Demostrativos resultados
Gobierno evaluó último año de gestión: un país sin
recesión y en franco crecimiento
El Consejo de Ministros fue la
instancia propicia para analizar las política aplicadas el
último año, consecuentes con el accionar del Gobierno en
cinco años de gestión. Entre las conclusiones alcanzadas y
pese a adversidades climáticas, políticas y financieras,
Uruguay no configura recesión, ni lo hará en los próximos
tiempos. Posee guarismos de desocupación históricos y
retoma la senda de crecimiento en todos los sectores.
En el marco del encuentro semanal del
Presidente de la República y su gabinete ministerial se
realizó una evaluación de la situación económico-social del
país durante todo el período de gobierno desde marzo de
2005, y de lo que ha sido la política instrumentada con
sus bases de coherencia, pero principalmente el último año,
en un contexto diferente.
Los ministros de Economía y Finanzas,
Álvaro García; Industria, Energía y Minería, Raúl Sendic, y
Trabajo y Seguridad Social, Julio Baráibar, informaron
acerca de este balance. Explicaron que se realizaron
consideraciones de carácter económico y político, mediante
una evaluación de todo el período.
Desde el punto de vista del Ministerio de
Economía y Finanzas (MEF), Álvaro García manifestó que
desde marzo de 2005, se puso en marcha una política
económico-social, ante un contexto adverso. A ello se
acumularon los años de sequía de 2006 y la propia sequía de
2008, así como la situación de la crisis financiera
internacional que se desató en setiembre del año pasado.
Todos elementos que pusieron a prueba la política
económico-social del país.
Primero, fue necesario elaborar un
diagnóstico. La visión de equilibrio que se manejó a partir
de ese período por parte del Gobierno, llevó a obtener los
resultados actuales.
García concluyó que Uruguay es uno de los
pocos países del mundo que no cayó en recesión y se
encuentra nuevamente en franco crecimiento.
La situación en aquel momento no era tan
clara, principalmente para todos los actores políticos.
Recordó que el país vivió momento de fuerte
incertidumbre, donde todos los actores políticos debían
trabajar en el mismo sentido. Sin embargo, existieron
algunas instancias parlamentarias, en octubre pasado, que
pretendieron levantar una voz de alarma. Se registraron
varias intervenciones de legisladores de la oposición
diciendo que el país en aquel momento estaba parado,
congelado.
De todas formas, el equilibrio mantenido y
la visión cauta de trabajar con números y no con los
titulares de los diarios internacionales (realmente
catastróficos en aquel momento), sumado a las virtudes de
la política económico-social implementada, permitieron que
el país fuera trazando un camino favorable.
García reiteró que durante muchos meses se
anunció que el país iba a caer en recesión, que habría una
caída de los productos. Incluso en una de sus últimas
intervenciones en el Parlamento, algún legislador opositor
le planteó que iban a entregar un país en caída.
“Todo eso no se dio por la tarea realizada
en marzo de 2005, gracias al diagnóstico y a mantener el
rumbo firme a partir del mes de setiembre del año pasado”,
aseguró el Jerarca.
La evaluación más macro que se realiza
apunta a ello. Hoy el país no configura recesión ni lo hará
en los próximos tiempos, cuenta con guarismos de
desocupación realmente históricos y con una importante
retomada de crecimiento en todos los sectores.
En tanto, en los aspectos monetarios y
vinculados a la inflación se encuentra en niveles dentro de
la banda del Banco Central, por lo tanto absolutamente
razonables.
El ministro de Industria, Energía y Minería
(MIEM), Raúl Sendic, realizó un breve repaso por los
números relacionados con la producción industrial del país.
Destacó que la producción industrial creció
un 100% entre el año 2005 y 2009. Uruguay contaba con un
producto bruto industrial de 2.500 millones de dólares en
el año 2005 y actualmente asciende a los 5.000 millones de
dólares anuales.
La industria creció en el entorno del 40%,
pasando de 11.000 empresas en el área industrial a 15.000.
La ocupación de mano de obra en el sector industrial pasó
de 100.000 a trabajadores a 130.000.
Durante este año, y a pesar de la crisis
internacional, el flujo de inversión en el sector
industrial fue muy importante, alcanzando los 500 millones
de dólares de inversiones directas en infraestructura
industrial, maquinaria, nuevos montajes y una ampliación de
infraestructuras ya existentes. Sendic señaló que estas
inversiones son un 340% más que las que hubo durante el
mismo período de tiempo durante 2004.
Además, en relación a las exportaciones de
bienes del país se incrementaron en este período de
Gobierno en un 90%, con un volumen de exportaciones
industriales de 4.500 millones de dólares. El Jerarca
explicó que el destino de esas exportaciones, que
anteriormente era básicamente hacia el MERCOSUR y América
Latina, hoy en día más de un 40% es hacia una diversidad de
mercado muy grande.
Sendic resaltó que estas cifras son el
resultado de la generación de confianza en la capacidad de
Uruguay de sostener las inversiones y del trabajo realizado
por el Gabinete Productivo que permitió, en medio de una
crisis internacional, tomar medidas que fueron el sostén de
las cadenas de valor dentro del país.
Además, señaló que la relación entre el
incremento del producto industrial, la mano de obra y los
salarios muestran también que no sólo se generó mayor
riqueza en el país sino que existió una distribución más
equitativa entre los trabajadores.
Por su parte, el ministro de Trabajo y
Seguridad Social (MTSS), Julio Baráibar, informó que esta
Administración culminará con un aumento del salario real
promedio cercano al 26%. Algunos sectores –los que habían
tenido mayores pérdidas- lograron un aumento superior al
30%.
Señaló que este aspecto fue muy criticado
porque la política de devolverles a los trabajadores lo que
se les había quitado, se veía como un regalo y que iba a
traer graves consecuencias para la economía del país. Por
el contrario, las cifras muestran que la industria y el
comercio crecieron, incluso luego del año de la mayor
crisis económica-financiera. El empleo también sigue esta
tendencia al crecimiento y actualmente se registran niveles
récord, con un gran aporte proveniente del turismo.
La importancia que tiene haber devuelto a
los trabajadores lo que habían perdido, aumentando la
cantidad de empleo, el PBI en cifras históricas,
incrementando la producción industrial y un comercio que
durante todo el período se desempeñó positivamente.
Frente a la crisis internacional, nuestro
país mostró la política a llevar adelante debía enfocarse
en mantener el salario de los trabajadores, asegurar el
máximo de empleo posible con buenos ingresos y garantizar,
de esa manera, el desarrollo del comercio interno. Afirmó
que ese equilibrio es fundamental, el cual se alcanzó en
este Gobierno y debe ser un ejemplo para futuros gobiernos
-de Uruguay y la región- sobre la política económica,
laboral y productiva que se debe llevar adelante. |