Clasificación de donaciones
La Universidad de la República se suma a las tareas de
asistencia a miles de evacuados
La Unidad de Extensión de la UDELAR
colabora en la asistencia a evacuados del litoral-norte del
país. Su aporte consiste en clasificar distintas donaciones
y la atención de los niños de las zonas afectadas
brindándoles la merienda diaria. La coordinación permanente
entre el CECOED y el Prorectorado de Extensión, derivará en
la ampliación de la ayuda en áreas como arquitectura,
pensando en el futuro retorno a los hogares
La Universidad de la República es otro
de los agentes que colaboran ante la difícil situación que
atraviesan miles de ciudadanos en el litoral-norte del
país, producto de las intensas lluvias, que derivaron en
vastas zonas inundadas. Para ello, la Regional Norte de
UDELAR trabaja intensamente y en forma solidaria con las
personas afectadas.
Puntualmente en Paysandú, las tareas se
realizan en conjunto con el Comité Coordinador de
Emergencias Departamental (CECOED).
La Coordinadora de la Unidad de
Extensión de la Universidad de la República en Paysandú,
María José Apesteguía, informó que el pasado lunes se
realizó una reunión, donde se acordó que todos los
esfuerzos que se concreten en la atención de los inundados
y personas en situación de riesgo, pasará por el Comité de
Emergencias para no replicar esfuerzos, evitando además que
quede gente sobre-atendida y otra sin atención.
Tras este encuentro, la Unidad de
Extensión del Centro Universitario de Paysandú abrió una
boca de recepción de donaciones, proveniente de Montevideo
y el resto de los departamentos del país.
Este equipo de trabajo acordó su tarea
con el CECOED, basada en la recepción de estas
colaboraciones y su posterior clasificación.
Esto es posible gracias al apoyo de los
estudiantes que residen en el departamento, ya que realizan
carreras en el Centro Universitario.
Se organizaron turnos y son ellos
quienes clasifican los materiales recibidos, para luego
entregarlos al Comité de Emergencias. La clasificación se
realiza por sexo y edad para facilitar la distribución.
Previamente, los voluntarios
concurrieron a los barrios más afectados para consultar a
la gente qué cosas necesitaban con mayor exigencia, y de
esa forma saber en qué priorizar al momento de realizar los
pedidos para la recepción de donaciones.
Lo primero que solicitaron fue
repelente, por la existencia de mosquitos, elemento que
-sin embargo- la gente no suele donar.
También se requiere calzado infantil y
pañales, sobre todo de tamaño mediano y grande, kits de
higiene personal (jabones, desodorantes, etcétera),
toallas, colchones y ropa de cama.
Apesteguía informó que lo que se recibe
con más frecuencia es vestimenta, incluso actualmente se
cuenta con una reserva de ropa, por lo que se insiste en la
necesidad de los artículos antes mencionados, sobre todo y
en forma prioritaria: repelentes.
Además, como extensión se trabaja en uno
de los barrios más afectados en la zona sur de Paysandú. A
través del Servicio de Orientación, Consulta y Articulación
Territorial (SOCAT) -con quien articulan acciones- los
integrantes de la Unidad de Extensión Universitaria junto
con estudiantes concurren a la Policlínica Suroeste a
colaborar en el lugar, dándole la merienda a los niños
todas las tardes.
En esta modalidad solidaria trabajan
prácticamente todos los miembros del Centro Universitario
-unas 15 personas- además de los estudiantes, que alcanzan
los 30. Eso hace un total de 45 personas.
En este tipo de acciones, la Unidad
trabaja con recursos locales. Paralelamente se encuentran
en contacto con el Pro Rector de Extensión, Humberto
Tommasino y a través de ellos se comenzará a coordinar
acciones en materia de arquitectura por ejemplo, entre
otros tipos de asistencias.
A partir de estas articulaciones
realizadas a nivel central será posible realizar tareas
conjuntas con los distintos servicios de la Universidad de
acuerdo a la demanda, para evitar la desigualdad en la
atención. De todas formas son decisiones que se toman sobre
la marcha, explicó Apesteguía.
Este tipo de acciones tienen
antecedentes en las inundaciones ocurridas hace dos años
aproximadamente. En ese momento se organizó un comité de
emergencia ante desastres naturales.
La Unidad de Extensión Universitaria
existe desde 1992 y siempre trabajó en estas situaciones
procurando organizar y articular los recursos provenientes
de la Capital.