Esta instancia para la cual ustedes están reunidos,
sin ninguna duda, se ha transformado para, prácticamente, todos los
países del planeta, en el centro de cuanto hoy se reflexiona a propósito
de las cosas a hacer para incorporar a las sociedades a este nuevo tiempo
de la economía, de la información, de la globalización y de todos los
elementos que confluyen con los distintos caminos que ustedes bien conocen
desde y hacia ese punto.
Creo que no ha de haber, cuando uno abre los diarios,
ningún país del mundo que no esté lanzado a ese territorio para
alcanzar desde él cambios que, sin ninguna duda, hoy por hoy se han
transformado en cambios tan profundos que no solamente suponen
modificaciones en la forma de trabajo, sino que mucho más que ello supone
modificaciones que van a ir hasta el fondo de la manera de ser, de
organizarse y de vivir todas nuestras sociedades, absolutamente todas.
Va a haber un cambio en el concepto de la economía al
punto que los americanos, con ese tradicional instrumento de
concentración de expresiones que les permite su idioma dicen: " is
bussines, off bussines", un cambio en la forma de trabajo, un cambio
en la manera de procesar su gestión los gobiernos, un cambio en cuanto al
centro de lo que supone las nuevas mecánicas para adquirir el
conocimiento, pero terminan quizás, como cuando nosotros estudiábamos
Historia en los primeros años de los liceos, el pasaje de una era a otra
era.
Posiblemente, sociólogos y filósofos puedan hablar de
esto con mucho más profundidad de lo que simples diletantes como somos
nosotros en estos conocimientos, podamos referirnos a estos temas, dado
que sin ninguna duda, ya se están viendo en las naciones aún más
alejadas de los centros de generación de tecnología, estos procesos que
transforman la vida de las sociedades.
En Uruguay, que tradicionalmente a lo largo del Siglo
XIX y luego en el Siglo XX ha hecho siempre esfuerzos muy importantes para
estar a tono con esas transformaciones, ha generado desde ya y mucho antes
que los gobernantes hayan tomado cuenta de ese tema y lo hayan visto como
un área desde la cual pueden ayudar a organizar la evolución de estos
elementos desde y hacia la sociedad uruguaya. El Uruguay siempre ha hecho
un esfuerzo muy serio, muy responsable, para que su país pudiera recibir
e incorporar a la vida de todos los días, este tipo de innovaciones.
Y hoy, el desafío, sin ninguna duda, además de ser
enorme, es urgente. Porque en otros tiempos los ritmos de las sociedades
eran completamente distintos. Ni siquiera eran ritmos de tiempos de
avión, eran ritmos de tiempo de barco. Las sociedades tenían tiempo de
ir acomodándose, hacia adentro de cada una de sus personas y círculos
sociales e integrantes de la misma, tenían tiempo para ir acomodándose a
los cambios del mundo y de la producción, mientras que hoy ese tiempo
escapa de abajo de nuestros pies de una manera absolutamente vertiginosa.
Todos los días, nuevos centro de información
colectivos - ya no hablo de las revistas y las publicaciones
especializadas- todos los días nos informan de la aparición de elementos
nuevos que apresuran más esas transformaciones, y que exigen de todos
nosotros cambios muy importantes.
Sin ninguna duda es absolutamente cierto que las
sociedades tienen resistencia al cambio. Todos nosotros colectiva e
individualmente tenemos resistencia al cambio. Creo que es válida, sin
embargo, la explicación que Tocqueville da a los proceso de los cambios
en tiempos de la Revolución Francesa cuando hace la reflexión de que las
sociedades cuando se empiezan a mover se generan cambios que son cada día
más acelerados y que muchas veces escapan del control de los propios
iniciadores o de aquellos que impulsaron esos cambios. En el Uruguay creo
que esos cambios se han ido dando en sectores importantes de nuestra
sociedad. Se han ido dando en cantidad y en calidad y hay por todos lados
de nuestra sociedad esfuerzos, en el sector público, en el sector
educativo, esfuerzos además, fundamentalmente en el sector privado, que
han ido apareciendo en distintos lugares de la misma. No solamente
expresiones muy positivas de todo cuanto impone esta innovación, esta
nueva sociedad, sino que muestra la capacidad que tiene nuestra sociedad
que es sensible a esa circunstancias y generar desde ella misma y desde su
centro de educación las calidades y las capacidades individuales para
meterse en este mundo nuevo.
¿Y nos toca hacer ahora a nosotros, como integrantes
del Gobierno y en nuestro caso como Presidente de la República, para
tratar de unificar, coordinar e impulsar estos esfuerzos? Como todos hemos
estado reflexionando sobre el tema, hemos oscilado desde un punto a otro
para tratar de buscar el mejor instrumento y la herramienta más adecuada,
la más flexible, la que pueda también ir cambiando al compás de los
cambios que el mundo en estas áreas nos muestra, para no hacer de esto un
emprendimiento que tenga la rigidez natural que todos los emprendimientos
que se han hecho tradicionalmente a imagen y semejanza de las estructuras
heredadas de Carlos V y Felipe II, algo para que esta realidad pueda ser
asumida por todo el país, tanto por el sector público como por el sector
privado, tanto por los sectores públicos vinculados a la educación como
por la Administración Pública, como el encuadre necesario de las normas
y las tareas que comprende también áreas de reflexión fiscal y
tributaria para el mejor funcionamiento de todas esas actividades y para
que ellas puedan, sin ninguna duda, transformarse en un centro de
crecimiento y de impulsión no solamente de empleo sino de la
incorporación de la tecnología y de la ciencia a cada una y todas
nuestras actividades productivas, aprovechando este grande y formidable
cambio que las sociedades experimentan alrededor de lo que es la era del
conocimiento.
Hemos resuelto entonces, siguiendo las indicaciones y
consejos de quienes han estado trabajando en esta materia, la creación de
un Comité Nacional para la Sociedad de la Información que tiene como
propósito en forma prioritaria, trabajar a una agenda para el desarrollo
de la Sociedad de la Información hacia la Nueva Economía, que comprende
temas como la alfabetización telemática, el desarrollo de los servicios
telemáticos para el ciudadano, y para las empresas, la modernización de
la Administración Pública, la promoción de un mercado eficiente de las
telecomunicaciones e Internet, el desarrollo de condiciones de
competitividad para el sector Software del Uruguay.
Debemos enmarcar un plan de acción desde un planteo
general que englobe en forma coherente los componentes de desarrollo de la
Sociedad de la Información en el Uruguay. Desarrollar un programa de
acción para el sector Software bajo la forma de polos tecnológicos
virtuales, no físicos, que tendrá la característica de un parque
virtual desarrollado, una estructura central destinada a la
administración y prestación de servicios.
Ese Comité Nacional para la Sociedad de la
Información, pensamos que, debe tener una integración chica, una
integración que vamos a estar proponiendo alrededor de la presencia en
ese grupo de trabajo de la Presidencia de la República, el Rector de la
Universidad de la República, un representante de las universidades
privadas, el presidente de ANTEL, un delegado o el presidente o quien sea
de la Cámara Uruguaya de Software y un Director Nacional de
Comunicaciones.
Creemos que, además, antes que nada tenemos que saber
que hemos de emprender un esfuerzo como bloque a favor del desarrollo de
la Sociedad de la Información, esto no es un asunto solamente del
Uruguay, es el MERCOSUR que tiene toda una tarea y un objetivo principal y
será preciso compartir las experiencias de lo actuado en cada país para
poder llegar, a través de esa unión de esfuerzos, a niveles que nos
permitan competir en los futuros encuentros regionales que sin dudas se
van a dar en el mundo, ya sea con el ALCA, ya sea con el grupo asiático,
ya sea con la Comunidad Económica Europea, con todos los sectores que se
están agrupando por regiones y que ven en este sector de la vida de las
sociedades en el futuro un sector clave y central para su desarrollo.
Pienso que el Uruguay, al igual que los demás países,
tiene que ser conscientes que ninguno de nosotros puede por sí solo
alcanzar los niveles y los objetivos que son necesarios buscar en los
tiempos que corren.
Procuramos además, que esta organización que estamos
estableciendo sus perfiles fundamentales, está además asesorada por un
grupo de ciudadanos que representando en sus actividades a aquellos que ya
están ya vinculados al tema puedan funcionar como un Consejo Asesor de
Empresas, de manera que estas empresas, que son la expresión del
conocimiento de lo real porque ya están haciendo aquello a lo cual nos
estamos refiriendo, puedan dar sus aportes, entrar y salir de esta
organización con flexibilidad para indicar caminos, sugerir medidas,
analizar los temas y de una manera u otra, estar participando en la
reflexión y creación de políticas.
Para mi, sin ninguna duda este es un tema central de la
vida del Uruguay como de la vida de todos los países en los próximos
años. El que se detiene en esta marcha queda atrás. No se trata de que
nosotros podamos hacer algo que los demás no puedan hacer y que nosotros
pretendamos, porque hoy tenemos, por ejemplo, siempre que uno analiza
estos números, una participación muy fuerte en lo que son las
exportaciones de Software en el MERCOSUR, que pretendamos ser algo que
esté por encima de los demás, no es ese el proceso al cual estamos
intentando asomarnos.
Me parece que el proceso al cual estamos intentando
asomarnos tiene tres focos bien claros. Están todos resumidos hacia lo
interno para poder reflejarse hacia lo externo.
El primero es asumir realmente que estamos frente a una
nueva economía, que tiene una nueva forma de construirse, de producir, de
procesar y de distribuir los bienes que produce. En segundo lugar, estamos
frente una nueva forma del conocimiento, un conocimiento que se transforma
prácticamente más que nunca, en un bien de capital, conocimiento que
tenemos que acercar a todo el mundo, que tendríamos que tratar de
organizar en este período, que cada joven, de que cada niño, tenga un
sitio en Internet y que eso sea tan connatural a la existencia de cada
joven como fue cuando éramos niños, el cuaderno con la doble línea
donde teníamos que acostumbrarnos a escribir no solamente con claridad
sino con belleza y es que fue la norma en nuestro país durante muchos y
muchos años y que distinguió tanto y sigue distinguiendo a nuestra
comunidad, hoy lo tenemos que asumir y adaptar desde la primera infancia,
a esta nueva forma del conocimiento. Y en tercer lugar, tener al Estado
dentro de esa mecánica. El Estado sigue siendo entre nosotros... un
animal muy grande, demasiado grande, de cabeza hipertrofiada con respecto
a un cuerpo que lo tiene que mantener. Para que crezca el cuerpo el Estado
tiene que, muchos dicen "achicarse", otros dicen
"enflacar" como dicen los niños. ¿Hay que "enflacar"
al Estado? No. Hay que modernizarlo al Estado. Con 50, 100 o 1.000
empleados menos posiblemente vamos a tener ventajas en el rubro 0 pero no
vamos a tener ventajas en tiempo real a las respuestas que tenemos que
darle a la sociedad. O sea, ha llegado el momento de hacer el enorme
esfuerzo para que el expediente deje de ser un expediente como
tradicionalmente lo conocemos en el Uruguay que es el mismo que tenemos
desde la época de la colonia, para que se transforme en las vías que hoy
la sociedad nos puede permitir alcanzar, de forma y de manera que el
Estado pueda tener la eficacia y la agilidad que hoy la competencia del
comercio entre los privados les exige a todos ellos tener.
Este es un tema, y termino, absolutamente esencial para
la vida este país, como de cualquier otro. Estaba mirando la conferencia
dada por el Presidente de Costa Rica con quien estuvimos conversando de
estas cosas en Cartagena a propósito de este mismo tema, con la presencia
del Presidente del BID, el amigo Iglesias. ¿Y Costa Rica qué hizo
durante la presidencia de Figueres?, un esfuerzo formidable en esta
materia. País pequeño como nosotros consiguió a través del esfuerzo
que Figueres hiciera dar pasos tan importantes que nada más que en
algunos rubros de exportación tradicional en lo que es el café y otros
productos que Costa Rica ofrece al mundo desde siempre, ellos han quedado
muy por debajo de lo que Costa Rica está produciendo en estas áreas
hacia el exterior y muy por debajo que lo que Costa Rica está haciendo
para que su país sea un país que desde su pequeñez se transforme en un
país enormemente adelantado en todos estos términos.
Pienso que el Uruguay tiene las mismas chances, las
mismas posibilidades, diciendo que este es el desafío quizás de los
principales que cualquier gobierno hoy tiene que asumir.
Los que estamos aquí todos, sin ninguna duda, no
solamente participan de estas ideas sino que las practican y las conocen
mucho mejor. El Gobierno está representado por un ciudadano que sin
ninguna duda también, sabe lo que ignora en esta materia porque pertenece
a la generación de escribir con lápiz y papel, está totalmente decidido
y está totalmente dispuesto, con la colaboración de todos ustedes, a
procesar estos cambios imprescindibles para que el país pueda ser así,
cada día, más justo y más libre.
Muchas gracias