Mario Bergara
BCU se encuentra atento y activo para mitigar las
vulnerabilidades en el mercado monetario
El Presidente del BCU, Mario Bergara,
anunció las próximas cuatro herramientas que la
superintendencia de bancos instrumentará para ofrecer
mejores garantías al mercado monetario. Se tratan de un
nuevo calendario de devolución de encajes, modificaciones
en el régimen de prefinanciación de las exportaciones, la
formación de un mercado de forwards y la firma de una carta
de intención con el Banco Central de Brasil.
En base a un diagnóstico sobre la
economía mundial y un análisis de los pasos relevantes que
tomaron los principales bancos centrales de la región, el
Banco Central del Uruguay dispuso nuevas medidas en materia
monetaria, destinadas a reducir la volatilidad de la moneda
extranjera en nuestra plaza. El Presidente de la
institución, Mario Bergara, explicó los alcances de las
cuatro medidas preparadas.
Señaló que "es difícil revertir los
procesos internacionales", pero agregó que las medidas
detalladas a continuación servirán para mitigar la
fragilidad en los valores del dólar y el euro, un suceso
que se registra en todo el mundo. Con esta meta, informó
que a partir del 3 de noviembre comenzará la segunda etapa
de la devolución de encajes para el sistema bancario.
A diferencia de la devolución realizada
en setiembre, en esta ocasión estas transacciones se
realizarán en cinco oportunidades, hasta alcanzar el
porcentaje exigido en forma previa a la crisis
internacional. Por lo tanto, informó Bergara, la baja de
los encajes es del cinco por ciento. Desde el BCU estiman
que devolverán a las instituciones bancarias unos 100
millones de dólares mensuales, hasta marzo de 2010. Al
igual que en la ocasión anterior, los bancos podrán retirar
los encajes en dólares, pesos uruguayos o letras de
regulación monetaria.
También se dispondrá una modificación en
el régimen de prefinanciación de las exportaciones. Este
mecanismo establece un juego entre los depósitos y las
remuneraciones para los exportadores en el sistema
financiero. Los exportadores depositan un 30% de su venta
al exterior y luego, se remunera con tasas de interés por
el total de la operación, siempre a través de la moneda
extranjera. Los costos financieros son apoyados por el
Ministerio de Economía y la operativa se realiza a través
del sistema financiero y el BCU.
A partir de noviembre, la cancelación de
la prefinanciación – es decir, el pago final-, se hará a
través de la moneda nacional. Para las operativas en
vigencia, el retiro será opcional, con pesos uruguayos o
con dólares. Esta herramienta quitará presión vendedora en
el mercado, pues este régimen cursa alrededor de unos U$S
1.600 millones, mensualmente.
Como tercer punto, Bergara anunció la
formación e impulso, por parte del Banco Central, de un
"mercado de forwards". Esto es la conformación de un
mercado de transacciones de pago diferido, con plazos que
van desde los 30 días a los 360 días. Este instrumento
colaborará para reducir las incertidumbres y los riesgos
cambiarios. Pero aclaró el papel que jugará la
superintendencia bancaria: "queremos impulsar un mercado de
este tipo, para que los protagonistas del mismo sean los
agentes económicos".
Finalmente, anunció la firma de una
carta de intención con el Banco Central de Brasil, para la
conformación de un sistema de pagos a través de las monedas
locales. La idea, explicó, es eludir el pago de las
exportaciones e importaciones con dólares. Un sistema
similar está en funcionamiento entre Brasil y Argentina.
Nuestro país está en condiciones operativas, pero aún falta
la autorización del Consejo de Economía Nacional brasileño
y el Congreso.
Medidas del BCU fueron tomadas luego de
un diagnóstico de la situación económica mundial
El comienzo de la conferencia de prensa,
en la sede central del BCU, sirvió para brindar un
diagnóstico sobre la situación global de los mercados, el
intercambio de instrumentos financieros y la economía real.
Luego de la crisis en los mercados más importantes, entre
setiembre de 2008 y abril de 2009, los analistas prevén un
camino de estabilidad con incertidumbres, en especial con
el mercado de cambios.
Durante la crisis, los inversores se
volcaron por los instrumentos financieros más seguros –como
los bonos del Tesoro estadounidenses-, aún sacrificando
utilidades. Como resultado, la moneda extranjera se
depreció. Hoy en día, los agentes económicos vuelven sus
pasos hacia la obtención de ganancias y por este motivo,
invierten en los mercados emergentes que operaron mejor los
embates de la crisis, como Uruguay. Esto también provoca
una caída sostenida en el valor de las principales monedas,
como el dólar y por lo tanto, se visualiza para el futuro
una reversión del contexto crítico, con una caída sostenida
de las monedas de intercambio mundiales.
Bergara precisó que es importante contar
con un diagnóstico certero en esta materia, para tomar las
medidas necesarias. También explicó que un país de nuestro
tamaño no puede revertir el proceso. Además, explicitó que
Uruguay tiene presiones similares a los del resto de las
economías emergentes.
Sin embargo, el BCU no desatiende esta
situación y sus resultados en nuestro país, al tiempo que
mantiene una actitud vigilante y activa. Quien crea que el
BCU se desinteresa del mercado monetario, se equivoca de
principio a fin y tomará decisiones erróneas, afirmó Mario
Bergara. Luego, explicó que esta batería de medidas se toma
gracias a la fortaleza en las reservas uruguayas, que están
en niveles históricos. Incluso luego de la devolución de
los encajes, nuestro país cuenta con reservas holgadas y
con una composición de las mismas más favorable, pues se
amplían las reservas libres –sin contrapartida de encajes-.
La devolución de encajes previa sumó unos 560 millones de
dólares. |