Integración de la cadena
Buenas Prácticas: Guía para que arroceros mejoren su
productividad y competitividad
La Asociación de Cultivadores de Arroz
presentó la "Guía de Buenas Prácticas Agrícolas", con el
fin de mejorar la eficiencia del sistema productivo y la
valoración del producto, además de promover la ética en el
manejo de recursos naturales. Esta herramienta es parte de
una estrategia de captación de valor, que debe ser
redituable al bolsillo del productor. Uruguay se distingue
por su alto nivel en la integración de la cadena.
La "Guía de Buenas Prácticas Agrícolas"
es un instrumento con un enorme potencial para el sector
productivo. Es por ello que la Asociación de Cultivadores
de Arroz (ACA) y la Gremial de Molinos Arroceros
presentaron por primera vez un material de esta naturaleza.
En el acto de lanzamiento estuvieron
presentes el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca,
Andrés Berterreche; el Presidente de la ACA, Tabaré Aguerre;
el Presidente de la Gremial de Molinos Arroceros, Adolfo
Crosa; el Decano de la Facultad de Agronomía, Fernando
García; el Presidente de INIA, Dan Piestun, y el Director
del LATU, Carlos Paolino.
El tema ambiental y la diferenciación
del producto a nivel internacional preocupa a la ACA,
teniendo en cuenta que nuestro grano tiene características
diferenciales respecto al resto de los países productores.
La aplicación de esta Guía derivará en
procesos que permitirán la certificación ambiental,
productiva y social. Además se podrán demostrar las
virtudes del arroz uruguayo a nivel internacional.
La Guía de Buenas Prácticas es un primer
paso importante, cuya confección estuvo a cargo de la
Asociación de Cultivadores de Arroz y la Gremial de Molinos
Arroceros, en una interacción industria-productores. Además
contaron con el apoyo de instituciones como la Facultad de
Agronomía, INIA, LATU y MGAP.
Tabaré Aguerre explicó que se trata de
la culminación de un proceso que comenzó en 1998, cuando
frente a denuncias de contaminación del ambiente, además de
buscar argumentos, se debían medir los impactos, demostrar
la inocuidad de la producción y subsanar en caso que se
detectaran fallas.
Ahora comienza una etapa de mucho
trabajo para la concreción, indicó.
"El arroz uruguayo con valor agregado
ambiental", es una marca que distingue a nuestro producto.
Aguerre realizó un racconto del papel
del arroz nacional en el comercio mundial.
Uruguay exporta 900.000 toneladas de
arroz al año, lo que representa el 3% del mercado mundial.
Es un producto importante en el menú exportador. Durante
2008 se exportó por 450 millones de dólares, en lo que se
consideró un gran año.
En el período correspondiente a
enero-octubre de 2009, el arroz representó el 9% de las
exportaciones de nuestro país.
Los tradicionales compradores siempre
fueron Irán y la Unión Europea. Actualmente Irán salió de
escena y dejó su lugar a Irak, además de otros 40 mercados
del mundo a los que nuestro país le vende este producto.
El Jerarca aseguró que Uruguay tiene una
enorme capacidad de producción y una excelente inserción en
el mercado comercial.
El arroz en nuestro territorio ocupa 170
mil hectáreas (50% en lagos, arroyos y ríos, y el restante
50% en represas artificiales especialmente creadas).
En tanto, hizo referencia al sistema de
rotación agrícola arroz-pasturas. Tiene un bajo uso del
suelo, un 20 o 30% del tiempo, el resto en proceso de
pasturas. De esta manera conforma un círculo tecnológico
virtuoso, que redunda en más productividad con menor uso de
agroquímicos, lo que lo vuelve más sustentable y
competitivo (menor uso=menor costo).
Aguerre enumeró una serie de acciones
realizadas en el sector: promoción de la competitividad a
través de la productividad, impulso de la electrificación,
alternativa de fuentes de riego multiprediales,
diferenciación de un producto a través de la estrategia de
producción. Asimismo, se procuró quedar libre de
transgénicos como forma de distinguirse del resto, y se
realizó un monitoreo de agroquímicos, con una medición
científica.
En esta larga lista, el Manual de las
Buenas Prácticas es otro logro alcanzado. Las autoridades
aspiran a que los productores se suscriban a esta
iniciativa.
Aguerre calificó la Guía como parte de
una estrategia en el objetivo de captación de valor.
El documento contiene lo que se denomina
"cumplimiento mayor" o "se debe" (exigencias según
normativa), y "se recomienda" (prácticas que se comprobaron
eran efectivas). El objetivo es unificar las técnicas para
mejorar la producción global.
El Jerarca explicó que para alcanzar el
ansiado valor agregado ambiental se deberá someter a un
proceso de eco-certificación. Los productores deben estar
preparados para este proceso y colaborar con su concreción.
Es importante que una parte de la
agregación de valor sea redituable en el bolsillo del
productor, aclaró Aguerre, quien entiende que la
integración de la cadena de valor es un elemento
diferencial de nuestro sistema productivo.
En este sentido, la cadena debe ser
seria, creíble, confiable y certificable.
El Ministro Andrés Berterreche, por su
parte, expresó su visión sobre este recurso. Para ello
relató su experiencia en el sector forestal, donde se
realizó la primera guía hace varios años. En este sentido,
aseguró que hubo un antes y un después de la aplicación de
la Guía.
Berterreche entiende que contar con este
Manual es ya una necesidad comercial, dadas las condiciones
para-arancelarias, que cada vez se dan más.
El rol del Estado en todo esto es de
colaboración, aclaró.
No es algo estático, sino muy dinámico;
las prácticas, las trabas y los avances en el sector
cambian, explicó.
El Jerarca entiende que la arrocera es
una de las cadenas mejor estructuradas, que tiene la
responsabilidad adicional de ser vanguardia en el sector
agrícola.
Berterreche se comprometió a hacerle
llegar personalmente a la ACA una devolución de los
contenidos de la Guía a la brevedad.