Muchos más que mil
Promotores en DDHH presentan publicación que muestra
éxito del proyecto
El proyecto 1.000 Promotores de
Derechos Humanos cerró sus primeros dos años de trabajo con
la publicación del libro “Una experiencia de Educación en
Derechos Humanos en Uruguay 2008-2009”. La Directora de
DD.HH., María Elena Martínez, resaltó la gran receptividad
que tuvo esta iniciativa, la cual formó a más de 1.000
promotores en todo el país, quienes mediante acciones en
sus comunidades lograron multiplicar esa cifra.
En el marco del cumplimiento de los 60
años de aprobación de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, inició en 2008 un proyecto de trabajo (de
la mano del programa Unidos en la Acción de ONU y con apoyo
de UNESCO, El Abrojo y el Instituto Interamericano de
Derechos Humanos) cuyo objetivo fue formar y capacitar
promotores en derechos humanos, quienes luego pudieran
replicar los conocimientos en sus ámbitos de estudio,
laborales o afectivos, creando una red basada en el
conocimiento sobre la existencia de los derechos de cada
uno, las obligaciones que los mismos implican y cómo
hacerlos respetar.
En ese sentido, el proyecto a cargo de
la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de
Educación y Cultura, estuvo dirigido a docentes, militantes
sociales, estudiantes, profesionales jóvenes, policías,
militares, ediles y consejales vecinales.
Durante dos años de intensa labor, se
realizaron diversos talleres y actividades que buscaron
identificar situaciones locales de vulnerabilidad en el
goce de los derechos humanos, participar en la búsqueda
colectiva de acciones y soluciones y desarrollar proyectos
en beneficio de la comunidad.
En ese marco, se establecieron tres
etapas de trabajo. La primera de ellas consistió en la
formación de 1.000 capacitadores, abarcando temáticas
conceptuales sobre derechos humanos, la educación en
derechos, metodologías apropiadas para que los promotores
actúen posteriormente.
La segunda etapa, consistió en la
realización de talleres de sensibilización en todo el país
dirigidos por los nuevos promotores para, finalmente,
desarrollar proyectos de participación ciudadana con la
comunidad, donde cada participante pudo multiplicar su
conocimiento en su entorno y logrando superar ampliamente
los 1.000 promotores en DD.HH.
La publicación presentada reúne la
experiencia vivida a través de este proyecto, sirviendo
como registro y antecedente para nuevas propuestas de
promoción de Derechos Humanos. La Directora de Derechos
Humanos del MEC, María Elena Martínez, sostuvo que si bien
el Ministerio no se encarga de la educación formal -puesto
que para ello existen organismos estatales competentes como
ANEP y la Universidad de la República- sí tiene la
obligación de promover políticas en derechos humanos porque
ello es fundamental para el establecimiento de un gobierno
democrático.
“Hay una gran avidez por los derechos
humanos”, sostuvo Martínez, puesto que a través de esta
experiencia –inédita en el país- las personas mostraron
gran interés y receptividad por tener conocimientos en esta
materia y, además, gran entusiasmo por la metodología que
se utilizó para transmitir esos conocimientos, con
talleres, juegos y diversas actividades recreativas.
Por su parte, la Ministra de Educación y
Cultura, María Simon, enfatizó que para una sociedad es
capital de educación el hecho que desde temprano se
transmita al individuo valores morales, respetando los
derechos de todos, las minorías y la diversidad. Y en ese
punto, lo que tiene que ver con la educación, también tiene
que ver con la cultura, ya que ésta es el ejercicio y goce
del espacio público y la diversidad.
Pero ello, señaló que esta experiencia
refleja el compromiso de un Estado en defensa de los
derechos humanos y muestra el inicio de un camino que,
aunque es difícil e implica la necesidad de cambios a la
interna de las personas, vale la pena transitar.
Una de las impulsoras de este proyecto,
Mónica Díaz, expresó que la intención desde el inicio fue
construir una red, donde sea posible tratar los derechos
humanos, reconocerlos y respetarlos, a nivel de la
sociedad. El resultado superó las expectativas, ya que no
sólo se formaron mil promotores, sino que cada uno de ellos
supo transmitir a su comunidad los conocimientos, haciendo
posible tener miles de promotores en derechos humanos a lo
largo y ancho del país.
Finalmente, la Directora del Consejo de
Educación Primaria, Edith Moraes, fue quien realizó un
comentario sobre esta publicación y destacó que el hilo
conductor del libro es mostrar que el valor de las
prácticas que se llevaron a cabo durante todo el proyecto y
que, en definitiva, los derechos humanos también se
demuestran en la práctica de nuestras acciones.
Asimismo, señaló como muy acertado el
término “promotores” en derechos humanos, lo cual hace
referencia al desarrollo de tareas de quienes se
capacitaron para, justamente, promover los derechos humanos
en las distintas comunidades.
La metodología utilizada por el proyecto
refleja que desde la práctica es que se trabajan los
derechos humanos, por ende, Moraes sostuvo que también es
necesario cambiar algunas prácticas. Si bien es necesario
informar sobre derechos, no basta solamente con ello si no
se acompañan de acciones que reflejen la protección de esos
derechos. En ese sentido, el promover la expresión del
‘otro’ y escuchar sus necesidades es el primer gran paso
para desarrollar una verdadera política de derechos
humanos. Por tal motivo, y con este proyecto como insumo,
se apuesta a continuar promoviendo los derechos humanos
desde el Gobierno y con el apoyo de la sociedad toda.