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31 de diciembre, 2009

Desarrollo y crecimientos

Agencia de Innovación e Investigación desplegó el 95% de los instrumentos programados
El Presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, Rodolfo Silveira, reconoció a la institución que lidera como un ejemplo claro de la nueva organización estatal impulsada por el Gobierno. Hasta el momento, ejecutó el 95% de los instrumentos programados, incluidos el Clemente Estable –con U$S 1.800.000- y el Fondo María Viñas- de U$S 1.280.000-. El objetivo es contar con 3.000 investigadores en 3 años.

La ANII funciona como un articulador de las políticas de innovación, que coloca en proyectos las grandes líneas del Gabinete de la Innovación y el Consejo de Investigación, Ciencia y Tecnología. Trabaja como una persona pública de derecho privado y pone el énfasis, dentro de su organización, en la capacitación y la gestión de sus recursos humanos. Este mes, el directorio realizó un balance del año que transcurrió.

Luego de dos años y medio de crecimiento, se desplegaron el 95% de los instrumentos que la ANII programó desde su fundación, a través de concursos y becas. El documento también señala que todas las convocatorias, incluidas las temporales, permanecieron abiertas. A su vez, establece que el trabajo con la Oficina de Indicadores es permanente, lo cual sirve para monitorear en forma permanente. Hasta el momento, se comprometieron unos cuatro millones de dólares en sesenta proyectos innovadores.

Uno de los puntos más altos de la evaluación 2009 es la aprobación de seis auditorias independientes, nacionales y extranjeras. En efecto, las agencias KPMG, AYM, la Contaduría General de la Nación, y las visitas del Banco Mundial, el BID y la Unión Europea, calificaron el trabajo de la Agencia entre estándares muy buenos a excelentes. Pero su Presidente, Rodolfo Silveira, considera que aún hay elementos para mejorar.

Eso sí, también consideró que hay programas cuyo impacto aún no son pasibles de evaluación, dado que sus objetivos son a largo plazo. En el caso del fortalecimiento de la capacidad científica nacional, uno de los grandes objetivos de la Agencia, se instauró con éxito el Sistema Nacional de Investigadores con 1.100 inscriptos. Los investigadores permanecen en una base de datos transparente, pública y evaluada por sus propios pares.

Silveira indicó que la meta es contar con una relación de un investigador por cada mil habitantes. Hoy la relación es 0,3/1.000. Justificó el objetivo al mencionar que, para la dirección de ANII, existe una relación directa entre la capacidad de creación de conocimiento y el número concreto de investigadores ostentados por un país. Si pretendemos agregar valor para incrementar nuestra competitividad, tenemos que conocer quiénes son nuestros investigadores y saber en qué áreas se desenvuelven, afirmó.

El trabajo de la ANII priorizó cuatro áreas de trabajo: el complejo agroindustrial, las energías alternativas, la biotecnología y el turismo. Hay que acercar el conocimiento en ésas áreas y las necesidades de cada uno de los sectores. El 80% de la investigación se realiza desde la Universidad de la República, el gran referente en investigación básica y aplicada. Aquí la ANII empieza a cumplir su rol, acercando el ámbito donde se generan las políticas públicas –la OPP y los Ministerios, la capacidad de la Agencia para conocer la realidad científico-técnica del país y la dirección de los fondos hacia esos objetivos.

Para compatibilizar el interés natural de un grupo de trabajo científico-técnico y los intereses nacionales, la función articuladora de la Agencia es fundamental. Porque no podemos continuar trabajando desde la oferta, tenemos que conocer la demanda, señaló Silveira. Tradicionalmente se abrían llamados y las personas simplemente se presentaban, pero hoy les decimos “traeme un problema”. El ejemplo que puso Silveira es la presentación del Fondo María Viñas, que premia a los investigadores que presenten una solución a alguna problemática identificada por el participante, orientado a la innovación tecnológica. El fondo cuenta con 1.280.000 dólares. También existen fondos sectoriales, para la salud, la energía y el agro.

Otro espacio obtenido a través de la articulación y transversalización de políticas es el lanzamiento de once tecnicaturas en el interior del país y dos en Montevideo, además de carreras cortas. La labor de un año y medio entre el Consejo de Educación Técnico Profesional, DINAMA, DINARA, INIA y las Intendencias Municipales, permitió la creación de las carreras. “Hoy se reúnen actores que antes no interactuaban y que ahora monitorearán el desarrollo de las tecnicaturas, por ejemplo”, apreció Silveira.

Otro aspecto innovador es la financiación de postgrados en universidades privadas. Este nuevo instrumento se devuelve con prestaciones, como por ejemplo, la entrega de becas, por parte de la ANII y la universidad correspondiente, a estudiantes con calificación pero sin recursos.

Silveira manejó un ejemplo de la articulación que permanentemente realiza la ANII. La cría de esturiones nacional presentaba un problema: al nacer presentaban problemas infecciosos. La Agencia conocía a un grupo de investigadores dedicados a la producción de vacunas. Se formó un grupo de trabajo y de esta manera, la producción nacional evitó un problema recurrente en otros países, como Chile y su cría de salmón.

ANII facilita la posibilidad del acceso a fondos, tales como los utilizados en la cría de esturiones, a través de su grupo de ejecutivos de gestión, que colaboran en la preparación de cada uno de los proyectos, tanto para empresarios como investigadores. La idea es que cualquier persona con una buena idea sea capaz de cumplir con las formalidades obligatorias a fin de conseguir la financiación necesaria, relató el Presidente de ANII. Finalmente, Rodolfo Silveira recordó que el directorio trabaja en la preparación del presupuesto para el período 2011-2014.

   
 
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