21/07/2000

BATLLE ANUNCIO LA CREACION DE UN COMITÉ NACIONAL PARA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION

Esta instancia para la cual ustedes están reunidos, sin ninguna duda, se ha transformado para, prácticamente, todos los países del planeta, en el centro de cuanto hoy se reflexiona a propósito de las cosas a hacer para incorporar a las sociedades a este nuevo tiempo de la economía, de la información, de la globalización y de todos los elementos que confluyen con los distintos caminos que ustedes bien conocen desde y hacia ese punto.

Creo que no ha de haber, cuando uno abre los diarios, ningún país del mundo que no esté lanzado a ese territorio para alcanzar desde él cambios que, sin ninguna duda, hoy por hoy se han transformado en cambios tan profundos que no solamente suponen modificaciones en la forma de trabajo, sino que mucho más que ello supone modificaciones que van a ir hasta el fondo de la manera de ser, de organizarse y de vivir todas nuestras sociedades, absolutamente todas.

Va a haber un cambio en el concepto de la economía al punto que los americanos, con ese tradicional instrumento de concentración de expresiones que les permite su idioma dicen: " is bussines, off bussines", un cambio en la forma de trabajo, un cambio en la manera de procesar su gestión los gobiernos, un cambio en cuanto al centro de lo que supone las nuevas mecánicas para adquirir el conocimiento, pero terminan quizás, como cuando nosotros estudiábamos Historia en los primeros años de los liceos, el pasaje de una era a otra era.

Posiblemente, sociólogos y filósofos puedan hablar de esto con mucho más profundidad de lo que simples diletantes como somos nosotros en estos conocimientos, podamos referirnos a estos temas, dado que sin ninguna duda, ya se están viendo en las naciones aún más alejadas de los centros de generación de tecnología, estos procesos que transforman la vida de las sociedades.

En Uruguay, que tradicionalmente a lo largo del Siglo XIX y luego en el Siglo XX ha hecho siempre esfuerzos muy importantes para estar a tono con esas transformaciones, ha generado desde ya y mucho antes que los gobernantes hayan tomado cuenta de ese tema y lo hayan visto como un área desde la cual pueden ayudar a organizar la evolución de estos elementos desde y hacia la sociedad uruguaya. El Uruguay siempre ha hecho un esfuerzo muy serio, muy responsable, para que su país pudiera recibir e incorporar a la vida de todos los días, este tipo de innovaciones.

Y hoy, el desafío, sin ninguna duda, además de ser enorme, es urgente. Porque en otros tiempos los ritmos de las sociedades eran completamente distintos. Ni siquiera eran ritmos de tiempos de avión, eran ritmos de tiempo de barco. Las sociedades tenían tiempo de ir acomodándose, hacia adentro de cada una de sus personas y círculos sociales e integrantes de la misma, tenían tiempo para ir acomodándose a los cambios del mundo y de la producción, mientras que hoy ese tiempo escapa de abajo de nuestros pies de una manera absolutamente vertiginosa.

Todos los días, nuevos centro de información colectivos - ya no hablo de las revistas y las publicaciones especializadas- todos los días nos informan de la aparición de elementos nuevos que apresuran más esas transformaciones, y que exigen de todos nosotros cambios muy importantes.

Sin ninguna duda es absolutamente cierto que las sociedades tienen resistencia al cambio. Todos nosotros colectiva e individualmente tenemos resistencia al cambio. Creo que es válida, sin embargo, la explicación que Tocqueville da a los proceso de los cambios en tiempos de la Revolución Francesa cuando hace la reflexión de que las sociedades cuando se empiezan a mover se generan cambios que son cada día más acelerados y que muchas veces escapan del control de los propios iniciadores o de aquellos que impulsaron esos cambios. En el Uruguay creo que esos cambios se han ido dando en sectores importantes de nuestra sociedad. Se han ido dando en cantidad y en calidad y hay por todos lados de nuestra sociedad esfuerzos, en el sector público, en el sector educativo, esfuerzos además, fundamentalmente en el sector privado, que han ido apareciendo en distintos lugares de la misma. No solamente expresiones muy positivas de todo cuanto impone esta innovación, esta nueva sociedad, sino que muestra la capacidad que tiene nuestra sociedad que es sensible a esa circunstancias y generar desde ella misma y desde su centro de educación las calidades y las capacidades individuales para meterse en este mundo nuevo.

¿Y nos toca hacer ahora a nosotros, como integrantes del Gobierno y en nuestro caso como Presidente de la República, para tratar de unificar, coordinar e impulsar estos esfuerzos? Como todos hemos estado reflexionando sobre el tema, hemos oscilado desde un punto a otro para tratar de buscar el mejor instrumento y la herramienta más adecuada, la más flexible, la que pueda también ir cambiando al compás de los cambios que el mundo en estas áreas nos muestra, para no hacer de esto un emprendimiento que tenga la rigidez natural que todos los emprendimientos que se han hecho tradicionalmente a imagen y semejanza de las estructuras heredadas de Carlos V y Felipe II, algo para que esta realidad pueda ser asumida por todo el país, tanto por el sector público como por el sector privado, tanto por los sectores públicos vinculados a la educación como por la Administración Pública, como el encuadre necesario de las normas y las tareas que comprende también áreas de reflexión fiscal y tributaria para el mejor funcionamiento de todas esas actividades y para que ellas puedan, sin ninguna duda, transformarse en un centro de crecimiento y de impulsión no solamente de empleo sino de la incorporación de la tecnología y de la ciencia a cada una y todas nuestras actividades productivas, aprovechando este grande y formidable cambio que las sociedades experimentan alrededor de lo que es la era del conocimiento.

Hemos resuelto entonces, siguiendo las indicaciones y consejos de quienes han estado trabajando en esta materia, la creación de un Comité Nacional para la Sociedad de la Información que tiene como propósito en forma prioritaria, trabajar a una agenda para el desarrollo de la Sociedad de la Información hacia la Nueva Economía, que comprende temas como la alfabetización telemática, el desarrollo de los servicios telemáticos para el ciudadano, y para las empresas, la modernización de la Administración Pública, la promoción de un mercado eficiente de las telecomunicaciones e Internet, el desarrollo de condiciones de competitividad para el sector Software del Uruguay.

Debemos enmarcar un plan de acción desde un planteo general que englobe en forma coherente los componentes de desarrollo de la Sociedad de la Información en el Uruguay. Desarrollar un programa de acción para el sector Software bajo la forma de polos tecnológicos virtuales, no físicos, que tendrá la característica de un parque virtual desarrollado, una estructura central destinada a la administración y prestación de servicios.

Ese Comité Nacional para la Sociedad de la Información, pensamos que, debe tener una integración chica, una integración que vamos a estar proponiendo alrededor de la presencia en ese grupo de trabajo de la Presidencia de la República, el Rector de la Universidad de la República, un representante de las universidades privadas, el presidente de ANTEL, un delegado o el presidente o quien sea de la Cámara Uruguaya de Software y un Director Nacional de Comunicaciones.

Creemos que, además, antes que nada tenemos que saber que hemos de emprender un esfuerzo como bloque a favor del desarrollo de la Sociedad de la Información, esto no es un asunto solamente del Uruguay, es el MERCOSUR que tiene toda una tarea y un objetivo principal y será preciso compartir las experiencias de lo actuado en cada país para poder llegar, a través de esa unión de esfuerzos, a niveles que nos permitan competir en los futuros encuentros regionales que sin dudas se van a dar en el mundo, ya sea con el ALCA, ya sea con el grupo asiático, ya sea con la Comunidad Económica Europea, con todos los sectores que se están agrupando por regiones y que ven en este sector de la vida de las sociedades en el futuro un sector clave y central para su desarrollo.

Pienso que el Uruguay, al igual que los demás países, tiene que ser conscientes que ninguno de nosotros puede por sí solo alcanzar los niveles y los objetivos que son necesarios buscar en los tiempos que corren.

Procuramos además, que esta organización que estamos estableciendo sus perfiles fundamentales, está además asesorada por un grupo de ciudadanos que representando en sus actividades a aquellos que ya están ya vinculados al tema puedan funcionar como un Consejo Asesor de Empresas, de manera que estas empresas, que son la expresión del conocimiento de lo real porque ya están haciendo aquello a lo cual nos estamos refiriendo, puedan dar sus aportes, entrar y salir de esta organización con flexibilidad para indicar caminos, sugerir medidas, analizar los temas y de una manera u otra, estar participando en la reflexión y creación de políticas.

Para mi, sin ninguna duda este es un tema central de la vida del Uruguay como de la vida de todos los países en los próximos años. El que se detiene en esta marcha queda atrás. No se trata de que nosotros podamos hacer algo que los demás no puedan hacer y que nosotros pretendamos, porque hoy tenemos, por ejemplo, siempre que uno analiza estos números, una participación muy fuerte en lo que son las exportaciones de Software en el MERCOSUR, que pretendamos ser algo que esté por encima de los demás, no es ese el proceso al cual estamos intentando asomarnos.

Me parece que el proceso al cual estamos intentando asomarnos tiene tres focos bien claros. Están todos resumidos hacia lo interno para poder reflejarse hacia lo externo.

El primero es asumir realmente que estamos frente a una nueva economía, que tiene una nueva forma de construirse, de producir, de procesar y de distribuir los bienes que produce. En segundo lugar, estamos frente una nueva forma del conocimiento, un conocimiento que se transforma prácticamente más que nunca, en un bien de capital, conocimiento que tenemos que acercar a todo el mundo, que tendríamos que tratar de organizar en este período, que cada joven, de que cada niño, tenga un sitio en Internet y que eso sea tan connatural a la existencia de cada joven como fue cuando éramos niños, el cuaderno con la doble línea donde teníamos que acostumbrarnos a escribir no solamente con claridad sino con belleza y es que fue la norma en nuestro país durante muchos y muchos años y que distinguió tanto y sigue distinguiendo a nuestra comunidad, hoy lo tenemos que asumir y adaptar desde la primera infancia, a esta nueva forma del conocimiento. Y en tercer lugar, tener al Estado dentro de esa mecánica. El Estado sigue siendo entre nosotros... un animal muy grande, demasiado grande, de cabeza hipertrofiada con respecto a un cuerpo que lo tiene que mantener. Para que crezca el cuerpo el Estado tiene que, muchos dicen "achicarse", otros dicen "enflacar" como dicen los niños. ¿Hay que "enflacar" al Estado? No. Hay que modernizarlo al Estado. Con 50, 100 o 1.000 empleados menos posiblemente vamos a tener ventajas en el rubro 0 pero no vamos a tener ventajas en tiempo real a las respuestas que tenemos que darle a la sociedad. O sea, ha llegado el momento de hacer el enorme esfuerzo para que el expediente deje de ser un expediente como tradicionalmente lo conocemos en el Uruguay que es el mismo que tenemos desde la época de la colonia, para que se transforme en las vías que hoy la sociedad nos puede permitir alcanzar, de forma y de manera que el Estado pueda tener la eficacia y la agilidad que hoy la competencia del comercio entre los privados les exige a todos ellos tener.

Este es un tema, y termino, absolutamente esencial para la vida este país, como de cualquier otro. Estaba mirando la conferencia dada por el Presidente de Costa Rica con quien estuvimos conversando de estas cosas en Cartagena a propósito de este mismo tema, con la presencia del Presidente del BID, el amigo Iglesias. ¿Y Costa Rica qué hizo durante la presidencia de Figueres?, un esfuerzo formidable en esta materia. País pequeño como nosotros consiguió a través del esfuerzo que Figueres hiciera dar pasos tan importantes que nada más que en algunos rubros de exportación tradicional en lo que es el café y otros productos que Costa Rica ofrece al mundo desde siempre, ellos han quedado muy por debajo de lo que Costa Rica está produciendo en estas áreas hacia el exterior y muy por debajo que lo que Costa Rica está haciendo para que su país sea un país que desde su pequeñez se transforme en un país enormemente adelantado en todos estos términos.

Pienso que el Uruguay tiene las mismas chances, las mismas posibilidades, diciendo que este es el desafío quizás de los principales que cualquier gobierno hoy tiene que asumir.

Los que estamos aquí todos, sin ninguna duda, no solamente participan de estas ideas sino que las practican y las conocen mucho mejor. El Gobierno está representado por un ciudadano que sin ninguna duda también, sabe lo que ignora en esta materia porque pertenece a la generación de escribir con lápiz y papel, está totalmente decidido y está totalmente dispuesto, con la colaboración de todos ustedes, a procesar estos cambios imprescindibles para que el país pueda ser así, cada día, más justo y más libre.

Muchas gracias