JND-MI-SCJ
Medidas alternativas al encarcelamiento resultan
eficientes y humanitarias
En procura de una reforma integral del
sistema penitenciario, la Junta Nacional de Drogas organizó
una jornada para analizar medidas alternativas a la
prisión, haciendo hincapié en el consumo problemático de
drogas. El objetivo es compartir experiencias y debatir,
dado que estas medidas son necesarias desde lo humanitario,
pero también son un buen negocio amparado en el derecho a
la seguridad pública y la convivencia.
Se realiza en Montevideo la “Jornada
Nacional sobre Medidas Alternativas con especial énfasis en
el abordaje del consumo problemático de drogas”.
Participaron del acto de apertura: el
Ministro del Interior, Jorge Bruni; el Secretario General
de la JND, Milton Romani; el Ministro de la Suprema Corte
de Justicia, Jorge Ruibal Pino; el Subsecretario del
Interior, Ricardo Bernal; el Subsecretario de Salud
Pública, Miguel Fernández Galeano, la Fiscal Letrada
Nacional en lo Penal Especializada en Crimen Organizado de
1º Turno de la Fiscalía de Corte, Mónica Ferrero; el
representante del Centro de Estudios Judiciales, Ángel Cal,
y la Directora del Patronato de Encarcelados y Liberados,
Cristina Gil.
Milton Romani explicó que se inició un
proceso desde la JND, trabajando en base a un convenio con
la Suprema Corte de Justicia en varios planos, con
resultados fructíferos. Lo mismo con el Ministerio del
Interior y el Patronato.
Las prácticas a nivel internacional
comprueban que estas medidas son mucho más eficientes en
materia de reinserción social y rehabilitación que las
prisiones, aunque sean prisiones no hacinadas como las que
tenemos.
Ahora se está abogando por un proceso de
reforma integral del sistema penitenciario, porque se
entendió como un compromiso derivado del problema drogas.
Romani apeló al debate sobre las medidas
alternativas a la prisión. Las medidas alternativas son una
necesidad no solamente humanitaria sino de buen negocio.
Son un buen negocio en materia de inversión del Estado y de
inversión en capital humano.
Parecen ser mucho más redituables y
eficientes que los sistemas carcelarios de América Latina.
El objetivo es que nuestra política
criminal y nuestro sistema penitenciario aporten en el
sentido de un desarrollo humano justo, equilibrado y
equitativo, que nos permita vivir en base a un derecho
humano fundamental, que es el derecho a la seguridad
pública y a la convivencia.
Las penas alternativas están en manos de
los Jueces, pero se debe contar con un Patronato o similar
que sea poderoso, con presupuesto, y con centros educativos
y comunitarios donde se cumplan las penas.
Primero es necesario convencer a la
ciudadanía y al sistema político. Muchos Jueces están
empeñados en que pueda instrumentarse.
En cuanto al rol de la JND en este tema,
Romani recordó que trabaja en la recuperación de adictos en
cárceles y además asume el problema drogas desde una
perspectiva integral, por ello se planteó un plan de
reforma del sistema penitenciario.
Por otra parte, en estos cuatro años
desde la Junta se incautaron siete toneladas de drogas, se
detuvieron 8000 personas y se procesaron casi 3000
personas. Por ello, se asumió el compromiso de aportar a un
sistema de prisión más humanitario y eficiente.
Entre un 7 y 8% de los reclusos son
procesados por la Ley de Drogas. Es presumible que el
consumo en cárceles sea muy importante. Además se debe
cuantificar cuántos delincuentes están vinculados a delitos
relativos a la droga. Romani informó que se está culminando
una encuesta en seis centros carcelarios (labor de la JND
con la colaboración de la Dirección de Cárceles y la
Facultad de Psicología) y en breve se tendrán resultados
seguros.
Si bien reconoció que la delincuencia
está vinculada a la pasta base, aseguró que lo grave sería
si se pensara que solamente es por consumo de drogas.
La delincuencia es un fenómeno social,
complejo con muchas variables, entre ellas la droga, pero
también generaciones excluidas de la Ley (de poder trabajar
y comer por ejemplo).
Romani reiteró su posición de que hay
que “arrancarle la cabeza” a quien trafica pasta base, pero
no debemos refugiarnos en que el problema del delito es
solamente un tema de drogas, no es del todo acertado.
Asimismo, aclaró que quienes trafican
droga no son necesariamente consumidores, en general no
tienen un perfil igual a los que consumen.
Los que trafican no son todos excluidos
y marginados, algunos están en altos círculos de poder y
hacen las cosas por hacer mal, en un horizonte desmedido de
ambición, indicó.
“Cuando hablamos de drogas y del delito
no hay que mirar solamente para los barrios marginales,
también hay que mirar para algunos círculos de poder
importante”, añadió.
En cuanto a estos círculos de poder,
Romani dijo que no sólo refiere al entorno del fútbol, y
en este sentido recordó las sociedades anónimas financieras
de inversión (SAFI) creadas en la década del 90, que fueron
la pesadilla del lavado de dinero.
El Jerarca aclaró que no es una
discusión sobre el tema sociedades anónimas, sino
puntualmente sobre las SAFI que este Gobierno prohibió (las
que están formadas caducan en 2010). “No hay que entreverar
la baraja”, dijo.
Romani sostuvo que se comprobó que las
SAFI pueden operar en el narcotráfico, por ello se
eliminaron.
Citó la metáfora de los cuchillos y
dijo: “Si yo fabrico cuchillos, puede ser que yo no sea
responsable de lo que haga luego el cuchillero, pero si yo
pongo un cartel que diga ‘fabrico cuchillos para lo que
sea’, tengo derecho a pensar que es un mensaje para los
cuchilleros”.
Finalmente, solicitó el compromiso de
todo el sistema político en este tema.
Jorge Ruibal Pino recordó que desde hace
mucho tiempo el Poder Judicial se dio cuenta que la labor
en lo que tiene que ver con el sistema carcelario y la
incidencia que las drogas tienen en el mismo, debe hacerse
con todas las instituciones que operan en el mismo sentido.
De esa forma se trabaja con la JND, con el Ministerio del
Interior, con la Dirección de Establecimientos Carcelarios,
con el Patronato de Encarcelados y Liberados, con
resultados sorprendentes. Es necesario continuar trabajando
para ampliarlos.
Estos encuentros aportan un nuevo
“empujón” a las autoridades que están detrás de estos
programas de mejoramiento del sistema carcelario. Es
conveniente, además, incluir en ese mejoramiento el
tratamiento de la adicción dentro de las cárceles.
Ruibal entiende que este tipo de
trabajos debe ser prudente y cauteloso.
Jorge Bruni sostuvo que si bien
considera que existe mucha distancia entre el derecho y la
realidad, en la oportunidad felicitó a la JND por la
iniciativa, porque el derecho y la realidad son los
convocantes y demuestran la necesidad de una jornada como
ésta.
Muchas guías jurídicas e iniciativas
teóricas convocan a trabajar, aseguró. Algunos aspectos
negativos también instan a trabajar como el hacinamiento en
las cárceles.
Existen muy buenos datos de la realidad
que también convocan a seguir procesando este tipo de
contenidos, por ejemplo las enormes diferencias existentes
entre la reincidencia entre los que adoptan penas
alternativas y los que se niegan (menor reincidencia cuando
se adoptan medidas alternativas). |