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30 de noviembre, 2009
Aduanas eficientes: Prato expuso las acciones de su Dirección contra la piratería y la falsificación
El Director Nacional de Aduanas, Ricardo Prato, participó de un encuentro internacional de lucha contra la piratería realizado en Argentina. El Jerarca destacó los logros alcanzados por Uruguay en la materia, y las distinciones internacionales que recibió. Eso fue posible porque el gobierno nacional mantiene el firme objetivo de seguir consolidando la seriedad que lo caracteriza, y asegurando que por sus puertos y aeropuertos no transite mercadería producida mediante prácticas dolosas

El “III Encuentro internacional de Aduanas y sector privado sobre la lucha contra la piratería”, fue organizado por la Asociación Argentina de Lucha contra la Piratería (AFIP-Aduana Argentina). La actividad tuvo lugar el pasado 25 de noviembre, en Puerto Iguazú, Misiones, Argentina.

Ricardo Prato destacó la hermandad entre ambos países en el combate al delito de la piratería y la falsificación -estrechamente vinculado al contrabando- y en la coordinación de esfuerzos para garantizar los derechos y el desarrollo de sus sociedades y ciudadanos.

Recordó que está al frente de la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay desde el 16 de octubre de 2008, fecha desde la cual el combate a la piratería y la falsificación fueron asuntos preponderantes en su gestión.

Prato recordó que durante el primer semestre de 2009, la Dirección Nacional de Aduanas mantuvo una controversia con la Justicia de Aduanas a partir de la prohibición de aperturar contenedores en tránsito que dictaminó un juez.

El grueso de las acciones contra la falsificación y la piratería que se desarrollan en Uruguay recaen sobre contenedores que están en tránsito por Montevideo hacia otro destino.

Para Aduanas no hay dudas: un tránsito es una operación aduanera y por tanto esa mercadería puede ser revisada por sus funcionarios. Al mismo tiempo, está claro que en el régimen jurídico vigente en Uruguay la falsificación y la piratería pertenecen a la órbita de lo Penal.

Lo que siempre sucedía era que, de oficio y por tratarse de mercadería en tránsito, Aduanas revisaba esos contenedores, y en caso de haber mercaderías falsificadas, se daba cuenta  a los representantes de las marcas que eran los que demandaban ante la justicia penal en defensa de sus clientes.

Este procedimiento, que se aplicó sin cuestionamiento ninguno durante años, fue puesto en entredicho por un juez de Aduanas que, de hecho, disminuyó las capacidades de Aduanas y del Estado uruguayo- para cumplir con sus cometidos, para combatir el delito y puso en juego la seriedad que nuestro país fue construyendo con esfuerzo durante décadas.

En medio del litigio, la Suprema Corte de Justicia le dio un nuevo destino al juez interviniente y al finalizar el proceso, un Tribunal de Apelaciones sostuvo que el juez no era competente para lo que había hecho.

“Todo volvió a la normalidad. Se restauró la autoridad de la Aduana y sus capacidades para el cumplimiento de sus objetivos se despliegan sin cortapisas”, dijo.

En otro orden, informó que en junio de 2009, las Aduanas del mundo premiaron a Aduanas de Uruguay por su trabajo en el combate a la piratería y la falsificación. El premio fue entregado en el marco de la sesión del Consejo de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), en Bruselas.

“Este premio le pertenece a los trabajadores de Aduanas, a los funcionarios honestos de nuestras aduanas y a ellos va nuestro orgulloso reconocimiento”, indicó.

Calificó este reconocimiento como “muy estimulante” a la hora de seguir trabajando sin bajar los brazos en este compromiso.

Esto fue posible porque el gobierno de Uruguay tiene un firme objetivo en seguir consolidando la seriedad que lo caracteriza, asegurando que por sus puertos y aeropuertos no transite mercadería producida mediante prácticas dolosas.

“Aspiramos a que los puertos y aeropuertos de Uruguay sean la mejor opción de entrada del comercio exterior a la región y procuramos dar cada vez mejores ofertas a los agentes de comercio exterior”, dijo.

La seguridad es un plus que el Estado debe dar para asegurar el éxito de los agentes nacionales de comercio exterior de modo que la economía se siga fortaleciendo y con ella el bienestar de sus conciudadanos.

El compromiso de Aduanas en el combate a la corrupción y al contrabando consolida el país serio y fortalece la oferta logística uruguaya.

El gobierno de Uruguay entiende que debe evitar que transiten mercaderías falsas por su territorio, puertos, aeropuertos y zonas francas.

Uruguay es un país serio, confiable, seguro y previsible y ese es un capital que debe fortalecer permanentemente y en todas sus dimensiones.

La pregunta acerca de por qué hay que abrir en Montevideo contenedores que van con destino a otras ciudades emerge siempre y los que la hacen la refuerzan afirmando que si hay mercadería en situación irregular, será en los puertos de destino donde deban preocuparse.

“No queremos escuchar que en otras ciudades de la región o el mundo se diga que por Montevideo pasa cualquier cosa y nos vamos cuidar bien de que eso no suceda. Hemos desarrollado las coordinaciones necesarias para que los procedimientos sean rápidos y se encuentra mercadería falsa en 99% de los contenedores en tránsito que se abren sospechando el transporte de ese tipo de productos”, añadió.

En nuestro país, los servicios logísticos ya son un sector pujante de la economía y aún está muy lejos de alcanzar el máximo de sus posibilidades. Aduanas sabe bien que garantizar la seguridad, sus puertos y aeropuertos fortalece el negocio logístico en tanto fortalece la calidad de la oferta.

Las dimensiones del crimen organizado superan los esfuerzos individuales de agencias de un Estado pequeño como el de Uruguay donde hay certeza que grandes organizaciones de narcotraficantes extranjeras intentaron conformar alianzas con contrabandistas para asegurarse la infraestructura necesaria, explicó.

Si las organizaciones criminales buscan la sinergia en sus estructuras, contactos y poder económico, el Estado no puede dar respuestas aisladas.

La coordinación tanto entre las instituciones del Estado como de éstas con los actores privados es un factor clave para garantizar el éxito en el combate a la falsificación y el contrabando, sostuvo.

“Debemos celebrar las puertas que podamos abrir en estas horas para consolidar las coordinaciones institucionales que tenemos entre las aduanas de los Estados de la región”, dijo.

Con los estudios dedicados a la defensa de las marcas y con la recientemente creada Asociación Uruguaya de Agencias de la Propiedad Intelectual (AUDAPI), Aduanas  del Uruguay mantiene un relacionamiento fluido.

Esta administración entiende que los estudios, las agencias y la gremial que los nuclea, son actores privados que en la sana defensa de sus intereses incidirán en el fortalecimiento de la producción de conocimiento y el trabajo de los uruguayos.

La mejora de las capacidades de las agencias del Estado para cumplir con sus cometidos es otra clave que procuraron desarrollar.

A través de una comisión liderada por el Ministerio del Interior se capacita permanentemente a funcionarios policiales, aduaneros y municipales en el reconocimiento de los productos falsificados o piratas.

Convencidos que Aduanas no puede combatir el contrabando en forma exclusiva, desde octubre de 2008, se involucró a la comunidad de inteligencia con sus distintas agencias, en un proceso de acercamiento que favorece la acción conjunta y ahuyenta los recelos recíprocos.

Prato informó que una vez cada 15 días, se encuentran en Aduanas la mayor parte de los servicios de inteligencia e información del país.

Otro aspecto determinante en el trabajo contra la falsificación y la piratería, fue el fortalecimiento de las capacidades de investigación e inteligencia de la administración, con la incorporación de equipos que se fueron ganando el respeto de los magistrados y trabajan desarticulando redes en las que actúan funcionarios aduaneros y personas de fuera de Aduanas.

Uruguay es un país de paso para muchas mercaderías e inclusive para la droga, explicó el Jerarca. “Nuestro mercado es pequeño para la introducción de grandes cantidades de mercadería falsificada en forma directa”, añadió.

Contar con objetivos claros respecto a lo que se quiere hacer en Aduanas, no sólo en lo que tiene que ver con la falsificación y la piratería, da un marco firme a las acciones que se hagan al respecto.

Esta administración se fijó por objetivos contribuir a la facilitación del comercio exterior, asegurar la defensa de la ciudadanía y combatir el contrabando y la corrupción apegada estrictamente a lo que indica la Constitución de la República y las Leyes.

Esto ocurre, en medio de un proceso de modernización que abarca a la totalidad de Aduanas y que se readecuó en lo primeros meses de la actual gestión, al tiempo que Aduanas del Uruguay procura reestablecer su presencia internacional en el marco de la Organización Mundial de Aduanas (OMA).

Al respecto de estos objetivos, la DNA emite mensajes que no admiten ningún tipo de duda y que son frontales cuando se refiere a la corrupción tanto dentro como fuera de Aduanas.

“Apostamos a modificar la legislación y que la Aduana pueda ser, por lo menos, denunciante en los casos de falsificación, mas allá de la necesidad de la presencia de peritos para verificar esos hechos., que determinarán la actitud judicial. Una adecuada respuesta a los temas de falsificación y piratería, dan más seguridad a nuestros puertos y aeropuertos y fortalece nuestra posición en el mercado de la logística”, dijo.

Si se logra producir servicios logísticos de alta calidad y posicionarse como líderes en la región no harán otra cosa que responder a su vocación ancestral de hacer negocios en las fronteras, que tuvieron la atenta mirada del blandengue José Artigas, recordó Prato.

Pero esa respuesta se da esta vez con una mirada nueva, incorporando tecnologías, conocimiento, esfuerzos por coordinar y por involucrar en estos procesos a funcionarios aduaneros con un nuevo espíritu: honestos, profesionales y preocupados por asegurar mejores condiciones de vida para los ciudadanos.

Prato comprometió su apoyo a todos quienes trabajen en el combate a la piratería y la falsificación, y sean capaces de acompañarlo en su esfuerzo por desarrollar una aduana eficiente, segura y libre de corrupción y contrabando.