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23 de febrero, 2010

Muchos más que mil

Promotores en DDHH presentan publicación que muestra éxito del proyecto
El proyecto 1.000 Promotores de Derechos Humanos cerró sus primeros dos años de trabajo con la publicación del libro “Una experiencia de Educación en Derechos Humanos en Uruguay 2008-2009”. La Directora de DD.HH., María Elena Martínez, resaltó la gran receptividad que tuvo esta iniciativa, la cual formó a más de 1.000 promotores en todo el país, quienes mediante acciones en sus comunidades lograron multiplicar esa cifra.

En el marco del cumplimiento de los 60 años de aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inició en 2008 un proyecto de trabajo (de la mano del programa Unidos en la Acción de ONU y con apoyo de UNESCO, El Abrojo y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos) cuyo objetivo fue formar y capacitar promotores en derechos humanos, quienes luego pudieran replicar los conocimientos en sus ámbitos de estudio, laborales o afectivos, creando una red basada en el conocimiento sobre la existencia de los derechos de cada uno, las obligaciones que los mismos implican y cómo hacerlos respetar.

En ese sentido, el proyecto a cargo de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, estuvo dirigido a docentes, militantes sociales, estudiantes, profesionales jóvenes, policías, militares, ediles y consejales vecinales.

Durante dos años de intensa labor, se realizaron diversos talleres y actividades que buscaron identificar situaciones locales de vulnerabilidad en el goce de los derechos humanos, participar en la búsqueda colectiva de acciones y soluciones y desarrollar proyectos en beneficio de la comunidad.

En ese marco, se establecieron tres etapas de trabajo. La primera de ellas consistió en la formación de 1.000 capacitadores, abarcando temáticas conceptuales sobre derechos humanos, la educación en derechos, metodologías apropiadas para que los promotores actúen posteriormente.

La segunda etapa, consistió en la realización de talleres de sensibilización en todo el país dirigidos por los nuevos promotores para, finalmente, desarrollar proyectos de participación ciudadana con la comunidad, donde cada participante pudo multiplicar su conocimiento en su entorno y logrando superar ampliamente los 1.000 promotores en DD.HH.

La publicación presentada reúne la experiencia vivida a través de este proyecto, sirviendo como registro y antecedente para nuevas propuestas de promoción de Derechos Humanos. La Directora de Derechos Humanos del MEC, María Elena Martínez, sostuvo que si bien el Ministerio no se encarga de la educación formal -puesto que para ello existen organismos estatales competentes como ANEP y la Universidad de la República- sí tiene la obligación de promover políticas en derechos humanos porque ello es fundamental para el establecimiento de un gobierno democrático.

“Hay una gran avidez por los derechos humanos”, sostuvo Martínez, puesto que a través de esta experiencia –inédita en el país- las personas mostraron gran interés y receptividad por tener conocimientos en esta materia y, además, gran entusiasmo por la metodología que se utilizó para transmitir esos conocimientos, con talleres, juegos y diversas actividades recreativas.

Por su parte, la Ministra de Educación y Cultura, María Simon, enfatizó que para una sociedad es capital de educación el hecho que desde temprano se transmita al individuo valores morales, respetando los derechos de todos, las minorías y la diversidad. Y en ese punto, lo que tiene que ver con la educación, también tiene que ver con la cultura, ya que ésta es el ejercicio y goce del espacio público y la diversidad.

Pero ello, señaló que esta experiencia refleja el compromiso de un Estado en defensa de los derechos humanos y muestra el inicio de un camino que, aunque es difícil e implica la necesidad de cambios a la interna de las personas, vale la pena transitar.

Una de las impulsoras de este proyecto, Mónica Díaz, expresó que la intención desde el inicio fue construir una red, donde sea posible tratar los derechos humanos, reconocerlos y respetarlos, a nivel de la sociedad. El resultado superó las expectativas, ya que no sólo se formaron mil promotores, sino que cada uno de ellos supo transmitir a su comunidad los conocimientos, haciendo posible tener miles de promotores en derechos humanos a lo largo y ancho del país.

Finalmente, la Directora del Consejo de Educación Primaria, Edith Moraes, fue quien realizó un comentario sobre esta publicación y destacó que el hilo conductor del libro es mostrar que el valor de las prácticas que se llevaron a cabo durante todo el proyecto y que, en definitiva, los derechos humanos también se demuestran en la práctica de nuestras acciones.

Asimismo, señaló como muy acertado el término “promotores” en derechos humanos, lo cual hace referencia al desarrollo de tareas de quienes se capacitaron para, justamente, promover los derechos humanos en las distintas comunidades.

La metodología utilizada por el proyecto refleja que desde la práctica es que se trabajan los derechos humanos, por ende, Moraes sostuvo que también es necesario cambiar algunas prácticas. Si bien es necesario informar sobre derechos, no basta solamente con ello si no se acompañan de acciones que reflejen la protección de esos derechos. En ese sentido, el promover la expresión del ‘otro’ y escuchar sus necesidades es el primer gran paso para desarrollar una verdadera política de derechos humanos. Por tal motivo, y con este proyecto como insumo, se apuesta a continuar promoviendo los derechos humanos desde el Gobierno y con el apoyo de la sociedad toda.

   
 
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