Objetivo “salvar vidas”
Programa Mujer y Género: cambio de paradigma en salud
sexual y reproductiva
La Directora del Programa Mujer y
Género (MSP) recordó que, en el 2002, las mujeres que
concurrían al Hospital Pereira Rossell no eran “pacientes”,
sino “indagadas”. Describió que “eran esposadas contra la
camilla y su atención estaba demorada por los
interrogatorios”. La normativa actual, dijo, otorga un
marco legal para el profesional médico y obliga a prestar
los máximos cuidados sanitarios ante un caso de aborto
provocado.
La Directora del Programa Mujer y Género
(MSP), la doctora Cristina Grela se refirió a la discusión
parlamentaria que se produjo en Uruguay, como “de singular
importancia”. Sostuvo que los Ministerios están para
ejecutar lo que el Parlamento resuelve y subrayó que “ en
eso, estamos dispuestos a seguir adelante”.
En su consideración, ninguna legislación
puede promover la muerte de las personas. Con este concepto
primordial , puso como ejemplo ciertos casos que conoció
durante el año 2002. Recordó que en aquellos años,
algunas de las mujeres que se atendieron en el Hospital
Pereira Rossell eran esposadas a la camilla, antes de ser
intervenidas por un médico, por complicaciones generadas
luego de un aborto provocado.
Afirmó que ese año 2002 constituyó un
período importante para tomar el pulso de la conciencia
nacional sobre el tema aborto. Recordó también que entonces
había mujeres que gestaban un niño, y lamentablemente, de
un día para el otro, se quedaban sin su trabajo.
La jerarca médica relató cómo muchas de
esas mujeres reaccionaron entonces de manera desesperada.
Así fue que “se colocaron cualquier cosa” y llegaron al
Hospital Pereira Rossell en una situación muy delicada.
Solo así se explican las 14 muertes maternas que se
produjeron en ese año.
La gravedad de los casos constatados,
según relató Grela, motivó a un grupo de personas a
trabajar para llevar el problema a la Corte Internacional
de La Haya, el máximo órgano jurídico del mundo
Afirmó que la intención era acusar a
Uruguay de tortura, en relación con los catorce decesos
de mujeres registrados.
La Directora del Programa Mujer y
Género reconoció que la normativa actual permite que la
confidencialidad del secreto profesional médico sea un
instrumento muy valioso para evitar las muertes y eso, en
opinión de Grela, “había que utilizarlo”. Asimismo,
expresó su consideración en cuanto a la singular
importancia que tuvo el hecho de que el Parlamento
dedicara su tiempo a trabajar en una normativa que es
valiosa para el país en su conjunto.
En ese aspecto, subrayó que por suerte
estamos en un país republicano, tenemos un Parlamento y
agregó que los Ministerios están para ejecutar lo resuelto
por el Poder Legislativo. En esto, subrayó, “estamos
dispuestos a seguir adelante”.
En conclusión, Grela señaló que hoy el
país cuenta con esta nueva Ley de Salud Sexual y
Reproductiva, con la Ley del año 1938 y la normativa 369/04
del Ministerio de Salud Pública. Concluyó que con estos
elementos se debe trabajar, respetando la normativa que
tenemos a disposición y subrayó que “sin dudas, hemos
mejorado”.