El Museo de Casa de Gobierno ubicado en el
Edificio “José Artigas” abrió sus puertas en 1999, tras dos
años de preparativos que implicaron restaurar piezas,
comprar otras y refaccionar las instalaciones. Su actual
Director, Fernando Rodríguez Sanguinetti, fue el precursor
de la iniciativa en 1997, momento en que le propuso a la
entonces Primera Dama Marta Canessa de Sanguinetti
(historiadora) su idea de crear un museo que contara la
historia de la democracia del Uruguay a través de las
figuras más representativas que son los presidentes de la
República, debido a la importancia que tiene en un país
presidencialista.
La elección del lugar que albergaría el
museo obedeció a que el Edificio José Artigas (en ese
momento denominado Edificio Independencia) se utilizaba
únicamente para ceremonias y actos protocolares, cenas con
Presidentes extranjeros o visitas importantes.
En sus inicios, el museo relataba la
historia de los presidentes desde Fructuoso Rivera hasta el
año 1967 con la asunción de Pacheco Areco como Presidente
tras la muerte de Oscar Gestido. Bajo el criterio de
presentar únicamente a los mandatarios elegidos
democráticamente, no se contemplan los años de dictadura.
Durante este período, el Presidente Tabaré Vázquez solicitó
la incorporación de los últimos mandatarios desde la
dictadura en adelante, agregando entonces fotografías de
los Presidentes Sanguinetti, Lacalle, Batlle y Vázquez.
Rodríguez explicó que el museo continúa el
proceso de la imagen, ya que se inicia con óleos, continúa
con fotos en blanco y negro y finaliza con fotos a color.
Se espera elevar un proyecto donde se incluya la solicitud
de una pantalla plana con un “popurrí” de los traspasos de
mando, además de una autorización para obtener objetos
personales de todos los presidentes del último período. El
museo incorpora obras de arte, cuadros, esculturas,
mobiliario, ropa, armas y elementos personales de los
presidentes o de los períodos que les tocó gobernar.
Asimismo, la ambientación de los espacios se realizó en
función de la época en que vivieron, con mobiliario
adecuado.
“El museo no opina sobre los presidentes ni
las presidencias y en eso se tuvo especial cuidado,
simplemente se cuenta, a través de los objetos y los
insumos tecnológicos, la historia de la República desde
1830 hasta el 1º de marzo de 2010”, explicó Rodríguez,
quien agregó que este espacio fue concebido en base a la
tecnología, por lo que cada una de las áreas cuenta con
audio especialmente producido para la sala en función de la
música de la época. Lo mismo en cuanto a videos y pantallas
interactivas. Actualmente algunos de estos equipos se
encuentran fuera de servicio, por lo que las acciones para
el próximo gobierno pondrán énfasis en la recuperación de
la infraestructura tecnológica.
El museo cuenta con tres guías, que se van
formando en el tema constantemente. Existe una biblioteca
con libros de historia nacional que se va actualizando y se
está potenciando un área de investigación para exponer en
el sitio web las biografías completas de cada mandatario,
un anecdotario de los mismos, conjugados con otros
elementos que sean de interés para los visitantes.
El público objetivo son escolares y
liceales, por lo que el horario se adaptó a ello, cubriendo
buena parte de la mañana y la tarde para facilitar las
visitas. En este ámbito se brindan clases de historia
abiertas. El otro gran público son los turistas, dada su
ubicación estratégica en la Plaza Independencia y si bien
no se apuestan muchos recursos -porque la prioridad son los
docentes y sus alumnos- no se deben dejar de lado.
Rodríguez recordó su iniciativa de cobrar entrada solamente
a los turistas extranjeros -como sucede en los principales
museos del mundo- lo cual permitiría contar con un ingreso
económico que ayude al presupuesto de este lugar, el cual
debe renovarse, publicar folletería constantemente y contar
con propuestas atractivas para sus visitantes.
En tal sentido, el Director enfatizó que
aún hace falta una normativa que potencie a los museos
nacionales, ya que no existe un área específica, una Ley de
Museos, ni un Sistema Nacional de Museos, que posibiliten
repensar estos espacios para promoverlos. De todos modos,
lo positivo es que ya se iniciaron conversaciones sobre el
tema.
Asimismo, informó la necesidad de contar
con formación en museos, la cual aún no existe en nuestro
país, tanto para cargos directivos, como para guías,
gestión y administración de los mismos. En tal sentido,
afirmó que quienes allí trabajan se fueron “haciendo”,
algunos capacitándose en el exterior, manteniendo contactos
con otros museos, y apoyándose en la lectura de libros.
El museo tiene que ser “vivo” y tiene una
función social fundamental, dado que incorpora la
información a la población, en un sistema de educación no
formal, afirmó el Director. Por tal motivo, celebró la
coordinación con otros museos, por ejemplo en la
realización de la iniciativa “Museos en la Noche” que se
realiza en el mes de diciembre, donde este lugar recibe a
muchos visitantes.
“Conocer este museo es una visita
obligada”, aseguró Rodríguez. Allí se llevan libros de
firmas desde 1999 para que la gente deje su mensaje,
incluyendo a los visitantes de todas partes del mundo.
Estos libros son la mayor gratificación, la devolución de
esos visitantes y se configuran como un feedback con
el que se cuenta para mejorar la gestión. Siguiendo esa
línea, también se realiza una encuesta de satisfacción que
revela que de los más de 200 mil visitantes que recibió en
este tiempo, un 24% fueron extranjeros. Otro dato relevante
es que se cuenta con el 90% de satisfacción de la gente que
lo recorre.
El Museo de Casa de Gobierno recibió el
Premio en la categoría “Recursos Museográficos” otorgado
por el Ministerio de Educación y Cultura, siendo el primer
museo distinguido.
Recorriendo el museo
En una recorrida rápida uno se lleva de
este museo varias ideas sobre objetos de antaño, entre
ellos la volanta de Rivera que se ubica a la entrada, que
es el primer coche oficial con más de 200 años; el Obelisco
a los Constituyentes de 1830 de Zorrilla de San Martín
hecho a escala; la Espada de Artigas que la provincia de
Córdoba le obsequió en 1815, así como también espadas y
sables de Rivera, Oribe y Lavalleja, y bastones de los
presidentes posteriores.
La mayor atracción para los niños es
“Coquimbo”, el perro disecado que perteneció a Venancio
Flores, así como también el vestido manchado de sangre que
Teresita, la hija del Presidente Máximo Santos, lució el
día del atentado contra su padre en el Teatro Cibils (17 de
agosto de 1886).
También se encuentran distintas bandas
presidenciales y máscaras mortuorias que sirvieron para
construir los bustos en homenaje a los presidentes
fallecidos y el plomo de la bala que dio muerte al
Presidente Baltasar Brum. Vajilla presidenciales y
personales con iniciales grabadas, muebles de época,
uniformes de gala y otros objetos personales nos acercan
más a aquellos que rigieron los destinos de la Nación en
distintas épocas.
La mayor parte de los objetos allí
expuestos son propiedad del Estado. El 99% pertenecían al
Museo Histórico Nacional y se encontraban en depósito, por
lo que no se retiró ningún objeto expuesto en otro museo.
Además, se recibieron muchas donaciones de familias y ex
Presidentes, como el caso de Batlle Berres, Baltasar Brum,
Baldomir, Williman y Pacheco.
Las instalaciones también son utilizadas
para realizar otros eventos como exposiciones plásticas y
fotográficas, representaciones artísticas como murga,
candombe, teatro y orquestas sinfónicas, proyección de
videos a través de productoras. Estas iniciativas cuentan
con la convocatoria que se realiza vía e-mail o mediante
los medios de comunicación. En este sentido, el Director
del museo reconoció que las salas siempre estuvieron a
tope, lo que demuestra la vigencia del lugar y la calidad
de las propuestas cuyo objetivo principal es atraer público
al museo.
Rodríguez aseguró que ya se está trabajando
en distintas iniciativas para planteárselas a las nuevas
autoridades que asumen el próximo 1º de marzo, con el
objetivo de profundizar lo que se viene haciendo. En este
sentido, expresó su satisfacción de los logros alcanzados
en función de los recursos existentes. Entre las
aspiraciones se incluye avanzar en cuestiones académicas,
ya que este museo es el organizador de los Encuentros de
Personal de Museos, un intercambio académico-profesional de
quienes allí trabajan. También se aspira a seguir
fomentando diversas iniciativas artísticas, para continuar
acercando otro tipo de gente en otros horarios, abarcando
desde lo más popular a lo más académico. Por otra parte, se
procurará potenciar la investigación en cuanto a su acervo
y su entorno, por ser uno de los objetivos de los museos.
Mientras tanto, la primera acción durante el próximo
gobierno será solicitar al electo Presidente de la
República, José Mujica, su foto oficial con la Banda
Presidencial para incorporarla al acervo del museo.