26/07/2000

DISCURSO DEL PRESIDENTE DR. JORGE BATLLE EN MEGACONFERENCIA EN EL VICTORIA PLAZA. 

26/07/00

El Presidente de la República saludó e intercambió frases jocosas con los alumnos de cuatro centro educativos primarios que hoy visitaron el edificio Libertad. Se trata de niños de las escuelas 99, 268, 224 y 234, las dos últimas del Instituto Geselliano. Los menudos visitantes conocieron la principal sede del Poder Ejecutivo y el parque que la rodea, así como sus esculturas.

 El Dr. Jorge Batlle inauguró hoy la megaconferencia "Hacia la Nueva Economía" y vertebró una profunda conceptuación del conocimiento actual y las formas en que es trasmitido.

Presidente Batlle: No se preocupen yo no voy a rebajar nada. Se podrán imaginar que, el Ingeniero Bracco, que es un joven a quien conozco desde cuando lo imaginaron, puede, sobre estas cosas, hablar con la propiedad del que sabe, del que conoce. Yo, como soy político, soy apenas diletante, diletante, muy bien. Siempre se ha dicho, y es bueno reiterarlo, que el tiempo que a uno le toca vivir es el mejor de todos los tiempos, ese es un principio de autodefensa de todos los ciudadanos en todos los tiempos. Pero este es, francamente, válido que hagamos ese tipo de apreciación. Quizás, desde mucho tiempo atrás, no se había producido en la vida del planeta, la serie de cambios y transformaciones que van a modificar nuestras formas de convivir, nuestras formas de organizarnos, nuestra formas de actuar, nuestra forma de pensar, de desarrollar nuestro conocimiento y nuestra cultura, de relacionarnos entre nosotros y con el mundo en el cual vivimos, de la magnitud y de la profundidad que estos nuevos elementos que la tecnología pone a nuestro alcance y que la ciencia todos los días acrece, nos brindan hoy y de los cuales nosotros somos testigos y tratamos de ser actores. En la medida en que este pequeño país tiene la obligación de tomar conciencia de esa realidad y tratar de implementarla, tenemos que ser, o tratar de ser, actores eficientes. Preguntarnos si estamos preparados o si no estamos preparados es una perdida de tiempo y una variante inútil de una reflexión innecesaria. Es como si me dijeran si estoy preparado para aprender a respirar, o para aprender a caminar, es exactamente lo mismo. El mundo está en esa transformación profunda, violenta, rapidísima, que afecta a todas nuestras formas de ser. Y, preguntarse si estamos preparados es, no solamente perder el tiempo sino entrar en una discusión que la única cosa que hace es que estemos más atrasados. No creo que haya ningún país que se haya hecho esa pregunta, grande, chico, mediano, desarrollado o en vías de desarrollo. Creo que todos se han lanzado al agua a medida que las realidades se han presentado en su escena cotidiana y alguien la va asumiendo y alguien la va llevando adelante. No sé si el señor Espuela, si el señor Roberto Vivo y el señor Fernández hicieron previamente un curso de preparación para hacer lo que hicieron. Creo que no, creo que empezaron y empezaron. Por lo menos al que conozco es a Roberto desde hace bastante tiempo, y lo conocí haciendo cosas completamente distintas a lo que está haciendo ahora y no creo que aquella cosa que hacía antes era una preparación previa para lo que está haciendo ahora, no tiene nada que ver. Quiere decir que el Uruguay tiene que advertir que esa es una realidad que tiene que asumir. Lo que creo si que es muy importante que ustedes, luego de estos días de reflexión, puedan establecer algunas nóminas o una agenda para decir: bueno, en este ámbito donde estamos actuando entendemos que habría que hacer tales y cuales cosas para ayudar a Gobierno que se declara "ignorantón" en la materia de lo que tenemos que hacer. ¿Qué quiere decir? Que estamos también nosotros, desde el Gobierno, sintiendo que es un desafío muy importante el que tenemos que asumir en toda la comunidad y que no podemos rehuir, que no tenemos ningún interés en rehuir que, por el contrario, queremos asumir, Pero que, realmente, necesitamos apoyos, necesitamos informaciones, necesitamos puntos de vista para poder ir armando cosas y en esa cosa de (...traigle error...), ver cómo podemos progresar y cómo podemos encaminar a esta sociedad lo más rápidamente posible. Creo que hay algo que es muy favorable y tengo, para mí, que lo más favorable de todo es que existe un cambio en la sociedad uruguaya, pero a nivel de la sociedad. Posiblemente, menos importante y menos profundo a nivel de las cúpulas directivas de esta sociedad que todavía están, por sus responsabilidades, por las posiciones que han alcanzado, por, digamos, la representatividad que ejercen, todavía demasiado referidas a estructuras muy estáticas, que conservan una formalidad exterior bastante imponente en muchos casos, pero cuando uno mete la mano para adentro no hay nada. O sea, no hay nada que tenga que ver con el mundo de hoy, todo tiene que ver con el mundo de más o menos detrás antes de antes de ayer que, precisamente, no existe más. Por tanto, hay una demanda de la sociedad. Hay una demanda no expresada, colectivamente, no expresada públicamente, pero que es un silencio de una fuerza enorme y de una intensidad tan grande que se palpa, se advierte, se tiene la sensación de que está allí y que opera. Y que opera con extraña eficacia en la sociedad, al punto que opera como un disuasor, opera como un impulsor, opera como un freno, opera como un guía y que está operando cada día en forma más decisiva en las cosas que la sociedad, a si misma, dice que tiene que resolverse a hacer. Y cosas, que parecía que eran tabú, que no se podían decir, sobre las cuales no podía armarse ninguna discusión, que no se podía argumentar sobre ellas , que provenían de distintos sectores sociales, políticos, ideológicos, gremiales, hoy sin embargo, se pueden analizar con libertad, se pueden discutir y conformar sobre ellas opiniones distintas a las tradicionales sin enojos, sin que esto suponga ponerse en contra de nadie, en un clima que es el mejor y el más propicio a asumir esas transformaciones. Creo que ese es el gran desafío que tiene esta sociedad a caballo de los dos siglos. A caballo de estos dos siglos, este es el más grande desafío que tiene esta sociedad y tengo la convicción, la más absoluta convicción de que es hora de que todos asumamos que eso se debe hacer y se puede hacer. Y no me estoy refiriendo únicamente a los temas tan trascendentes que van a ayudar, muy mucho, a todas esas transformaciones, esas tomas de conciencia de la realidad de hoy y la de mañana que ustedes, a lo largo de estos días, van a poder analizar acá. Me estoy refiriendo a toda la sociedad uruguaya. A la sociedad productora de materias primas, a la sociedad industrial, a la sociedad turística, a la sociedad comercial, a la sociedad sindical, a la sociedad educativa, a la sociedad política, a la sociedad legislativa. Me estoy refiriendo a la justicia, me estoy refiriendo a todos los ámbitos de la vida de esta sociedad. A la forma de hacer el Gobierno, a las formas de organizarlo, tanto el nacional como el municipal, a la forma de hacer que los Entes Autónomos sean algo. Hoy ya, son una cosa exótica, mientras nos pasamos meses y meses y meses viendo a ver qué ciudadano va integrar el directorio de tal o cual ente, mientras tanto, en otro país que no es este, un funcionario del ente, sin Tribunal de Cuentas, sin venia al Senado, compra, vende, crece, se achica. O sea, es una especie de medusa que se extiende, va y viene porque es una cosa distinta, y ¿por qué? Porque la realidad, (golpes en el escritorio) le golpeó a la puerta y le dijo: "No espere el cambio jurídico, porque si espera el cambio jurídico antes que se lo digan, desaparece." Quiere decir, (aplausos).

Quiere decir que, como tiempo, es un tiempo bárbaro, es un tiempo bárbaro, porque sin ninguna duda, existen en el país, enormes posibilidades. En primer lugar existen enormes posibilidades intelectuales, es de donde sale todo, lo demás es el "Cinco de Oro". Existen enormes posibilidades intelectuales que es de donde sale todo. Posibilidades intelectuales que tienen un pequeño problema, demasiado latinas, poco sajonas. O sea, demasiado individuales. Quizás, este es uno de los ámbitos en donde eso más rápidamente se pueda vencer porque, este tipo de actividades, han crecido de la interacción entre unas y otras unidades de las que forma parte. Y, por tanto, el propio desarrollo de ellas comporta una suerte de entendimiento colectivo en donde hay lugar para todos. Y no tenemos que seguir pensando en el mundo medieval y corporativo en donde cada uno, desde su chacra, hace lo que hace el soldado que no sangra, que suda. Y al sudar y no sangrar hace un pozo, cava y desde el fondo del pozo grita que reformen las estructuras, en voz muy alta, y en voz baja susurra:"la de los otros". Y eso creo que, la sociedad sajona, lo ha practicado mejor que nosotros. Quizás como consecuencia de los seis meses de nieve que los ha obligado, por milenios, a ayudarse para poder sobrevivir del frío, del hambre y del peligro. Los que estábamos al sol, en Nápoles, repetimos el viejo cuento del joven aquel que estaba sentado en camiseta, en Nápoles, y recibía al turista norteamericano y le decía porqué no trabajaba y para qué. Y, al final del cuento era para...hacía todo aquello para llegar a Nápoles y el tipo dice: "pero yo ya estoy acá, para qué voy a hacer tanto esfuerzo." Lo cual significa que este también es una cosa que proviene del ámbito intelectual. O sea, estamos preparados intelectualmente para el conocimiento y tenemos que adoptar también una capacidad de preparación para la convivencia y para el esfuerzo común, que es lo que nos ha faltado hacer. Cada vez que nos juntamos para algo siempre se forma dos comisiones o tres.

Cada vez que nos juntamos en el Baltimore para arreglar el mundo, a la salida de clases en la Facultad de Derecho, hacíamos una comisión para hacer un gran plan de arreglo del mundo, del universo y de sus contornos, al poco tiempo nos habíamos dividido entre nosotros y habíamos constituido dos o tres asociaciones como hay acá para cualquier cosa, ¿no es verdad?. Somos pocos pero, de cada cosa, tenemos tres o cuatro organizaciones que se ocupan de lo mismo, y que de lo que no se ocupan es de enfrentarse una con la otra para ver quien es la auténticamente representativa de la (...nada, gobierno....). (aplausos)

Quiere decir, por tanto que, como verán, es un tiempo interesante, porque, sobreponerse a todas estas cosas exige disciplina, método, esfuerzo. Nosotros, desde el Gobierno, hemos tratado de abrir las puertas para conversar con todo el mundo y juntar los esfuerzos de todo el mundo, lo vamos a hacer rápidamente esta semana que viene, alrededor de estos temas, incorporando a los sectores públicos y a los sectores privados. No en un número así...en donde tienen que estar todos y precisamos poco menos que la América para reunirlos. Sino en fin, algunos pocos que, representativos sean de determinadas áreas, y que puedan, en forma flexible, ir consultando, incorporando con personas y conocimientos, para tratar de armar una agenda que tenga que ver con los temas que ustedes van a discutir acá y cuyos resultados vamos a tener particularmente en cuenta. Finalmente, quiero decirles que es para mí es siempre un gusto participar de estas reuniones y tratar de dar manija. Creo que es una de las funciones de un Gerente General, dar manija, y en un país como este, el Presidente tiene que ser un poco eso, Gerente General y dar manija, impulsar a la gente a que se tire al agua. Que creo que, como decía un viejo profesor de natación, el cristiano es el único animal que ha perdido la capacidad natural de nadar, hasta un pollo nada, ¿no?. Bueno, hay que tirarse al agua y aprender a nadar en el agua y no pensar qué va a pasar si nos tiramos al agua porque, cuando nos tiremos, no habrá agua.

(Aplausos)