aún modestos -por cierto-
tampoco son casualidad, ni regalo de los Dioses, son
productos del rescate de la democracia y la política tras
el exilio al que las había condenado el autoritarismo
político y el fundamentalismo económico por considerarlas
un estorbo para el desarrollo de gestiones de gobierno más
sensibles y eficientes, de un nuevo protagonismo de la
sociedad en su conjunto y de los distintos sectores de la
misma.
Los avances registrados no son
suficientes, aún falta mucho, siempre faltará mucho. Pero
acaso dos cosas ya están claras en nuestra región.
Primero, quienes sistemáticamente acusan
a Latinoamérica de ser un reino de haraganes, ineptos,
corruptos y escandalosos están equivocados. O peor aún,
pretenden usarla como perchero donde colgar sus propias
frustraciones u omisiones.
En segundo lugar, en la medida que
superamos ciertas doctrina de la queja, los
latinoamericanos estamos acostumbrados a echarles las
culpas de todos nuestros males al imperio de turno, que
fueron los españoles, que fueron los portugueses, que
fueron los ingleses, que es el imperio americano, y nunca
asumimos con seriedad la responsabilidad que tenemos
nosotros de nuestros propios males, porque no supimos, no
pudimos u omitimos elaborar un proyecto político
latinoamericano propio, nuestro, para que nuestra gente
viviera mejor.
Los latinoamericanos podemos hacer las
cosas bien, debemos hacer las cosas bien. Para ello no
pedimos privilegios, ni caridad, sólo reclamamos, porque
tenemos derecho a ello, igualdad de oportunidades que los
demás.
Amigas y amigos América Latina ya no es
la Región menos democrática, ni más pobre del mundo, tal
vez por eso se cree que ya no causa tantos problemas, ni
genera tantas noticias. Pero hay una noticia, por así
llamarla, ciertamente problemática. América Latina sigue
siendo la región más desigual del mundo.
Uno de los mayores desafíos del
progresismo latinoamericano es abatir esa desigualdad. Si
las naciones son construcciones históricas, y yo creo que
los son, que son pasado, pero que también son futuro, una
de las tareas ineludibles e impostergables es reducir las
desigualdades que padecen tantos y que obstaculizan el
futuro de todos nosotros los latinoamericanos.
Amigas y amigos, es imposible enumerar
en el marco de esta charla todas las políticas y acciones
que en materia de equidad e igualdad de oportunidades hemos
instrumentado desde marzo de 2005, cuando asumimos la
Presidencia de la República a la fecha. Imposible es
también dar cuenta de los avances y resultados de cada una
de ellas, pero sin perjuicio de ello, muy esquemáticamente
les comento que estamos trabajando en la superación de
viejas desigualdades y en la construcción de una nueva
igualdad.
Por cierto que la tarea no es fácil, ni
resuelve los problemas de la noche a la mañana, es tan
compleja como reformar una casa desde sus cimientos y
estructura sin desabitarla, pero algunos resultados ya son
evidentes y firmes en nuestro país.
En primer lugar, en el año 2005 cuando
asumimos el gobierno, el 31.9% de los uruguayos, el 32% de
los uruguayos vivían en condiciones de pobreza y el 3.9%,
el 4% eran indigentes, vivían en la pobreza extrema.
Hoy mediante un sistema de programas
para atender la emergencia y promover la equidad social, la
pobreza se ubica en poco más del 20%, y la indigencia en
1.5%. Falta mucho, es cierto, pero falta menos.
En segundo lugar, en el año 2004 la
inversión social representaba el 25% del presupuesto anual
del Estado. Este año representa prácticamente el doble, el
49%.
A este aumento podría sumarse la
inversión en infraestructura y servicios porque construir
calles y carreteras o extender las redes de alcantarillado
y alumbrado o mejorar los servicios de transporte también
son políticas sociales.
En tercer lugar, hay dos excelentes
políticas públicas a favor de la igualdad en las que
también estamos avanzando y que son la educación y el
empleo.
Desde 2005 a la fecha, se han creado más
de 170 mil nuevos puestos de trabajo en nuestro país. Esta
cifra es irrisoria en un país de 200 millones de habitantes
como es éste, pero téngase en cuenta que la población total
del Uruguay apenas alcanza los 3.500.000 habitantes.
Pero además, los puestos de trabajo que
se han creado son formales y mayoritariamente calificados.
El presupuesto nacional dedicado a la educación pública ha
pasado de 420 millones de dólares en 2004, cuando asumimos
en 2005 a 1350 millones de dólares lo cual equivale al 4.5%
del PBI uruguayo en educación pública.
Si le sumamos la educación privada que
existe en nuestro país, el Uruguay debe estar próximo o
algo superior al 6% del PBI dedicado a la educación. |