09/08/2000
El Presidente constituyó la Comisión para la Paz
BATLLE: LAS SOCIEDADES NECESITAN ENCONTRARSE A SÍ MISMAS
El Presidente de la República instaló hoy formalmente la Comisión
para la Paz, que tendrá por cometido fundamental "sellar la paz
entre los uruguayos" a través de una solución al tema de los
desaparecidos durante el gobierno de hecho de la República. "Las
sociedades necesitan encontrarse a sí mismas", dijo el mandatario,
que terminó su alocución con la voz quebrada por la emoción.
El Dr. Jorge Batlle se reunió en Casa de Gobierno Edificio
Independencia con los integrantes de la Comisión: el arzobispo de
Montevideo, Monseñor Nicolás Cotugno, que la presidirá, los Dres.
Carlos Ramela, Gonzalo Fernández y José C. Williman, el sacerdote Luis
Pérez Aguirre y el señor José D'Elía.
Tras la reunión de cerca de una hora, el Presidente conversó con los
miembros de la Comisión y les puso en conocimiento de los lineamientos de
la acción a desarrollar en el marco de una amplia libertad de movimiento
y criterios para cumplir sus objetivos. Tras este encuentro, la Comisión
en pleno se presentó ante la prensa y el asesor presidencial, Dr. Ramela,
agradeció a la prensa su colaboración, reiteró que el grupo ha de
trabajar en un ámbito de reserva y adelantó que el lunes volverá a
reunirse para definir el relacionamiento con los medios de comunicación.
De inmediato se hizo presente en el salón el Dr. Jorge Batlle, quien
acompañado por el Arzobispo explicitó los objetivos de la Comisión,
además de esbozar algunos lineamientos de su régimen de trabajo.
Las siguientes fueron las palabras del Dr. Batlle:
El gobierno considera un hecho central la instalación de la Comisión
para la Paz, que hoy acabamos de llevar a cabo. Aquí, junto a Monseñor
Cotugno, a quien hemos pedido que actúe desde la presidencia para
coordinar sus trabajos, estamos para decirles que esta comisión tiene un
objetivo moral y espiritual.
Todos sentimos, quienes participamos de su formación y los demás
ciudadanos del Uruguay, cualquier sea su actividad, su edad y condición
social, que las sociedades siempre precisan volver a encontrarse a sí
mismas cuando han sufrido mucho. Por ende, el paso que estamos dando tiene
por finalidad esencial ese propósito: el reencuentro de la sociedad
consigo misma. Yo digo que este es un objetivo que está por encima de las
cosas puntuales y de las cosas fácticas que naturalmente forman parte de
toda esta situación.
Quiere decir que esta decisión que hemos tomado y esta invitación
que, para honor del Gobierno han aceptado, en su condición personal y por
lo que ellos significan, los integrantes de esta Comisión, ella tiene,
antes que ningún otro, un objetivo fundamental: poder darle al país,
desde ellos y desde el Gobierno de la República, una respuesta ética,
una respuesta moral, que creo que es el asunto central y que responde un
poco a todo lo que se dijo el 1º de marzo, cuando se expresó, en nombre
no de los que habían llevado al Sr. Batlle a la Presidencia, sino en
nombre de todos los ciudadanos del Uruguay, "más vale ser que
tener". Y en esto creo que se identifica el Uruguay.
Y en este año, en el que recordamos los 150 años de la muerte de
José Gervasio Artigas, creo que alcanza con recordar al General en las
cosas que él nos ha transmitido: sus afirmaciones, para ver que eso es lo
que ha caracterizado y distinguido a esta nación.
Vamos a trabajar. Mejor dicho, van a trabajar ellos. Yo voy a estar
para colaborar con ellos, por supuesto, pero van a trabajar ellos y se van
a reunir ya, el lunes que viene, por la mañana, con una agenda primera de
trabajo que ha sido ya encargada a los Dres. Fernández y Ramela, puesto
que ellos han sido los que hasta ahora me han ayudado a mí en toda esta
tarea.
Aquí van a tener sus oficinas, en la planta baja. Va a haber una
secretaría desempeñada por la señora Soledad Cibils, que era la
Secretaria General de nuestra actividad en la casa de Gobierno. Se van a
reunir aquí y se van reunir donde quieran, se van a reunir colectiva o
individualmente. Van a recibir la información como quieran y donde
quieran. Vamos a incorporar, además, información existente. Toda la que
existe en las comisiones correspondientes del Poder Legislativo, toda la
que nos puedan aportar los familiares, toda la que pueda aportar el amigo
D’Elía, que manifestó que tenía información que podía aportar, así
como los datos que nosotros hemos recogido en Buenos Aires. Vamos a
trabajar no solamente con aquellas personas desaparecidas en nuestro
país, sino también desaparecidas fuera de él, puesto que hay muchas
cosas que tenemos que encarar y resolver.
Yo ya he recibido cartas y pedidos de personas que saben, conocen,
suponen, que ha tenido familiares y creo que suponen, con cierto
conocimiento, que han tenido familiares fallecidos hace 25 años y su vida
ha caminado por otro lado. Tienen su vida hecha por otro lado y no tienen
resuelto ni siquiera las mínimas situaciones jurídicas necesarias para
poder desarrollar una vida más plena y más feliz.
Naturalmente que los miembros de la Comisión, tal como lo dice la
resolución que he firmado, instalándola y dándole sus cometidos, se van
a manejar con absoluta libertad y con absoluta confidencialidad. Nosotros
tenemos que agradecerle a la prensa lo que la prensa en instancias
anteriores ha hecho en beneficio de esa confidencialidad privacidad, en la
cual muchas cosas hemos podido hacer: algunas que ustedes conocen y otras
que no conocen y que tampoco son motivo de necesidad de que sean
divulgadas porque las cosas que se hacen no se hacen para ser divulgadas
sino que se hacen para cumplir con una obligación.
Sabemos que ustedes nos van a ayudar. Vamos a constituir una Comisión
que va a contactarse con la prensa cada vez que ella lo entienda
necesario, para informar de lo que crea que se deba informar y también me
van a informar a mí. Me van a pedir los mismos miembros de la Comisión
que haga cosas que ellos crean que pueda hacer yo y naturalmente me voy a
respaldar mucho en ellos para alcanzar estos objetivos.
Desde ya, por supuesto que todos sabemos que son objetivos difíciles.
Y cuando uno procura una cosa de esta naturaleza no va a estar todo el
mundo de acuerdo con lo que alcancemos. Pero nosotros sentimos que tenemos
que enfrentar una obligación moral y todos los que estamos acá estamos
imbuidos de ese sentimiento y de esa obligación moral que nos ha llevado
a convocar a estos buenos amigos y a recibir de ellos, con su presencia,
el auxilio para poder darle al país un camino de solución, un camino de
entendimiento. Un camino en el cual al final de él todos nos podamos
abrazar y sentir que habiendo sido partícipes, activos o menos activos,
en las cosas tristes que nos han sucedido, ha llegado el momento en que
estamos en condiciones de levantar la cabeza por sobre el horizonte,
darnos un abrazo y pensar más en el porvenir que en el pasado. Esa es la
tarea, que no es chica, que nos hemos impuesto y quiera la providencia que
lo podamos hacer.
Muchas gracias, señores, muchas gracias.
Los dejo a ustedes con los amigos.