28/12/2000
BATLLE: EL MUNDO EXIGE CADA VEZ MAS PROFESIONALIDAD
El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle,
volvió a llamar hoy la atención sobre los desafíos tecnológicos del
nuevo siglo y convocó a asumir los cambios de un mundo "que reclama
cada vez más seriedad, profesionalidad y responsabilidad".
Encabezando el acto de entrega de premios a los ganadores del Concurso del
diseño para el Portal de Casa de Gobierno, Batlle se dirigió a la
concurrencia en los siguientes términos.
PRESIDENTE BATLLE: Primero, agradecerles a todos los
que están acá, a todos los que han venido y han participado en este
concurso para alcanzar este objetivo. En segundo lugar, agradecerles a los
señoras y señores miembros del Jurado que han trabajado sobre esta cosa
tan importante para el Uruguay. Yo participo de todo lo que dijo el señor
Cobas, considero que ese el objetivo que hoy nos tiene que mover en un
área en donde, sin ninguna duda, el Uruguay tiene enorme espacio. Enorme
espacio para recorrer.
El anuncio que ha hecho nuestro amigo Prosecretario es
correcto. Acabo de firmar estos decretos que me parece que son
importantes. Uno de exoneración del impuesto a las rentas de la Industria
y el Comercio, a las rentas derivadas de la actividad de producción de
soportes lógicos. Regirá para los Ejercicios desde el 1º de enero del
2001 hasta el 31 de diciembre del 2004.
El segundo decreto es el que tiene que ver con el IVA.
Entonces ese decreto establece que se incluye en la norma de las
exhortaciones a los siguientes servicios prestados a personas del
exterior: Servicios de asesoramiento en relación a actividades
desarrolladas, bienes situados, o derechos utilizados económicamente
fuera de la República, servicios prestados para el diseño, desarrollo o
implementación de soportes lógicos específicos, entendiéndose por
tales aquellos que se produzcan previa orden del usuario, la licencia del
uso de soportes lógicos por un período o a perpetuidad, la sesión total
de los derechos de uso y explotación de soportes lógicos.
O sea que estamos tratando, a través de estos
decretos, de mejorar las condiciones de competitividad de lo que ha
demostrado ser ya en el país un factor de producción, de trabajo, de
exportación, y fundamentalmente un factor central de crecimiento de la
capacidad de los uruguayos de navegar en estos medios de alta tecnología
y de imaginación por encima del conocimiento.
Yo quisiera decir dos o tres palabras a propósito de
otras cosas. En primer lugar, creo que tenemos todos la inmensa fortuna de
estar viviendo un tiempo muy particular en la historia de este país.
Ustedes bien saben que en materia de historia la cosa es bastante rápida.
A veces en un siglo no pasa nada, a veces en dos o tres años pasa más
que en un siglo. El Uruguay está viviendo un momento muy central de su
evolución como sociedad. Esta sociedad tuvo un principio, a principios de
siglo, en donde, montado en el siglo XIX y luego en el siglo XX, ahí
entre los últimos 20 años y los primeros 20 años de este siglo que
termina, tuvimos un cambio muy profundo en cómo la sociedad se organizó
y cómo la sociedad se incorporó al mundo de su tiempo. Sin ninguna duda,
si revisamos objetivamente, los hechos ocurridos entonces, dentro del
sector público y dentro del sector privado, vamos a advertir que ambos
fueron tremendamente dinámicos, tremendamente creativos y fueron capaces
de asumir riesgos, pero se hicieron, además, con acierto y con
inteligencia y le permitieron entonces, así, al Uruguay ser realmente un
país de referencia de lo que se debía hacer cuando se trataba de una
pequeña sociedad como la nuestra, ubicada no en el centro de los
acontecimientos que lideraban en el mundo la manera de ser, de producir,
de pensar y de comerciar.
Y eso entró luego en una faz, después de los primeros
30 años, en una faz de estancamiento. Y en el mundo cuando alguien se
estanca, retrocede. No hay otra cosa que retroceso cuando alguien se
detiene. El cambio es la única forma del equilibrio, es como la
bicicleta, si no se da pedal, se cae. Solamente el movimiento asegura la
estabilidad, solamente el cambio asegura la permanencia. Y nosotros, no
solamente nosotros, un buen sector de estas naciones y de otros lugares de
la historia, la geografía, se pararon. Se pararon y al pararse se
estancaron, y al estancarse, retrocedieron y al retroceder se confrontaron
interna y externamente. Más allá de temas ideológicos y de distintas
cosas que pueden argumentarse que participaron de los hechos vividos, las
cosas básicas a mi juicio fueron que las sociedades alcanzaron un momento
de excelencia, las condiciones generales del mundo cambiaron y ahí se
quedaron, y ahí como que se encalacraron. Pasa como cuando uno juega al
ajedrez, la pieza está encalacrada, el que la mueve la pierde. Quedamos
como encalacrados. El mundo sufrió esa situación y por distintas
circunstancias, a partir del ochenta y pico y del noventa, eso empezó a
cambiar. Posiblemente dentro de treinta, cuarenta o cincuenta años se
pueda ver mejor qué es lo que fundamentalmente promovió o produjo ese
cambio. Quizás de las cosas más pesantes en ese cambio han sido los
avances tecnológicos, fundamentalmente en el área electrónica y en otro
tipo de ciencias. Esto ha provocado un cambio fenomenal en el mundo. O sea
el tema de la globalización no es un tema de los gobiernos, es un tema de
la ley mundial, aunque los gobiernos no quieran, al punto que al que más
preocupa hoy es a todos los ministros de Hacienda del mundo. Yo compro por
Internet y pago impuesto ¿en dónde? ¿Lo hago allá, acá? Perdemos
impuestos. Es uno de los tantos problemitas que tenemos que mirar. Muy
lindo comprar por Internet, fenómeno, entonces no compramos acá,
compramos allá.
Es como el contrabando, más o menos. Mutatis mutandi,
mucho más lindo porque es más limpito, con aparatito y todo, ¿no? Por
tanto, quiere decir que el país está, la nación, la sociedad uruguaya,
está en un momento muy especial para asumir esos cambios, en un momento
distinto al que estuvo al principio del siglo. Al principio del siglo, los
cambios se hicieron por decisión política de los distintos integrantes
de la sociedad. Los integrantes públicos y los integrantes privados
tomaron la decisión de hacer esos cambios. Hoy los cambios se van a hacer
porque las cosas tienen más fuerza que las personas. Están ahí, golpean
la puerta y si no les abrimos, entran a patadas, o entran solas. Nos
guste, nos disguste, estemos de acuerdo, no estemos de acuerdo, pensemos,
veteranos como yo, que aquel tiempo mío era fantástico. Repitiendo la
frase de Néstor en la Ilíada, aquellos varones sí que levantaban
piedras, estos son unos flojos que no hacen nada. Pensamos todos lo mismo,
los viejos todos pensamos así. Como dijo un amigo mío, nunca se pierden
las esperanzas.
Pero esto obliga a que la sociedad se dé cuenta de que
estas cosas hay que asumirlas y hay que hacerlas. Cuando más tarde
demoremos en hacerlas, más difícil nos va a ser encontrar soluciones
para que todos los muchachos, en vez de que piensen en irse del país,
piensen en quedarse en el país. Porque, ¿a dónde se va una persona que
se quiere ir del Uruguay, porque no tiene laburo? ¿A un lugar de
economía cerrada o a un lugar de economía abierta? Se va a un lugar de
economía abierta. Es lógico, ¿por qué? porque acá está cerrada. Acá
no encuentra la oportunidad, y ¿qué es no encontrar la oportunidad? ¿Es
que alguien no le dio trabajo? No, es que se siente, se percibe, se
olfatea, se intuye y se ve de que está cerrado. Entonces, hay que
abrirlo. Y eso es lo que notoriamente va a suceder, sí o sí, en el
Uruguay. Las cosas pueden suceder de muchas maneras. Uno las puede
conducir, uno puede resistirse a ellas pero igual las cosas suceden, eso
puede determinar que sucedan con muchas dificultades, con conflictos, con
dolor. Si uno trata de conducirlas, de pronto también hay alguna
dificultad, algún conflicto, pero por lo menos se va llegar al objetivo.
Nunca nos olvidemos de Real de Anzúa cuando escribe en su libro que
nuestra sociedad es una sociedad amortiguadora. Aunque no lo diga en el
sentido de hacer un sinónimo de amortiguación con detención, en el
fondo la amortiguación genera o lleva implícito esa detención o esa
lentitud al cambio.
Hay algo que ha pasado también en el Uruguay, que por
suerte pasa siempre, que es el tiempo. El tiempo de hoy no es el tiempo de
1985 y por tanto, sin ninguna duda, hay una sociedad nueva en el Uruguay.
En el ‘85 jamás se nos hubiera ocurrido hacer un concurso que comenzara
por jóvenes de 14 años. La idea de hacer un concurso en el que
participan jóvenes de 14 años es porque los veteranos como yo llaman a
los nietos, que tienen 6, para que les prendan la computadora. Cambió el
mundo.
La sociedad lo asume, pero todavía no lo ha asumido
debidamente los que representan a la sociedad. Esa es la tarea más
importante, la que tenemos que hacer. La clase dirigente, tanto en el
sector público como en el sector privado, todavía no ha asumido
cabalmente que todo lo que ellos representan, porque en el país, cuando
un tipo tiene 50 años y llega a un cargo, nosotros decimos "éste es
un muchacho que tiene realmente porvenir". O sea que al país lo
manejamos los que tenemos setenta, que estamos formados en el cuarenta.
Muchas veces los que tenemos setenta no nos damos cuenta de que lo que
manejamos existe formalmente, que son simplemente representaciones u
organizaciones virtuales. No existen más. Están todas muertas. Lo que
pasa es que no queremos reconocerlo, porque no nos animamos.
Y ese es el tiempo tan interesante, tan fantástico,
que está viviendo la sociedad uruguaya hoy. Creo que esto de hoy, los
decretos como otras cosas, son simples expresiones de algo que todos
tenemos la obligación de hacer en los próximos dos o tres años, yo
diría este año que viene: este es el año, en donde las cosas hay que
plantearlas. El gobierno está dispuesto a hacerlo, cree en la necesidad
de hacerlo, no sabe cómo le va a ir, por supuesto, pero cree en la
necesidad de hacerlo. El gobierno espera que la gente joven se lo exija.
Eso de que ustedes son el provenir, porque la juventud,
todo es macana. Hay jóvenes de primera, jóvenes de segunda, jóvenes de
tercera y jóvenes de cuarta. Hay viejos de primera, viejos de segunda,
viejos de tercera y viejos de cuarta, que antes habían sido jóvenes de
primera, jóvenes de segunda, jóvenes de tercera y jóvenes de cuarta. Es
así. El mundo es redondo desde antes de Colón. Ya lo dijo Erastóstenes
que lo había medido sentado en Alejandría.
Y por lo tanto hay que reclamar de la sociedad este
cambio. Reclamar de la sociedad este cambio no quiere decir hacer huelga
por el presupuesto, para empezar a trabajar el 15 de enero y no estudiar
debidamente. Eso no sirve para nada. Para nada. Ya no servía cuando yo
hice caer.... dos días antes porque tenía un escrito de Biología al que
no podía asistir porque no sabía nada. No sirve para nada. El mundo
exige cada día más racionalidad y más profesionalidad, más seriedad y
más responsabilidad.
Estamos muy contentos de que haya sido una persona
joven del sexo femenino la que haya ganado el concurso porque eso
demuestra que lo que sucede en casa no es una cosa excepcional, sucede en
todos lados: las mujeres mandan. Espero que podamos cumplir con lo que
dijo el Cr. Cobas, que es un desafío formidable. Si no cuesta plata no
tenemos problemas, ha llegado el Banco República; está en la madre de
todas las batallas, siempre, el amigo García Pintos. Pero es un desafío
formidable el que tenemos que hacer en este país, y es una oportunidad
para trasmitirle a ustedes, que son personas jóvenes, lo que el gobierno
siente, lo que el gobierno trata de hacer, intenta hacer, y lo que el
gobierno trata de que la sociedad lo haga en la medida que, en fin, que se
pueda trasmitir esta expresión de deseo. Felicitaciones a los que
participaron, no solamente a los ganadores, a todos los que participaron.
Participar es como dice Pierre de Coupertin, ¿no verdad?, en la
Olimpíada hay que participar, hay que competir sin olvidar jamás los
valores. No hay que ganarle la posición al otro pisándole los pies; hay
que respetar los valores. En la vida es mucho más importante ser que
tener. Espero que todos podamos cumplir con ese objetivo. Vamos a ver,
entonces, cómo son las cosas y a quién le vamos a dar los premios.
Muchas gracias.