Derechos del Niño
UNICEF apela a la infancia como herramienta de consenso
social en el mundo
Con motivo del 20º aniversario de la
Convención sobre los Derechos del Niño, UNICEF lanzó una
edición especial del Informe denominado "Estado Mundial de
la Infancia". Sus autoridades entienden que la Convención
logró colocar a la infancia en un lugar central de la
política pública, convirtiéndose en una herramienta de
consenso social. Procura cambiar radicalmente la relación
del mundo adulto con el de los niños.
El encargado de presentar la publicación
fue el representante de UNICEF en Uruguay, Egidio Crotti.
También participaron: el director del programa Infamilla y
miembro del Consejo Nacional Consultivo Honorario de los
Derechos del Niño y Adolescente, Julio Bango, y el profesor
y codirector del Magíster en Infancia, Adolescencia y
Familia del Centro de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad "Diego Portales" de Chile y Consultor
internacional de UNICEF, Miguel Cillero.
Asimismo, estaban presentes: la
subsecretaria del MIDES, Ana Olivera; el ex subsecretario
del MEC, Felipe Michelini; la presidenta del INAU, Nora
Castro; la directora del DDHH del MEC, María Elena
Martínez; la directora general de Secundaria, Alex Mazzei,
y el director del INAU, Jorge Ferrando, entre otras
personalidades.
Egidio Crotti explicó que este informe
de UNICEF se realiza anualmente, en el mes de diciembre, en
procura de hacer un balance de la situación de la infancia
en el mundo, acompañado de un anexo estadístico que brinda
la posibilidad de medir como sociedad cómo se avanza en el
proceso de asegurarle a la infancia en el mundo el goce de
sus derechos, oportunidades y poder desarrollarse de manera
completa.
Este año se anticipó su elaboración,
dado que en la jornada se celebra la ratificación universal
de la Convención de los Derechos del Niño.
Este informe se centra en tres
capítulos: el primero refiere a la importancia de la
Convención; el segundo incluye distintos puntos de vista
que brindan un panorama amplio; el informe termina
resaltando algunos desafíos y propuestas del plan de
acción.
Crotti resaltó la importancia de que
hace 20 años la humanidad y todos los países representados
en el consenso de Naciones Unidas se pusieron de acuerdo
sobre algunos principios básicos relacionados a la
infancia.
La Convención fue capaz de crear un
consenso entre sociedades de desarrollo económico, de
tradiciones culturales históricas y de religiones todas muy
distintas. Ese es el primer valor esencial de la
Convención, que se considera un instrumento vinculante.
Más allá del acuerdo, destacó el
principio de responsabilidad, porque los Estados en el
momento de firmarla y de ratificarla luego, se
comprometieron a dar cuentas en forma regular de cómo
avanzan en la implementación de la misma.
Crotti recordó que más de 70 países
incluyeron la Convención en su legislación nacional,
algunos poniéndola al mismo nivel de las Constituciones.
El Jerarca considera a la infancia una
herramienta de acuerdo en la sociedad, por ello la
importancia de aprovechar esta oportunidad. Es conveniente
construir consenso social a partir de la infancia, dijo.
Ratificar la Convención implica revisar
la propia legislación y administración, lo que no es una
tarea sencilla. Actualmente UNICEF se encuentra abocado a
colaborar en ello.
Crotti entiende que la Convención logró
colocar a la infancia en un lugar central de la política
pública. Hace 20 o 30 años la infancia era un tema de las
Primeras Damas; ahora la Convención los obliga a ver que la
infancia está vinculada a las decisiones de política
pública de un país.
La ratificación de la Convención supuso
un cambio en la forma en que UNICEF coopera con los países,
dado que ahora existe un terreno común y un marco común de
referencia. "Nuestro diálogo con el Gobierno, con la
sociedad civil, con el sector privado, con la institución
académica tiene en común el compromiso asumido", dijo.
Es un instrumento de monitoreo, de
fiscalización, pero además facilita el diálogo.
Esta Convención procura cambiar
radicalmente la relación del mundo adulto con el de la
infancia; la infancia como sujeto de derecho porque son
personas, aclaró. La diferencia que tienen con el adulto es
que son personas que transitan hacia el logro de una
autonomía completa. Esto implica un cambio de postura en
cuanto al rol del Estado, la familia y la comunidad. Esto
trae implícito el concepto de libertad, de participación y
expresión de su opinión.
En otro orden, Crotti planteó una serie
de desafíos que se identifican en el informe. Hizo
referencia a la salida de la crisis, al cambio climático, y
a situaciones de conflicto, que tienen repercusiones en los
niños.
El informe propone en momentos de crisis
proteger los presupuestos que van a los servicios sociales
básicos, evitar que pierdan sus oportunidades de
desarrollo. Si vivir en pobreza significa no tener acceso a
servicios de salud, a una alimentación de calidad,
significa tener trastornos nutricionales, esas generaciones
no se recuperan, aclaró. Por ello es responsabilidad de
UNICEF proteger los presupuestos sociales.
El informe insiste en la necesidad que
los programas de protección social y de lucha contra la
pobreza tengan en cuenta el hecho que la misma tiene cara
de niñez. También es importante del rol de la mujer, no
recargar sobre ellas una carga adicional.
El principio básico de la Convención es
el de la no discriminación; nos obliga a no limitarnos a
los promedios. Tiene un fondo de no discriminación y
búsqueda de la igualdad, indicó.
Crotti concluyó que la Convención
implica un cambio cultural, no es solamente una política de
gobierno, una ley, nos implica a todos. Supone el
compromiso de cada uno para adecuar las relaciones sociales
al espíritu de la Convención.
Uruguay vive un momento de cambio
político, dijo. Es un desafío para este país asegurar que
algunas políticas sean de verdad políticas de Estado. Es un
momento donde el país mostrará su madurez, porque no puede
cambiar cada cinco años sus políticas. Debe sostener
acciones de largo plazo en materia de los derechos de las
personas y el desarrollo de los recursos humanos.
Existe un esfuerzo intersectorial y
transversal de tener una mirada a largo plazo, que es la
Estrategia Nacional de Infancia y Adolescencia con miras al
2030. Uruguay tiene la ventaja que los cuatro candidatos se
comprometieron continuar un camino que mantenga la
prioridad en la infancia, dijo.
Crotti se mostró optimista y reconoció
en Uruguay una institucionalidad y capacidad de entender el
interés de su propia gente más allá de las diferencias
tácticas de cómo llegar a ello.
Julio Bango elogió este informe por su
contenido y por el hecho de haberlo elaborado.
A 20 años de la firma de la Convención
que supone un cambio de paradigma en las formas de
relacionamiento social y civilizatorio entre adultos,
niños, niñas y adolescentes, se presenta un Estado Mundial
de la Infancia con capacidad crítica. Esta síntesis nos
pone a todos al tanto de cómo está el mundo respecto al
tema, indicó. "El mundo no anda del todo bien respecto a la
infancia y la adolescencia", aseguró.
El informe capta avances, pero además
plantea los problemas, no "compra" ninguna de las dos
mitades del vaso.
Al mundo aún le falta mucho para
alcanzar justicia social y pleno ejercicio de la libertad
de todas las personas, reflexionó.
Este informe además, vincula desde la
política de infancia, esta situación con lo que es un orden
económico y político global.
Una de las razones por las que hay que
invertir en la infancia tiene que ver con las posibilidades
de desarrollo ciertas de nuestras sociedades con la
consolidación de nuestras democracias.
Miguel Cillero realizó una extensa
presentación sobre el tema derechos del niño y el
adolescente a nivel mundial, desde su rol de jurista.
La Convención de los Derechos del Niño
es fundamentalmente un instrumento político que utiliza un
mecanismo jurídico para transformar la sociedad. Pretende
modificar las relaciones de los niños con las autoridades,
la sociedad, la familia y la comunidad, busca reestructurar
su carácter, su horizontalidad o verticalidad.
Cillero es optimista y confía en que el
proceso está en marcha y el cambio se está produciendo.
Su ponencia se centró en tres partes:
primero, enumeró una serie de cuestiones teóricas sobre la
Convención y la diferencia entre protección y libertad,
dándole a ello un cierto carácter histórico. Segundo,
analizó cómo los principios estructurantes de la Convención
(interés superior, igualdad) pueden servir de base para ver
lo que ocurrió en estos años. Tercero, planteó desafíos o
visiones de cara al futuro.
El especialista considera que la
Convención es la expresión de un consenso político
universal.
Cillero entiende que los derechos de los
niños son una prueba de nuestras convicciones como
sociedad, de ver si somos capaces de ceder parte de
nuestros derechos para que una parte muy importante de la
humanidad pueda desarrollar un proyecto independiente, aún
a costa de algunas dificultades e inconveniencias para los
adultos que son quienes reparten el poder, y de alguna
forma tienen el poder político de diseñar y aplicar las
políticas públicas, la justicia y la legislación. |