16/06/2000

Presidente Batlle en la Cumbre de Río

"SÓLO NOS TENEMOS A NOSOTROS MISMOS"

Durante la realización de la XIV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de Río, el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñéz, realizó en dos oportunidades algunas precisiones. El siguiente es el texto completo de una de sus intervenciones.

Señores Presidentes, Señores Cancilleres. Se podrán imaginar que para Uruguay estar de nuevo aquí es un gran honor y para mí una terrible dificultad, porque reemplazar nada menos que al Doctor.Sanguinetti es sin ninguna duda una tarea más que difícil.

Pero me permitirán una pequeña improvisación. En primer lugar y de acuerdo al tema que estamos considerando, el tema de América Latina y el Caribe frente a la Cumbre del Milenio, quiero decir que estoy totalmente de acuerdo con las palabras pronunciadas por el Presidente Cardoso.

Señor Presidente Pastrana, creo que la democracia es una plantita que hay que regarla y cuidarla todos los días. Naturalmente yo soy abogado y tengo las deformaciones de mi profesión, y sobre todo la del derecho romano en donde, la forma hace el fondo en los contratos de modo superficial en donde los intereses son menores, a los contratos mayores que son los contratos de la sociedad consigo misma. Cuando violamos la forma violamos el fondo, es claro que cada uno en cada circunstancia asume la capacidad de determinar cuándo el fondo puede ser suficientemente grave, suficientemente decisivo, para que las formas se dejen de lado.

Dentro de todas la evoluciones hemos hecho las nuestra. En Uruguay, hemos muerto en los campos de batalla matándonos unos con otros durante años y años. Estas circunstancias trágicas de crecimiento, de cambio, son cosas que nos enseñan a ver que los caminos adecuados -los mejores- son precisamente aquellos a los cuáles nos encontramos en las expresiones del señor Presidente Cardoso y su particular deferencia.

Yo quisiera señor Presidente, llegar a un punto más concreto, un poco más eficaz, un poco más práctico. Todos tenemos un político, todos llegamos al gobierno como consecuencia de la decisión del pueblo. Todos tenemos demanda permanente, todos estamos acuciados por nuestra falta de recursos para atender las necesidades. Sentimos que las dificultades nos presionan y además nos manejamos con la dificultades que la democracia tiene para manejarse, porque la democracia reconoce la oposición.

En nuestro país muchas veces se sientan en ese camino para proponer y afirmar cosas que son posibles, pero hay algo que me parece que deberíamos tratar de reconocer. En primer lugar, la democracia reclama que nosotros ajustemos nuestras conductas al exterior del país. Tenemos que tener sociedades que se manejen en el reconocimiento de los valores y de la ética, para poder tener respaldo hacia el interior.

Este hecho es importantísimo hoy más que nunca, porque antes las cosas parecían que podían deslizarse en la oscuridad de los pasillos, pero hoy por suerte la información contribuye a robustecer la democracia. Felizmente los ciudadanos están cada día más informados. Y esa es una tarea que no puede quedar fuera de nosotros, que solamente vendrá si nosotros nos apuramos a ponerla en práctica.

Nosotros ya vivimos este asunto de la globalización entre 1840 y 1920. Fue una globalización provechosa, hubo transferencia tecnológica, de capital y una emigración formidable que vino de Europa con fletes muy baratos, con mercados absolutamente abiertos y con precios que convergían en el mundo entero. En ese tiempo que América creció ¡y de que manera creció América!, nuestros países hicieron muchas cosas con recursos propios cuándo no había ni Fondo Monetario, ni Banco Mundial, ni Banco Internacional. ¡Las cosas que hicimos! ¡Los grandes hombres que nos vanagloriamos tener en nuestros gobiernos! En ese tiempo todos los países tuvimos la capacidad de educar, la capacidad de crecer, la capacidad de andar mucho mejor.

 

¿Qué nos pasa hoy?, una globalización muy distinta y cerrada tiene una mano única, viene de vuelta para acá, pero de acá para allá no va. ¿Qué le pasa a nuestros amigos ecuatorianos con el banano?; ¿Qué nos pasa con la carne?. Nosotros que somos en buena medida de origen europeo, ¿qué haríamos nosotros si estuviéramos allá? incorporar todos los países del Este para asegurarles un mejoramiento en su calidad de vida. Por tanto de ellos no podemos esperar nada. ¡Que tanto mimo! el mundo es redondo y Europa tiene que seguir ocupándose de Africa ¿quién se va a ocupar de nosotros? Como dijo Octavio Paz, sólo nos tenemos a nosotros mismos, o nos encontramos entre nosotros o no caminamos.

Nos tenemos que unir rápido, y mucho más rápido porque si la economía crece nosotros sabemos cómo hacer que la gente viva mejor, no precisamos que nadie nos venga a decir cómo se resuelven los temas de la pobreza. Nadie conoce a nuestros países mejor que cada uno de nosotros, ¡nadie! ni la Unión Europea ni nadie. La pobreza la conocemos porque los pueblos nos votaron. Estamos aquí. Pero ¡qué podemos hacer si no podemos comerciar, si no nos dejan vender! Quisiera preguntarle al Señor Presidente de México ¿cuánto ha subido su exportación desde que se integró al Nafta? ¿poquito o mucho? Quizás que al doble y sino hubiera tenido el techo ¿cómo estaríamos? ¿cómo estaría México sino tuviera el techo por delante? Y nosotros en el Mercosur ¿cómo estaríamos si no podríamos entrar a Brasil? ¡estaríamos de lengua morada ! Por lo tanto la cosa es práctica: Nos juntamos o "marchamos". No hay otra. Y rápido y cuándo más rápido mejor.