Hacia una energía más eficiente
Con una política energética a largo plazo el país
ahorraría US$ 9.500 millones para 2030
Por primera vez, Uruguay cuenta con un
informe sobre la evolución de la demanda energética y la
creación de posibles escenarios en base el uso de fuentes
renovables. El Director Nacional de Energía y Tecnología
Nuclear, Ramón Méndez, explicó que si el país se embarca en
una política energética a largo plazo, basada en un consumo
eficiente, para el año 2030 podría haber un ahorro cercano
a los 9.500 millones de dólares.
Aprovechando los modernos instrumentos
existentes, la Dirección de Energía del MIEM, junto a otros
organismos, realizó un informe que permite hacer
proyecciones sobre el crecimiento de la demanda energética
y que, además, muestra la forma en que evolucionarán
distintas variables socio-económicas. Los datos fueron
tomados de organismos como el Banco Central del Uruguay, la
Dirección de Industria, el Instituto Nacional de
Estadística y una serie de institutos internacionales.
Méndez indicó que a las estimaciones de
la evolución de la economía, se le sumaron dos modelos
energéticos: uno tendencial y otro alternativo. El primero
de ellos, refiere a la continuidad de las políticas
actuales -sin miras a largo plazo- y el segundo, incluye
posibles políticas de sustitución de fuentes energéticas y
nuevas políticas de eficiencia energética a largo plazo.
Al mismo tiempo, para la obtención de
datos se realizó una encuesta que inició en 2006 y finalizó
en 2009, sobre el uso de la energía. Se trabajó con 200
grupos divididos en sectores industriales, residenciales,
de Montevideo y el interior (rural y urbano), los cuales a
su vez fueron subdivididos en sectores homogéneos que
reunían a los grandes consumidores de energía, a los
pequeños, los de la capital, los del interior urbano, el
interior rural, de ingresos bajos, medios y altos,
etcétera.
En tal sentido, el informe cuenta con un
estudio exhaustivo de cada uno de los 200 grupos, qué tipo
de energía utiliza, de qué fuentes la obtiene y cómo la
transforma en energía útil.
En base a la información que surge de la
encuesta y la evolución de las variables socio-económicas,
se puede predecir la evolución de la demanda de energía de
aquí al 2030. Como principal conclusión, se observó que
existe una diferencia importante entre el "escenario
tendencial" y un "escenario alternativo" que demuestra que
se puede llegar a satisfacer la totalidad de la demanda de
energía hasta el año 2030 utilizando mucha menos energía,
con un consumo más eficiente y ahorrando cerca de 9.500
millones de dólares.
El Director de Energía explicó que ese
ahorro está basado en el uso más eficiente de la energía,
sustituyendo equipos de calefacción, aislando mejor los
conductos que llevan calor a las industrias, usando
calderas más eficientes, y obteniendo también más
eficiencia en el transporte (con el uso del ferrocarril),
entre otras cosas.
En tal sentido, este informe -que hasta
el momento no había en el país; ni siquiera en América
Latina- demuestra la diferencia social y económica entre
continuar con las políticas energéticas actuales o manejar
una política a largo plazo.
Asimismo, Méndez sostuvo que del informe
surge que la demanda crecerá en promedio un 2% anual
(dependiendo del escenario y el sector).
Menos petróleo y más fuentes renovables
A su vez, Ramón Méndez dijo que la
demanda de petróleo tiende a disminuir debido al uso más
eficiente de la energía y por la sustitución de fuentes por
otras más limpias y renovables. De acuerdo a la política
que se fijó esta Dirección, la meta es que para 2015 la
demanda de petróleo sea menor al 40%, en el total de la
demanda de energía del país. Actualmente este valor se
encuentra en el 60%.
Por su parte, los modelos alternativos
que se manejan se definen en base a líneas estratégicas
cuyas metas es alcanzar una combinación de energías
renovables que lleguen al 50% del total de la matriz para
todos los usos (industrial, residencial, agro, etcétera).
Con biocombustibles, energía eólica,
biomasa, fotovoltaica, permitirán sustituir el petróleo,
bajando su consumo y beneficiando al país, económica y
ambientalmente.
Hacia una política de Estado en materia
energética
En ese marco, el objetivo de la
administración saliente y la entrante es definir
lineamientos estratégicos para que éstos se transformen en
políticas de estado y alcanzar las metas hacia el 2030. Por
tal motivo, se está trabajando junto a la comisión
multipartidaria de energía, que busca transformar las
políticas de gobierno en políticas compartidas por la
totalidad de los partidos con representación parlamentaria.
Méndez informó que en la presentación
del informe se propuso una agenda de trabajo a discutir,
basado en los cuatro ejes de la política energética: la
demanda, la oferta, el eje social y el institucional.
Afirmó que los distintos partidos coincidieron con la
propuesta y comenzaron el trabajo analizando la demanda.
Las próximas semanas se discutirán los tres ejes restantes
con el objetivo de tener culminado un documento para el 1º
de marzo, el cual será entregado al Presidente electo.