13/07/2000
PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE EN EL DEPARTAMENTO DE
SAN JOSE, CON MOTIVO DE LA ASUNCION DEL NUEVO INTENDENTE, SR. JUAN
CHIRUCHI
Sr. Intendente; Sr. Gral. Pomoli; Sr. Obispo
Galimbertti. En favor de la descentralización, en favor de la autonomía
política de los departamentos, hasta que se cambió esta Constitución
por la actual, nosotros votamos dentro del Lema un candidato que
correspondía a este Lema. Siento que la realidad en la vida de los
departamentos es completamente distinta a la realidad de la vida nacional.
Son cosas distintas que se eligen cuando se vota por el candidato a
Presidente, por el candidato a Senador y por el candidato a Diputado, a
cuando se vota por el Intendente. El Intendente está además vinculado,
como ningún otro gobernante, a todos los que tiene que gobernar. Se
transforma, naturalmente de esta manera y por este mecanismo, en el hombre
único gobernante de jerarquía al cual cada uno de nosotros quiere llegar
y esperar en la puerta de la casa. A mí, realmente, es difícil ver,
inclusive hasta con la familia: entro por el sótano, bajo con cuatro o
cinco personas que me bajan que me suben, que me visten, "vamos para
allá", "venga para acá", soy una especie de robot.
(aplausos) Mientras que la función del Intendente es la función de
Gobierno con antonomasia.
Los gobernantes se hacen desde el Gobierno Municipal.
Un Intendente tiene que ser Ministro de Economía, Ministro de Obras
Públicas, Ministro de Educación, Ministro de Salud Pública, Ministro de
Justicia. El Intendente tiene que ver en todo lo que hace a la vida de los
ciudadanos. Pero además, como cuando en esta circunstancia actual, el
pueblo debe elegir su intendente, su gobernante, a título de persona que
va a elegir, más allá de los partidos - sin que los partidos políticos
dejen de estar presente - quiere decir que usted no solamente se adquiere
una libertad política muy importante sino que, además, se le da fuerza a
la política departamental y al departamento en el mensaje político
cuando se busca en una persona la representación de la voluntad colectiva
para que haga - porque este así lo representa-, y organice con el pueblo
todo un mejor destino del departamento. Para mí, por tanto, la vigencia
de la disposición constitucional actual, supone para todos los
Departamentos de la República un cambio cualitativo de enorme
trascendencia en la vida nacional. Le va a dar a los departamentos mucha
más autonomía política, mucha más fuerza, mucha más
representatividad, y le va a dar a los gobernantes, además, una
representación mucho mayor de la que obtenían antes aún cuando fueran
electos por los antiguos sistemas que determinaban las normas electorales
entonces vigentes y que hoy hemos modificado.
Esto, aquí en San José, se ha visto con claridad en
el resultado electoral, y se ha visto en todos los Departamentos; en donde
en un Departamento como el Departamento de Paysandú, en un acto
eleccionario donde veinte mil personas votaron allá, y en el otro esas
veintemil personas votaron acá. Lo cual quiere decir que el pueblo ya es
independiente de forma definitiva para elegir su camino político y va
detrás de las opciones departamentales que entienden que son las mejores
para la vida de cada uno de los Departamentos. Y creo que para mí, eso
es, en materia del principio que todos compartimos, de una
descentralización, el eje, el corazón de la descentralización: la
descentralización no es repartir plata; la descentralización es repartir
poder. Y el poder esencial de los pueblos es el poder político.
Entre todo, creo que de vez en cuando vamos a darnos
una vuelta por el departamento, para intentar participar de la vida y de
las cosas del Departamento de San José. Yo lo conozco bastante bien, como
por suerte la vida me lo ha permitido hacer en el resto del país.
A lo largo de su presencia en la administración
departamental, yo debo decir que esto que ha dicho el amigo Chiruchi acá
con respecto a la forma de administrar el Departamento, y que ha
anunciado, referente a la gestión que hoy inicia, no es una novedad. San
José siempre ha sido así. Inclusive más, en alguna oportunidad algún
correligionario mío se quejó que el Ministro Cáceres hacía elogios
especiales sobre la administración de San José. Y lo único que hizo, no
solamente no está mal sino que eso está bien; yo creo que las cosas hay
que decirlas como son y no dando vueltas según sea el color, el partido o
la persona, me guste o no guste. (aplausos)
San José ha tenido, desde 1985 hasta el día de hoy,
una administración seria, una administración correcta, una
administración que se ha sabido administrar con una plantilla de
funcionarios adecuada para poder ejercer las funciones cabalmente, y que
le ha permitido entonces - dentro de los exiguos recursos que tienen los
Departamentos -, administrar con corrección, administrar con seriedad, y
transferir a la población en obras, en caminos, en actividades - como las
que ha descrito el amigo Chiruchi - que son hoy la razón por la cual la
ciudadanía de diferentes partidos políticos han acompañado en la
última votación la fórmula que hoy lo lleva, al amigo Chiruchi, a la
Intendencia del Departamento de San José. Lo han votado blancos, lo han
votado colorados, y lo ha votado gente del Frente Amplio. (aplausos)
Cada día va a ser más severo el juicio de la
ciudadanía sobre la conducta de los dirigentes políticos. Una muy
sencilla razón de que hoy la ciudadanía tiene a su alcance un enorme
cúmulo de información que antes no tenía. Hoy estamos informados de
todo, absolutamente de todo. Esto nos permite establecer juicios de valor
sobre la conducta de los gobernantes en la administración de las cosas,
que habilita luego a la ciudadanía a votar por la libertad, libertad que
ha influenciado a todos ustedes y todos los que hoy están escuchando
estas palabras pero que no están en este hermosísimo Teatro Mació, para
definir a quién eligen para que los represente y para que conduzca, en
una acción común, los destinos del Departamento, en este caso, de este
hermoso departamento de San José.
Bien dijo Chiruchi que estamos en un momento particular
de la vida del país. Yo diría que, a cada uno de los gobernantes - al
Dr. Sanguinetti, luego al Dr. Lacalle, luego al Dr. Sanguinetti, y ahora a
nosotros - nos ha tocado vivir momentos históricos diferentes. Los
países son los mismos, y las circunstancias históricas son distintas. Y
en cada una de esas circunstancias, las cosas se van dando en función de
estas coyunturas nacionales e internacionales.
Sin ninguna duda el primer período democrático
después de 1985, al gobierno de la República le tocó atender todos los
procesos de reencausar la vida nacional. Reencausarla constitucionalmente,
reforzarla para atender una cantidad de cuestiones que necesitaban
atención perentoria. Niego que en el gobierno del Dr. Lacalle, yo creo
que un gobierno en el cual del Dr. Lacalle, sin ninguna duda, impulsó
transformaciones de conceptos que el país no había manejado en los
últimos treinta o cuarenta años. En mérito ha que veníamos viviendo
dentro de un orden internacional totalmente distinto y que no habilitaba a
ningún gobierno, antes de estas fechas, a tomar esas iniciativas. Y se
tomaron... Y se hicieron cosas que empezaron a abrirle al país los ojos a
la realidad, en la cual el país se estaba encontrando en el mundo que iba
cambiando ya, con un impulso de aceleración constante. Vino de nuevo el
Dr. Sanguinetti, y me parece a mí que su proceso central estuvo alrededor
de acotar de forma de consolidar lo que en el Uruguay había sido
tradicional: la estabilidad. Inflación baja, cuentas estables y cerradas.
Era lo que habíamos vivido los uruguayos, sobre todo los de mi
generación, habíamos vivido y habíamos sido testigos del final de un
tiempo en donde el país durante sesenta, ochenta años había mostrado
esa estabilidad. Nos toca ahora a nosotros, en este gobierno de coalición
nacional, representando el esfuerzo común y conjunto de los dos grandes
Partidos fundacionales, a atender cual es la realidad que vivimos hoy. Hay
una que es meramente de coyuntura, que es la que estamos pasando este
año, y que tiene que ver con las cosas que sucedieron el año pasado.
Fundamentalmente las modificaciones cambiarias habidas en el Brasil, la
caída terrible de los precios de los productos primarios, que son y
seguirán siendo el corazón de la vida económica nacional, y la suba
espantosa del petróleo, que pasó de diez dólares el barril a treinta
dólares el barril. Todo eso nos hizo, sin duda alguna, un gran agujero;
que el país lo va enfrentando con la sobriedad de su conducta y con la
seriedad de su conducta. Que le ha permitido al Uruguay, cuando ha salido
en búsqueda de la colocación de sus papeles, pagar por ellos un interés
menor, significativamente menor, de países tanto más fuertes y más
grandes como México, Argentina y Brasil.
Y ahora viene otro tiempo, al cual se refirió el
señor Intendente Chiruchi. Ahora viene el tiempo en el que el Uruguay
tiene que asumir ese mundo en el cual nunca estuvo y si es mejor que el de
nuestros abuelos o no. En el cual estamos viviendo y tenemos que vivir.
¿Estamos nosotros en condiciones intelectuales de acudir a ese desafío?.
Sí, estoy seguro que estamos. ¿Estamos nosotros en condiciones
espirituales de asumir ese desafío?. Creo que el tiempo le ha permitido a
esta sociedad, con una actitud amable de espíritu y con una actitud tanto
del campo como en la ciudad, la abertura del país a todo lo que son las
nuevas corrientes que le van a permitir a los grandes Entes Autónomos
Nacionales ponerse a competir para robustecerse y no para desaparecer.
Todo eso es el desafío que este país y los uruguayos todos y los
intendentes particularmente, tienen que ponerse como objetivo para iniciar
una tarea, que no va a ser de cinco años, sino que va ser de mucho más.
Por eso es muy importante el apoyo a todos los Intendentes aquí electos.
Por qué? Porque ellos tienen por tanto una gran cuota representativa en
los Departamentos que hoy van a gobernar. Esto le permitirá al gobierno
contar con muy buenos socios para poder llevar adelante en todos los
Departamentos esos aspectos a los cuales se refirió el Intendente
Chiruchi. El Gobierno Central hay cosas que no podrá hacer, pero hay algo
que jamas podrá hacer, que es pretender hacer las cosas solo. Máxime
ahora que tenemos diecinueve intendentes que han llegado, no solamente por
las fórmulas de sus partidos a los cargos que van comenzar ha desempeñar
hoy, sino por la fuerza de su propia personalidad política. En ellos el
país y el gobierno de la República va a encontrar varios bastones,
apoyo, para llevar adelante las transformaciones, que el mejor gobierno de
la República sólo no lo puede hacer, y lejos estamos de creer que
nosotros podemos representar esas circunstancias y todo cambio.
Mi presencia hoy acá, no solamente tiene el motivo de
cumplir con acompañar a un amigo, no solamente tiene el motivo de cumplir
a hacer presente al Gobierno en la toma de mando de funcionarios que son,
no simplemente de intendentes que van a vestir una administración, sino
que son representantes de lo que es el pueblo de la República, el pueblo
íntimamente ligado al gobernante de la República. Mi presencia acá, es
también, el motivo central y fundamental de establecer que el gobierno de
la República siente que es trabajando con los Intendentes, en donde vamos
a encontrar uno de los camino más exitosos para poner al Uruguay en el
mundo en que el Uruguay tiene que volver a ser, como lo fue al principio
del siglo pasado, la vanguardia de este continente. (aplausos)
Este es el año en que vamos a celebrar los 150 años
de la muerte de Artigas, a él le debemos el gran homenaje. El homenaje
del desafío que él supo asumir, en aquellas circunstancias tan
difíciles en las que le tocó actuar. Tuvo además del valor, la firmeza
de la conducta. Ha sido para todos nosotros un ejemplo que debemos
escuchar y seguir. Yo creo, sin ninguna duda, que si somos fieles a ese
mensaje, si volvemos a leer con detención y con pasión una a una de las
Instrucciones de 1813, allí en ese "derecho patrio" vamos a
encontrar el fundamento de la existencia de nuestra nación, de la fuerza
de nuestra identidad y de la luminosidad de nuestro destino. Vamos a
ponernos a trabajar para hacer esos cambios. (aplausos)
Amigo Chiruchi, más allá o más acá de sus cuentas me compromete al
pagar al día su contribución inmobiliaria. (aplausos).