Zelaya en Radio Uruguay
El Presidente Manuel Zelaya agradeció el apoyo recibido
de parte del Gobierno uruguayo
El Presidente depuesto de Honduras,
Manuel Zelaya, quien se encuentra en la Embajada de Brasil
en Tegucigalpa sostuvo que ha convocado a los hondureños a
una “resistencia civil, a una desobediencia civil pacífica”
para que se reabran los medios clausurados por el dictador
Roberto Micheletti y para restituir el orden democrático.
Zelaya agradeció especialmente el apoyo recibido de parte
del Gobierno uruguayo.
"Nosotros
seguimos aquí en resistencia, en la lucha política por la
restitución del orden democrático en Honduras", declaró
Zelaya a Informe Nacional de Radio
Uruguay, entrevistado telefónicamente por Mónica
De León y Alejandro Montandón.
"Ayer fueron clausurados los únicos dos medios de oposición
a la dictadura. Fueron clausurados violentamente y
decomisados sus equipos: canal 36 de televisión y Radio
Globo. Fueron clausuradas sus frecuencias y estamos en la
lucha por la restitución de estas frecuencias para que el
país pueda volver... La restitución de la frecuencias y la
restitución de la democracia permitirán la restitución del
gobierno. En esta lucha estamos y agradezco el apoyo de la
comunidad internacional", declaró.
El mandatario depuesto confirmó que a través de la
programación vía Internet de Radio Globo ha solicitado a
los hondureños que se movilicen hasta la embajada de
Estados Unidos. "Sí, claro, es así. Yo he llamado a una
resistencia civil, a una desobediencia civil pacífica en
todo el país para que se restituyan estos medios de
comunicación porque (los militares) han silenciado al
pueblo, han callado a la oposición. Esto no es democracia.
Esto es un dictadura", declaró. Defendió la propuesta ante
los cuestionamientos de sectores hondureños: "Me parece un
poco arbitraria la apreciación (de que puede causar
derramamiento de sangre)", apreció.
"(Soy) un presidente que está prisionero en una embajada,
que está desarmado, que no tiene Ejército ni Policía, y que
además hace un llamamiento pacífico de desobediencia, de
huelga, de toma, de plantones, luchando contra un régimen
represivo militar, que tiene a más de un centenar de
personas asesinadas en 90 días y miles de presos políticos
en 90 días", indicó.
"Hay decenas de personas en hospitales, personas que han
perdido la vida, como hace dos días aquí afuera de la
embajada Wendy Elizabeth Ávila, de 24 años, que se intoxicó
con los gases letales que tiraron aquí. Ella padecía asma.
Es una joven que dejó de existir y su familia está
sufriendo, está llorando", agregó.
Sin embargo, hay gente que "piensa que yo me debo quedar en
el exilio, sin protestar, reconsiderar el esfuerzo que
hemos hecho arriesgando nuestra propia vida. Lo que tenemos
es críticas de gente que parece que apoyara al régimen de
facto. No lo digo por ustedes, sino por otros sectores que
consideran que mis protestas son una incitación a la
violencia. En vez de condenar la violencia del régimen
condenan a un presidente indefenso que está protestando
pacíficamente. Me parece que es más cruel que la misma
dictadura".
Consultado por los pasos que dará en las próximas horas,
Zelaya afirmó que buscará continuar "aglutinando esfuerzos
con la comunidad internacional" para "seguir tomando
medidas para que se revierta el sistema opresivo en contra
de Honduras".
INTENTO DE ASESINATO
El presidente constitucional del país centroamericano dijo
que "hubo un intento de allanamiento el lunes y martes
pasado, que fue frustrado por la presión de la comunidad
internacional, Naciones Unidas, la OEA, los cancilleres y
presidentes".
Alertó que en 10 días vence el plazo que Micheletti dio al
gobierno de Brasil para que defina su estatus. Según lo
expresado por el gobierno de facto, el Poder Ejecutivo de
ese país podría dejar de reconocer a la embajada como parte
del territorio brasileño. "Esperamos que ese error no se
cometa porque provocaría más dolor y más violencia de la
que tiene el pueblo hondureño con el golpe de Estado",
aseveró Zelaya a Informe Nacional de Radio Uruguay
(SODRE).
El mandatario también se refirió a la opinión del canciller
de Nicaragua, Samuel Santos, quien dijo que había intención
de atentar contra su vida y que si esto no se denunciaba
podía pasar como un suicidio. "Han sido públicas. Las
intenciones y los planes que hace un régimen dictatorial
militar están relacionados con la violencia. Agradezco al
canciller Santos que los haga conocer al mundo entero",
manifestó.
"El régimen puede tomar esta embajada por la fuerza, claro
que la puede tomar, sin declaraciones, pero sería un error
más grave. (...) Si se provoca un genocidio aquí adentro de
la embajada, se meten mercenarios para que asesinen a los
mismos policías y después justificar el disparo que ellos
harían. Eso, en vez de contribuir a una solución, sería
crear un martirologio que empeoraría las situaciones que ya
tiene la sociedad latinoamericana con este golpe de
Estado", dijo.
"En forma directa hemos recibido la información que el
régimen trató de allanar (la embajada). Oficialmente pidió
los permisos a la Corte para allanar esta embajada la
semana pasada. Y los permisos por la presión internacional,
la presión que se dio en horas, allá en Estados Unidos...
un comunicado muy fuerte, todo el mundo, hasta Estados
Unidos, un comunicado muy fuerte que dijo que la agresión a
Brasil es una agresión contra América. Eso detuvo el
allanamiento, la invasión, el asalto. El secuestro. El
nuevo secuestro con atentados criminales contra mi persona
fue un hecho evidente. No es oculto", aseveró.
AGRADECE A VÁZQUEZ
Zelaya sostuvo que "la lucha del pueblo hondureño es más
allá de sus fronteras". "Estamos luchando por un bien
universal, que es la no sustitución de la soberanía popular
por un régimen militar o un régimen de elite económica",
señaló. Y agregó: "Esta lucha ha sido acompañada por todos
los países del mundo y todos los países de América.
Lógicamente, todos nos sentimos comprometidos con la
soberanía popular como la fuente legítima de poder en
nuestras democracias".
Para el presidente de Honduras, lo que ha hecho Micheletti
"es un crimen de lesa humanidad al dar un golpe de Estado".
Y argumentó: "Reprimir al pueblo es un crimen de violación
a los Derechos Humanos. Y negarse a buscar una solución
pacífica es un símbolo de impertinencia que le da un
carácter de dictador, el cual condenó desde los regímenes
de la Segunda Guerra Mundial o de los africanos, como el de
Mobutu (Szé Szé Seko) en África (Zaire, después República
Democrática del Congo), que fueron regímenes que crearon
muchos problemas en los países que los sufrieron".
Zelaya consideró la resistencia que encabeza como "un
desafío para el pueblo hondureño", que enfrenta con
"valentía", pero también "un desafío para la comunidad
internacional".
"Si se empieza a tener relaciones con un golpe de Estado,
con un régimen golpista, que pretende legitimarse a través
de elecciones bajo fuerza, como las de Afganistán, creo que
les da un mal ejemplo a sus pueblos. Yo agradezco en este
caso a Tabaré en Uruguay, que es muy firme. El liderazgo de
los presidentes también se pone en riesgo cuando aceptan
golpes de Estado. De momento, nadie lo ha aceptado ni en
América ni en Europa ni en ningún país del mundo. Esto
habla bien de la comunidad internacional. Pero revertir el
golpe es evitar la epidemia de los golpes de Estado.
Tenemos la función de condenarlo y, además, revertirlo para
que no vuelvan a repetirse, para que no sean un práctica
común. Los golpes de Estado nunca han traído nada bueno.
Son malas prácticas para viejos problemas políticos. Y los
viejos problemas políticos se tienen que resolver con más
democracia. No con imposición ni con el uso de los
militares", declaró.
Zelaya afirmó al término de la entrevista que descarta,
bajo cualquier medio, suicidarse. "Yo no lo haré", declaró.
Nicaragua denunció ante las Naciones Unidas que existen
planes en Honduras de asesinar al presidente depuesto y
hacer pasar el hecho como un suicidio. "Denunciamos desde
este podio el asesinato que se está cometiendo con el
pueblo hondureño y señalamos con toda claridad los planes
de asesinar al presidente Zelaya, y óiganlo ahora porque
después dirán que se suicidó", dijo el canciller
nicaragüense, Samuel Santos, durante su discurso en la
Asamblea General de Naciones Unidas.
El canciller destacó que Nicaragua se suma a las peticiones
que realizó el lunes la canciller hondureña Patricia Rodas
a la ONU. Rodas pidió que la Asamblea General se reúna en
una sesión extraordinaria para proponer soluciones a la
crisis política que vive Honduras y solicitó que una misión
diplomática con representantes de varios países viaje al
país para evaluar la situación lo antes posible, entre
otras cosas.
Santos destacó en su discurso que será "inevitable" que
Honduras experimente un cambio que "marchará más allá de
una democracia formal e hipócrita
SCI
agradece a Radio Uruguay del SODRE y a los periodistas
Mónica de León y Alejandro Montandón por su gentileza en
autorizar la publicación de la presente nota. |