Uruguay presentó en España informe donde apoya la
reducción de emisiones de efecto invernadero
Se está desarrollando en Barcelona,
España, una cumbre donde se intenta acordar un documento
sobre la reducción de emisiones de efecto invernadero. El
mismo será presentado posteriormente en el mes de diciembre
en Copenhague, donde se decidirá el tratado que reemplazará
al Protocolo de Kyoto, que expira en 2012.
El informe elaborado por Uruguay fue
presentado por la delegación oficial que viajó a Barcelona,
encabezada por funcionarios del Ministerio de Vivienda
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y del Ministerio
de Relaciones Exteriores.
Se adjunta informe uruguayo:
URUGUAY – COP 15
Uruguay desea hacer explícita su
intención de lograr un ambicioso acuerdo en Copenhague con
la participación de toda la comunidad internacional, así
como comprometer su mayor esfuerzo en el logro de este
objetivo.
Apoyamos el objetivo y los principios
de la Convención y su Protocolo y, especialmente, el
principio de las responsabilidades comunes pero
diferenciadas que allí se consagran.
Uruguay es un país muy vulnerable a los
efectos adversos del cambio climático y de la variabilidad
climática.
Cada vez con mayor frecuencia somos
impactados por eventos extremos tales como tormentas
severas, fuertes inundaciones y graves sequías que afectan
a nuestras poblaciones, nuestras infraestructuras, nuestros
procesos productivos, nuestros ecosistemas, nuestra
biodiversidad y, muy especialmente, nuestro sector
agrícola, condicionando con esto fuertemente nuestro
desarrollo productivo.
Asimismo, Uruguay posee zonas costeras
donde reside más del 70% de su población, que se verán
seriamente afectadas por el aumento del nivel del mar, el
aumento de la frecuencia de los eventos severos, resultando
en futuros impactos también para el sector turismo.
Dentro de nuestras capacidades
económicas estamos realizando los mayores esfuerzos para
atender, de forma prioritaria, los crecientes costos que
requiere la adaptación y también estamos trabajamos en la
implementación de acciones de mitigación.
Por ello, Uruguay ha planteado
reiteradamente ante la comunidad internacional la necesidad
de mejorar y ampliar las capacidades del Fondo de
Adaptación del Protocolo de Kyoto, de modo que permita
atender eficazmente nuestras vulnerabilidades.
También hemos insistido en la urgente
necesidad de que los países desarrollados den pleno
cumplimiento a los compromisos vinculantes asumidos en la
Convención, proporcionando los recursos necesarios para que
los países en desarrollo hagan frente a los efectos
adversos del cambio climático y a los costos de su
adaptación a esos efectos adversos.
Desafortunadamente, no se ha logrado
hasta ahora el nivel de respuesta esperado.
No obstante, conscientes de la gravedad
del problema global que enfrenta el planeta, estamos
dispuestos a avanzar en este sentido.
Pretendemos así cumplir con lo que
consideramos una obligación moral para con las generaciones
futuras y también señalar lo que entendemos es el mejor
camino para alcanzar un acuerdo que nos conduzca a cumplir
el objetivo final de la Convención.
Para ello, el Consejo de Ministros
–máximo órgano de conducción política del Gobierno
uruguayo- celebrado el pasado 26 de octubre, resolvió
asumir una posición proactiva frente al tema, para
contribuir al logro de un acuerdo en Copenhague.
Así, Uruguay se compromete ante la
comunidad internacional a continuar implementando en forma
unilateral medidas de mitigación voluntarias y medibles
para contribuir a la reducción de los GEI.
Entre las múltiples acciones ya
cumplidas por nuestro país, se pueden mencionar como
ejemplo la modificación de nuestra matriz energética.
Actualmente el 6% de la potencia instalada de energía
eléctrica en el país proviene de fuentes de energía
renovables no tradicionales, lo que representa el mayor
índice de toda América. Y esto es solo el inicio porque nos
hemos fijado la meta de aumentar ese porcentaje hasta el
15% para el año 2015.
Estas y otras acciones son
imprescindibles y es urgente que se comiencen a aplicar
para garantizar el desarrollo sustentable de toda la
humanidad.
Pretendemos de esta forma estimular un
clima de confianza mutua esencial para el logro de un
acuerdo y aspiramos a que ello sirva como un modelo a
seguir por otros países. |