Eficiencia energética
Diversificación y uso eficiente de la matriz energética
es sustento de un país productivo
La Ley 18.597 sobre Promoción del Uso
Eficiente de la Energía establece un marco jurídico que
habilita seguir con esta política de Estado. En este
período de Gobierno, capitales privados están invirtiendo
en materia energética, en el territorio nacional, más de
USS 500 millones. La nueva Norma implica incentivos
tributarios, más información a los clientes, creación de un
Fideicomiso Uruguayo de ahorro y eficiencia energética.
El Director Nacional de Energía del
Ministerio de Industria, Ramón Méndez, acompañado por el
Gerente del Proyecto de Eficiencia Energética, Alfonso
Blanco, presentaron los contenidos de la Ley 18.597 de
Promoción del Uso Eficiente de la Energía, promulgada el 21
de setiembre de este año.
La Ley brinda el marco jurídico
institucional necesario, con el objetivo de que la
eficiencia energética sea uno de los componentes de la
política que en esa área se está desarrollando en Uruguay.
Las experiencias energéticas en este
período de Gobierno lograron que organismos como la CEPAL,
Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo y el
Banco Mundial, consideren en forma unánime a Uruguay como
un país modelo a imitar en América Latina, en políticas de
introducción de eficiencia energética.
La Ley consolida y crea nuevas
herramientas que permitirán más transformaciones en materia
de eficiencia energética. En ese sentido, Méndez explicó
que ser eficiente es no perder ninguno de los beneficios
que se puedan tener, tanto sociales como productivos. En
este período de gobierno, se está registrando una inversión
privada en materia energética de más de USS 500 millones,
en todo el territorio nacional.
Por su parte, el ingeniero Blanco indicó
que el proyecto de Ley se presentó en junio del año pasado.
Su aprobación le otorga al país un marco jurídico a largo
plazo, el cual se constituirá en política de Estado.
Los beneficios de la eficiencia
energética son, entre otros, el ahorro de divisas para
Uruguay; el fortalecimiento de la seguridad del suministro;
la asignación eficiente de la infraestructura energética;
así como la reducción de la dependencia energética del
país. Asimismo se logra un aumento de competitividad de la
producción nacional; una mejora en el desempeño ambiental
del sector energía; y la reducción de emisiones de efecto
invernadero.
El especialista sostuvo que existe un
potencial de ahorro para el sector industrial de más de un
12%, parte que se puede utilizar para mejorar la eficiencia
y la competitividad. Lo mismo ocurre con el resto de los
sectores, con potenciales de ahorro más significativos aún.
El objetivo es desencadenar acciones que derriben barreras
y para ello el marco institucional será la herramienta
apropiada.
Una de las barreras es la falta de
información hacia los consumidores, así como una cultura
adversa del uso eficiente de los recursos energéticos. Ello
se debe a que se consideraba que el consumo no estaba
asociado a factores medioambientales que afectan
directamente a la economía.
También se cuenta con un mercado
reducido donde no se tiene una oferta de capacidades para
el desarrollo de la eficiencia energética, asociado a una
no capacitación específica técnica para abordar la
temática.
El país tiene una falta de incentivos y
un régimen tributario, que en ocasiones, es adverso a la
eficiencia energética. En ese sentido, la Ley incluye la
creación de una institucionalidad necesaria, con la
aplicación del derecho a la información a los clientes,
sobre un recurso que es escaso.
De esta forma, se desarrollará un
etiquetado y estándares mínimos de eficiencia energética,
incentivos tributarios, así como la creación del
Fideicomiso Uruguayo de ahorro y eficiencia energética.
Los impactos de la incidencia indirecta
de la Ley en las tarifas de los usuarios implican, por
ejemplo, ahorrar un peso de cada $ 1.000 invertido en un
tanque de nafta cargado. Los ahorros generados representan
10 veces el monto de la inversión inicial.
De esta forma, se busca reducir el costo
país, generar más divisas y riqueza a nivel nacional. Esa
situación implica seguir trabajando para que Uruguay sea un
país con un 50% de abastecimiento energético a partir de
energías renovables, siguiendo el objetivo pautado para el
año 2015. |