UPA para Haití
Entre lunes y martes próximos partirá primera unidad
potabilizadora y técnicos de OSE
Un avión Hércules de la Fuerza Aérea
Uruguaya será el que trasladará a la ciudad de Río de
Janeiro, al comienzo de la próxima semana, la primera de
dos plantas potabilizadoras de agua y los cinco técnicos
designados por el Organismo. Desde allí serían embarcados
en una aeronave brasileña con destino a Puerto Príncipe.
Las UPA uruguayas demostraron ser económicas, duraderas,
muy eficaces y de fácil operatividad.
Entre lunes y martes de la semana próxima
sería embarcada la primera de las dos Unidades
Potabilizadoras Autónomas, conocidas como UPA, que OSE
donará como parte de la Ayuda Humanitaria de nuestro país a
Haití. La misma iría acompañada de los cinco técnicos del
organismo que ya fueron designados para instalarlas. El
transporte se hará efectivo en un avión Hércules de la
Fuerza Aérea Uruguaya que se dirigirá a Río de Janeiro y
que será el que a su regreso, traslade desde la ciudad
brasileña a nuestro país, los restos del Oficial Gustavo
Martirené. Desde Río de Janeiro la unidad potabilizadora y
los técnicos serían trasladados en una aeronave brasileña
rumbo a la capital haitiana, aunque no trascendieron
detalles de esto ni de cuándo partiría la segunda unidad
potabilizadora con destino a Haití. Así lo hizo saber el
Secretario General de OSE, Daoiz Uriarte, quien agregó que
el personal del Organismo permanecerá en la isla caribeña
el tiempo necesario para instalar las UPAS e instruir al
personal local designado para operarlas. “Nuestra idea en
estos casos siempre es capacitar gente en el lugar y que se
haga cargo, luego, la población local”, apuntó el
funcionario estatal.
Uriarte indicó que las UPA de referencia
tienen las dimensiones similares a las de un contenedor
convencional. Procesan entre 15.000 y 20.000 litros de agua
potable. Son relativamente económicas, frente a otras de su
tipo. Su costo ronda los 60.000 dólares y no se requiere
una alta capacitación para operarlas. Pueden transportar en
camión y requieren, además, poca energía eléctrica. De
hecho, funcionan con generadores de gasoil, no muy
potentes, e inclusive lo pueden hacer con paneles solares.
La vida útil estimada es de diez años, aunque las que
operan en la órbita de la Misión de Paz uruguaya en el
Congo, ya tienen doce años de buen funcionamiento.
Según el entrevistado otra de las virtudes
de estas unidades es que trabajan con aguas de gran
turbidez, como por ejemplo las del río Congo, En este caso
transforman aguas que se ubican en una escala de 300 de
turbidez a 0.5, similar a las que se toman en Montevideo.
En Haití ya operan UPA uruguayas que fueron asignadas a las
tropas que integran la Misión de Paz en ese país y que, en
forma accesoria, proporcionan agua potable a la población
civil.
En el mundo ya funcionan 40 UPA uruguayas
que fueron comercializadas, donadas o funcionan en apoyo a
Misiones de Paz.
Uriarte explicó que luego de sucedido el
terremoto en Haití, hace hoy diez días, “lo primero que
hicimos fue ver la disponibilidad de unidades en stock y
armar en forma urgente al menos dos plantas. Condicionamos
la donación a las necesidades de ese país, a lo que nos
dijera la Cancillería y el Sistema Nacional de Emergencia (SNE)
en coordinación con la Misión de Paz en Haití”.
El funcionario indicó que hubo contactos
entre OSE y su homóloga caribeña, la Dirección de
Agua y Saneamiento, donde se manejó que un técnico de ese
país, que conoce las características técnicas de las
Unidades Potabilizadoras, sea quien influya en la decisión
de la ubicación final de las dos unidades.
“Hemos conversado –relató Uriarte- que la
UPA por lo general es un producto que trabaja con aguas
superficiales aunque también puede aprovisionarse de pozos.
Puerto Príncipe cuenta con una serie de perforaciones donde
se extrae el agua por bombas, muchas de ellas de poco
caudal. Entonces sería inútil llevar estas unidades a ese
lugar. Y deberían funcionar preferentemente juntas para ser
bien aprovechadas”. El funcionario adelantó que podrían ser
ubicadas en una zona un poco más alejada de la capital, en
un lugar donde se realojen damnificados y se pueda
conseguir agua superficial”.
Dijo que una donación de estas
características no es fácil. “A veces, si no existen
condiciones apropiadas para ser recibida la ayuda se puede
complicar más que ayudar”. En ese sentido, Uriarte señaló
que el transporte de las UPA ofrece dificultades
adicionales. Cada una tiene un peso de siete toneladas y un
avión Hércules de la Fuerza Aérea puede trasladar una sola
unidad por viaje.
“No sólo hay que pensar en llegar a Puerto
Príncipe, desembarcar y trasladar las unidades por calles
que están destruidas y en un lugar donde no es fácil
conseguir grúas ni repuestos. También es necesario
proporcionar seguridad a los técnicos de OSE que viajen”,
manifestó. |