Aduanas eficientes: Prato expuso las acciones de su
Dirección contra la piratería y la falsificación
El Director Nacional de Aduanas,
Ricardo Prato, participó de un encuentro internacional de
lucha contra la piratería realizado en Argentina. El
Jerarca destacó los logros alcanzados por Uruguay en la
materia, y las distinciones internacionales que recibió.
Eso fue posible porque el gobierno nacional mantiene el
firme objetivo de seguir consolidando la seriedad que lo
caracteriza, y asegurando que por sus puertos y aeropuertos
no transite mercadería producida mediante prácticas dolosas
El “III Encuentro
internacional de Aduanas y sector privado sobre la lucha
contra la piratería”, fue organizado por la Asociación
Argentina de Lucha contra la Piratería (AFIP-Aduana
Argentina). La actividad tuvo lugar el pasado 25 de
noviembre, en Puerto Iguazú, Misiones, Argentina.
Ricardo Prato destacó
la hermandad entre ambos países en el combate al delito de
la piratería y la falsificación -estrechamente vinculado al
contrabando- y en la coordinación de esfuerzos para
garantizar los derechos y el desarrollo de sus sociedades y
ciudadanos.
Recordó que está al
frente de la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay desde
el 16 de octubre de 2008, fecha desde la cual el combate a
la piratería y la falsificación fueron asuntos
preponderantes en su gestión.
Prato recordó que
durante el primer semestre de 2009, la Dirección Nacional
de Aduanas mantuvo una controversia con la Justicia de
Aduanas a partir de la prohibición de aperturar
contenedores en tránsito que dictaminó un juez.
El grueso de las
acciones contra la falsificación y la piratería que se
desarrollan en Uruguay recaen sobre contenedores que están
en tránsito por Montevideo hacia otro destino.
Para Aduanas no hay
dudas: un tránsito es una operación aduanera y por tanto
esa mercadería puede ser revisada por sus funcionarios. Al
mismo tiempo, está claro que en el régimen jurídico vigente
en Uruguay la falsificación y la piratería pertenecen a la
órbita de lo Penal.
Lo que siempre
sucedía era que, de oficio y por tratarse de mercadería en
tránsito, Aduanas revisaba esos contenedores, y en caso de
haber mercaderías falsificadas, se daba cuenta a los
representantes de las marcas que eran los que demandaban
ante la justicia penal en defensa de sus clientes.
Este procedimiento,
que se aplicó sin cuestionamiento ninguno durante años, fue
puesto en entredicho por un juez de Aduanas que, de hecho,
disminuyó las capacidades de Aduanas y del Estado uruguayo-
para cumplir con sus cometidos, para combatir el delito y
puso en juego la seriedad que nuestro país fue construyendo
con esfuerzo durante décadas.
En medio del litigio,
la Suprema Corte de Justicia le dio un nuevo destino al
juez interviniente y al finalizar el proceso, un Tribunal
de Apelaciones sostuvo que el juez no era competente para
lo que había hecho.
“Todo volvió a la
normalidad. Se restauró la autoridad de la Aduana y sus
capacidades para el cumplimiento de sus objetivos se
despliegan sin cortapisas”, dijo.
En otro orden,
informó que en junio de 2009, las Aduanas del mundo
premiaron a Aduanas de Uruguay por su trabajo en el combate
a la piratería y la falsificación. El premio fue entregado
en el marco de la sesión del Consejo de la Organización
Mundial de Aduanas (OMA), en Bruselas.
“Este premio le
pertenece a los trabajadores de Aduanas, a los funcionarios
honestos de nuestras aduanas y a ellos va nuestro orgulloso
reconocimiento”, indicó.
Calificó este
reconocimiento como “muy estimulante” a la hora de seguir
trabajando sin bajar los brazos en este compromiso.
Esto fue posible
porque el gobierno de Uruguay tiene un firme objetivo en
seguir consolidando la seriedad que lo caracteriza,
asegurando que por sus puertos y aeropuertos no transite
mercadería producida mediante prácticas dolosas.
“Aspiramos a que los
puertos y aeropuertos de Uruguay sean la mejor opción de
entrada del comercio exterior a la región y procuramos dar
cada vez mejores ofertas a los agentes de comercio
exterior”, dijo.
La seguridad es un
plus que el Estado debe dar para asegurar el éxito de los
agentes nacionales de comercio exterior de modo que la
economía se siga fortaleciendo y con ella el bienestar de
sus conciudadanos.
El compromiso de
Aduanas en el combate a la corrupción y al contrabando
consolida el país serio y fortalece la oferta logística
uruguaya.
El gobierno de
Uruguay entiende que debe evitar que transiten mercaderías
falsas por su territorio, puertos, aeropuertos y zonas
francas.
Uruguay es un país
serio, confiable, seguro y previsible y ese es un capital
que debe fortalecer permanentemente y en todas sus
dimensiones.
La pregunta acerca de
por qué hay que abrir en Montevideo contenedores que van
con destino a otras ciudades emerge siempre y los que la
hacen la refuerzan afirmando que si hay mercadería en
situación irregular, será en los puertos de destino donde
deban preocuparse.
“No queremos escuchar
que en otras ciudades de la región o el mundo se diga que
por Montevideo pasa cualquier cosa y nos vamos cuidar bien
de que eso no suceda. Hemos desarrollado las coordinaciones
necesarias para que los procedimientos sean rápidos y se
encuentra mercadería falsa en 99% de los contenedores en
tránsito que se abren sospechando el transporte de ese tipo
de productos”, añadió.
En nuestro país, los
servicios logísticos ya son un sector pujante de la
economía y aún está muy lejos de alcanzar el máximo de sus
posibilidades. Aduanas sabe bien que garantizar la
seguridad, sus puertos y aeropuertos fortalece el negocio
logístico en tanto fortalece la calidad de la oferta.
Las dimensiones del
crimen organizado superan los esfuerzos individuales de
agencias de un Estado pequeño como el de Uruguay donde hay
certeza que grandes organizaciones de narcotraficantes
extranjeras intentaron conformar alianzas con
contrabandistas para asegurarse la infraestructura
necesaria, explicó.
Si las organizaciones
criminales buscan la sinergia en sus estructuras, contactos
y poder económico, el Estado no puede dar respuestas
aisladas.
La coordinación tanto
entre las instituciones del Estado como de éstas con los
actores privados es un factor clave para garantizar el
éxito en el combate a la falsificación y el contrabando,
sostuvo.
“Debemos celebrar las
puertas que podamos abrir en estas horas para consolidar
las coordinaciones institucionales que tenemos entre las
aduanas de los Estados de la región”, dijo.
Con los estudios
dedicados a la defensa de las marcas y con la recientemente
creada Asociación Uruguaya de Agencias de la Propiedad
Intelectual (AUDAPI), Aduanas del Uruguay mantiene un
relacionamiento fluido.
Esta administración
entiende que los estudios, las agencias y la gremial que
los nuclea, son actores privados que en la sana defensa de
sus intereses incidirán en el fortalecimiento de la
producción de conocimiento y el trabajo de los uruguayos.
La mejora de las
capacidades de las agencias del Estado para cumplir con sus
cometidos es otra clave que procuraron desarrollar.
A través de una
comisión liderada por el Ministerio del Interior se
capacita permanentemente a funcionarios policiales,
aduaneros y municipales en el reconocimiento de los
productos falsificados o piratas.
Convencidos que
Aduanas no puede combatir el contrabando en forma
exclusiva, desde octubre de 2008, se involucró a la
comunidad de inteligencia con sus distintas agencias, en un
proceso de acercamiento que favorece la acción conjunta y
ahuyenta los recelos recíprocos.
Prato informó que una
vez cada 15 días, se encuentran en Aduanas la mayor parte
de los servicios de inteligencia e información del país.
Otro aspecto
determinante en el trabajo contra la falsificación y la
piratería, fue el fortalecimiento de las capacidades de
investigación e inteligencia de la administración, con la
incorporación de equipos que se fueron ganando el respeto
de los magistrados y trabajan desarticulando redes en las
que actúan funcionarios aduaneros y personas de fuera de
Aduanas.
Uruguay es un país de
paso para muchas mercaderías e inclusive para la droga,
explicó el Jerarca. “Nuestro mercado es pequeño para la
introducción de grandes cantidades de mercadería
falsificada en forma directa”, añadió.
Contar con objetivos
claros respecto a lo que se quiere hacer en Aduanas, no
sólo en lo que tiene que ver con la falsificación y la
piratería, da un marco firme a las acciones que se hagan al
respecto.
Esta administración
se fijó por objetivos contribuir a la facilitación del
comercio exterior, asegurar la defensa de la ciudadanía y
combatir el contrabando y la corrupción apegada
estrictamente a lo que indica la Constitución de la
República y las Leyes.
Esto ocurre, en medio
de un proceso de modernización que abarca a la totalidad de
Aduanas y que se readecuó en lo primeros meses de la actual
gestión, al tiempo que Aduanas del Uruguay procura
reestablecer su presencia internacional en el marco de la
Organización Mundial de Aduanas (OMA).
Al respecto de estos
objetivos, la DNA emite mensajes que no admiten ningún tipo
de duda y que son frontales cuando se refiere a la
corrupción tanto dentro como fuera de Aduanas.
“Apostamos a
modificar la legislación y que la Aduana pueda ser, por lo
menos, denunciante en los casos de falsificación, mas allá
de la necesidad de la presencia de peritos para verificar
esos hechos., que determinarán la actitud judicial. Una
adecuada respuesta a los temas de falsificación y
piratería, dan más seguridad a nuestros puertos y
aeropuertos y fortalece nuestra posición en el mercado de
la logística”, dijo.
Si se logra producir
servicios logísticos de alta calidad y posicionarse como
líderes en la región no harán otra cosa que responder a su
vocación ancestral de hacer negocios en las fronteras, que
tuvieron la atenta mirada del blandengue José Artigas,
recordó Prato.
Pero esa respuesta se
da esta vez con una mirada nueva, incorporando tecnologías,
conocimiento, esfuerzos por coordinar y por involucrar en
estos procesos a funcionarios aduaneros con un nuevo
espíritu: honestos, profesionales y preocupados por
asegurar mejores condiciones de vida para los ciudadanos.
Prato comprometió su
apoyo a todos quienes trabajen en el combate a la piratería
y la falsificación, y sean capaces de acompañarlo en su
esfuerzo por desarrollar una aduana eficiente, segura y
libre de corrupción y contrabando. |