13/07/2000

PALABRAS DEL SEÑOR PRESIDENTE, DR. JORGE BATLLE EN EL DEPARTAMENTO DE RIO NEGRO, CON MOTIVO DE LA ASUNCIÓN DEL SEÑOR INTENDENTE, DR. MARIO CARMINATTI

Para que siga en el país la vida de los pequeños poblados y de los rincones más apartados, la vida de cada ciudadano, que palpita y que siente y que quiere trasmitirle y mejor que nadie al Presidente de la República, esas necesidades, esas inquietudes; las esperanzas de todos, las expectativas de todos y porqué no decirlo, a través de su expresión, cabal y sincera los derechos de todos. Y que mejor cosa para un Presidente además, el tener un grupo de ciudadanos así, con quién reunirse, con quién decir por ejemplo, vamos a reunirnos dentro de pocos días alrededor de la mesa de Ministros del Palacio Estévez, que era el Palacio de Gobierno. Antes para juntarse el Presidente y sus Ministros con los Presidentes de los Entes autónomos más jerarquizados y con los Intendentes, para decir bueno, aquí está el país todo, vamos a comenzar a trabajar en armonía y a sentir que somos miembros de un esfuerzo común y todos integrantes de un destino que si no es bueno para todos no es bueno para nadie. Y es eso lo que tenemos que hacer.

 

Estamos viviendo además una circunstancia particularmente excepcional en la vida de todas las naciones que conforman el MERCOSUR, todas. Lo mismo podemos hablar de la Argentina que del Brasil, que de Chile que del Paraguay y que de Bolivia. Naturalmente que todos en distintos estadios de su evolución, porque por razones diferentes de dimensión de ocupación geográfica, todos tenemos diferencias y aunque todos vamos caminando hacia un destino común, las diferencias que tenemos van haciendo que unos vayan adelante, que otros en algunas cosas y los otros vayan adelante del resto en otras, pero todos vamos caminando en un mismo sentido. Si ustedes miran un poco la historia pasada, la historia reciente de América, no digamos los cien años pasados, sino en los últimos años, más o menos todos tuvimos los mismos problemas. Los mismos problemas institucionales y los mismos problemas de inestabilidad, los mismos problemas de confrontación armada al interno de cada uno de nuestros países. Todas esas cosas fueron la consecuencia de los tiempos económicos vividos en el mundo de los cuales nosotros no somos jamás ajenos, porque nosotros aún cuando seamos grandes y no estamos en el centro de la política del mundo, las sufrimos y ni siquiera las podemos eludir.

 

Cuando en el mundo se ve esa tremenda consagración que se llamó la "Guerra fría" -que de fría tenía poco- y que como fría, fría, fría que era hacía el efecto que hace el frío, ¡quema!. Ese mundo que nos quemó y en el cual vivimos en conjunción, llegó también a la tierra de América y cuánto daño nos hizo, cuanta gente joven creyó, creyó con el alma en algunas cosas, hasta llegaron a sentir que había llegado el instante de tomar las armas y buscar por esa vía caminos que aparecían a la luz de sus sentimientos lo mejor para la felicidad del pueblo. Y cuantas cosas a partir de esos instantes y circunstancias vivimos todo los pueblos de América del Sur. Hasta que un buen día empezamos, empezamos a salir de estas cosas. Aquí en el Uruguay lo hicimos en función de que pudimos, me parece a mí, enfrentar esas realidades con un sentimiento, quizás por ser más chicos o conocernos todos, un sentimiento de entendimiento mayor.

Siempre he dicho y no tengo porque no repetirlo hoy que los acontecimientos que ocurrieron allí por el año de 1984, muchas veces me hacen acordar a las cosas que ocurrieron en 1881 cuando el país también en aquellas décadas terminó buscando entendimientos que nos permitieron salir adelante. En esos episodios participaron nuestros abuelos, el mío que vivió acá, participó de esos episodios. Y en estos quince años hemos ido haciendo cosas, todos. Algunos con más responsabilidad que otros, según el tiempo político, cuando fueron los colorados los gobernantes, luego los blancos los gobernantes, pero todos, aún aquellos que no participaron directamente del gobierno participaron de las responsabilidades y por ende de la historia del país y cada tiempo, cada tiempo de cada gobierno, obtuvo su signo, tuvo su cosa esencial, su cuota central.

 

Aquí como en el Brasil, como en la Argentina, como en Chile, cada tiempo tuvo su cosa. Fue el primer gobierno del Dr. Sanguinetti, un gobierno que prácticamente empezó con una Ley de amnistía y terminó con un plebiscito entre el verde y el amarillo, cinco años pasamos alrededor de ese tema, y sí, la historia hizo que fuera así y lo hicimos, y lo hicimos digamos muchas veces confrontando con pasión, defendiendo nuestras ideas, pero siempre respetando la Ley, siempre respetando las Instituciones. Luego le tocó el turno al Dr. Lacalle, su tiempo, fue un tiempo en donde sin ninguna duda ese gobierno pasará a ser considerado por quienes lo analicen en el área que tiene que ver como institucional y como cosas a hacer, como un gobierno que comenzó a romper las formas estáticas con las cuales el Uruguay había en su tiempo histórico anterior de los años del '70 considerado la participación del Estado de la sociedad. Las concesiones de obra pública fueron quizás el signo centrado alrededor del cual se empezaron a descubrir cosas que el Uruguay ya había hecho, el ferrocarril, los puertos, el gas, la luz eléctrica, el agua corriente, todo lo hicieron los países en América por concesión de obra pública en 1860 hasta 1930, todos, así crecimos, así nos hicimos países prósperos y adelantados en un mundo que era abierto. Llegó el Dr. Sanguinetti, vuelve al gobierno, su objetivo central fue determinar en el país la estabilidad que le había caracterizado. En ochocientos setenta y pico el dólar valía cuarenta y cinco centésimos, en 1950 valía $1,51

 

...de pueblo Uruguay durante 100 años, que nos permitió decir que cada año valía menos vivir que el año anterior, tan estable fue el Uruguay, que cuando se perdió su estabilidad sentimos que se nos escapaba el piso debajo de los pies. Y así fue lo que se hizo básicamente en el período anterior, ¿cuál es el signo de este período?, ¿cuál es el destino de Argentina, de Uruguay, de Brasil, de Chile, de Paraguay, de Bolivia en este período? Es insertarse en el mundo, insertarse en el mundo. Si nosotros no advertimos la absoluta necesidad de que estas naciones todas juntas, en primer lugar, hagan de esto una gran estancia sin potreros, que cosa loca y que cosa absurda, para pasar un caballo de acá para la Argentina -cosa que Carminatti sabe- se precisaría tenaza para pedirle que no haga la cuarentena. Que cosa más loca, lo que todavía los sectores de entre nosotros mismos nos hacemos a nosotros mismos para preservar cosas absurdas, cuando los pájaros, las aves y el viento llevan los ruidos y el polen de un lado a otro del arroyo sin saber .......

(Aplausos)

..., será de una punta a otra del continente y sin pasaporte y sin papeles que pasan por las Aduanas, acá cuando llegamos a la Aduana está el ejército para no dejarnos pasar. No el ejército uniformado por supuesto que no, el ejército sin uniforme el ejército del papel de la lapicera y de otras cosas feas que no quiero ni decir. (Aplausos)

 

Entonces esa es la primera cosa que en estos primeros cinco años tenemos que hacer, quería decirles a ustedes que siempre ...de otros lados que estos ... del Presidente de De la Rúa fue Presidente del MERCOSUR hemos adelantado enormemente. Y ... del Ministro Machinea fue el que dirigió las com... en materia económica hemos adelantado enormemente. Me permití decir los otros días en Buenos Aires que no estábamos frente al relanzamiento del MERCOSUR, estábamos frente al renacimiento del MERCOSUR. Estábamos frente al renacimiento mucho más que al relanzamiento del MERCOSUR y espero y estoy seguro que el Presidente Cardoso, a quien, en los próximos seis meses, como Presidente del MERCOSUR, volverá sobre ese mismo camino para darle un buen impulso a algo que no se puede detener más, que no se puede detener más. Pero también digo una cosa muy sencilla y muy sincera, el MERCOSUR ¿para qué es? ¿Es para quedarnos entre nosotros acá adentro? No. No es para quedarnos entre nosotros acá adentro. El MERCOSUR es en sí mismo un gran mercado, y conforme una enorme potencia posible ¿Para qué? Para tener un buen socio que nos permita pasar, como dice nuestro amigo Rodríguez Yabarini el gran ministro de Relaciones Exteriores Argentinos, de países de segundo nivel a países de primer nivel. ¿Cómo crecieron estos países? Con Europa, estos países crecieron con Europa. ¿Cómo creció Fray Bentos?, Fray Bentos creció con el Anglo, ¿Por qué Fray Bentos creació con el Anglo? Porque había un frigorífico. No. Fray Bentos creció con el Anglo porque el dueño del frigorífico era dueño de las carnicerías en Inglaterra y lo que sacaba de acá le podía vender sin temor de ninguna clase de procedimiento aduanero que le impidiera llegar a todos los mercados de Inglaterra. Es ese mercado lo que nos permitió crecer. Yo si seré eterno de viejo, vi llegar las piaras, a piaras de chanchos, al frigorífico de Fray Bentos. Cuando fui por primera vez a Inglaterra en mi vida, con Wilson Ferreira Aldunate, en 1963, a negociar la ultima venta de carne, fuimos a comprar Cornebeef y conseguí extracto de carne, en la tienda Harrods. Cuando conseguimos juntarnos con las latitas, cuando salimos, miramos y se hacían en Tanganica. La marca seguía siendo "Lengua Paysandú" y cuando vi extracto de carne también, y la fábrica era en Africa. Teníamos el mercado, Europa nos dio el mercado, y Europa era el primer mundo. Y aquel mercado era un mercado abierto, habían terminado después de la derrota de Waterloo, las guerras en Europa, Inglaterra se había hecho dueña de los mares, los fletes bajaron, los viajes eran seguros y empezaron a venir los capitales, las inversiones, la tecnología, millones de europeos, hoy estamos acá, ¿de dónde cuernos vinimos nosotros?.(Aplausos y risas). Todos vinimos de allá y vinimos de allá porque estábamos pobres allá, no vinimos ni con títulos ni de duques ni marqueses ni de condes ni de barones ni de nada, vinimos con una mano adelante y otra mano atrás. Todos muertos de hambre, expulsados por una Europa que no nos podía dar de comer, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos. Y vinimos acá y trabajamos para allá. Yo contaba el otro día en Buenos Aires, en una reunión en donde había como 800 banqueros y hombres de negocios y estaba el Presidente del Banco Central Alemán y el Presidente del Banco Central Francés, contaba, que había encontrado en una librería de Buenos Aires, en la plaza Vicente López, un librito en donde el ministro de Hacienda del Uruguay en 1857 le enviaba el Estado Económico del país al Parlamento. Y este buen señor decía que aunque la situación era de crisis porque anunciaba el gobierno no se cuántas cosas, la cosa andaba bastante bien porque las exportaciones eran seguras y contaba cuánto había exportado, cuánto había exportado de carne, cuanto de trigo, cuanto de lana, cuanto de huesos y algún trigo, porque ya sabía que este no era un país agrícola. Este pobre señor además, después resultó ser Presidente de la República y vivió entre las balas, las revoluciones y las degollatinas. Peor que pavo largo, decía algún Porteño o Provinciano que esté por acá. Y sin embargo como el hombre tenía mercado, el hombre podía sobrevivir y el país podía crecer. No tenía permisos de los Bancos, no había BID, no había fondo monetario, no había Banco Mundial, no había bolsas, no había Justicia, no había Parlamento, no había instituciones pero había revoluciones. Andaba Timoteo Aparicio en 1870 con la Revolución de las lanzas recorriendo el país y el "Goyo Jeta" del otro lado y nos matábamos entre nosotros y no se cuantos desaparecidos quedaban por los campos sin que nadie supiera donde había un muerto y los familiares nunca más se enteraran de su destino y sus cuerpos quedaran tendidos arriba de la tierra sin recibir siquiera sepultura. Y sin embargo el país crecía y aquel señor que resultó ser mi bisabuelo, el Coronel Lorenzo Batlle primero y General después, al mismo tiempo que tenía la Revolución en el Sauce, abría la canilla de agua corriente que hablan que los ingleses desde Santa Lucía y que todavía se sigue sacando para abastecer Montevideo del mismo agujero que los ingleses encontraron en aquel lugar en el año de 1878. Crecían estos países y porque teníamos aquel mercado, porque éramos socios de los dueños del mundo que eran los Europeos. Y como ahora no somos más socios de los dueños del mundo y los dueños del mundo el 1° de Julio nos dieron la noticia de que abrían la puerta para que viniera toda la fruta, y toda la verdura, y todo el trigo, y toda la carne de caballo de todo los países del este de Europa. ¿Qué nos cabe a nosotros? A nosotros nos cabe crecer en estas cosas, buscando sociedades nuevas y por eso el Gobierno de la República cada vez que puede lo hace acá en este lugar. Porque ustedes están siempre cuando llegan y ven el perfil del viejo Anglo, pensando en el mundo y porque ustedes tienen una vía de agua que los conecta con el mundo, y el agua que ustedes tocan acá, quizás en algún momento esa misma agua, quiera tocar las costas de Europa, o las costas del Africa. Ustedes acá tienen que saber que el gobierno del Uruguay, lo que procura y lo que quiere es que el MERCOSUR se integre con América desde Ushuaia hasta Alaska.

(Aplausos)

 

Estamos todos de acuerdo en que tenemos que apoyar a Carminatti, y lo que se precisa, antes que ninguna otra cosa, es mercados abiertos y accesibles.

 

Estando en Cartagena sentado en frente del gran Presidente de México, el Sr. Zedillo, le dije "lo estoy mirando, Presidente; miro hacia dentro de sus ojos y pienso e imagino qué pasaría si México no hubiera estado como lo está en el NAFTA". Exporta 134 mil millones de dólares al año. Brasil que es ocho veces más grande, exporta 45 mil millones; y Argentina, que es tan grande, 25 mil millones. ¡ Cómo ! ¿Son mejores que nosotros? No, son iguales. Están al lado del que compra, nada más. Si nos compran la carne a un precio que lo hacían hace 35 años, si nos siguen pagando hoy por la carne lo mismo vamos a ver si producimos o no producimos, o si crecemos o no crecemos.

Y esto que es central para Uruguay, central para la Argentina, central para Brasil y central para Chile y mucho más para Paraguay y para Bolivia, que tienen sin ninguna duda mucho más camino para recorrer que nosotros y que lo tienen que recorrer con nuestra colaboración y con nuestra ayuda. Y por tanto, cuando ustedes tienen hoy acá de nuevo un gobernante, un hombre que ha tenido la experiencia de gobierno departamental y nacional y que se ha sumado a este mundo y que tiene en si mismo la capacidad de convocar a quienes pueden llegar al lugar que hoy ustedes lo han vuelto a poner, o sea la Intendencia, para que ella ayude, tienen que saber que la intendencia va a poder hacer muchas cosas y muchas más de las naturales porque tiene gobernantes que miran las cosas con el sentido de grandeza que son el pilar del gobierno y porque además (aplausos) el gobierno de la República siente que tiene como obligación fundamental encaminar esos esfuerzos ayudando a los Intendentes.

A los Intendentes, es mucho más lo que precisan de colaboración , éste tipo de colaboración que la supuesta colaboración financiera que mucha veces llega pero que luego no llega adecuadamente al pueblo, sino que se desparrama por el camino en aumento de gastos innecesarios que no dan frutos, que son lo que el pueblo espera del gobierno departamental (aplausos).

Y por ello estoy totalmente de acuerdo con lo manifestado por Carminatti, porque creo que ese es el camino para el país, ese es el camino para el trabajo y ese es el camino para la educación. Educación es la mejor inversión. Inversión para educar. Que este país siga siendo un pequeño país de gente educada, de gente capaz, de gente seria y de gente responsable. Que este país siga siendo un conjunto de mujeres y hombres dispuestos a meterse en el mundo sin temor y que sepan seguir el ejemplo de nuestros mayores , de los que hace 100 años vinieron acá cuando no había nada, absolutamente nada. Y no había gobierno que les pudiera dar nada, ni jubilación, ni hospitales, ni escuelas, ni salud, ni nada y sin embargo construyeron este fantástico país y este formidable departamento de Río Negro (aplausos).

Cuando era chico por la avenida esa que caminó Marcelo Feijó había una vaca lechera para llegar con el viejo heladero, aquella que ordeñaba allí en lo de Marrone. Ese era aquel pueblo de entonces, hoy es una hermosa ciudad. Cuanto más podemos ser desde allí y cuanto más podemos hacer desde acá. Cuanto más. Con la gente que tenemos, con la tierra que tenemos, y con el país que tenemos. Tenemos que luchar no para que nos den ayudas monetarias, que el país no es eso lo que pide, ni los departamentos, no es eso lo que piden. Tenemos que luchar para poder vender en donde querramos y con libertad el fruto de nuestro trabajo porque ese es el camino auténtico y real para que la gente de este país sea cada día más libre y este país sea cada día más justo, más equitativo, más igualitario y más solidario con los que más necesitan (aplausos). Ese es el país que queremos hacer.

Amigo Carminatti, un placer haber podido estar acá y como dijo el poeta, orientales al salto volar. Así que yo me voy a tomar el helicóptero para volar hasta Salto siguiendo la receta de Acuña de Figueroa (aplausos). Muchas gracias a todos y muchas felicidades.