Reflexión académico-empresarial
PACPYMES presentó libro sobre competitividad, DVD
multimedia y anunció seminario 2009
El Programa PACPYMES lanzó la
publicación "Competitividad, entorno y estrategia", así
como un DVD multimedia que contienen las reflexiones del
Seminario Internacional realizado en 2008. En diciembre
próximo tendrá lugar una nueva edición, que reúne a
empresarios, académicos y expertos internacionales. La
apuesta es al intercambio en pro del fortalecimiento de las
cadenas productivas, a través de las pequeñas y medianas
empresas.
El acto –que tuvo lugar en la Sala de
Prensa de la Torre Ejecutiva- contó con la participación
del Subsecretario de Industria, Energía y Minería, Roberto
Kreimerman; el Asesor de Cooperación de la Unión Europea en
Uruguay, Esteban García de Motiloa, y el director del
Programa PACPYMES, Pablo Darscht, además de diversos
empresarios, académicos, funcionarios y expertos
internacionales.
El Programa PACPYMES es resultado de la
cooperación bilateral de la Unión Europea y el Uruguay.
Trabaja desde el MIEM en apoyo a la mejora de la
competitividad de las empresas.
La publicación que se presentó en la
jornada contiene las conclusiones del seminario
internacional realizado en 2008 con el apoyo de la
Universidad Católica, reúne elementos de competitividad,
reflexiones académico-empresariales. Los expositores
incluidos acompañaron al Programa en las iniciativas
clusters. El DVD multimedia es un complemento de este libro
(audio, video y transcripciones de las charlas para
utilizarse en espacios pedagógicos u otras publicaciones).
El objetivo es que este material se
convierta en un insumo que abone las discusiones en los
distintos entornos involucrados.
La totalidad de los contenidos se
encuentran disponibles en:
www.competitividad.org.uy.
Por otra parte, se lanzó el próximo
seminario, que tendrá lugar del 9 al 11 de diciembre en las
instalaciones del Hotel Radisson Victoria Plaza. El mismo
se denominará "Alcanzando Competitividad: Aprender, Innovar
y Asociar".
La clave es un mayor valor agregado
interno
El Subsecretario de Industria, Roberto
Kreimerman, destacó este tipo de emprendimientos que hacen
al desarrollo de la competitividad de las pequeñas y
medianas empresas.
Esto va de la mano con lo que el país
necesita, aseguró. Las cadenas de valor están sufriendo una
transformación enorme en los últimos años a partir de los
cambios de los años 90 donde la tecnología de la química y
la información permitieron que esas cadenas de valor se
desintegraran entre distintos países, y se deslocalizaran
procesos. Cada país se fue especializando en una división
internacional del trabajo distinta.
A partir de los cambios institucionales
y la aplicación de la Ley de Inversión, Uruguay tuvo en los
últimos años una captación de inversiones. De esta forma se
convirtió en un país que logró avanzar en el desarrollo y
alcanzó un nivel de ingresos per cápita de 10 mil dólares
al año. Ahora tiene que competir en los segmentos por
diseño y tecnología, hacia arriba, para que la calidad de
vida de la gente siga mejorando, generándose más y mejor
empleo.
Las inversiones realizadas fueron muchas
y sitúan al país en una zona del medio, donde la única
forma de mejorar es creando mayor valor agregado interno.
En Uruguay eso se logra a través de la pequeña y mediana
empresa, creciendo en competitividad y en capacidad
tecnológica.
Está bien avanzar en cadenas
productivas, pero es importante crear empresas dirigidas al
consumo interno competitivas y que se enlacen con las
cadenas productivas en formas competitivas.
Estos materiales que se presentaron en
la jornada apuntan a eso, indicó.
Los procesos industriales se
fragmentaron entre países, pero también se clusterizaron.
Aquellas naciones que no desarrollen correctamente van
perdiendo competitividad regional en el futuro.
El país tiene que captar el valor
agregado en buena parte y dejarlo adentro. Eso se basa en
capital humano e innovación afincada en las pequeñas y
medianas empresas.
Esta iniciativa está en línea con la
estrategia industrial trazada, con la estrategia
productiva, indicó Kreimerman, quien priorizó en el
fortalecimiento de las cadenas productivas, pero
principalmente las PYMES que pueden ser competitivas. Eso
permite que el valor agregado que se genere quede gran
parte en el país.
Mantenerse competitivos implica
interactuar
El Director del Programa PACPYMES, Pablo
Darscht, considera que la competitividad es un tema de
todos como sociedad. "No podemos desarrollarnos como país,
si no somos competitivos y no podemos mejorar duraderamente
la calidad de vida de todos nosotros y de los
conciudadanos, si no somos y nos mantenemos competitivos",
sostuvo.
Es por ello que considera trascendente
la realización de este seminario internacional a realizarse
en el Hotel Radisson Victoria Plaza entre el 9 y el 11 de
diciembre.
Para trabajar correctamente en materia
de competitividad es necesario vincular, generar
encuentros, que los distintos espacios interactúen, se
conozcan, intercambien opiniones, reflexionen y generen una
estrategia de país conjunta.
Este encuentro de alguna manera cierra
la etapa de lo que fue el apoyo de la Unión Europea en
estos temas. Todo lo que se fue aprendiendo de alguna
manera se fue incorporando en el saber hacer, en ser más
competitivos.
En el último tiempo le fue muy bien a
Uruguay en materia de índices de competitividad. A veces
pueden ser cuestionados, pero en definitiva todos terminan
utilizándolos como referencia para ver cómo les va, indicó.
Esos índices reflejan la transición que Uruguay fue
teniendo en los últimos años en una serie de aspectos que
lo hicieron subir en el lugar en el cual compite.
Para seguir creciendo, a Uruguay no le
alcanza simplemente con ser bueno en lo rudimentario, ahora
la competencia tiene más que ver con ser eficientes e
innovadores.
Un índice que se utiliza mucho para
comparar países, es el de Competitividad Global, que
calcula el Foro Económico Mundial. Uruguay avanzó 10
lugares, siendo el país de América Latina que más ascendió.
Ese avance obedece fundamentalmente a la mejora sustancial
de los requerimientos básicos y la innovación, así como a
mantenerse en el mismo lugar en cuanto a los mejoradores de
la eficiencia.
Analizando los temas a tratar en el
seminario, Darscht dijo que la clave de la competitividad
está en la sostenibilidad (de los clusters y las medidas de
promoción productiva). Se reflexionará sobre algunas
herramientas de gestión empresarial que es necesario que
las empresas incorporen, dijo.
El rol de las asociaciones empresariales
y sindicales también influye en la competitividad.
En cuanto al aprendizaje, el Jerarca
entiende que es a lo que más tiempo se dedica en esto.
Cuando se habla de "innovar" se trata de
uno de los factores que tienen la gran dimensión del futuro
para el país, es por donde se debe agarrar si se quiere
seguir siendo competitivos.
Gran parte de la reflexión sobre
innovación está vinculada a países que están en una
dimensión distinta. Si bien la importancia es la misma, los
énfasis y los focos son otros. La apuesta es a tener una
reflexión más latinoamericana, más de países de renta media
sobre cuál es el rol de la innovación en la competitividad.
El rol de mecanismos asociativos como
los clusters y las redes empresariales para promover la
innovación y el emprendimiento será un tema a abordar en el
encuentro internacional.
En cuanto al concepto de "asociación",
Darscht recordó que es uno de los temas permanentes del
Programa. El seminario será el lugar propicio para abordar
la temática de los clusters y las cadenas de valor.
Se debe seguir avanzando como país en
las herramientas y arquitectura institucional detrás de los
clusters. Si esta política es exitosa, es necesario ver
cómo hacerla permanente, qué estructura institucional se le
da.
Asimismo, destacó el rol del sector
público en la asociatividad y la cooperación
público-privada.
La apuesta es a lograr un espacio de
interconexión, de intercambio de experiencias y
vinculación. Contará con sesiones plenarias orientadas a
satisfacer las demandas temáticas de los tres públicos a
los cuales se dirige: los académicos, los empresarios y los
hacedores de políticas.
Una parte importante del seminario se
destinará a reflexionar sobre la experiencia del Programa,
sostuvo Darscht.
Un proyecto sin marcha atrás adaptado a
la visión estratégica del país
El Asesor de Cooperación de la Unión
Europea, Esteban García de Motiloa, enfatizó que este
proceso no tiene marcha atrás y agregó que no se trata de
un punto final sino que implica una toma de aire para
continuar la labor en conjunto con las empresas uruguayas y
el Gobierno.
Destacó el trabajo que realizó el MIEM y
los agentes públicos y privados asociados al Programa
PACPYMES, que posibilitaron superar los objetivos
propuestos al inicio del proyecto. A modo de ejemplo,
indicó que la fase de formulación de proyectos propuso la
operatividad de cinco clusters y actualmente se cuenta con
siete clusters (Turismo en Punta del Este, Turismo en
Rocha, Quesería Artesanal en Colonia y San José,
Hortifrutícola de Salto, Logística y Transporte, Ciencias
de la Vida y de Industria Naval en Montevideo).
Además se conformó un cluster de mayor
dimensión para la segunda y tercera transformación de la
madera (PROMADERA) y asociado a ello, se apuesta a poner en
marcha una agenda local de desarrollo en el departamento de
Río Negro (Fray Bentos Competitivo).
Además, hay 86 empresas articuladas
dentro del componente PACPYMES-REDES que supera las
expectativas planteadas al inicio del proyecto. Se buscó
dar un apoyo personalizado a 220 empresas para fortalecer
su capacidad de gestión y de funcionamiento interno, en un
proceso de internacionalización de sus productos, que al
momento atiende a 470 empresas.
Los procesos de selección para atender a
estas empresas, involucraron a comités honorarios
público-privados (sindicatos y cámaras).
A su vez, explicó que está en marcha el
componente PROEXPORT que inicialmente no estaba contemplado
dentro del Programa y que ya brinda servicios a cerca de
180 empresas. "Los números superan ampliamente al objetivo
inicialmente propuesto", reafirmó.
García de Motiloa señaló que el país no
tenía una visión estratégica respecto al área de la
competitividad. Uruguay, históricamente le dio mayor
relevancia a las políticas macroeconómicas que a las
microeconómicas. No estaba acostumbrado a generar valor
agregado en excelencia y calidad, cuando en una economía de
tres millones de habitantes, rodeada de gigantes, la
calidad debe ser un factor relevante.
Hoy se puede decir que existen proyectos
que son vehículos de canalización de la relevancia de
políticas macroeconómicas, así como también la existencia
de organismos como la Agencia Nacional de Investigación e
Innovación, en la que el desarrollo tecnológico y la
calidad están asociadas a la producción y la competitividad
del país.
Esa excelencia, calidad y relevancia por
la generación de valor agregado se convirtió en el pilar de
la propuesta-país. "Ese es el camino a seguir", enfatizó el
asesor, quien explicó que en la Unión Europea hay países
muy similares a Uruguay (como lo es Finlandia o Irlanda) y
este tipo de apuesta los llevó a niveles de excelencia,
desarrollo y prosperidad que no habían contemplado en el
pasado.
Además, sostuvo que a través de PACPYMES
hay más de 4.000 empresarios –directa o indirectamente
asociados al proyecto- en un país en el que predominó el "chacrismo"
como un factor que indicaba progreso y desarrollo. Asimismo
resaltó que el éxito de esta visión estratégica no podría
llevarse a cabo sin un apoyo claro del Gobierno, que
entendió el espíritu del Programa y se apropió del mismo
como una herramienta fundamental dentro del Uruguay
Productivo y para el acercamiento a las empresas, para
entender mejor cuáles eran las necesidades de las empresas
uruguayas. "Eso fue fundamental y un éxito que tampoco se
esperaba al inicio del Programa", afirmó.
Por otra parte, dijo que este Programa
también propuso un nuevo marco conceptual de entender la
"competitividad sistémica", metodología de trabajo que ya
se utilizó en otros países y que está funcionando bien en
el nuestro.
El énfasis por la innovación, la
promoción del concepto de cooperar para competir, el
desarrollo de redes de colaboración, el ámbito de
confianza, debate y el encuentro que promovieron los
distintos facilitadores de los clusters fueron
fundamentales para promover el cambio de mentalidad en los
sectores donde se trabajó en los últimos años, que también
fueron extendidos a otros ámbitos de la economía con el
apoyo de organismos internacionales.
García de Motiloa explicó que la entidad
de gestión de PACPYMES se fundamentó en dos niveles: uno
micro y otro macro. Un nivel micro donde se hizo un fuerte
trabajo de capacitación a la interna de las empresas para
promover el cambio de mentalidad y apostar al trabajo en
red. Se promovió la generación de un ámbito de encuentro y
confianza, fundamental para comenzar un proceso asociativo
como el de clusters.
Este trabajo a nivel micro permitió
promover en un nivel macro el desarrollo de los clusters
entre empresas que anteriormente –estando geográficamente
próximas- no habían tenido esa voluntad, capacidad o
posibilidad de trabajar en esta metodología.
Todo esto no sería posible sin un
capital humano especializado. Se buscó que la asistencia
técnica internacional se adecuara a las necesidades
particulares del país y que dieran una capacidad de
formación capaz de convertir a un capital humano
especializado en elementos dinamizadores del proyecto. En
tal sentido, el principal activo de este proyecto es el
capital humano que se formó y ayuda a la ejecución del
proyecto, tanto desde la entidad de gestión, como a nivel
de técnicos y facilitadores. Es allí donde reside tanto el
éxito de este proyecto, como la sustentabilidad y
viabilidad del mismo. Sin capital humano local, este
proceso no puede continuar.
Desde la Unión Europea, este proceso no
tiene marcha atrás porque se adapta a una visión
estratégica del país.
Uruguay es un país que promueve
productos basado en la excelencia y en la calidad, asociado
a un conocimiento de mercados y que esos elementos sean
dinamizadores y motor de crecimiento.
Seguir apostando sólo a la soja, al
cuero o al trigo no es viable. Se debe efectuar un cambio
en la mentalidad para que los empresarios entiendan que es
necesario mantener y sustentar un desarrollo de país a
mediano plazo.
Los elementos que se necesitan para que
ello sea posible son tres:
1-Financiación público-privado. Desde la
Comisión Europea se entiende que éste es un proceso a medio
plazo y continuará apoyando financieramente, en un
principio hasta el año 2013.
PACPYMES como proyecto culmina a finales
de 2009, pero continuará apoyando el proceso iniciado a
través del programa Uruguay Innova. La voluntad de la Unión
Europea es acompañar un proceso país que es fundamental en
el desarrollo y prosperidad de Uruguay.
2- El país necesita un mayor
involucramiento del sector privado en este tipo de procesos
y debe ser más innovador.
Con los recursos humanos capacitados y
el apoyo que se brindó a las empresas, son factores
determinantes para aumentar la masa crítica de empresarios
asociados a este proceso.
3- Una reorientación institucional. Que
el rol de instituciones como DINAPYME u otras estructuras
asociadas al proceso de apoyo a las pequeñas y medianas
empresas, recojan y absorban todo el camino, el éxito y el
know how desarrollado y cosechado durante estos dos
años, y lo incorporen a sus políticas de funcionamiento y
servicio.
Es importante que esas políticas de
Estado, en el área de competitividad sean incorporadas por
la Administración Central y sirvan de visión estratégica a
mediano plazo. |