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29 de enero, 2010

Hacia una energía más eficiente

Con una política energética a largo plazo el país ahorraría US$ 9.500 millones para 2030
Por primera vez, Uruguay cuenta con un informe sobre la evolución de la demanda energética y la creación de posibles escenarios en base el uso de fuentes renovables. El Director Nacional de Energía y Tecnología Nuclear, Ramón Méndez, explicó que si el país se embarca en una política energética a largo plazo, basada en un consumo eficiente, para el año 2030 podría haber un ahorro cercano a los 9.500 millones de dólares.

Aprovechando los modernos instrumentos existentes, la Dirección de Energía del MIEM, junto a otros organismos, realizó un informe que permite hacer proyecciones sobre el crecimiento de la demanda energética y que, además, muestra la forma en que evolucionarán distintas variables socio-económicas. Los datos fueron tomados de organismos como el Banco Central del Uruguay, la Dirección de Industria, el Instituto Nacional de Estadística y una serie de institutos internacionales.

Méndez indicó que a las estimaciones de la evolución de la economía, se le sumaron dos modelos energéticos: uno tendencial y otro alternativo. El primero de ellos, refiere a la continuidad de las políticas actuales -sin miras a largo plazo- y el segundo, incluye posibles políticas de sustitución de fuentes energéticas y nuevas políticas de eficiencia energética a largo plazo.

Al mismo tiempo, para la obtención de datos se realizó una encuesta que inició en 2006 y finalizó en 2009, sobre el uso de la energía. Se trabajó con 200 grupos divididos en sectores industriales, residenciales, de Montevideo y el interior (rural y urbano), los cuales a su vez fueron subdivididos en sectores homogéneos que reunían a los grandes consumidores de energía, a los pequeños, los de la capital, los del interior urbano, el interior rural, de ingresos bajos, medios y altos, etcétera.

En tal sentido, el informe cuenta con un estudio exhaustivo de cada uno de los 200 grupos, qué tipo de energía utiliza, de qué fuentes la obtiene y cómo la transforma en energía útil.

En base a la información que surge de la encuesta y la evolución de las variables socio-económicas, se puede predecir la evolución de la demanda de energía de aquí al 2030. Como principal conclusión, se observó que existe una diferencia importante entre el "escenario tendencial" y un "escenario alternativo" que demuestra que se puede llegar a satisfacer la totalidad de la demanda de energía hasta el año 2030 utilizando mucha menos energía, con un consumo más eficiente y ahorrando cerca de 9.500 millones de dólares.

El Director de Energía explicó que ese ahorro está basado en el uso más eficiente de la energía, sustituyendo equipos de calefacción, aislando mejor los conductos que llevan calor a las industrias, usando calderas más eficientes, y obteniendo también más eficiencia en el transporte (con el uso del ferrocarril), entre otras cosas.

En tal sentido, este informe -que hasta el momento no había en el país; ni siquiera en América Latina- demuestra la diferencia social y económica entre continuar con las políticas energéticas actuales o manejar una política a largo plazo.

Asimismo, Méndez sostuvo que del informe surge que la demanda crecerá en promedio un 2% anual (dependiendo del escenario y el sector).

Menos petróleo y más fuentes renovables

A su vez, Ramón Méndez dijo que la demanda de petróleo tiende a disminuir debido al uso más eficiente de la energía y por la sustitución de fuentes por otras más limpias y renovables. De acuerdo a la política que se fijó esta Dirección, la meta es que para 2015 la demanda de petróleo sea menor al 40%, en el total de la demanda de energía del país. Actualmente este valor se encuentra en el 60%.

Por su parte, los modelos alternativos que se manejan se definen en base a líneas estratégicas cuyas metas es alcanzar una combinación de energías renovables que lleguen al 50% del total de la matriz para todos los usos (industrial, residencial, agro, etcétera).

Con biocombustibles, energía eólica, biomasa, fotovoltaica, permitirán sustituir el petróleo, bajando su consumo y beneficiando al país, económica y ambientalmente.

Hacia una política de Estado en materia energética

En ese marco, el objetivo de la administración saliente y la entrante es definir lineamientos estratégicos para que éstos se transformen en políticas de estado y alcanzar las metas hacia el 2030. Por tal motivo, se está trabajando junto a la comisión multipartidaria de energía, que busca transformar las políticas de gobierno en políticas compartidas por la totalidad de los partidos con representación parlamentaria.

Méndez informó que en la presentación del informe se propuso una agenda de trabajo a discutir, basado en los cuatro ejes de la política energética: la demanda, la oferta, el eje social y el institucional. Afirmó que los distintos partidos coincidieron con la propuesta y comenzaron el trabajo analizando la demanda. Las próximas semanas se discutirán los tres ejes restantes con el objetivo de tener culminado un documento para el 1º de marzo, el cual será entregado al Presidente electo.

   
 
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