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30 de diciembre, 2009

Cultura: un derecho de todos

COMCAR tendrá una Usina Cultural como forma de democratizar producción artística
En el complejo carcelario de Santiago Vázquez (COMCAR) funcionará una Usina Cultural, proyecto que lleva adelante el MEC en una apuesta a la democratización de la producción artística en sectores excluidos. Su objetivo es permitir el acceso a medios de expresión cultural a aquellas personas que por razones económicas, sociales, geográficas o por privación de libertad, no cuentan con un espacio para el desarrollo cultural

El Director Nacional de Cultura, Hugo Achugar, explicó que el Programa Usinas Culturales consiste en la instalación de salas provistas de cámaras audiovisuales e islas de edición que posibilitan que las personas aprendan a grabar y editar videos. Al mismo tiempo, cuenta con un estudio de grabación y distintos instrumentos musicales, al tiempo que trabaja con un plantel docente que capacita sobre el uso de los instrumentos y cámaras.

El objetivo de la instalación de una usina en un establecimiento carcelario responde a la necesidad del programa de democratizar el acceso a la producción de cultura, lo cual es un derecho de todas las personas. Hasta el momento se instalaron usinas en Salto, Treinta y Tres, en el barrio Casavalle de Montevideo, en Treinta y Tres, en el APEX del Cerro y existe una móvil en Cerro Largo. En febrero se instalará la usina del COMCAR, además de una en Canelones, Rocha y Durazno.

Cada usina significa una inversión cercana a los 40.000 dólares, salvo la Usina Móvil cuyo monto superior fue adjudicado por el gobierno de Canarias. Esta Usina del COMCAR –junto con la de APEX-Cerro- funciona con recursos del Proyecto Viví Cultura, apoyado por Naciones Unidas a través de un fondo de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID).

Achugar sostuvo que este programa comenzó como un proyecto de inclusión de sectores marginales, tanto en aspectos económicos, sociales como geográficos. En este caso, tiene la particularidad de reconocerles a las personas privadas de libertad el derecho al acceso y producción de cultura, lo que favorecerá a la autoestima, es un paso hacia la recuperación de la dignidad humana y es una contribución al proceso de rehabilitación.

Junto a esta usina se instalarán otras tres en Castillos, San Ramón y una en la Brigada Aérea Nº2 de Durazno, eliminando la brecha de la población civil. Se espera también instalar una en el Hospital Vilardebó, para incluir a aquellos que no son atendidos por este tipo de programas. De esta manera se completaría la instalación de nueve usinas, incluyendo la móvil de Cerro Largo.

En cuanto al futuro del programa, el Director de Cultura señaló que si la próxima administración considera pertinente continuar esta labor, se espera instalar cuatro usinas por año, a lo largo de todo el período. De las usinas ya instaladas y en funcionamiento, existen materiales producidos de Salto y Casavalle. Para su difusión se espera concretar algún tipo de convenio con Televisión Nacional, TevéCiudad o canales del interior. A su vez, cuando exista un número significativo de usinas trabajando y materiales producidos se espera establecer concursos.

Por su parte, el Insp. May. Horacio Zaugg, encargado de despacho de la Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarías y Centros de Recuperación, señaló que la instalación de esta usina se inscribe en el Plan Sembrando, el cual en 2009 ocupó a 2.250 reclusos, los cuales pudieron redimir pena y ocupar su tiempo con la realización de talleres, culminar años de Primaria, Secundaria o UTU.

Zaugg afirmó que todos los reclusos tienen derecho a trabajar y estudiar, lo cual es posible a través de una junta trianual que analiza la solicitud de las personas para iniciar o continuar sus estudios, así como también trabajar en determinada área. Dentro de este ámbito es que funcionará la Usina Cultural, que permita una nueva área de formación de los reclusos.

   
 
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