05/07/2000

Batlle en la Cámara de Industrias

"LOS PROBLEMAS ECONOMICOS SE RESUELVEN CON MEDIDAS ECONÓMICAS"

El Presidente de la República, participó de la Asamblea Extraordinaria de Asociados de la Cámara de Industrias. En un extenso discurso, el Primer Mandatario se refirió a una multiplicidad de temas como la inflación, el comercio con el ALCA y la recuperación del comercio con los países de la región.

Asimismo, expresó que bajará a 1.8 el déficit, insistió en la necesidad de la venta del oro y se comprometió a hacer frente al contrabando.

Posteriormente, respondió las preguntas de los señores asistentes. El siguiente es el texto completo de su alocución.

Señor Presidente, señores miembros del Consejo Directivo de la Cámara de Industriales del Uruguay, señoras y señores industriales.

 

Para mí es un gusto venir, como he tratado de ponernos en contacto con todos los sectores de la vida nacional, y como de seguro, tanto el Señor Ministro Abreu, a quien ustedes bien conocen, como el Ministro de Hacienda en cada oportunidad que sea necesario, como quien habla, vamos a estar siempre dispuestos a escucharlos, a conversar y a dialogar.

 

En primer lugar, porque es nuestra obligación. En segundo lugar, porque es la mejor forma de hacerlos partícipes de los problemas comunes que entre todos tenemos que manejar. Por cierto, creyendo que ésta es la primera oportunidad con los Senadores, el señor Presidente de la Cámara de Industrias, en que un Presidente esta por aquí, en estas circunstancias. Porque han estado muchas veces otros presidentes, yo debo decirles que forma parte de nuestras obligaciones y que lo vamos a hacer todas las veces que sea necesario y conducente a alcanzar esfuerzos y soluciones que son comunes.

 

A nosotros nos ha tocado bailar con la más fea. Esta mañana, Ariel Davrieux durante el acuerdo posterior a una reunión que hubo en la planta baja de la Casa de Gobierno donde un profesor extranjero estaba haciendo una disertación a propósito de los temas de la desregulación o de la regulación de mercados, decía que conversando con un economista que había asistido, estaban haciendo algunas reflexiones a propósito de cuándo había tenido el país dificultades provenientes del exterior tan serias, tan profundas, y tan desafiantes para la economía nacional como las que vivimos en el año 1999 y las que se nos han presentado en este primer semestre del 2000 como consecuencia del arrastre de las mismas, que hablaban de los hechos del 74 o del ochenta y poco.

 

Pero sin querer saber si esta es la más importante o no, lo cierto es que todos los números que ustedes conocen y que nosotros también conocemos y manejamos, indican con claridad que los acontecimientos del 99 fueron para el área, para la región muy difíciles y muy duros. Y no lo digo esto como una excusa, para nada, simplemente lo digo como una expresión de una realidad con la cual nos tenemos que manejar.

 

Hasta el año de 1998, nosotros vinimos vogando empopados, o sea, el Real tenía un valor que no era real, y que nos permitió inclusive en un determinado momento llegar a una balanza comercial con el Brasil que manifestó la cifra extraordinaria de hasta 400 millones de dólares de superávit. Todo se podía vender, todo se podía colocar en ese mercado, que por su dimensión y por las condiciones del valor de su signo monetario, estaba capacitado para comprar todo lo que precisaba y todo lo que nosotros ofrecíamos.

 

Las consecuencias del año 1999 las saben ustedes todos tan bien como nosotros. Solamente la baja del producto en más de tres puntos, sino que además se sumó a ello la baja de los precios de las mercaderías que el Uruguay coloca en el mundo. La suba extraordinaria a lo largo de 1999 que hoy continúa con la crisis del petróleo, además de eso, otras dificultades para colocar nuestras mercaderías tanto en Brasil como en Argentina. La baja del precio del EURO que alejó también en términos de competitividad en los cuales la exportación y el país todo, se mueve y finalmente los frutos, mejor dicho, las consecuencias de la seca de primavera produjo en el país.

 

Estamos a pocas horas de haber enviado al Parlamento de la República el proyecto de rendición de cuentas, en donde designamos cuál ha sido el déficit que el país tiene que enfrentar a partir de los hechos que acabo de describir del año 1999. Estamos en el orden de los cuatro puntos del producto. Lo importante que se puede decir con respecto a esas circunstancias, es que mientras que el país tenía un manejo de los guarismos y de las calificaciones macroeconómicas correcto, y que se mantenían los déficit presupuestales dentro de los límites establecidos previamente en los distintos enunciados anuales, hechos por el equipo económico en el último año sin haber aumentado los gastos, por encima de las obligaciones crediticias establecidas en las aperturas presupuestales, el país bajó la recaudación por los conceptos que aquí acabo de enumerar y se generaron en un país que tiene una organización prácticamente todo cíclica.

 

Estas dificultades son las que hoy tenemos que enfrentar y que tenemos que resolver, manteniendo los equilibrios macroeconómicos imprescindibles para poder pensar en cualquier otra circunstancia. Pensamos naturalmente si era posible o viable resolver estos problemas por algunos de los caminos que pueden existir, como también caminos teóricos a considerar. Uno podía haber sido tratar de hacer un gran ajuste, nos pareció imposible hacer un ajuste de lo que otros países y nosotros mismos hemos tenido que hacer en otras oportunidades. Nos pareció también absolutamente equivocado el camino de mover la tasa cambiaria, en un país altamente indexado, referido a nuestros productos sobre precios internacionales. Eso no iba a resolver la situación de nadie, nada más que durante un pequeño rato y por tanto íbamos a perder mucho más de lo que se suponía que podíamos ganar . Ibamos a perder, además en algo que ocurrió hace pocos días y que no hubiera ocurrido si tal cosa hubiéramos hecho. Hace pocos días colocamos trescientos millones de dólares en bonos, con una oferta de seiscientos, con una investiment grave de 8,75 por debajo de México y de Argentina y de Brasil. Y si tuviéramos que pagar la tasa de corte de un "investment grade" tipo brasilero, yo creo que hubiéramos volado más o menos a la altura del primer Sputnik. Con lo cual, sin ninguna duda, tomamos la decisión que consideramos en ese momento la más acertada, y a la cual estamos comprometidos, es a mantener los equilibrios macroeconómicos, y apelando no solamente a todos los medios posibles para reducir el gasto, desde los más pequeños a los más importantes, sino estableciendo el Poder Ejecutivo con la colaboración de todos los señores ministros, un esfuerzo real en la reducción del gasto. Un esfuerzo que en algunos casos es un esfuerzo que va a determinar cambios sustantivos en las formas del ejercicio del gasto, digamos que quizás el área más sensible y que más claramente está signada como la que en buena medida necesita y reclama y requiere un reordenamiento total del gasto, es Salud Pública. Salud Pública supone un gasto equivalente a diez puntos del producto, de los cuales siete puntos lo lleva la actividad privada que atiende al cincuenta por ciento de la población y tres puntos del Estado que atiende el cincuenta por ciento de la población. Y le debo decir que en los gastos del Estado el reordenamiento ya ha comenzado a ser muy importante y seguirá siendo muy importante. No, porque las cosas se hayan hecho mal en pasado, sino simplemente porque el pasado reflejó un tiempo que no existe más. Hay algo que los uruguayos tenemos todos que asumir y es que las condiciones bajo las cuales se estructuró la sociedad uruguaya ,en el medio tiempo que fue desde el 30 y pico hasta el 54, no existe más. No es que aquello sea malo y esto mejor. No es que este mundo de hoy sea mejor que aquel, es simplemente otro mundo, para todos, para el sector público tanto como para el sector privado. Y, sin ninguna duda, a nosotros que nos toca conjuntamente con este grupo de ciudadanos decididos, que asumen la tarea ministerial, dejando sus actividades particulares con un sentido de cumplir con las obligaciones y responsabilidades con la comunidad, es una tarea principal que el Estado tiene que asumir, y es una obligación principal que el Estado tiene que contraer para posibilitar que aquellos que producen en el sector privado puedan producir en mejores condiciones. Es absolutamente cierto que el peso que el Estado le transfiere a la sociedad está por encima de la capacidad de la sociedad para poder con ese peso competir con éxito, en el marco de una política macroecnómica, de estabilidad como la que estamos desarrollando. Y por tanto es absolutamente imprescindible que en estos cinco años el Estado asuma esa necesidad de transformar su forma de producir, su forma de trabajar, su forma de organizarse y su forma de transferir a través de sus distintos costos, el costo que los ciudadanos a través del sistema fiscal, tienen que aportarle a la sociedad para que la sociedad a su vez pueda darle al país desde el sistema fiscal las contribuciones necesarias para aquellas cosas que el Estado tiene que hacer, en donde tenemos que ser muy claros, qué es lo que tenemos que hacer y qué lo que no debemos hacer, qué es lo que los sectores privados hacen mucho mejor que nosotros y qué es lo que nosotros tenemos que hacer para regular la actividad de los sectores privados en el sentido de que tengan la libertad de competir y que de esa libertad de competir sus costos y su productividad puedan ser competitivos en el mundo. Y esa es nuestra obligación. Y la asumimos además en un momento en donde yo diría que es una situación, una circunstancia, que el Uruguay no puede eludir: No que este Gobierno no la puede eludir, es que el Uruguay no la puede eludir, con este gobierno o con cualquier otro gobierno, de cualquier signo político, no la puede eludir. Y por una razón bastante simple, por una razón bastante sencilla, que parecería que aún todos nosotros, tanto el del sector público como el del sector privado, me estoy refiriendo a todas las áreas de la sociedad, no hemos todavía, en forma absoluta, asumido.

 

En primer lugar, y permitáseme que yo sea un poco reiterativo, porque creo que estas cosas, todos cuando creemos en algo, lo creemos firmemente, lo tenemos que repetir y lo tenemos que reiterar. Todas estas naciones crecieron en el siglo XIX y en los primeros veinte años del siglo XX, con economías que estaban ligadas al primer mundo. Como decía hace pocos días en la Argentina no había el investment grade, no había instituciones estables, no había sistema judicial, no había otra cosa más que revoluciones y enfrentamientos entre nosotros. Quiere decir que estos países tuvieron la posibilidad, por el sistema que se dio entonces ,de recibir inversiones en grado muy importante, de tener la ventaja de recibir la tecnología de punta que en ese entonces se manejaba, en la infraestructura, de poder dar posesiones en términos comparativamente adecuados a los valores que hoy manejamos, a los valores nominales y reales que hoy manejamos, desde las cuales se construyeron entre otras cosas por ejemplo, el puerto de Montevideo a treinta pies de profundidad al cero, en 1902. En medio de todo eso además, tuvimos otra cosa muy importante, además de una transferencia enorme de capitales, la transferencia enorme de cientos de miles de inmigrantes cultos y capaces, tuvimos fletes baratos y tuvimos mercados abiertos. Y llegamos ¿a dónde? al primer mundo, ¿cuál era? era Europa, era nuestro socio

 

A partir de la Primera Guerra Mundial comenzamos, hasta después de la guerra de Corea y ustedes bien lo saben y lo conocen, a desarrollar en este país, como en todo el resto de los países de América del Sur, un sistema totalmente diferente, que se basó básicamente en sustitución de importaciones, cuotificación de importaciones, protecciones altas. Ello permitió sí desarrollar actividades que hasta entonces no estaban desarrolladas. Recuerdo perfectamente que la primera fijación del precio del trigo se hizo en los primeros meses de gobierno de don Tomás Berreta y en los meses que le siguieron para esa zafra en el gobierno de mi padre. Era otro mundo.

 

Y en ese mundo sin ninguna duda pudimos crecer y pudimos hacer una enorme cantidad de cosas, y pudimos desarrollar industrias que no tuvieron naturalmente la capacidad de ser entonces de la tecnología y de la capacidad de lo que podían haber sido las europeas anteriores, porque no teníamos ni la vejez, ni la antigüedad, ni la tradición, ni el conocimiento, ni la masa crítica, ni el capital, ni la historia, ni la cultura académica que ellos habían desarrollado en dos mil años de vejez.

 

Eso terminó a partir de los años que siguieron a la guerra de Corea, terminó. Y fue por terminal y por no tener un sustitutivo a eso, que vivimos con esa alta ideologización que el mundo tuvo desde entonces hasta hace poco tiempo, hasta que cayó el muro de Berlín. Una altísima ideologización en el mundo entero que junto con la caída de los niveles sociales de vida vividos en nuestros países por las circunstancias de que habíamos perdido aquella liesson que teníamos con Europa, determinó todos los problemas tan dolorosos y tan duros que tuvimos.

 

En ese tiempo procesamos un cambio. Señores, ¡tardamos quince años en llegar a un dígito de inflación! Comencé mi primer crédito en el Banco Atlántico para comprar unos bichos cuando comencé a trabajar, cuando la tasa de interés era por entonces más baja que ahora. ¿Tardamos quince años en llegar a una tasa de inflación de un dígito! ¡Quince años! En el Uruguay entre 1868 y 1954, el dólar pasó de 95 centésimos a 1.51,90. Ha de haber sido uno de los pocos países del mundo donde durante 100 años costaba vivir el año siguiente menos que el año anterior. Eso, por supuesto que generó en nosotros una manera de ser, una manera de sentir, una manera de pensar, una manera de reaccionar frente a los fenómenos, llegamos a creer que estas cosas no podían suceder entre nosotros, ¡que no podían suceder! Hoy están.

 

Hoy todos estamos de acuerdo en que tenemos que tener una macroeconomía estable, pero todavía no nos hemos puesto de acuerdo para hacer una microeconomía eficiente. Porque por empezar todavía tenemos un Estado hecho a imagen y semejanza de los tiempos idos, de los tiempos que ya no son más.

 

Eso genera una cantidad enorme de problemas. En primer lugar problemas salariales. Tenemos los funcionarios de mayor responsabilidad, los peores pagos del universo. Mientras que el intendente de Cerro Largo gana $ 70.000, el Ministro de Economía gana $ 32.000 y no podemos aumentar los sueldos de los ministros porque están todos atados con los sueldos de los diputados, de los senadores, de los generales, de los militares, hasta el último funcionario, y por tanto hemos hecho una estructura casi encalacrada.

 

Y cuando necesitamos contratar un experto en algo que no tenemos, tenemos que pedirle al PNUD que nos arregle el fato, porque sino no lo podemos contratar. Acabamos de contratar a Spiller, un joven uruguayo que ustedes seguramente conocen porque tiene origen industrial, que está en una de las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos, para que venga a colaborar con nosotros en materia de desregulación de las áreas informáticas o de las comunicaciones, mejor dicho, y no lo podemos contratar por los mecanismos normales del presupuesto general de gastos porque no tenemos posibilidades. Tenemos que contratarlo a través de un contrato con Naciones Unidas.

 

Quiere decir que hay una cosa que yo tuve la oportunidad de decírselo a los señores estudiantes, profesores e integrantes del Consejo Central Universitario, en Uruguay hay una cantidad de estructuras que no existen más, que solamente existen nominalmente. Y lo más grave del caso es que quienes más rápidamente han percibido este cambio han sido los integrantes de la sociedad, los ciudadanos. Pero los que seguramente menos hemos percibido esta transformación o esta necesidad de transformación somos los dirigentes, de todas las cúpulas dirigentes, tanto pública como privada, entre los cuales me incluyo, y asumo todas las responsabilidades. Porque mi vida no es de hoy, mi vida es larga y por tanto de seguro he de haber cometido muchos errores, a lo largo de ella, que pueden haber ayudado a no adelantarnos al tiempo como debimos de haberlo hecho.

 

Pero ahora, no hay más tiempo para discutir eso, ahora hay que hacerlo sí o sí. Porque si las cosas venían cambiando, en los últimos tres años han cambiado a una velocidad de vértigo. Todavía no he conversado con Bensión como piensa recaudar el icommerce, y a qué le va a poner impuesto cuando alguien por internet compre algo en Miami y lo venga a mandar como un paquetito de menos de U$S 50, en partes (risas). Es que el mundo es así. Tanta gente se ha enojado conmigo por el asunto del decreto de la cable TV, es como si hubiera prohibido a Gutenberg (risas). ¿Cuánta gente habla por internet, por teléfono? ¿Que es el monopolio de ANTEL? Y cuando nuestro amigo el Ing. Bracco dice el monopolio de ANTEL, es algo que no existe nada más que en el estatuto de ANTEL y en la ley de su creación, está referido nada más que a la telefonía básica y la telefonía básica se elude y se margina todos los días con todos los medios. Yo veo a todo el mundo con el e-mail para acá y para allá, ni correo, ni teléfono. Es otro el mundo, y el Estado lo advierte, lo reconoce y asume su responsabilidad. Y la primera cosa que queremos decir es que estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para enderezarnos en ese camino, en todos los sectores, absolutamente en todos los sectores.

 

Como ustedes bien saben, lo he dicho y lo tengo que repetir una vez más, es notorio que yo estoy en la estación Carnelli, porque después de la estación Carnelli viene la Estación Central y ahí se termina la vía, no es verdad. Yo tengo como todos los presidentes, pero en mi caso mucho más, la obligación de decirles a ustedes que esa es una tarea a la cual nos hemos comprometido y la vamos a llevar adelante. Que no va a ser fácil, que no va a ser fácil. No va a ser fácil porque inclusive para nosotros mismos no va a ser fácil, porque esto supone un real esfuerzo de transformación de todas las cosas en el país y transformar la burocracia, es una cosa bastante difícil, transformar la organización del Estado y transformar el temor al desafío, a los mandos medios de las distintas instituciones grandes del Estado, que muchas veces tienen miedo de perder lo que tienen y no advierten que si no cambian lo que tienen, lo que tienen no existe más.

 

Yo creo que eso es un viento nuevo que tiene que correr entre todos nosotros y tiene que meterse en el alma de todos nosotros, si queremos ser exitosos en cada una de las cosas que hacemos, tanto en el sector público como el sector privado, la diferencia es que el sector privado si no lo hace se muere y el sector público si no lo hace cree que hay algo que le puede permitir sobrevivir a expensas de lo que sin ninguna duda si no cambian mueren. Porqué el sector público vive de los que pagan los impuestos. Y creo que ese es un hecho claro, concreto, que yo lo quiero decir, no porque esté en contra del sector público. al revés, estoy a favor y por eso pretendemos modernizarlo para que pueda sobrevivir todo el mundo, mejor, y cumplir mejor, con las funciones que tienen, porque el Estado no es un Dios. El Estado es un instrumento y que debe servir a la comunidad y no servirse de la comunidad y eso es lo central para tener una idea de cómo tenemos que hacer un esfuerzo enorme para transformar todas las cosas. Yo debo decirles además que, en ese sentido, hemos tratado de hacer cosas, vamos a ver con qué éxito desde el punto de vista, en primer lugar, del acierto de las ideas que tengamos, porque somos falibles por supuesto y en segundo lugar de las posibilidades que el tiempo nos dé para rápidamente poder influir de manera de que los agentes que trabajan, los ciudadanos, los sientan, lo perciban.

 

Veo que podríamos hablar de muchas áreas pero tengo la impresión de que lo más importante está vinculado a lo que maneja el Ministro de Industrias, el Ministro de Industrias a quién ustedes bien conocen, se ha metido en esto con fuerza, y estamos en condiciones de decir que tanto en el tema de la UTE, como en el tema de la ANCAP, tengo la certeza de decir que hemos comenzado a trabajar en armonía con las dos Instituciones, con los dos organismos. El Ministro va a sentar a los gerentes y a los directorios, sólo y conjuntamente con el Presidente de la República y yo creo que vamos a poder estar en este mes de julio, por cierto, dando anuncios concretos definitivos en cuánto a transformaciones en las acciones que nos va a permitir en poco tiempo bajar los costos de la energía, abrir los mercados y empezar a ser mucho más eficaces en la gestión que nos incumbe llevar adelante. Yo hubiera querido decir que algunas cosas se hubieran podido firmar hoy, pero estamos todavía perdiendo por ventaja mínima, en una palabra quizás en algunas unas horas hubiéramos postergado la visita y yo ya podría hacer el anuncio pero, hablamos con el Gerente de UTE, hoy, con el Sr. Pombo, le preguntamos alguna cosa, en algo que estamos prácticamente al lado ya de la decisión final para poder, en 18 meses, tener las cosas en marcha, o sea cooperativas, para acercarles al País entero otra fuente de energía como el gas que sin ninguna duda y a la gente de Paysandú la está recibiendo y que pretendemos extenderla por todo el litoral, por la fuente desde Paysandú , y por todo el sur. Creo que eso le va a dar un cambio significativo en nuestra capacidad de producir a menor costo y consumir a menor costo. Familiarmente, comercialmente, industrialmente. También debo decir que en materia de ANCAP están procesando cambios importantes y lo mismo en materia de ANTEL.

 

Cambios en los tres organismos centrales, van a ser cambios que estimo le van a permitir a esos organismos cumplir con sus funciones. No estamos pensando en privatizaciones, que hoy no tendrían ningún sentido. Hoy serían, absolutamente, además de impracticables, no tendrían el sentido que se persiguió con las privatizaciones. Tenemos que hacer sociedades, vamos a hacer sociedades y vamos a buscar sociedades.

 

Quiero decirles además que en lo que atañe a la situación de los mercados, ustedes bien saben como está el mundo. Hoy cuando leí los diarios, por la mañana, me encontré con que el Presidente de Francia anunciaba como leiv motiv de sus seis meses de gobierno de la Comunidad Europea, que su objetivo era extender Europa hacia el Oriente, hacia los países del Este, cosa que nos anunció, además, el Señor Gabriel Solana Pacheco, el viernes pasado en Buenos Aires. Como ustedes saben, supone la posibilidad de que todos esos países, liberados de barreras arancelarias y tarifas de otro tipo de dificultades pueden acceder a sus productos al mercado europeo en el área de los productos primarios de los comodities. El único país que todavía no a entrado con quien se están discutiendo los términos de su acceso es Polonia, pero todos los demás, a partir del sábado pasado, están adentro de ese mercado.

 

Tengo, para mí, que la reunión de la semana pasada en Buenos Aires con respeto al MERCOSUR y el futuro del MERCOSUR fue una reunión central. Yo diría que la Presidencia de la República Argentina Pro Tempore de acción en el MERCOSUR fue muy provechosa, pero muy provechosa, por el ánimo y por lo resuelto. Desde el punto de vista del global del MERCOSUR, creo que la reunión anterior que se había hecho en Buenos Aires, presidida invitación de Machinea con participación de todos los Ministros de Economía y los Presidentes del Banco Central, cuya resolución se ratificó por el Consejo el viernes pasado, creo que es un primer marco que va a afianzar la relación en los países en el área de la política macroeconómica. No tengo de ello ninguna duda, inclusive hay fechas concretas para los próximos pasos. La visión presentada a todos los partícipes fue que teniendo en cuenta un acuerdo en cuanto a porcentajes de endeudamiento, de déficit y precios, estamos en cierta medida generando una estabilidad cambiaria, que es lo que se precisa para que funcione adecuadamente un MERCOSUR, en donde los dos mayores mercados se manejan desde el punto de vista cambiario, uno con una tasa aparentemente o teóricamente, o jurídicamente o prácticamente flexible y el otro con una tasa fija.

 

Creo que fue muy, muy importante, la participación Chilena. No solamente por el peso que tiene el Presidente Lagos, él personalmente, sino por el peso de Chile. Chile no tiene que hacer discursos a favor a la baja de aranceles. Ya hace tres Gobiernos que la ha manejado con éxito y Chile ha probado con la baja de aranceles y con una apertura y con un cambio que no solamente supone los cambios macroeconómicos, sino también los otros cambios de los cuales me he referido anteriormente, que Chile organizó profundamente y que los mantuvo la Administración Albo y la Administración Frei y que estoy absolutamente convencido, por lo que escuche, que lo van a mantener los integrantes del equipo económico de la Administración Lagos, quién a demostrado su capacidad de inserción en el mercado mundial. Y cuando manifestó públicamente su decisión de incorporarse con plenitud al MERCOSUR dijo: pero ello desde la situación diferencial que todos tenemos, sentimos que podemos hacer muchas cosas en común pero anunciamos y advertimos que por Ley vamos a bajar un punto flatt los aranceles y que dentro de tres años vamos a estar en el seis por ciento de la tarifa arancelaria y del universo arancelario. Por tanto, en esas condiciones, Chile anuncia su deseo de incorporarse al MERCOSUR y por tanto ratifica que no está dispuesto a subir los aranceles.

 

Me pregunto: ¿qué clase de espumadera será el MERCOSUR con uno que tiene seis por ciento de aranceles y otros que tenemos bastante más?. Eso requerirá una respuesta de los demás socios, para aceptarlo con ese diferencial o buscar un tema de convergencia lo más rápidamente posible para competir.

 

Quiere decir que el tema esta planteado y está planteado por Chile, a quién todos los miembros le han solicitado que se acerque, y se incorpore. Y Chile dice sí, me quiero acercar pero con estas condiciones.

 

Creo que el otro asunto que realmente importó en las decisiones que tomaron fue la resolución de negociar todos con México. Yo hablé el domingo con el Presidente electo, el señor Fox, cuyas manifestaciones, además, en relación al MERCOSUR fueron muy claras, con quien tenemos, además,, una buena relación y por tanto en el 2003 todos tenemos que estar negociando con México un acuerdo de todos los países que hoy tienen acuerdos diferentes: Brasil en materia automotriz, Argentina el suyo nosotros el nuestro. Lo mismo se habló del "Grupo Andino", aunque es una cosa un poco más difícil , y también considero que fue muy importante alguna resolución que se tomó a propósito de la protección que tenemos que tener, entre todos, de las importaciones subsidiadas de productos de terceros países.

 

Se tomaron otras resoluciones, como se habló por primera vez de bajar aranceles para bienes de activo fijo que no se produjeran en la zona, cosa que hasta ahora no se había hablado.

 

Por lo tanto, tengo además del tema muy importante de declarar nuestro compromiso de que las fronteras no tengan dificultades, no expresen dificultades en lograr los acuerdos - que ustedes bien saben que eso por más que uno lo declare siempre existen esas dificultades - no sólo aquí sino también en Europa y que tenemos que ir resolviéndolas. Creo que ha sido una señal formidable en favor de esto y la resolución del supremo tribunal brasilero a propósito de la resolución de un juez, de Porto Alegre, de prohibir la importación de arroz, considero que sin ninguna duda los plazos globales dados la semana pasada fueron muy importantes.

 

Con referencia al Uruguay, como ustedes bien saben terminaba en el 2000 la admisión temporaria. Siendo que la admisión temporaria es un régimen absolutamente excepcional y que tenía un plazo que caía automáticamente Yo creo que el Uruguay cuando obtiene un plazo de cinco años más, no solamente está consolidando una necesidad sino que está diciéndose a sí mismo: "señores, en cinco años el país tiene que estar preparado para otro mundo".

 

A la velocidad que las cosas van, en cinco años el mundo será muy otro. No sé si estaremos o no en el ALCA, no lo sé. Yo no soy el inventor del ALCA. Existe antes de que yo naciera a la vida política en esta responsabilidad que hoy tengo, estaba ya constituida, está trabajando, tienen comisiones, están actuando, se han reunido y tienen una fecha que se la han dado ellos. Por lo tanto, ese es un tema que hoy está instalado, que antes no estaba instalado y que hoy está instalado, por lo que tenemos que considerar esa realidad porque esa realidad forma parte de nuestro horizonte próximo, no de un horizonte para nuestros nietos, sino de nuestro horizonte próximo.

 

Esto no quiere decir no tratar de negociar con Europa. Por supuesto que vamos a seguir negociando con Europa, ¡por supuesto! El señor Javier Solanas Pacheco nos dijo que hasta el 2002 no se podía hablar de nada porque había elecciones y yo lo comprendo. Es difícil hablar con alguien cuando hay elecciones, me ha pasado a mi (risas) y supongo que a ellos le pasará más porque tienen mayores problemas. También hay elecciones en noviembre en los Estados Unidos y por lo tanto las cosas después de noviembre se van a ver más caras o para un lado o para otro. O el próximo presidente de los Estados Unidos impulsa más esta posibilidad o por el contrario no la impulsa. Aunque yo creo que las cosas van a ser más a favor que en contra de impulsar estas soluciones. Uno lo ve además por las distintas actitudes de los gobernadores de los Estados Unidos, el gobernador de Carolina del Norte, el gobernador de Florida, el propio candidato a la gobernación de Texas, sin ninguna duda están haciendo una gestión nueva en los Estados Unidos, una gestión que es mucho más proclive a la influencia y la presencia, quizás por la propia magnitud de la presencia hispana en los Estados Unidos, me da la impresión de que hay otra visión de las relaciones entre América y el NAFTA.

 

Fue muy interesante participar de la reunión de Cartagena. Éramos dos categorías diferentes, los que ya estaban dentro y los que estábamos fuera. Los pequeños países de Centroamérica, la República Dominicana, además de México, eran una tanda que jugaba en otra liga e inclusive le pregunté al señor Zedillo qué significaba esa multiplicación de la exportación mexicana a los Estados Unidos, ¿qué cambios supone todo eso? A lo que él naturalmente contestó en forma afirmativa.

 

Esto significa con toda claridad que el mundo es redondo, que Europa, hoy por hoy, no es un lugar al cual podamos llegar, como hubiéramos deseado llegar todos, porque venimos de allá, tenemos su cultura y tenemos, por generaciones enteras, los ojos puestos allí y parecería que en los próximos años tenemos que volver a mirar a los Estados Unidos. Como aquí hay algunos industriales que tienen vocación pecuaria –algunos que estoy mirando- los terneros valen tres dólares el kilo, amigo. Buena fariña.

 

Les quiero decir además, que la obtención de ese plazo de cinco años es central para la industria nacional, para que ya en el tiempo en que el país empieza a caminar en su recuperación, nos vayamos preparando para ese mundo nuevo en el cual vamos a ingresar. Un mundo nuevo, que es un mundo de asociaciones y que no es un mundo de esfuerzos aislados. Parecería que ese es un signo de los tiempos que corren.

 

Aquí los más grandes se juntan con otros enormes. Aquí no hay nadie que no encuentre un momento para olvidarse de todos los conflictos de competencia que han tenido en el pasado. Aquí si el Commerce no se junta con el Bresner, se junta con el DeutschBank, se junta con otro, se junta rojo o blanco, pero los monstruos se juntan con los monstruos, pero nosotros no nos podemos ni juntar porque somos unos individualistas terribles. Claro, preferimos morir de a uno.

 

Creo señores que esta es una señal de los tiempos tanto para el sector agropecuario, como para el industrial o para el sector comercial. Ustedes tienen que hacer un esfuerzo para juntarse y juntarse no quiere decir producir lo mismo, porque si ayer Reunie tenía flota de barcos para transporte y se dedicó a hacer lana. Juntarse quiere decir juntar el esfuerzo, el capital, el conocimiento, el manejo, la habilidad, la disposición a asumir riesgos.

 

Pienso, por otra parte, que en aquellas áreas en las cuales en la reunión del viernes aparentemente no se cerraron acuerdos, yo diría que no ha sido por el Uruguay, y pienso que los acuerdos en lo que conciernen a nuestro país están cerrados y concluidos en función de lo que se conversó por parte del Ministro de Economía y del Ministro de Industria en la reunión de Buenos Aires y me estoy refiriendo concretamente a la industria automotriz. Vamos a no andar con vueltas, porque acá todos nos conocemos y todos sabemos de lo que hablo. Con respecto a las cuotas de los autos terminados y con respecto a los cupos de las autopartes.

 

Creo que en ese sentido, mirando la cifra histórica, no un año, sino la cifra histórica que es la que importa, los acuerdos alcanzados en las conversaciones tenidas, que estoy absolutamente convencido que no van a ser alterados, porque no hay motivos ni razones, porque la falta de la firma final no tuvo nada que ver con problemas Uruguay, no tiene razón alguna para no ser dejado de ser ratificado en la próxima reunión que será en este mes de julio.

 

Quiero decirles, además, a Uds. que en materia de lo que el Estado puede y la sociedad puede hacer, que todo aquello que podamos hacer, tenemos que hacerlo en común. La experiencia de Seattle, aunque en sí misma ella fue mala por lo que el escenario de Seattle supuso, experiencia en la cual creo haber tenido participación activa, para que ustedes puedan junto con el Estado estar diagramando políticas en los ámbitos en donde tienen que estar presentes, las vamos a poder mantener y repetir a lo largo de todo este proceso y de todo el gobierno, como una práctica en donde van a tener que aportar un conocimiento y una información que la mayor parte de las veces, esa información, vistas las cosas desde el otro lado del mostrador, con otra manera de ver las cosas y quizás, muchas veces con mayor información que nosotros, pero me parece que de esa sinergia van a poder obtenerse resultados beneficiosos con la participación de los industriales junto con el Estado.

 

Bien saben, además, que desde el punto de vista de lo que el Estado pueda hacer a través del sistema financiero, que está referido a extremos que están también acotados, puesto que, gracias a Dios, el Banco de la República no coloca como crédito el fruto de la recaudación fiscal, porque si lo hiciera, tendríamos una de las más preciosas inflaciones incontrolables en el universo. Por tanto, el Banco República trabaja con los recursos que provienen de sus depositantes y del repago de sus obligaciones. Entonces vamos a hacer todos los esfuerzos posibles a través de los servicios que tenemos necesidad de mejorar y cuyos costos también tenemos que tratar de acotar ¡cuyos costos tenemos que tratar de acotar!

 

Las propias organizaciones sindicales han de estar considerando eso mismo hoy, porque todas ellas advierten que aquello en que teníamos una gran ventaja como plaza financiera en la competencia con las plazas financieras próximas, tanto de Argentina como de Chile, eso es una historia pasada. Eso ya no es historia presente ni menos historia futura. Es historia pasada.

 

Por lo tanto, como todos estamos en el mismo bote y todos tenemos que remar juntos, todos tenemos que tratar de advertir como cada uno puede poner dar algo de sí en el mejor funcionamiento y el mejor servicio y en los mejores recursos disponibles para ayudar a los que producen, que, en la medida en que los que producen, puedan seguir produciendo, nos van a ayudar a todos a vivir mejor.

 

Se imaginarán Uds. que no hemos venido con todas las respuestas a todas las necesidades, porque aunque quisiéramos dar todas las respuestas a todas las necesidades, las matemáticas y los números son mucho más testarudos que los discursos. Los discursos despojados de sus perfiles, que pueden ser muchas veces muy bien dichos y muy bien expresados, chocan con los números. Y en este mundo de hoy, los números tienen una gravitación central y los respetamos y pretendemos encontrar con ustedes toda la colaboración para poder, respetándolos, generar los mecanismos que gradualmente nos posibiliten crecer.

 

Debo decirles que, en este mundo en el cual estamos, no puedo dejar de enunciar un hecho que me parece que es significativo, que hay un importante incremento - como lo dice este texto que me alcanzó el señor Ministro - del Comercio Exterior en el primer trimestre del año, en donde las exportaciones de bienes crecieron, en términos reales, un porcentaje interesante con respecto a igual período del año anterior, un 22,2% y que las importaciones de bienes también crecieron. Lo cual significa que por el lado correcto el país comienza a crecer y a caminar y que estas cifras que podían haber sido en el segundo semestre mucho mejores que las del primero, de seguro - que éste aún no se ha terminado-, han tenido algún pestañazo en función de que en algún momento se pensó por allá por el mes de abril o mayo, que la crisis en la Argentina era algo que no se podía detener; y aunque parezca mentira desde el punto de vista exportador, influye más el Brasil que la Argentina, pero desde el punto de vista psicológico influye mucho más la Argentina que el Brasil. Será por la proximidad, será porque tenemos mas relaciones, será porque estamos desde siempre, por siglos y por generaciones mucho más ligados, con amigos, parientes y porque nos es más fácil ir a Buenos Aires que viajar hasta Río. Cuando uno viaja a Río viaja por el sol y cuando uno va a Buenos Aires va a un lugar próximo al cual está habituado a concurrir.

 

Creo y repito que estoy totalmente confiado en la solidez que ha tomado el proceso en la Argentina y la solidez política no ha cambiado su rumbo económico, pero creo sí que tiene una gran solidez política y estoy convencido que el país, en el curso del año, va a alcanzar los objetivos y metas de crecimiento que el país precisa. Tenemos que hacer un esfuerzo consistente, tenemos que bajar el déficit a 1.8 del producto y lo tenemos que hacer y esa es una obligación del gobierno, de todos los días.

 

El gobierno va a tratar de innovar algunas cosas en lo que va de este año. Vamos a vender una o dos frecuencias para la instalación, por pública subasta, de nuevas organizaciones que provean de teléfonos celulares, asimilándonos a los sistemas que han utilizado ingleses y canadienses con singular éxito para alcanzar ingresos, para ayudarnos a abatir el déficit. Vamos a colocar el oro donde debe estar, no en el sótano donde no nos ha dado un solo peso, ni para respaldar la moneda ni para abatir intereses. Esa es una cosa que hace diez años la sostengo y creo que es buena hora de hacer lo que hay que hacer. Más vale perder que más perder y cada día que pasa, cada medio punto que sube, pagamos quince millones de dólares más de interés. Cada día que pasa tenemos el oro ahí que no nos da un peso partido por la mitad y que no nos sirve absolutamente nada ni a nosotros ni a nadie, porque hasta el propio Banco de Inglaterra lo vendió para sostener la moneda.

 

Vamos a tratar por todos los medios de abaratar los costos fundamentalmente de la energía que es un insumo básico y tratar además en estos cinco años en que vamos a mantener la admisión temporaria, los señores industriales pueden acceder a la tecnología que les permitan, con la reinversión, mantener los índices que hasta ahora han tenido para poder competir adecuadamente.

 

No voy a hablar del sistema tributario, porque no tenemos todavía muy afinados los números con respecto a algunas cosas de las cuales yo estuve hablando para ver si las podemos llevar adelante, durante la campaña preelectoral, y voy a decirles si al señor Presidente que somos conscientes de lo que es el contrabando. Es una cosa que existe en el Uruguay desde que el Uruguay es, por razones de ubicación y por otras razones. Usted sabe que yo creo que el contrabando es bueno perseguirlo con medidas de inspección, de control, pero yo tengo la más absoluta convicción de que los problemas económicos se resuelven con medidas económicas. No creo que los problemas económicos se resuelvan con la policía, creo que los problemas económicos se resuelven con medidas económicas. Quiera Dios que algún día nos animemos a poner una tasa única, omnicomprensiva, con un IVA decente, y creo que ahí va a bajar el contrabando, porque también el contrabando cuenta, en cada pedazo de la escala hay que dejar algo para alguien. Es un costo, y todo costo va al precio.

 

O sea, no hay mucha cosa más para decir hoy, sí que reitero que estamos, a través del señor Ministro de Industrias, a quien ustedes conocen bien y que él los conoce bien a ustedes y con el Ministro de Economía naturalmente y conmigo, cuando sea necesario, totalmente abiertos a seguir conversando y analizando estas cosas que sin ninguna duda, son duras, son difíciles de hacer, pero son oportunidades que el país no puede perder.

 

Una crisis es una oportunidad, y si no aprovechamos las oportunidades cuando el país la precisa no estaremos a la altura de nuestras obligaciones, ni habremos cumplido adecuadamente con las funciones que tenemos cuando se llega a una posición tan importante, como la que hoy nos ha tocado el honor de desempeñar. Muchas gracias. (aplausos)

 

 

Pregunta: Señor Presidente ¿cuándo cree usted que las medidas que el gobierno está tomando y tomará tendrán un efecto sustancial en la recuperación de la competitividad de los sectores productivos?

Batlle: Realmente, algunas cosas dependen de nosotros, otras no. Por ejemplo el precio del petróleo no depende de nosotros; la baja del Euro, no depende de nosotros; el trigo va a pasar de 90 dólares a 120, no es mucho pero es algo, tampoco depende de nosotros. Hay un buen mercado para la carne, tampoco depende de nosotros.

Si estas cosas se van alineando como creo que se van a ir alineando, porque ya Arabia Saudita anunció la suba de la producción en medio millón de barriles por día. El propio Presidente Chavez ya había dicho que él iba a sostener la necesidad de hacer una banda entre 28 y 22, para que no pasara nunca de 28 ni bajara nunca de 22, creo que lo peor que hemos vivido de la crisis, lo estamos pasando ya, ¿en qué sentido? En el sentido de que esto tiene un punto de inflexión, siempre es así, uno sube si se dan las circunstancias, o baja, baja, hasta que uno empieza a ser los ajustes, y comienza luego a retomar las posiciones.

Creo que estos índices de exportación son indicadores muy provechosos. Creo más, creo que se podría haber agregado a estas informaciones esta otra, con respecto a los porcentajes que hemos crecido en los mercados de los países limítrofes. En Brasil, en este primer trimestre siempre, un 6,45; en Argentina un 9,43; en Paraguay, aunque es chico, el 39,34; en Estados Unidos un 46,41; en China Continental, debido a la lana crecimos muchísimo con respecto al año pasado nos fue mal un 135,22. Hemos crecido mucho en México un 185,32. En Canadá hemos crecido mucho, un 102,63; hemos crecido mucho en Japón desde la nada, si es cierto, pero hemos crecido, 219,97, y lo mismo en el Perú 275,59, con relación al primer trimestre de 1999.

Creo que el país ha retomado con eso su camino y que este año no podemos pretender un aumento del producto por encima del dos, del dos y medio, pero creo que la tasa normal de crecimiento el año que viene la vamos a poder recobrar.

 

Pregunta: Es aceptado que en los últimos años se ha incrementado la ilegalidad y el contrabando en forma acelerada, lo cual tiene un impacto negativo tanto para los intereses del fisco como para las empresas formalmente establecidas. ¿Qué nuevos procedimientos implementará el Poder Ejecutivo para enfrentar el comercio ilegal, no debería ser el primer paso hacer cumplir la ley y no aceptar lo ilegal como normal?

Batlle: Yo tengo 72 años, Dios mediante este año voy a cumplir 73. Hace más o menos 40 que vengo oyendo hablar del contrabando, o 50. Quiere decir que si digo que voy a dirimir el contrabando y lo voy a suprimir, me parece que todos se van a ir de aquí pensando que yo soy un iluso, que no soy de este país.

Repito, hemos conversado con los Ministros, con Abreu y con Bensión, hemos conversado de concretas. Estamos trabajando en cosas concretas, estamos trabajando en algo que lo tuvimos en la Ley de Urgencia, que fue a nuestro juicio una ley muy importante. Lo conversamos a propósito de ello con el Doctor Lacalle, en el sentido de que es un mecanismo útil para poder llevar adelante leyes en lugar de poner todo adentro de una Ley de Presupuesto, para las cosas precisas, concretas, puntuales, que tienen que tratarse en tiempos aptos para que puedan resultar efectivas en su aplicación.

Conseguimos en la Ley de Urgencia elementos que nos permitieran cruzar información de Aduana, DGI y BPS, que nos van a permitir hacer cosas fuertes. Pero vuelvo a insistir, los problemas económicos se resuelven con medidas económicas. El contrabando tiene un costo, la legalidad tiene otro costo. En la medida que la legalidad tenga un costo de 23 %, es difícil tener un negocio que hoy gane el 23 %.

 

Pregunta: Ud. ha hecho una prédica constante a favor de una rápida integración al ALCA. En las actuales condiciones nuestros precios no son competitivos en los mercados que conforman dicha asociación. ¿Qué hará su gobierno para hacerlos competitivos?

Batlle: Ud. sabe que yo no sé si los precios de México eran competitivos con el NAFTA. Yo tampoco sé que hubiera pasado si hubiéramos asumido aquello de que teníamos que prepararnos antes de incorporarnos al MERCOSUR. Me da la impresión de que son dos formas de entrar al agua. O zambullirse o entrar de a poco. Por mi mentalidad prefiero que a estos países le sirve mucho más zambullirse. Porque al zambullirse se siente mucho menos frío y al mismo tiempo uno se pone enseguida a nadar. Así que si nos preparamos para entrar al NAFTA va a ser el año del golero (risas).

 

Pregunta: Señor Presidente ¿Cuáles son los instrumentos que Ud. va a impulsar para traer mayores inversiones a la industria instalada e instalarse y de esta forma acelerar el ritmo de crecimiento de la producción en el mediano plazo teniendo en cuenta lo poco atractivo que aparece actualmente nuestro país?

Batlle: Yo lo encuentro bastante atractivo al Uruguay, eh. Al Uruguay y a las uruguayas (sonrisas), que hacen de los países. A este país lo encuentro muy atractivo. Si tenemos una rápida aceptación del "investment grade" al punto que nos ofrecen 600 contra 300 en medio de la crisis del MERCOSUR, yo diría que hay mucha gente que entiende bastante más que nosotros en cuanto a atracción, que nos encuentra atractivos. Porque si no, nos cobrarían más caro de lo que le cobran a países que, aparentemente, tienen mercados, que realmente tienen mercados mucho más atractivos.

Creo que para que la gente venga al Uruguay hay varias cosas que hay que obtener. En primer lugar, algunas mantenerlas. Estas que acabo de referirme, mantenerlas. En segundo lugar dar pruebas de que el Estado es capaz de modificar su estructura. Que no van a ser pruebas en donde todos vamos a hacer las cosas mañana. Porque Uds., todos, bien saben, que cualquier cosa que Uds. mismos se propongan, no es soplar y hacer botellas. No, no se van a hacer mañana. Pero hacerle sentir a la gente que las cosas del mundo se pueden hacer. Además, las cosas que tenemos que tratar es de que cuando decimos el Uruguay es una puerta de acceso al MERCOSUR, eso sea verdad. Porque si decimos que eso es una puerta de acceso al MERCOSUR pero no es verdad, entonces vamos a perder algunas de las atracciones que podemos exhibir y por tanto afianzar el MERCOSUR es un asunto central a todos los efectos de nuestra atracción.

En tercer lugar, yo creo que la otra cosa que tenemos que hacer, es hacer lo de Costa Rica. Voy a ir a Seattle. Voy a ir a una asamblea del Milenio, en Naciones Unidas. Yo no pensaba ir, pensaba que fuera el Canciller, el Sr. Opertti, porque él es que maneja la cosa de Naciones Unidas. Es una asamblea del Milenio, el señor Secretario General de Naciones Unidas ha tenido el honor de designar, de nuevo, a un oficial superior del Uruguay para el manejo de una Misión de Paz, en la zona tan importante como son Paquistán y la India, adonde ya había desempeñado esa función otro oficial superior uruguayo. Y cuando yo lo llamé para agradecerle, me dijo "Bueno, espero que vaya a venir", le dije que sí. Es muy interesante porque cada uno, por sorteo, vamos a hablar cinco minutos. Yo voy a decir "Hellow, hellow, good day" como todos, cinco minutos. Pero pienso después irme a Seattle a hablar con la gente que está en lucha forestal y en la industria electrónica. Creo que hay que hacer lo mismo que Costa Rica. Hay que pescar peces gordos. Hay que hablar con peces gordos. Con gente que tenga peso y cuya presencia en el país genere un cambio alrededor de él.

El país necesita hacer lo mismo que hizo el presidente Figueres en Costa Rica. El presidente Figueres, en Costa Rica, dio un ejemplo de lo que se puede hacer desde un país pequeño. No es malo ser pequeño, eh. No es malo ser pequeño. El Uruguay tiene muchas condiciones atractivas para mucha gente. Tenemos que reforzar la seguridad. Claro que sí.

Puedo pasar un aviso, si me lo permiten. Le voy a pedir un millón de dólares, por año, al intendente recién electo de Maldonado, para poder contratar 200 policías más. Es seguro que nos va ayudar. ¿Dónde han aumentado los delitos? En Maldonado. ¿Por qué? Porque hemos aumentado la presencia policial en Montevideo y en los departamentos donde tenían menos tasas delictiva las vacantes las hemos trasladado a Montevideo y el ministro Stirling, que está haciendo una excelente gestión, está reforzando las distintas unidades y entonces la gente va a hacer delitos contra la propiedad a Maldonado. Tenemos que reforzar eso. Nos cuesta un millón de dólares por año. Y se lo tenemos que pedir al Intendente de Maldonado, porque va en su propio interés. En el interés de su sociedad. Es mucho mejor para Maldonado gastar un millón de dólares en tener 200 policías más, con aguinaldo incluido, que gastar una cantidad similar en tener directores, en cantidades innumerables, en la estructura municipal. Va a ser más feliz el desarrollo de Maldonado, que es la capital turística. Tengo que pedírselo, si es para él mismo. Estoy seguro que el intendente de Maldonado, que es un hombre joven, que es un hombre inteligente, va a aceptar el convite, va a aceptar el desafío. Estoy seguro.

Porque todos nos tenemos que ayudar entre todos. Todos nos tenemos que ayudar entre todos. En las épocas de dificultades todos tenemos que ayudar entre todos. Y la seguridad es un asunto central, eh. Es un asunto central.

 

 Pregunta: Aceptamos que el contrabando se debe combatir con medidas económicas, pero el comercio informal, el cual está íntimamente ligado al contrabando es una competencia desleal que daña en una gran medida a la industria y al comercio establecido ¿Qué soluciones plantea?

Batlle: Estamos precisamente referidos a ese tema a través de los datos cruzados que estamos recibiendo, porque no muchas cosas que se venden en Villa Biarritz, vienen desde el exterior, algunas vienen desde aquí

 

Pregunta: ¿Cuál va a ser la política de incentivo a las exportaciones que impulsará su gobierno?

Batlle: Si incentivo a las exportaciones significa aumentar los reintegros, eso significa tener mas plata, cuando todos nos juntemos y la encontremos, conversamos. Yo no quiero levantar falsas ilusiones, un país que tiene, que ha ajustado un déficit, de la magnitud que tiene que ajustar y que tiene que cumplir además con las obligaciones internacionales de la OMC, si no va a tener dificultades mayores no puede salirse de la raya, porque sino como es un país chico, sufre más. Por tanto yo no puedo prometer lo que el país hoy no posee, no tiene porque estaría poniendo en juego muchas cosas que el país tiene y que le harían mucho daño a mucha más gente, no solamente a los industriales, sino a todos los uruguayos.

Hay algo que es principal, que lo debemos de cuidar que son los niveles macro económicos, el déficit y la estabilidad y les puedo asegurar que a eso estoy comprometido y por ello voy a pelear con uñas y dientes, porque es la forma más directa de defender al todo. La diferencia entre lo que la Argentina paga, si pagara nuestra tasa de interés serían más o menos algunos miles de millones de dólares.

Me imagino también lo que ha de ser el Brasil y lo que ha de ser México, y que bueno sería para nosotros pagar lo que paga Chile, no?. Porque entonces las tasas de interés de todos ustedes bajarían y a veces es mejor tener las tasas de interés más baratas que un supuesto reintegro con tasas de intereses mas caras, o sea, tenemos que ir a buscar esas cosas a través de análisis adecuados de sistemas tributarios y de mantener normas de macro estabilidad, y eso hay que cuidarlo como la niña de los ojos y eso es lo que puede hacer a un país chico más atractivo, cuando está con dos países tan grandes como los que estamos alrededor.

La ortodoxia monetaria y la ortodoxia presupuestal, yo creo que hoy es absolutamente necesaria. Nuestros abuelos practicaron dos cosas al mismo tiempo, ambas les dieron muy buen resultado. Eran desde el punto de vista monetario y financiero absolutamente ortodoxos y eran desde el punto de vista de la creatividad institucional y del funcionamiento de la sociedad y su cultura, absolutamente heterodoxos y creo que el Uruguay es lo que precisa, de nuevo.

Ayer le pasamos a la Facultad de Química todo el Laboratorio de la ANCAP de Pando y vamos a contratar con la Facultad de Sicología todos los análisis de todos los stress de todos los funcionarios jubilados y en actividad de salud pública, que nos cuesta seis millones de dólares por año.

O sea, hay mucho por hacer señores para aliviar los costos de todos ustedes, y para eso una de las cosas más importantes es tener mucha información. Porque una de las cosas que realmente ha cambiado a esta sociedad es que esta sociedad como todas las del mundo han accedido a información y al acceder a información están en condiciones de poder reflexionar mejor sobre sus propias realidades.

Señores, espero que la próxima vez haya muchos más, lo cual quiere decir que vamos a crecer.