El Presidente desde Zapicán
"Uruguay es nuestra casa, cuidarlo es responsabilidad
de todos"
Vázquez regresó a Zapicán acompañado
por su gabinete ministerial y presentó un informe a la
ciudadanía. Este pueblo de Lavalleja fue el elegido, en
abril de 2005, para inaugurar la modalidad de sesiones
abiertas del Consejo de Ministros. El Mandatario desplegó
un concepto integral de seguridad, como tarea de todos y
sumatoria de seguridades parciales. Apeló a la
responsabilidad para "vivir el presente sin hipotecar el
futuro".
El Presidente de la República, Tabaré
Vázquez, en su intensa actividad de la jornada y rodeado de
todo su gabinete, agradeció a todo el pueblo de Zapicán,
del departamento de Lavalleja y a los miles de uruguayos y
uruguayas dispuestos a seguir el acto público del Gobierno
Nacional a través de la radio y la televisión.
Precisó que no realizaría ningún anuncio
trascendente ya que, según expresó en referencia a la labor
realizada por el Gobierno: "lo que se está haciendo, no es
más que lo que se ha hecho".
A continuación recordó su trabajo cuando
fue Intendente de Montevideo, en la década del 90, y
explicó que cuando recorría los barrios de Montevideo,
primero; hablaba con los vecinos, ello durante los cinco
años de Gobierno. En aquel entonces, había dicho que si
llegaba a la Presidencia de la República iba a recorrer el
país al igual que como lo hacía en Montevideo.
Ya como Gobierno, "ustedes saben muy
bien" dijo dirigiéndose con familiaridad a los habitantes
de Zapicán, que venimos acá a hacer el primer Consejo de
Ministros cuando apenas hacía un mes y pocos días, que
habíamos asumido el Gobierno nacional. Por tanto, subrayó
que no constituye novedad que el Gobierno se encuentre una
vez más en Zapicán.
Sostuvo, además, que durante su
trayectoria política tuvo la oportunidad de visitar en
varias ocasiones esta localidad, así como otras del
interior profundo, Vázquez aclaró que sus visitas no
coinciden sólo en el breve tiempo de las elecciones, cuando
se pide la confianza y el apoyo de la ciudadanía, sino
también a lo largo del tiempo, de los espacios
interelectorales, "cuando hay que escuchar a la gente,
consultarla y acompañarla todo el tiempo".
Recordó con satisfacción la oportunidad
en que visitó Zapicán en carácter de Jefe de Estado, para
realizar el primer Consejo de Ministros en el interior del
país. Allí, añadió el Presidente, se oyeron planteos de los
problemas de la zona, que a su entender eran todos
compartibles. "Y dijimos: bueno, vamos a ver qué podemos
hacer; nos tenemos que poner a trabajar. Algunos de estos
pedidos podremos cumplir, otros no", había planteado en
aquel entonces.
El Mandatario explicó que en aquellas
instancias la problemática del país era muy fuerte, por lo
que había que atender también los distintos requerimientos
de otras poblaciones de otras partes del país.
En ese marco, destacó que a partir de
una solicitud de la Sociedad de Fomento Rural de Ortiz,
para acceder a campos de cría, el Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca tomó la decisión de pasar en comodato
al Instituto Nacional de Colonización, para que se lo ceda
a dicha Sociedad de Fomento, algunos padrones del
Ministerio en Arequita.
Acto seguido, hizo un breve raconto de
algunas de las actividades que se llevaron a cabo: auxilio
al Banco de Forrajes cuando la sequía generó problemas a
los productores, sobre todo a los más pequeños y medianos;
la ampliación del horario de atención al público de la
Oficina de Servicios Ganaderos de Mariscala;
reacondicionamiento de la policlínica con un servicio de
emergencia equipado; pago de subsidio a productores
forestales, entre tantos otros.
Con anterioridad a este mensaje del
Presidente a la ciudadanía, el Ministro de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Carlos Colacce,
procedió a la inauguración de cuarenta y cinco viviendas
nuecleadas, dos unidades productivas que conllevan
soluciones para productores con construcciones para
producción y una barbacoa. Este proyecto se concretó por el
sistema de ayuda mutua y mediante un convenio entre Mevir y
el MVTOMA, con la colaboración de la Intendencia de
Lavalleja. Estas obras se habían iniciado en octubre del
año 2008 con aprobación del proyecto por parte de la
Comisión Honoraria de Mevir en marco del Plan Quinquenal de
Vivienda, luego de dieciocho años de iniciada la solicitud
por la Comisión de Vecinos del Pueblo Zapicán.
Luego, el discurso del Presidente de la
República pasó a centrarse en la temática de la seguridad,
empero, con un enfoque global, el cual ha sido introducido,
con esa característica, en el programa de gobierno
2010-2015.
El tema seguridad, "un aspecto
sustancial de la naturaleza humana y una de las
problemáticas más antiguas de la humanidad", según expresó
el Presidente Vázquez.
Apeló a realizar una "reflexión
colectiva". "La inseguridad, la desprotección y la
incertidumbre, esos tres elementos: inseguridad,
incertidumbre y desprotección, son si se quiere, uno de los
más antiguos males o malestares humanos. Un malestar que
lamentablemente no se previene con vacunas ni se cura con
píldoras, ni con recetas demagógicas", añadió Vázquez.
Para el Presidente, dicha problemática
requiere una atención de parte de toda la sociedad: el
sistema político, las instituciones públicas y privadas.
Habló, por otra parte, de la seguridad pública que
presenciamos a través de los medios de comunicación,
"porque para algunos, el sufrimiento ajeno es un
espectáculo y un buen negocio".
Explicó, en este sentido, que también
existe la seguridad ambiental "aunque ello no sea noticia",
ante lo que desarrolló la idea de no estudiar la seguridad
desde un solo ángulo. Ello lo ejemplificó, en su condición
de médico, de que existen algunos órganos más importantes
que otros. "Podemos vivir sin la mano, pero no podemos
vivir sin el corazón", sostuvo, por lo cual consideró
necesario estudiar en conjunto la temática, ya que enfocar
el tema de la inseguridad exclusivamente desde la seguridad
pública, "pierde la real dimensión y la importancia que
tiene".
Subrayó como substancial, además, la
seguridad energética que se utiliza para producir riqueza y
distribuirla con justicia social, pero también para
mantener iluminada nuestras calles, casas y lugares de
trabajo; seguridad alimentaria, aspecto en el que el
Gobierno procura responsablemente que la población coma
bien y sano; seguridad sanitaria, lo cual requiere médicos
permanentes, enfermeras, ambulancias, policlínicas;
seguridad social, mediante asignaciones familiares,
jubilaciones, pensiones; seguridad industrial; seguridad
laboral, defensa de los derechos laborales de los
trabajadores; seguridad vial; seguridad informática;
seguridad en términos de soberanía nacional; seguridad
jurídica e institucional; seguridad para la democracia y el
desarrollo productivo; seguridad contra el narcotráfico y
el lavado de dineros, fueron otros aspectos de la temática
seguridad citados por Vázquez.
"Y aún así la lista de seguridades sería
parcial, incompleta, y hasta insuficiente, pues la
seguridad, más que una sumatoria de seguridades parciales,
es un todo, un sistema que ha de funcionar
equilibradamente", agregó el Mandatario. Sostuvo que
pretender reducir la seguridad a un asunto entre policías y
bandidos, como si fuera un juego de niños "es una estafa
intelectual y una irresponsabilidad ciudadana".
En este sentido, tomó como ejemplo la
seguridad medioambiental, ya que "no hay actividad humana
que no afecte el medio ambiente". Para gestionar el
ambiente, indicó Vázquez, para un gobierno en esencia es
dar certezas sobre el manejo responsable de los recursos
que dispone el país, que son finitos y que provienen de
generaciones que nos precedieron y que debemos cuidarlas
para las próximas. Llamó a hacer un manejo responsable de
los recursos "sobre el adecuado equilibrio entre la
necesidad de vivir el presente sin hipotecar el futuro".
Habló, además, de la seguridad que se
dispondrá de recursos naturales para producir alimentos y
de la seguridad de que habrá agua para potabilizar y usar
en la producción, de que habrá energía limpia para las
actividades, para disfrutar los espacios naturales
protegidos.
Sobre estos puntos, Vázquez señaló que
no son enunciados teóricos, sino hechos concretos que ha
instrumentado este Gobierno. Recordó, por tanto,
el monitoreo sistemático y permanente de
la calidad del agua del Río Uruguay, del Río Santa Lucia,
la fuente de agua potable más importante del país, y la
calidad ambiental de todas las playas marinas y fluviales
del Uruguay; el monitoreo de calidad de agua en la cuenca
de la laguna Merín, en los ríos Negro y Cuareim; la
implementación en la reforma constitucional sobre cursos
acuáticos, plebiscitada en 2004, en donde se introdujo el
concepto de gestión participativa de cuencas; la
instalación de los comités de cuenca de la laguna de Rocha
y del Sauce, integrado por vecinos, productores y usuarios;
la políticas de mitigación de los efectos de la cada vez
más frecuentes y agudas sequías, mediante la construcción
de obras de represa multipropósito y multiusuarios, lo cual
disminuye el riesgo ante la vulnerabilidad climática; el
monitoreo de la calidad del aire en puntos clave como
Montevideo, zona de influencia de la planta de Botnia, la
usina de Candiota, o en localidades con fuerte presencia de
molinos.
Asimismo, Vázquez se detuvo en la
gestión del agua, al recordar el compromiso que asumió el
Gobierno con la voluntad popular de reestatizar los
servicios privados de suministro de agua potable y
saneamiento, lo cual no generó ningún tipo de problema en
los servicios y no implicó mayores costos o cargas a la
población. "Con todas estas acciones, procuramos dotar al
país de la necesaria seguridad ambiental que nos garantice
en el futuro, el desarrollo y el bienestar de nuestra
población", enfatizó el Presidente.
Igualmente importante consideró la
protección y conservación de la biodiversidad "de aquellos
rincones tan hermosos y delicados de nuestro paisaje, como
son la Quebrada de los Cuervos, los Esteros de Farrapos, o
el Cabo Polonio. Hoy podemos decir que estos rincones ya
son parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Van a
estar cuidados, para que las futuras generaciones puedan
gozar también de estas hermosuras como lo hemos hecho
nosotros", agregó el Mandatario, al tiempo que destacó la
participación ciudadana en la gestión ambiental y la
confianza que genera Uruguay a aquellos que quieren
invertir en nuestro país.
En tanto, recordó las medidas que
Uruguay ha instrumentado para afrontar los efectos del
cambio climático que impactan a nivel mundial, destacando
el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático, que
coordina y planifica las acciones públicas y privadas para
la prevención de los riesgos.
Informe a la ciudadanía del Presidente
de la República, Tabaré Vázquez, en Zapicán, departamento
de Lavalleja, correspondientes al 6 de octubre de 2009.
Queridas uruguayas y queridos uruguayos:
como decimos siempre, lo primero es lo primero, y lo
primero es agradecer en primer lugar a todos ustedes que
están aquí con nosotros en esta tardecita, en esta
nochecita, un poco fría, por demás, pero con tanto calor
humano que tanto nos reconforta, que tanto precisamos y que
tanto agradecemos. Zapicán gracias a todos ustedes por
estar acá.
Agradezco también a los miles y miles de
uruguayas y uruguayos que están siguiendo este acto público
del Gobierno nacional a través de la radio y la televisión
en todo el territorio del país. Agradezco ese tiempo que
disponen para compartir con nosotros. Después de todo el
tiempo es muy importante y es lo único que no tenemos
chance de recuperar en esta vida. Así que mi agradecimiento
también a todas uruguayas y uruguayos que nos están viendo
y escuchando desde distintas partes del país.
Y quizás deba empezar, digo quizás
porque no sé si es exactamente así- con algunos versos que
podrían corresponder a Martín Fierro, diciendo que los
santos del cielo y el Dios del universo les dé primero
salud a todos ustedes y en segundo lugar que me preserve la
voz para poder terminar el acto de hoy de rendición de
cuentas del Gobierno nacional.
Veremos que pasa, no sé lo que pueda dar
esta garganta. Bien. Hoy de mañana -aquel me hace acordar a
San Cono, "El Mulitero", ¿te acordás de San Cono Mulitero?
Porque tenemos ahí un trío: Batlle y Ordóñez, Zapicán y
Muelle del Godoy. Y me acuerdo una de las primeras veces
que vinimos a Batlle y Ordónez, estábamos en un salón
cerrado lleno de gente, en la anterior a la última campaña
electoral y estábamos en la parte posterior del salón, la
entrada era por el fondo, había bancos y corredores
laterales. Por un corredor lateral entra un muchacho joven,
fuerte, con una boina vasco, un cinto y un cuchillo
atravesado acá -yo dije bueno- y se paró en la primera
fila, no sé que intenciones traía, y empecé a hablar y él
empezó ¡viva Tabaré! Y le digo, ¿cómo te llamas? Y me dice:
San Cono, "El Mulitero". Y dos por tres la Policía lo
llevaba.
Bien. Aparte de esto que acabo de decir
queridos uruguayas y uruguayos, hoy no hay novedades,
porque la prensa en la mañana preguntaba: qué novedades hay
en este acto al cual usted viene, en estos actos que usted
está haciendo, en estas salidas. Y yo digo que no hay
novedades. Si alguien está aquí buscando la emoción de la
noticia o espera que desde aquí salgan muchos trascendentes
anuncios, tal vez se equivoca. Porque esto que estamos
haciendo lo hemos hecho siempre. Ustedes saben uruguayas y
uruguayos. Desde que llegamos al Gobierno departamental de
Montevideo allá por 1990, recorrimos los barrios de
Montevideo primero; hablamos con los vecinos durante los
cinco años de Gobierno, y dijimos que si llegábamos a la
Presidencia de la República íbamos a recorrer el país al
igual que recorríamos Montevideo.
Lo recorrimos siempre, permanentemente.
Y como Gobierno, ustedes saben muy bien, que venimos acá a
hacer el primer Consejo de Ministros apenas hacía un mes y
pocos días que habíamos asumido el Gobierno nacional. Así
que no es novedad que estemos en Zapicán. No es novedad que
por aquí tengo entrañables amigos que desde hace muchos
años me reciben en su casa, con esa sencilla, pero sincera
hospitalidad que tenemos los uruguayos. Podrá ser olvido u
omisión, pero tampoco es novedad, como lo decía recién, que
durante mi trayectoria política visité varias veces esta
localidad y otras queridas localidades del interior
profundo de nuestro Uruguay. Y no sólo en el breve tiempo
de las elecciones, cuando se pide la confianza y el apoyo
de la ciudadanía, sino también a lo largo del tiempo, de
los espacios interelectorales, cuando hay que escuchar a la
gente, consultarla y acompañarla, todo el tiempo.
Tampoco es novedad, de ello dio cuenta
la prensa en su momento, que en algunas de aquellas visitas
dije que si llegábamos al Gobierno, periódicamente
realizaríamos reuniones públicas del Consejo de Ministros,
en distintos puntos del país, y que la primera de esas
reuniones, como decíamos, la haríamos aquí, en Zapicán.
Y cumplimos. Asumimos el Gobierno el 1º
de Marzo de 2005 y el 25 de abril de ese mismo año,
realizamos la primera reunión pública del Consejo de
Ministros aquí, aquí en Zapicán.
Muchas cosas que entonces eran objetivos
lejanos, hoy ya son realidad. Otras, aún son objetivos.
Pero ya no tan lejanos. Cuando terminamos aquel Consejo de
Ministros, recuerdo haber dicho "hemos escuchado muchos
pedidos, muchas solicitudes, muchos planteos, todos
compartibles; ninguno desmesurado, de los pobladores de
esta zona". Estaban vecinos de Batlle y Ordónez, de Nico
Pérez, de las poblaciones de la Ruta 7, de Valentines, de
José Pedro Varela. Y realmente, los planteos que habíamos
recibido, eran planteos todos aceptables, todos medidos,
todos justos. Y dijimos, "bueno, vamos a ver qué podemos
hacer; nos tenemos que poner a trabajar." "Algunos de estos
pedidos podremos cumplir, otros no". Porque el problema del
país, la problemática del país, era muy fuerte en aquel
momento y teníamos que atender, también, los requerimientos
de otras poblaciones, de otros ciudadanos, de otras partes
del país.
Pero algo se ha hecho aquí en Zapicán.
Por ejemplo, la Sociedad de Fomento Rural de Ortiz, en el
primer Consejo de Ministros de Zapicán, solicitó acceder a
campos de recría. El Ministerio de Ganadería Agricultura y
Pesca ya tiene la decisión política de pasar en comodato al
Instituto Nacional de Colonización, para que se lo ceda a
dicha Sociedad de Fomento, algunos padrones del Ministerio
en Arequita.
Dijimos que ibamos a estar al lado de
los productores y en segundo lugar, ¿auxiliamos o no al
Banco de Forrajes? Ustedes saben que con la sequía que
vivimos, hubo muchos problemas para los productores y el
Gobierno intentó, sobre todo para los pequeños y medianos
productores, estar junto a ellos en esos momentos.
También se planteó en el primer
encuentro en Zapicán, la ampliación del horario de atención
al público de la oficina de servicios ganaderos de
Mariscala. Esto se regularizó hace alrededor de un mes y
desde el 1º de Noviembre de 2006, oficinas del departamento
de la Dirección de Veterinaria del Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca, aquí, a 27 kilómetros, en Batlle y
Ordónez, tiene oficinas para que los productores no tengan
que trasladarse, como hacían y nos reclamaron, unos 200
kilómetros, para certificar sus guías de traslado de
ganado.
Se reacondicionó la policlínica: hay una
enfermera, hay una ambulancia absolutamente equipada para
el traslado de los pacientes. Y a los productores
forestales del este, que nos reclamaban se les pagara el
subsidio que tenían asignado y que no se les pagaba, se les
pagó el subsidio. Y así pudieron, luego, unirse en
actividad conjunta y desarrollar con más fuerza, para
obtener mayores ingresos, con los fondos que habían
recibido en la venta de sus productos.
Esto es para hacer un breve racconto de
actividades que se llevaron adelante aquí, en Zapicán.
Pero debo decir que tampoco es novedoso
el tema que abordaré hoy, el tema de fondo. En rigor,
refiere a uno de los aspectos más sustanciales de la
naturaleza humana y a una de las problemáticas más antiguas
de la humanidad. Voy a hablar de seguridad. Un tema muy
manejado por estos tiempos.
Hagamos una reflexión colectiva. Acaso
el hombre primitivo, el hombre aquel que descendió de los
árboles, posó sus pies en la tierra. Hombre primitivo, pero
ya consciente de su mortalidad como todos nosotros, no
utilizó la caverna el palo, la piedra y el fuego para
protegerse de los muchos peligros provenientes de la
naturaleza, de sus semejantes y de si mismos. Claro que sí.
La inseguridad, la desprotección y la incertidumbre, esos
tres elementos: inseguridad, incertidumbre y desprotección,
son si se quiere uno de los más antiguos males o malestares
humanos. Un malestar que lamentablemente no se previene con
vacunas ni se cura con píldoras, ni con recetas
demagógicas.
Se atiende y se cura con el trabajo de
toda la sociedad, todos comprometidos, sea el sistema
político, sean las instituciones públicas o privadas, sea
toda la sociedad. Es un trabajo en conjunto. Por eso
vivimos en conjunto, por eso vivimos en sociedad, para
trabajar colectivamente estos temas tan particulares y tan
importantes para la vida humana.
No es mi propósito convertir este acto
en un estudio de la seguridad desde la pre-historia a
nuestros días, sería excesivo sin duda desde todo punto de
vista. Pero ante tanto manejo liviano, por no decir
interesado, irresponsable o temerario de esta temática,
conviene analizar en profundidad un tema tan importante
para todos los ciudadanos.
Hablaremos de seguridad pública, sin
duda lo vamos a hacer. Esa cuyo déficit sufrimos
directamente o presenciamos a través de los medios de
comunicación, porque para algunos el sufrimiento ajeno es
un espectáculo y un buen negocio. Pero también igualmente
importante, aunque ello no sea noticia, son la seguridad
ambiental, de lo contrario si la especie humana sigue
agrediendo el único planeta en el que hasta ahora puede
vivir, tendrá la seguridad y la paz de los sepulcros. Si
destruimos el mundo, si destruimos el medioambiente, si
destruimos nuestro planeta, de poco va a valer que tengamos
seguridad pública o seguridad individual.
Por tanto al empezar este concepto
quiero desarrollar la idea que no podemos estudiar a la
seguridad desde un solo ángulo, sino que lo tenemos que
hacer en conjunto de diversos ángulos. Voy a ver si me
explico un poco mejor y voy a recurrir a mi condición de
médico, supongamos que tenemos que dar una lección de
anatomía humana -hay un hermoso cuadro de un pintor clásico
español que se llama así "Lección de Anatomía"- y que
tenemos que rendir cuenta de toda la anatomía de la
persona. No podemos enfocar entonces una clase hablando de
la mano, de la mano derecha, por importante que sea.
Tenemos que hablar de todo el cuerpo, de la cabeza, del
cuello, del tronco, del abdomen, de la pelvis, de las
extremidades, todo tiene importancia y todo está
relacionado. Algunos órganos más importantes que otros
podemos vivir sin la mano, pero no podemos vivir sin el
corazón o sin el cerebro o sin el hígado o sin los riñones.
Por tanto hay que estudiar en conjunto
la temática. Y la temática de la seguridad enfocarla
exclusivamente desde el punto de vista de la seguridad
pública pierde la real dimensión y la importancia que
tiene. Y es lo que voy a intentar demostrar en esta noche
de hoy, en esta rendición de cuentas.
Seguridad ambiental; seguridad
energética, vaya si precisaremos energía para producir,
para generar riqueza para distribuir con justicia social la
misma, pero también para tener iluminada nuestras calles,
nuestras casas, nuestros lugares de trabajo; seguridad
alimentaria, hay que comer bien y hay que comer sano, y el
gobierno tiene la responsabilidad de dar esa seguridad a la
población; seguridad sanitaria, ustedes aquí lo pidieron
médicos permanentes, enfermeras, ambulancias, policlínicas;
seguridad social, asignaciones familiares, jubilaciones,
pensiones; seguridad industrial, seguridad laboral, defensa
de los derechos laborales de los trabajadores, su derecho a
la sindicalización; la seguridad vial, los accidentes de
tránsito, causa mayor de mortalidad para los jóvenes, si se
necesitará seguridad vial; seguridad informática, ya vimos
lo que ha pasado en los últimos tiempos en varios países
del mundo con el espionaje informático a los gobiernos;
Seguridad en términos de soberanía nacional; seguridad
jurídica e institucional; seguridad para la democracia y el
desarrollo productivo; seguridad contra el narcotráfico y
el lavado de dineros.
Y a esta lista puede agregarse la
seguridad en el sentido de certidumbre de "sé que tengo
derecho a…". Y sé que tengo derecho al hábitat digno, a la
educación, a la cultura, al deporte y la recreación, a la
igualdad de oportunidades ante la Ley, pero sobre todo a
igualdad de oportunidades ante la vida.
En fin, la seguridad de vivir
plenamente, que es el oficio más hermoso al que puede
aspirar un ser humano. Y aún así la lista de seguridades
sería parcial, incompleta, y hasta insuficiente, pues la
seguridad, más que una sumatoria de seguridades parciales,
es un todo, un sistema que ha de funcionar
equilibradamente. Tenemos que atender a fondo toda esta
problemática. No podemos, por atender uno de los aspectos
de la seguridad, descuidar todos los otros aspectos de la
misma.
Los enfoques unilaterales de la
seguridad son, por lo menos, inocuos. Pretender reducir la
seguridad a un asunto entre policías y bandidos, como si
fuera un juego de niños, no es un juego de niños. Es una
estafa intelectual y una irresponsabilidad ciudadana.
Tomemos por ejemplo, como decíamos al
principio, la seguridad medioambiental. No hay actividad
humana que no afecte el medio ambiente. Una función en el
Teatro Solís, un partido en el Estadio Centenario, o los
juegos del Parque Rodó, también contaminan.
Gestionar el ambiente es, entonces, para
un gobierno en esencia dar certezas sobre el manejo
responsable de los recursos que tenemos, que son finitos,
que se pueden terminar, que los tenemos prestados de
generaciones que nos precedieron y que debemos dárselos a
las generaciones que nos van a suceder. Tenemos que
reservar ese medio ambiente y preservarlo para estos niños,
para los jóvenes, para los que vendrán.
Tenemos que hacer un manejo responsable
de los recursos sobre el adecuado equilibrio entre la
necesidad de vivir el presente sin hipotecar el futuro.
En tal sentido, nuestro mayor compromiso
es con los uruguayos, compromiso que significa también
trabajar con los directamente afectados o implicados en los
temas para garantizar, primero, la seguridad que vivirán en
un ambiente de calidad.
Segundo, la seguridad de que dispondrán
de recursos naturales para producir alimentos. Tercero, la
seguridad que habrá agua para potabilizar y usar en la
producción. El recurso agua es importante para la vida.
Veamos que está pasando,
lamentablemente, en Guatemala con los cambios climáticos y
las sequías bestiales, la hambruna que hay, mujeres, niños,
hombres, viejos, muriéndose de hambre y por falta de agua
potable.
La seguridad de que habrá energía limpia
para las actividades, la seguridad de que disfrutaran de
espacios naturales protegidos, la seguridad de información
y protección ambiental adecuadas.
Pero esto que acabo de decir no son
enunciados teóricos solamente, son hechos concretos que ha
llevado adelante este Gobierno. No son sólo palabras, son
hechos concretos que hemos llevado adelante porque era
nuestro compromiso hacerlo.
Primero, hemos monitoreado sistemática y
permanentemente la calidad del agua del Río Uruguay, del
Río Santa Lucia, la fuente de agua potable más importante
del país, y la calidad ambiental de todas las playas
marinas y fluviales del Uruguay.
Segundo, hemos iniciado y consolidado
procesos de monitoreo de calidad de agua en la cuenca de la
laguna Merín, en los ríos Negro y Cuareim. Es decir, en los
principales cursos fluviales del país.
Tercero, hemos implementado la reforma
constitucional sobre cursos acuáticos, plebiscitada como
ustedes saben, en 2004, introduciendo el concepto de
gestión participativa de cuencas. Ya están instalados los
comités de cuenca de la laguna de Rocha y del Sauce,
integrado por vecinos, productores y usuarios. Una amplia
participación ciudadana.
Cuarto, para evitar o mitigar los
efectos de la cada vez más frecuentes y agudas sequías,
estamos emprendiendo obras de represa multipropósito y
multiusuarios, que disminuye el riesgo ante la
vulnerabilidad climática que nos amenaza y vaya si nos
amenaza, y vaya si ustedes lo saben, el cambio climático no
es invento ni es pamento. Es una realidad que llegó,
lamentablemente, para quedarse.
Y me detengo en la gestión del agua por
su importancia. Pero también se avanzó en el monitoreo de
la calidad del aire, en puntos clave como Montevideo, zona
de influencia de la planta de Botnia, o la usina de
Candiota, o en localidades con fuerte presencia de molinos.
Cumpliendo con la voluntad popular, como
también nos habíamos comprometido, se han reestatizado los
servicios privados de suministro de agua potable y
saneamiento. Esto se logró en contra de pronósticos
pesimistas, sin que se generaran los anunciados conflictos
con los operadores privados que se retiraron del mercado,
sin que se produjera ningún tipo de problema en los
servicios y sin que ello implicara mayores costos o cargas
a la población. Con todas estas acciones, procuramos dotar
al país de la necesaria seguridad ambiental que nos
garantice en el futuro, el desarrollo y el bienestar de
nuestra población.
Pero igualmente importante es la
protección y conservación de la biodiversidad: de nuestra
flora, hermosa, que tenemos, de nuestra vegetación y de
nuestra fauna, tan rica, tan hermosa, que engalana estas
tierras. Y de aquellos rincones tan hermosos y delicados de
nuestro paisaje, como son la Quebrada de los Cuervos, los
Esteros de Farrapos, o el Cabo Polonio. Hoy podemos decir
que estos rincones ya son parte del Sistema Nacional de
Áreas Protegidas. Van a estar cuidados, para que las
futuras generaciones puedan gozar también de estas
hermosuras como lo hemos hecho nosotros.
Y que otros, como los humedales del
Santa Lucía, los Montes del río Queguay, las islas del Río
Negro, el Valle del Lunarejo, o las Lagunas de Rocha, por
citar algunas zonas más, están en proceso de ingresar a ese
sistema y así, garantizar a los uruguayos del mañana que
también ellos disfrutarán las bellezas y riquezas que hoy
tenemos.
Y ello no es incompatible, hacer todo
este movimiento, con el desarrollo productivo. A la
revisión ambiental previa, a todos los emprendimientos
productivos que rige desde hace 15 años, no tenemos
inconvenientes en reconocerlo, hemos incorporado nuevos
controles, que modernizaron y mejoraron la gestión y
monitoreo de todas las actividades que se desarrollan en
nuestro territorio. El Uruguay Natural no es un eslogan, es
una realidad. Pero tampoco es una naturaleza muerta, es un
proceso evolutivo y hay que seguir adelante, controlando
todos estos elementos.
Sobre la promoción de la participación
ciudadana en la gestión ambiental, sobran los ejemplos.
Habíamos hablado de la participación ciudadana, están
participando los ciudadanos. Porque en este tema de
seguridad, reitero, tenemos que participar todos. Es
nuestro desafío. Del Gobierno y de los ciudadanos. Todos.
Las audiencias públicas en los procesos
de análisis de nuevos emprendimientos productivos, en la
incorporación de áreas protegidas al Sistema, las
comisiones asesoras, las comisiones de seguimientos de
grandes emprendimientos, donde los vecinos revisan los
resultados de los monitoreos, junto a los técnicos, se han
convertido en oportunidades de intercambio fructífero. La
participación ciudadana tampoco es un eslogan, es un
testimonio práctico. Tampoco son un eslogan la estabilidad
y la transparencia. Estamos elaborando un plan nacional de
producción y consumo sustentable para ordenar toda la
producción incluyendo además la dimensión del consumo.
Ejemplo de esto, es la actual campaña "saca la bolsa del
medio" para reducir el consumo de plásticos. Tenemos que
terminar con el consumo de plásticos, la bolsita de
plástico, la botella de plástico y todo lo que contamina
tan fuertemente a nuestro medio ambiente.
Y creo uruguayas y uruguayos que también
en materia ambiental ofrecemos confianza, a quienes
invierten y producen, y garantías a todos los ciudadanos.
Dije anteriormente, seguramente ustedes
lo recuerden, que el cambio climático no es invento ni
pamento. Hace pocos días, en el marco del período de
sesiones de la Asamblea General de ONU participé junto a
otros Jefes de Estado en una reunión especial sobre cambio
climático y más especialmente para que la Cumbre Mundial
sobre Cambio Climático que se realizará en diciembre
próximo en Copenhague, no sea un campeonato de discursos,
sino una oportunidad para lograr acuerdos concretos que
permitan instrumentar políticas también concretas a nivel
global.
Porque de diagnósticos y pronósticos, de
congresos y seminarios, de llamamientos y declaraciones la
humanidad ya está un poco cansada. Y lo cierto del caso, es
que hay un cambio climático y hay una transformación
severa, que todos vemos permanentemente en los medios de
comunicación, que sucede en todas partes del mundo.
Groenlandia se está quedando sin hielos. Los mares están
creciendo. Muchas islas del Caribe están quedando ya bajo
agua. Las inundaciones, los sunamis, las sequías, a las que
hacíamos referencia, por ejemplo, en Panamá, son casos
claros del cambio climático que estamos experimentando y de
los daños que puede producir a la población. Hay que
actuar. Hay que dar seguridad también en este tema a la
población.
Y Uruguay no es ajeno ni inmune al
cambio climático. Lo estamos viviendo y no será pasajero.
Pero también estamos tomando medidas de adaptación al
mismo. Tenemos un Sistema Nacional de Respuesta al Cambio
Climático a los efectos de coordinar y planificar las
acciones públicas y privadas necesarias para la prevención
de los riesgos, la mitigación y la adaptación a dicho
cambio y se está elaborando un plan nacional de acción que
en el mes de noviembre lo estaremos presentando.
Uruguay es nuestra casa. Cuidarla es
responsabilidad de todos. La seguridad es un tema de todos
los ciudadanos.
Pero ya que hablamos de casa, la
seguridad tal como la concebimos también abarca el
ordenamiento territorial y la vivienda. Porque hasta algún
momento, no porque se quería, sino porque no se podía,
mucha se asentaba mal, desubicadamente, lamentable, lo
reitero, no lo por quererlo, sino por necesidad en
distintos lugares de nuestro país y no había un
ordenamiento territorial adecuado como para darle una
regularidad y una homogeneidad y una adecuada coordinación
a las viviendas, al habitad de las personas.
En materia de ordenamiento territorial,
y sin pasarle cuentas al pasado -sin pasarle cuentas al
pasado-, permítanme decirles que desde el año 1946 el país
no legislaba sobre este tema. Y el Ministerio de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente funcionó desde su
creación en 1990 sin contar con un marco normativo que le
permitiera llevar adelante un ordenamiento territorial
coherente y justo. Después de 70 años nuestro Gobierno,
elevó al Parlamento un proyecto de ley de ordenamiento
territorial y desarrollo sostenible, que finalmente fue
aprobado en junio de 2008.
Hoy se esta trabajando coordinadamente
con todas las intendencias municipales –todas las
intendencias municipales sin excepción- en la
implementación de esta ley y así evitar que se produzcan,
como sucedió anteriormente, desarrollo sin planificación.
Y en materia de vivienda, la seguridad
implica que el ciudadano cuente con una solución
habitacional. Tiene que tener solucionado su problema de
vivienda, adecuadamente, dignamente, justamente, acorde a
las necesidades de su núcleo familiar, que le permita su
permanencia y que se encuentre adecuadamente integrada al
tejido social y al tejido urbano.
La vivienda debe contar no sólo con los
servicios básicos de agua, energía y saneamiento, sino
también ha de ser accesible a los centros de salud,
educación, trabajo, etcétera.
Nosotros no le pasamos cuentas al
pasado, pero lo cierto es que durante muchos años predominó
la idea y la práctica de construir pobres viviendas para
pobres. Así cuando llegamos al gobierno nacional hubo que
solucionar los problemas derivados por ejemplo de los
grupos SIAV. El SIAV, como ustedes saben, es el Sistema
Integrado de Acceso a la Vivienda. Proporcionaba fondos,
este Sistema, a grupos de familia de menores ingresos para
que, apoyadas por el instituto de asistencia técnica,
pudieran concretar la construcción de viviendas mediante el
sistema de autogestión.
El sistema se encontraba totalmente
desvirtuado, cuando llegamos al Gobierno. En muchos casos
los institutos de asistencia técnica en lugar de dar apoyo
a las familias operaban como empresas constructoras. En
algunos casos, trasladando costos indebidos a las familias.
Esto llevó a que muchos de los proyectos u obras iniciadas
quedaran paralizados. Y ustedes lo saben.
Los contratos con grupos SIAV celebrados
sobre el final de la administración anterior comprometieron
prácticamente, uruguayas y uruguayos, prácticamente la
totalidad de los recursos de los tres primeros años de
nuestra gestión en materia de vivienda, ya que se debió
cumplir con los compromisos previamente asumidos y
solucionar sus defectos. Esto se sabe poco, pero es una
realidad. Ambos sistemas, ya totalmente desvirtuados en su
funcionamiento, no los continuamos. No fueron continuados
por nuestra Administración.
Viviendas ubicadas en zonas periféricas
de la ciudad, de mala calidad, sin disponibilidad de
servicios esenciales, pero que no fueron baratas. No fueron
baratas. En algunos casos los precios de licitación por
metro cuadrado en la construcción de aquellos Núcleos
Básicos Evolutivos, 30 metros cuadrados "en donde el diablo
perdió el poncho", igualaron a las construcciones que se
hacían en el Buceo, en Malvín y balnearios del este del
país. "Conjúgueme tristongo", diría un paisano famoso por
desconfiado. Esto es lo que pasaba.
Después cuando se critica a este
Gobierno porque no actuó más rápidamente en el tema de la
vivienda, bueno, acá está una de las explicaciones, de las
tantas que podemos dar. Acá no hay misterio, no hay
milagro. Acá no se esconde nada. Esto es transparencia,
esta es la realidad.
Y también, uruguayas y uruguayos, es
cierto que: uno, el 37% de los asentamientos hoy existentes
se generaron entre 1985 y 1994. No ahora. Se generaron en
esa época.
Y en los asentamientos, uruguayas y
uruguayos, no sólo hay bloques, maderas y chapas. Hay
personas. Y estoy seguro que ninguna de ellas vive ahí
porque le gusta. Vive ahí porque no tiene más remedio.
Segundo, en el año 2004, cuando llegamos
al gobierno, 119.000 viviendas, equivalentes al 10% del
total de las viviendas del país, estaban vacías. Esto, sin
contabilizar las viviendas de veraneo o las que estaban en
el mercado para alquilar o vender. Estaban vacías y la
gente no tenía dónde vivir. No había recursos, no se podía
pagar alquileres, no había préstamos. El Banco Hipotecario
estaba fundido.
Tercero, el Banco Hipotecario al que
hacía referencia cesó su operativa financiera en el año
2002. Dos o tres años antes de llegar nosotros al gobierno.
No obstante ello, permaneció abierto, soportando altísimos
costos de funcionamiento y sin generar ingresos. Se calcula
que las pérdidas acumuladas en sucesivos ejercicios
ascendieron a 2.000.000.000 dólares –dos mil millones de
dólares-. Con 2.000.000.000 dólares, uruguayas y uruguayos,
se podrían haber construido unas 50.000 viviendas, que
permitirían dar solución prácticamente a toda la población
afincada en asentamientos irregulares en todo el país.
Porque reitero, los pobres no son pobres porque les guste.
Quienes dejaron pasar ese tiempo y perder ese dinero hoy le
están reclamando a este Gobierno que hiciéramos todo lo que
ellos no hicieron en su momento.
Nuestro Gobierno introdujo un cambio
radical –radical- en materia de políticas de vivienda. Si
bien era necesario continuar con la construcción de nuevas
viviendas, acá lo vimos, se detuvo la dinámica de construir
"pobres viviendas" para "pobres" y se mejoró el stock
existente del que hablábamos y también se mejoraron las
condiciones urbanas de las periferias críticas de nuestras
ciudades.
Así, se reorganizó la institucionalidad
en base a tres pilares: el primero, la Dirección Nacional
de Vivienda del Ministerio de Vivienda, como órgano rector
de la política de Gobierno en todo el territorio nacional.
La segunda, la Agencia Nacional de Vivienda como ente
encargado de ejecutar las políticas de gobierno. Y la
tercera, el Banco Hipotecario como entidad financiera
encargada de facilitar el acceso al crédito hipotecario
para la adquisición de viviendas, pero dejando de lado su
problemática actuación como empresa constructora. El Banco
Hipotecario ya no es más empresa constructora.
Asimismo, se aumentaron los recursos del
Estado destinados a vivienda, priorizando especialmente a
los sectores más vulnerables, a los más desprotegidos.
Entre el 2004 y el 2009 el presupuesto
del Ministerio de Vivienda aumentó 60% en términos reales.
Ello implica que a fines de 2009 se habrán destinado
cuatrocientos millones de dólares, sin contar los
doscientos cincuenta millones ya destinados a la
capitalización del BHU.
El cooperativismo recibió en lo que va
del periodo de Gobierno el máximo histórico, del 38% de los
recursos del Fondo Nacional de Vivienda para activos.
En el periodo 2005-2009 se han invertido
70 millones de dólares en el Programa de Integración de
Asentamientos Irregulares, lo que significa un incremento
de 150% respecto a la inversión realizada en el periodo
anterior. Regularizar los asentamientos marginales fue una
de las primeras tareas que intentamos llevar adelante.
Y a través de MEVIR se ha actuado
intensamente, tanto en la construcción de viviendas para la
población rural, como la realización de mejoras de unidades
productivas que consiguen afincar a las familias que viven
en ese medio.
Para octubre de 2008 habíamos previsto
alcanzar 45.253 soluciones habitacionales, durante el
actual periodo de gobierno. Debemos anunciar un ajuste en
dichas cifras. No serán 45.253 al final de nuestro mandato
de Gobierno. En ese momento, habremos alcanzado 50.885
soluciones habitacionales de calidad y sustentabilidad.
Habremos alcanzado, uruguayas y
uruguayos, el mayor número de viviendas nuevas construidas
a través del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente, desde su creación. 20.458
viviendas. De ellas, 5.531 construidas por el sistema
cooperativo, registro nunca antes alcanzado, 4475
construidas por MEVIR, 2379 viviendas de realojo, mediante
convenios con Intendencias Municipales, y 1.251 viviendas
para jubilados. Y en el marco de esta actividad, en Zapicán,
MEVIR inauguró un conjunto de 39 viviendas nucleadas y 6
construidas en terreno propio.
Esta obra, largamente postergada y
reclamada por los vecinos en el Consejo de Ministros,
realizado en abril de 2005, significó una inversión de un
millón de dólares. Pero vale mucho más que lo que costó. Y
esto, también es poner la casa en obra.
Y si alguien quiere discutir estos
puntos, estos temas y estos números, no lo voy a hacer
ahora, porque alargaría mucho mi participación. Pero acá
tengo la planilla de lo que se construyó por parte del
sector público, en el período 1991 – 1994, 1995- 1999, 2000
– 2004, 2005- 2009. Acá están los números, si alguien los
quiere discutir públicamente, estamos dispuestos a hacerlo.
Ninguna administración anterior cumplió con los números con
que cumplió esta administración.
Y tener la casa en orden, uruguayas y
uruguayos, también es seguridad. ¿O no es seguridad?
Seguridad es, además, la integración
urbanística de la vivienda, su accesibilidad a centros de
salud, estudio, trabajo, recreación, etc. Y ello significa,
también, infraestructura física y servicios. A cuenta de
otros ítems, mencionaré sólo tres de infraestructura y
servicios.
Alumbrado. No voy a hablar aquí, ahora,
de las políticas de seguridad y eficiencia energética, ni
de fuentes alternativas de energía, ni de los planes que
esté instrumentando UTE en la materia, de esto voy a hablar
un poquito más adelante, apenas mencionaré:
a) planes para mantener a los clientes
de menores recursos como clientes permanentes, financiación
de deudas, exoneración de tasas de conexión o reconexión,
en fin. Medidas para evitar colgarse de la luz. Los pobres
no roban luz porque les guste. La necesitan.
b) convenios con el Banco de la
República Oriental del Uruguay, DIPRODE y MEVIR para llevar
infraestructura eléctrica a sectores productivos y
población rural. Uruguay será en poco tiempo, el primer
país de América totalmente cubierto por red de energía
eléctrica.
c) y a esto hacía referencia algunos
minutos. Electrificación rural. Y esto también es seguridad
y ustedes lo saben. Porque capaz que mañana salen a decir
que no hablamos de seguridad. Pero los uruguayos y las
uruguayas saben que estoy hablando de seguridad.
Electrificación rural, el trabajo de UTE, en coordinación
con otras instituciones como DIPRODE, MEVIR- Prodenor, así
como el aporte de las organizaciones de productores y
núcleos de vecinos que unieron esfuerzos para posibilitar
el acceso a la energía eléctrica de establecimientos
rurales y grupos habitacionales, han permitido, oigan bien,
la construcción de aproximadamente, 6 mil kilómetros de
líneas de electrificación en los últimos 5 años, 6 mil
kilómetros de línea de electrificación en los últimos cinco
años.
El continúo esfuerzo que ha realizado
nuestro país a lo largo de décadas coloca al Uruguay como
el país más electrificado del continente con una tasa de
electrificación que alcanza al 98.5%.
No obstante ello, y con el propósito de
continuar avanzando en la universalización del acceso a la
energía eléctrica en el sector rural, donde aún quedan
cerca de 6.000 establecimientos, escuelas y viviendas sin
conexión a la red eléctrica, UTE recientemente ha tomado
las siguientes resoluciones:
Primero, aprobar una reglamentación que
facilita en acuerdo con la ANEP la conexión a la red
eléctrica de escuelas que aún no cuentan con dicho servicio
y se encuentren a menos de tres kilómetros de las líneas
existentes. La reglamentación anterior contemplaba
distancias de solo hasta un kilómetro, ahora son hasta tres
kilómetros. Actualmente estas escuelas se encuentran
alimentadas por paneles fotovoltaicos.
Segundo, aprobar UTE en acuerdo con el
BROU un instrumento financiero dirigido a los grupos de
vecinos o productores que teniendo capacidad de pago no
acceden a créditos para obras de electrificación rural.
Ahora habrá un crédito para estas obras. Este instrumento
permitirá a los interesados realizar dichas obras en el
marco del régimen actual de electrificación rural, donde
UTE aporta gratuitamente los materiales básicos y al mismo
tiempo acceder a un financiamiento en 60 cuotas a una tasa
de interés muy conveniente. Y estos planes sumados a los
que ya existen nos acercarán a la meta de universalizar el
servicio de energía eléctrica en nuestro país.
Tercero, sin perjuicio de lo anterior,
la instalación de paneles solares en escuelas,
policlínicas, destacamentos policiales y hogares de escasos
del medio rural se continuarán llevando adelante.
Hablemos ahora de seguridad vial. Todos
sabemos lo que pasa frecuentemente en nuestras carreteras,
en nuestras calles, en nuestro país. Cuántas muertes
jóvenes. Cuántos lesionados graves. Cuántas secuelas
tremendas por los accidentes viales. Si habrá que trabajar
en este tema también de seguridad. Por Ley 18.113 creamos
la Unidad Nacional de Seguridad Vial con el objetivo de
promover conciencia y responsabilidad social en el
tránsito. Asimismo promovimos la Ley nacional de seguridad
en el tránsito que establece una normativa única en todo el
país. Resulta difícil que antes existían 19 normas
departamentales diferentes en materia de tránsito, pero
existían, ahora hay una sola. Invertimos US$ 48 millones en
señalización e iluminación de rutas nacionales. Según datos
del Observatorio de Siniestralidad Vial comienza a
reducirse progresivamente el número de fallecidos y heridos
graves en accidentes de tránsito. Felizmente. Falta mucho
pero vamos avanzando.
Veamos también otros aspectos vinculados
a la seguridad vial, al transporte de pasajeros. A la
necesidad que tenemos todos imperiosamente de trasladarnos,
de movernos. Hay que seguridad de movimiento, de libertad,
de tránsito y para eso hay que tomar medidas y hemos tomado
medidas. En el transporte urbano de pasajeros: 1º)
gratuidad del transporte colectivo de primer ciclo de
liceo, escuelas técnicas, agrarias y rurales, 30.000
estudiantes; 2º) Orden gratuitas para enfermos, 3.000
mensuales; 3º) Ingreso de líneas urbanas de Montevideo a
zonas cercanas a los límites departamentales, en Canelones,
en San José, con precios de boleto urbano; 4º) extensión
del tramo de boleto carretero local logrando un precio más
bajo; 5º) creación del Sistema de Anillo Metropolitano; 6º)
primero línea diferencial metropolitana; 7º) renovación de
aproximadamente un 35% de la flota total de servicios
suburbanos e ínter departamentales, alcanzando las 550
nuevas unidades. Esto también es seguridad para el
pasajero. ¿O no lo es? ¿O miento, uruguayas y uruguayos?
Hubo un incremento de pasajeros
transportados en un 40% con respecto al 2004. Convenios con
el BPS, para el traslado gratuito de pacientes a
intervenir, gratuitamente, en el Hospital de Ojos de
Montevideo. Ampliación de beneficios de pasajes en los
jubilados, y eso también es seguridad.
Como lo es la vigilancia alimentaria. No
sólo hay que comer todos los días, derecho básico y
universal que hemos garantizado mediante planes sociales y
ustedes lo saben, a los que hemos referido en otras
oportunidades, sino que también hay que alimentarse
sanamente. La cosa no es comer mucho sino que es comer
bien, sanamente.
La habilitación y control de las
empresas que fabrican o importan alimentos, procesan
frutas, verduras y chacinados, envasan bebidas no
alcohólicas, prestan servicios de catering, etc., así como
el registro y control de los productos, resultan de
importancia estratégica para la salud de todos nosotros.
Venimos avanzando en esta materia con el
mismo criterio que la vivienda, en la educación, la cultura
o la salud. No queremos una alimentación para pobres y otra
para ricos. Queremos una alimentación sana para todos los
uruguayos.
En materia de gustos, podrá no haber
nada escrito. Pero en materia de derechos y oportunidades,
todos somos iguales. Y quien aún no lo entienda, que se
esfuerce un poco por entenderlo. Pues, al fin y al cabo, no
es tan difícil de comprender.
Como tampoco, uruguayas y uruguayos, es
tan difícil de entender que el proceso de reforma de la
salud, que por cierto no es sencillo ni ha concluido, ya
tiene resultados concretos. Entre ellos, uno, el 100% de
los uruguayos tiene un prestador integral, mutual, ASSE,
seguro privado, sanidad militar o policial, al que está
afiliado y recibe en él no sólo la atención cuando está
enfermo, sino también un programa de control y promoción de
la salud obligatorio para todos los prestadores de salud.
Segundo, la mayor parte de las personas
que se atienden en el sistema mutual, más del 70% ya lo
hacen por el FONASA y por ende, lo que aportan es
proporcional a sus ingresos y cubre a sus hijos. Ya no
pagan cuota mutual los hijos de los trabajadores a los que
se descuenta el porcentaje correspondiente. Y esto es un
ahorro y es una seguridad.
Tercero, se ha bajado ese impuesto a la
enfermedad que son los tickets y las órdenes, reduciendo un
50% el valor real del ticket de medicamento, que es el
ticket más usado.
Cuarto, se ha establecido la gratuidad a
precios bonificados a los tickets de enfermos crónicos,
hipertensos, diabéticos, y gratuidad a los controles
preventivos y carnés de salud gratis para los trabajadores.
No menos relevantes son los cambios y
las mejoras en la red de servicios de salud del Estado en
ASSE. Allí el presupuesto ha pasado de 190 millones de
dólares a 525 millones de dólares en los pasados cinco
años. Casi se triplicó.
Este aumento de recursos se utilizó para
uno, -mejorar la calidad de los servicios especialmente
atención primaria, dos, construir, ampliar o refaccionar
infraestructura hospitalaria, tres, renovar equipamiento,
cuatro, incrementar los salarios del personal médico y no
médico; dicho así es un tanto anodino si, al pan, pan y al
vino, vino y veamos algunos datos concretos. Instalaciones
totalmente nuevas en este sistema, el Hospital Español, el
Hospital de Ojos, el Instituto Nacional de Oncología, donde
van los enfermos más graves del interior del país y donde
eran asistidos en galpones que se llovían, que tenían
humedad y que no tenían limpieza, hoy tienen un Señor
Hospital que los puede atender con la dignidad que se
merecen.
Instalaciones totalmente nuevas, el
Centro Oncológico del Hospital de Tacuarembó, ampliación y
remodelación de emergencias de la Emergencia Pediátrica del
Hospital Pereira Rossell, de los Hospitales de Artigas, de
Bella Unión, de Rivera, de Fray Bentos de Dolores, de
Libertad y de Minas. Ampliación y remodelación de block
quirúrgicos, CTI, cuidados intermedios en los Hospitales
Maciel, en Tacuarembó, Mercedes y Maldonado. Ampliación y
remodelación de áreas especializadas, Maternidad de los
Hospitales Pereira Rossell, San José, Paysandú, Mercedes.
Remodelación de las unidades de cuidados paliativos y
demencia del Hospital Piñeiro del Campo.
Reacondicionamiento de la red de agua potable y
remodelación de salas del viejo Hospital y olvidado
Hospital Vilardebó, reacondicionamiento de los pabellones
17, 18, 25 y 27 de la Colonia Etchepare.
De esto también hay que hablar la
realidad es como es no como deseamos que sea o queremos
verla. Los viejos y enfermos mentales desvalidos existen,
los viejos y enfermos mentales desvalidos existen y tienen
derecho.
Adquisición de 50 ambulancias,
equipamiento odontológico y de imagenología distribuido en
distintos Centros de Atención de Salud del país. La
transformación y desconcentración del Estado también pasa
por aquí. Equipamiento informático y gradual. Inclusión en
redes de todas las Unidades de atención del país. La
innovación y las nuevas tecnologías al Servicio de la gente
al Servicio de los más humildes, como tenia que ser y como
fue desde que llegamos al gobierno nacional. Y ustedes lo
saben muy bien, uruguayas y uruguayos, la salud también es
seguridad, o miento.
Y acá quiero hacer un alto, porque se
que está pasando, no soy adivino pero se que está pasando,
linda manera encontró el Presidente para eludir el tema de
la seguridad pública deben estar diciendo algunos, estoy
seguro que lo están diciendo, ni Walter Gómez hacia tantos
driblling dirán los veteranos. Y yo diría ni Messi, dirán
algunos jóvenes, hacen más moñas que el Presidente para no
hablar de Seguridad Pública, Seguridad Ciudadana. Se
equivocaba la paloma, voy a hablar de Seguridad Pública y
Seguridad Ciudadana.
Ya hubiera querido yo driblar como
Walter Gómez o Messi, lamentablemente nunca pude. Así que
finalmente vamos a hablar de Seguridad Pública en el marco
de esa concepción integral, homeostática y democrática, no
está de más subrayarlo, que tenemos de la seguridad como
Sistema y, dentro de ese sistema, la Seguridad Ciudadana.
La inseguridad de la población
constituyó un dato ineludible a lo largo de la década del
90 y se agravó conforme se agudizo la crisis socioeconómica
que todos vivimos. La progresiva agudización de este
fenómeno y el carácter primitivo, el carácter primitivo con
que se pretendió controlarla desde el Estado, creación de
nuevos delitos, aumento de penas, etc.; dieron como
resultado mayores tasas de criminalidad, incremento de la
población carcelaria y un estado subjetivo de la ciudadanía
atado al temor, la inseguridad y la criminalización de la
pobreza, como sino hubiera delincuentes en los demás
sectores socioeconómicos. Vaya si los hay ¡y qué
delincuentes!.
Omitiré referirme a la situación en que
estaba al principio de 2005 el Ministerio del Interior,
principal herramienta rectora de las políticas de seguridad
en el país. Con razón se dice, que a veces, hay silencios
atronadores, no voy a hablar de ese tema. Diré en cambio
que, en ese contexto que recibimos la situación, definimos
y asumimos tres lineamientos estratégicos.
Primero, profundizar el respeto y el
fortalecimiento de los derechos humanos. Porque los
derechos son herramientas para dignificar la vida y la
convivencia y son también la ética, la moral de la
democracia.
Segundo, mayor eficacia en las tareas de
prevención y represión del delito perfeccionando el combate
contra el crimen organizado y el narcotráfico, terrible
azote que hoy a llegado a nuestras tierras.
Tercero, dignificación del instituto y
la función policial, calificación de recursos humanos,
respeto a la carrera funcional, mejora salarial, etcétera.
¿Y qué ha pasado desde entonces? Para no
alargar esta intervención, ni defraudar las expectativas,
que seguramente tienen muchos de ustedes, me referiré
solamente al segundo de los lineamientos de los tres que
enumeré. Mayor eficacia en las tareas de prevención y
represión del delito, perfeccionando el combate contra el
crimen organizado y el narcotráfico. Desde 2005 a la fecha,
los delitos en el país, han tenido una evolución
relativamente estable, una evolución relativamente estable.
Luego de un crecimiento fuerte de los
delitos y sostenido entre 1999 y 2004 en correspondencia
con los años de recesión y crisis socioeconómica, las
tendencias se han detenido y en algunos casos se han
registrado importantes desaceleraciones. Si los delitos
venían creciendo así, en esa pendiente ascendiente, ahora
crecen más lentamente. Con la excepción de las denuncias de
rapiñas entre 2005 y 2007, la gran mayoría de los delitos
tuvo movimientos a la baja, aunque en cualquier caso de
poco volumen como para afirmar un cambio cuali y
cuantitativo en el patrón de criminalidad del país.
El año 2007 presentó una significativa
particularidad con relación a las estadísticas históricas
de delitos. Producto de políticas de derechos y de equidad
más efectivas, emergieron las denuncias por violencia
doméstica al punto de ser hoy el segundo delito más
denunciado luego de los hurtos, violencia doméstica.
La violencia doméstica tampoco es
invento ni pamento y no se resuelve poniendo un policía en
cada esquina o un policía en cada casa. Es un problema
mucho más complejo. Sobre fines de 2007 y una buena parte
de 2008 la tendencia a la baja de la mayoría de los delitos
se revierte y comienza a observarse un crecimiento
importante en aquellas figuras que entrañan mayores niveles
de violencia, rapiñas y homicidios.
En ese contexto y en ese momento, las
distintas iniciativas que pautaron el esquema integral de
seguridad ciudadana llevado a cabo por el Ministerio del
Interior y la Policía Nacional tuvieron efectos auspiciosos
en las estadísticas de delitos.
En el presente año, consolidado los
datos del primer semestre, es posible observar que: a) la
violencia contra las personas ha crecido un 1%; b) la
violencia doméstica ha aumentado un 7%; c) entre enero y
julio de 2009, hubo 143 asesinatos consumados, frente a 116
del mismo período del 2008. Si bien dicha cantidad se halla
dentro de los parámetros históricos de las tasas de
homicidio en Uruguay, no deja de llamar la atención su
incremento, en especial en Montevideo; d) la violencia
sexual tiene un comportamiento semejante al de años
anteriores, no ha aumentado; e) los delitos contra la
propiedad revelan disminuciones y desaceleraciones, la
totalidad de estos delitos cae un 10%, destacándose la
caída de los hurtos, 10,2%, hurtos de vehículos, 8,6%, y
abigeatos, 3,9%; f) el indicador más relevante desde el
punto de vista de la seguridad ciudadana y de los daños
sociales y cotidianos, la rapiña, crece un 5,5%. Pero ese
crecimiento, preocupante por cierto, ante el cual
seguiremos actuando con máxima energía en el marco de la
ley, significa una desaceleración respecto al año anterior.
Siguen estos delitos de rapiña, pero se van desacelerando,
producto de las medidas que se han tomado.
Que hay patologías que no se pueden
erradicar de la noche a la mañana. Que van a llevar mucho
tiempo, que van a estar siempre presentes. Por eso es
importante y me reconforta como Presidente, pero también
como ciudadano uruguayo, ver que el sistema político todo
está preocupado y comprometido en este marco de campaña
electoral, a continuar acciones fuertes para llevar
adelante políticas de seguridad pública y seguridad
ciudadana. Bienvenido sea, así debe ser. Tenemos que
trabajar en conjunto todos los uruguayos en el tema de la
seguridad. Dejar de pasarnos cuentas y hacer más. No es
fácil, debemos reconocerlo. Pero créanme que es mucho lo
que se ha hecho.
Los delitos, la violencia, se van
controlando. Algunos han disminuido. Pero lo que sí ha
aumentando, uruguayas y uruguayos, y de manera exponencial,
es la cantidad de crónicas policiales. Algunas de ellas
sencillamente repulsivas para los lectores, la audiencia o
la tele audiencia y denigrantes del oficio periodístico.
Sé que mañana esto va a ser el titular.
Pero no es novedad, yo dije que no iban a haber novedades
en esta convocatoria.
Todos sabemos que la naturaleza humana
no es transparente. No se trata de pintar la realidad color
rosa, o describirla como si fuera una novelita de Corín
Tellado. Pero es repugnante convertir el dolor ajeno, e
incluso el propio, en espectáculo, en negocio, o campaña
política. Es repugnante.
El Poder Ejecutivo ha remitido al
Parlamento el proyecto de reforma del Código Penal y el
proyecto de reforma del Código del Proceso Penal, que de
ser aprobados, serán una contribución importante para una
más eficaz represión del delito y el reforzamiento de la
seguridad ciudadana.
Los renglones vinculados con la
violencia no delictiva, también ofrecen datos reveladores.
El número de muertes por suicidio y accidentes de tránsito,
laborales o domésticos, superan ampliamente, casi cinco
veces, el número de homicidios. No es una excusa, es una
realidad. Por último, pero no menos importante, la lucha
contra el crimen organizado, narcotráfico, lavado de
activos, falsificaciones y otros delitos complejos, ha
logrado los mejores registros de los últimos años,
desbaratando varias redes importantes, sobre todo en
procedimientos contra el narcotráfico, donde hay que poner
lo que hay que poner. Este Gobierno lo puso.
Al 31 de agosto de 2009 las cifras
totales de incautación de droga del Gobierno suman 7
toneladas y 248 kilos, es decir, 7.248 kilos de marihuana,
cocaína y pasta base.
De este total, 489 kilos son de pasta
base de cocaína, equivalentes –oigan bien uruguayas y
uruguayos- a 2.934.000 dosis al menudeo. Esto lo hemos
sacado del mercado.
Se cerraron más de 900 bocas de venta y
se desarticularon más de 30 grandes organizaciones
criminales con capacidad de introducir, distribuir y
traficar drogas, además de lavar dinero en Uruguay.
En lo que va del año, estamos realizando
récord de incautación de pasta base de cocaína, con una
cifra que supera los 160 kilos.
En lo que va de la gestión -51 meses- se
procesaron 2.978 personas por tráfico de drogas, sobre un
total de 8.226 detenidos por esa causa. De ellos hay 37
procesados por lavado de dinero. No había ninguno cuando
llegamos nosotros. Y más de 290 reportes de operaciones
inusuales al Banco Central.
Han quedado prohibidas formas nuevas de
sociedades anónimas financieras de inversión. Por algo
será. Lograron la Ley de Reforma del Sistema Financiero y
las ya formadas cesan ahora el 1º de enero de 2010.
Se creó la Secretaría Nacional
Antilavado y los juzgados y fiscalías especializados en
crimen organizado.
La estrategia de la Junta Nacional de
Drogas ha contemplado en forma integral y equilibrada los
aspectos sociales, preventivos de tratamiento y educativos
que forman parte de la estrategia y que constituyen una
respuesta responsable para enfrentar, desde el Estado y la
sociedad, el fenómeno de las drogas.
Y uruguayas y uruguayos, también es
seguridad luchar contra la corrupción. ¿O no? Uruguay ocupa
el lugar número 23 en la lista de países con menores
niveles de corrupción.
En la región, nuestro país se encuentra
en el segundo puesto inmediatamente detrás de Chile, según
el ranking elaborado por la organización independiente
Transparencia Internacional.
La Organización Transparencia
Internacional, fundada en 1993, y con sede en Berlín,
Alemania, tiene como su principal objetivo el combate a la
corrupción. Y con tal fin ha plantado firmemente sus
banderas en América y el Caribe.
El Reporte de Corrupción 2009 elaborado
por la Organización, coloca a Dinamarca, Nueva Zelanda y
Suecia en el podio de los tres países menos corruptos del
mundo.
En la región Chile y Uruguay son los
países donde la corrupción tiene menor incidencia, ocupando
nuestro país el número 23 en la lista global y el segundo
en el Continente.
Luchar contra la corrupción es también
darles seguridad a los ciudadanos de honestidad de
procedimientos, de transparencia y de limpieza.
Nadie puede, uruguayas y uruguayos,
dejar de lado de analizar estos temas vinculados a la
seguridad, nos importa a todos. Pero debemos decir
nuevamente y con agrado que este Gobierno está abierto a
seguir trabajando con las puertas abiertas y abriendo a la
colaboración de todos la lucha en conjunto para lograr una
mayor seguridad para todos nosotros.
Vemos plenamente, y con agrado, que en
esta campaña electoral los distintos partidos políticos se
preocupen por este tema, que hagan planteos, que propongan
medidas, que se junten, que se unan para lograr mejores
resultados que los que nosotros hemos logrado. Hubiéramos
querido, de verdad, lograr muchos mejores resultados, pero
creo que hemos logrado cosas importantes y creo que el
camino está trazado. Y creo que entre todos vamos a poder
avanzar en una seguridad mayor para todos los uruguayos.
Porque también debo decir que si
"Uruguay Natural" no es un eslogan, "Uruguay seguro"
tampoco es un eslogan, es una necesidad. Es una necesidad
que tenemos que cuidar entre todos. En el mundo hoy se
reconoce que Uruguay es el país más seguro de la región, no
lo decimos nosotros, lo dicen los organismos
internacionales, los organismos financieros, las
instituciones políticas internacionales, las organizaciones
internacionales.
Uruguay es un país seguro, es el más
seguro de la región. ¿Por qué desde adentro algunos quieren
convertirlo en inseguro? ¿Para qué no vengan inversiones?
¿Para qué no venga trabajo? ¿Para qué no venga turismo?
¿Para qué la gente se queje? ¿Para que haya malestar con el
sistema político y el Gobierno? Acá tenemos que remar todos
hacía el mismo lado. Este es un problema, el de la
seguridad que no lo inventó este Gobierno, que no lo generó
todo este Gobierno, que no es responsabilidad tampoco de
todos los otros gobiernos anteriores. Es la sociedad en su
conjunto que padece estas patologías. Dejémonos de juegos,
de echarnos las culpas.
Nadie medianamente responsable puede
garantizar a los demás una vida segura y feliz, pero entre
todos podemos edificar la vida digna y segura a la que cada
ser humano simplemente por serlo tiene derecho. Esa es
nuestra tarea y en bien de ella seguiremos en todo momento
y desde cualquier lugar hasta que la ciudadanía o nuestra
propia capacidad indiquen lo contrario.
Uruguayas y uruguayos: hemos pretendido
dar una imagen de lo que conseguimos con el tema seguridad,
de los trabajos que hemos realizado, que los hemos hecho
con el aporte de todos ustedes, de todos los ciudadanos
porque para ser esto se necesita también dineros y los
dineros del Estado salen de los bolsillos de los
ciudadanos. Hemos intentado manejarlos con transparencia,
con seriedad, con respeto, hemos intentado aplicarlos a lo
mejor de los resultados que ustedes se merecen y de los que
nos pedían. Lo hemos hecho con toda nuestra inteligencia,
la que tenemos, la que nos dio la naturaleza a cada uno de
nosotros, con mucho cariño, créanme, con mucho afecto, con
mucha entrega, con mucha alegría, con el altísimo honor,
con el que ustedes nos han distinguido en esta tarea al
frente del país.
Pero para que podamos superar todas
estas patologías, y lo hablo no sólo como ciudadano, como
Presidente de todos ustedes, sino también como médico que
conoce, después de muchos años de trabajar en la profesión,
lo que son las enfermedades. Hay patologías, hay
enfermedades que se superan solo con el tiempo,
gradualmente, con gran esfuerzo, con gran trabajo.
Enfermedades que se han arraigado en nuestros organismos y
que perduran y conviven con ellos. Así pasa en cualquier
sociedad. La sociedad es un organismo vivo, nuestro cuerpo
está integrado por muchos, millones de millones de millones
de células, las sociedades están integradas por millones de
ciudadanos, constituimos un organismo vivo.
Todos dependemos de todos. Todos nos
necesitamos. Todos nos precisamos. Tenemos que abrir
caminos de solidaridad, de respeto, de tolerancia. Porque
los uruguayos somos así, modestamente, como nos gusta ser.
Pero respetuosos, tolerantes, solidarios. Y en esta tarea
de la seguridad, tenemos que trabajar entre todos. No solo
para encontrar soluciones inmediatas a los agudos problemas
que tenemos. Sino también, uruguayas y uruguayos, para
mirar con visión estratégica el futuro. Para mirar este
mundo que hoy tenemos, que ya no es más el del Siglo XX.
Que ya no es más el Siglo XII, ni el Siglo II. Es el Siglo
XXI en pleno desarrollo. Es otro mundo, que vino para
quedarse. Que no se va a ir. Que tiene estos problemas, que
tiene esta problemática, que tiene estas realidades. Que no
se inventan, que surgen por distintas circunstancias, por
distintas condiciones socioeconómicas, medioambientales, de
vida.
Y para superarlas tenemos que trabajar
todos juntos. Con una visión, por cierto, de atender con
fuerza, con ganas, con decisión, los problemas que tenemos.
Tampoco pechereando, porque estos problemas no se arreglan
a los pechazos, ni llevándose a la gente por delante. Los
problemas se arreglan con inteligencia, con dedicación, con
esmero, con respeto y con mucha democracia y respeto a los
derechos humanos.
Porque en cada una de esas personas que
sufren los delitos, y que hay que atenderlas, detrás de
ellos hay una familia, hay hijos, hay padres, hay hermanas.
Pero también, en esos que cometen los delitos, hay un
destino humano. Y tienen que ser corregidos. Y tienen que
ser reprimidos si es necesario. Pero tienen que ser
respetados, también, sus derechos humanos. Hay que ver
hacia el futuro y para ver hacia el futuro, hay que saber
que el arma fundamental para poder vencer estas patologías,
que significa además la libertad de nuestra gente, la
soberanía de nuestro pueblo, el futuro de nuestros jóvenes
y nuestros niños, la herramienta fundamental es la
educación.
A esa educación es a la que tenemos que
aportar. Porque cuando nuestros jóvenes y nuestros niños
tengan estudios, sepan idiomas, manejen las computadoras,
tengan posibilidades de trabajar, tengan posibilidades de
estar asentados adecuadamente en el medio, en el hábitat
que corresponda, sea la ciudad o se en el campo, en
actividades de la ciudades o actividades rurales, teniendo
todos los mismos derechos, la misma igualdad, la mismas
oportunidades en la vida, seguramente esta violencia y
estos delitos seguirán cayendo.
Por eso, uruguayas y uruguayos, los
invito, antes de despedirme a ver juntos lo que puede dar
hacia el futuro, el Plan Ceibal…
Podemos, uruguayas y uruguayos, claro
que podemos. Todos juntos podemos. Los quiero mucho.
Gracias. ¡Hasta siempre! |