Niños expuestos como enemigos públicos y responsables
de la inseguridad
El periodista argentino, Adrián Arden,
disertante en un taller sobre el manejo del tema “niñez y
adolescencia” en los medios, aseguró que en materia de
delito infantil, se presenta a los menores como
“delincuentes”, y responsables de una “ola de inseguridad”
que las estadísticas no suelen confirmar. Llamó a sus
colegas a profundizar sus notas, apeló a la responsabilidad
de las empresas y reconoció ausencia de capacitación
En el marco de la presentación de una
publicación de la Agencia “Voz y Vos” de El Abrojo y
UNICEF, se realizó un taller para periodistas del interior
del país abocado al manejo del tema “niñez y adolescencia”
en los medios de comunicación.
El disertante fue el periodista Adrián
Arden, editor de Periodismo Social (Buenos
Aires-Argentina).
Arden explicó que su presencia en
Uruguay procura apoyar el trabajo de la Agencia de
Comunicación nacional, dado que él realiza una tarea de
monitoreo similar en Argentina.
El objetivo del taller con colegas
uruguayos era difundir su experiencia vinculada a temáticas
que se procuran investigar e instalar en los medios como es
el tratamiento del trabajo infantil, la violencia de todo
tipo incluida la sexual y el delito, este último muy
visible en Argentina en el último tiempo, que también
comienza a cobrar relevancia en Uruguay. El delito
vinculado a la infancia y cómo los niños se están
convirtiendo en el gran enemigo público y los acusados de
la “ola de inseguridad” que hablan los medios, y que en
general no se confirma en las estadísticas, ni en ningún
estudio serio, aseguró.
Arden propone una reflexión sobre cómo
están trabajando los periodistas en relación a los temas de
infancia y entiende oportuno alertar sobre algunas cosas
que se están haciendo mal, que surgen a partir de estas
investigaciones, como es el poco uso de fuentes en las
noticias.
Otro punto débil es el manejo de
términos estigmatizantes y discriminatorios para referirse
a la infancia. Cuando se habla de los chicos acusados de
delito, se utilizan términos como “delincuente”,
“hampones”, “precoses maleantes”, todos conceptos que
estigmatizan la infancia y la colocan en un lugar sin
derechos.
La idea es proponer el debate, saber si
lo que falta es capacitación, si se está trabajando mal en
las redacciones de los diarios y por qué se están
cometiendo estos errores.
Arden insiste en la ausencia de
capacitación; es necesario que los periodistas estén
formados en el tema infancia.
En general, los menores de 18 años en
nuestros países representan el 30% de la población. Sin
embargo, muy pocos periodistas están formados en el tema,
periodistas que reconozcan la Convención de los Derechos
del Niño, que la incorporen en sus notas, así como la
legislación sobre infancia, el control de las políticas
públicas.
Otro factor que incide en la calidad de
la información, son las condiciones como se producen las
noticias, las urgencias de las redacciones, las exigencias
desmedidas para que los periodistas sean cronistas,
fotógrafos, redactores de afuera, y en cuatro horas hagan
cinco notas.
El periodista entiende que falta un
tratamiento profundo de la noticia, agregarle contexto,
pensar en las causas de un hecho y en sus consecuencias.
“Sobre todos hay que tener en cuenta que lo que uno dice
modela ideologías, crea mundos. Cuando utilizamos una
palabra como ‘ladrón’, para hablar de un chico
presuntamente acusado de un delito, eso crea una ideología,
un mundo, una realidad”, aseguró.
Muchas veces las campañas que se dan en
los medios terminan definiendo una política pública,
explicó. Citó como ejemplo lo que ocurre actualmente en su
país (Argentina), donde se está bajando la edad de
imputabilidad para los niños acusados de delitos. A partir
de los 14 años se podrá encarcelar a un menor.
Eso tuvo mucho que ver con la
instalación del tema de los niños acusados de delitos en
los medios de comunicación, “fogoneando” campañas y
tratamientos de este tema, sobre todo cuando después se
descubre que los chicos no participan tanto del delito, ya
que no es una cifra que creció tanto en relación a años
anteriores.
Los responsables del delito en generan
continúan siendo los adultos. Cuando los niños están dentro
del delito es porque un adulto los introdujo o porque el
Estado falló en las maneras de contenerlo, pero no por
decisión propia. “Si eso no está dentro de las noticias,
muchas veces termina propiciando políticas públicas que en
general no son buenas, no llevan a buen puerto”, añadió.
Consultado por el uso de la imagen de
los menores, sobre todo a nivel televisivo, Arden explicó
que existen reglas para utilizarla. Quienes están en riesgo
no pueden ser identificados, sus familias tampoco.
Para utilizar una imagen de un niño que
esté acusado de un delito o víctima de un abuso, la misma
debe ser pixelada, por ejemplo, entre otros recursos para
evitar la identificación.
En general esto no se cumple, incluso se
habla de proteger al niño, pero se entrevista a un
familiar, se les muestra su rostro, el barrio en el que
viven, lo que deriva en una estigmatización del menor y en
su identificación, por otros canales.
Existen casos muy delicados y
peligrosos, como cuando se habla de chicas menores que son
rescatadas de las redes de trata de personas, si se las
identifica se pone en riesgo su vida, pueden ser
recapturadas y pueden vengarse de ellas.
Una cosa es hablar sobre el imaginario
de las palabras y otra es poner en riesgo a una persona,
aclaró.
Si bien le atribuye responsabilidad a
ambas partes, a los medios y a los periodistas, Arden
entiende que siempre es una decisión personal de los
periodistas el tratamiento que realizan de la noticia, la
calidad del trabajo que presentan.
Los medios tienen determinadas miradas
sobre los temas, pero en general se trata de una visión
personal, porque no hay ningún editor ni medio que se
niegue a publicar una nota con buen enfoque, con todas las
fuentes posibles, con un tratamiento profundo de las
noticias.
“No hay medios que decidan publicar
malas noticias, hay periodistas que escriben mal las
noticias”, añadió. |