Uruguay Social
Construcción de políticas sociales para mejorar la vida
de los ciudadanos
El Gobierno quebró la tendencia de la
pobreza y la indigencia en los primeros cinco años de
gestión. Con políticas articuladas en salud, educación,
vivienda, seguridad e integración social, la marcha de la
administración que culmina pasó de la emergencia a la
equidad. Días atrás, el Presidente Vázquez expresó que
“Mientras haya un solo pobre en el Uruguay, tendrá que
haber mucho trabajo, mucha honestidad y mucha dedicación”.
En el
año 2004 la cifra de pobreza se situaba en 31,9 %, cifra
que cayó al 20,3% en el año 2008. Para el mismo período los
datos sobre indigencia indican que disminuyó del 3,9 % al
1,5 %, según los últimos datos del Instituto Nacional de
Estadísticas. Para la Ministra de Desarrollo Social, Marina
Arismendi, el logro efectivo de estos objetivos se sustentó
en romper el círculo de reproducción de la pobreza y la
indigencia, atacando con visión de mediano y largo plazo
las causas de las mismas.
Para
esto, el Gobierno instrumentó varias medidas en distintos
frentes. Una de las primeras acciones al asumir el mando
fue la creación del Ministerio de Desarrollo Social, cuyo
objetivo era la implementación del Plan Nacional de
Emergencia. Según su titular, que refirió a los comienzos
de su gestión en la presentación del informe
interinstitucional del Gabinete Social, esta nueva cartera
comenzó su labor en 2005 prácticamente como un ministerio
virtual.
Aún
bajo estas condiciones, el MIDES elaboró una respuesta a un
problema emergente: 50.000 uruguayos eran indigentes y la
mitad de los niños nacían en familias con ingresos que la
situaban bajo la línea de la pobreza. La seguridad social
no protegía a todos los uruguayos económicamente activos.
La atención sanitaria era insuficiente para las necesidades
familiares y la alfabetización absoluta, un orgullo
nacional, se transformaba en una medalla del pasado.
Con
este panorama, el Gobierno trabajó con un sentido
transversal. Organizó las labores en el Gabinete Social,
con la participación del MIDES, el Ministerio de Vivienda,
de Salud Pública, de Economía, de Trabajo y Seguridad
Social, además del Banco de Previsión Social y la
Administración Nacional de Educación Pública.
El
Plan Nacional de Emergencia fue la primera acción de gran
envergadura. Gracias a ella, 42 mil personas salieron de la
indigencia. Pero este mecanismo no fue el único que
colaboró en tal sentido. Según la CEPAL, nuestro país tiene
al 19,2% de la población bajo la línea de pobreza,
reduciendo la cifra por más del 10%.
El
Banco de Previsión Social alcanzó el máximo número de
cotizantes de la historia. Son 1.300.000 uruguayos
amparados. El 96% de los mayores de 65 años cuenta con un
ingreso y el 78% de las personas activas están protegidas
por la seguridad social. A esto se suma que todos los
trabajadores uruguayos están comprendidos en las mesas de
negociación colectiva, reactivadas por este Gobierno, donde
participan las empleadas domésticas y los trabajadores
rurales por primera vez desde su creación.
En
materia de accesibilidad y equidad, también en este
quinquenio, se llevó a cabo la reforma de la salud, donde
se transformó el anterior modelo, un sistema curativo, a un
Sistema Integral de Salud, apostando a la equidad social y
a la transparencia económica. El presupuesto asignado para
la salud aumentó de US$ 200 millones a US$ 550 millones en
los últimos cuatro años; el salario médico se incrementó en
400% y el no médico en 35%. Además, se disminuyó en más del
40% el valor de los tiques de medicamentos.
Finalmente, destacar algunas cifras que también “hicieron”
al cambio iniciado con la gestión de Tabaré Vázquez. El
salario real, en promedio, creció un 25% entre diciembre de
2004 y junio de 2009. La tasa de desempleo alcanzó mínimos
históricos del 6,4%.
Los
empresarios contaron con la tasa de aporte patronal más
baja de la región: mientras en Brasil la presión es del
20%, en Uruguay llega al 7,5%. Más de 120 mil empresas se
beneficiaron con los descuentos otorgados a los
contribuyentes en fecha desde el 2006.
Estos
logros contribuyeron con la esperanza depositada por miles
de uruguayos, convencidos que las alternativas existen
porque se puede vivir mejor. |