16/06/2000
"TENEMOS QUE RECLAMAR CON MÁS FIRMEZA NUESTRO
LUGAR EN EL MUNDO"
De esta manera, culminó su intervención el Presidente
Batlle en la Reunión de Jefes de Estado, que se llevó a cabo en
Cartagena de Indias.
Señor Presidente, yo tengo una ventaja. Hace tres
meses que estoy en este nuevo trabajo y por lo tanto, todo lo que ha
pasado antes en Uruguay no tengo nada que ver. Ni de lo bueno ni de lo
malo, al punto que cómo le decía al Presidente de Honduras, estoy
aprendiendo a manejar los botones. Me han dicho, que hay un botón que no
apareció nunca porque dice "eject". Y además, a medida que uno
envejece, va encontrando sus defectos, sus obsesiones y sus manías, ¿no?
He tenido la fortuna de heredar un gobierno, presidido
por el Doctor Sanguinetti, que ha merecido la consideración de los
organismos internacionales. Un elogio en cuanto en nuestro país, la
distribución de ingresos está entre los primeros de América, salvo
Argentina que siempre nos ha ganado en eso, y nada más que en eso, porque
al fútbol nosotros venimos ahí. Somos el segundo país en cuanto al
ingreso bruto per-capita de América del Sur y creo que nosotros, así
como todos los demás, estamos en condiciones de hacer bien nuestras
planas, de hacer bien nuestros deberes. Nosotros apenas vendemos 2600,
2700 millones de dólares.
Recuerdo que cuando acompañé a un excepcional
ciudadano de Uruguay, el Señor Wilson Ferreira Aldunate en 1964, a la
última negociación de la carne en Inglaterra, los precios eran iguales a
los que nos pagan ahora en dólares nominales. ¡Y estoy hablando de 1964!
¡en dólares nominales! Pero lo cierto es que con el mismo esfuerzo que
entonces, vendemos la tercera parte. Ahora, si nos dan en vez de 2.500
millones de dólares por año de cuotación, nos dan 7.000, por supuesto
que vamos a resolver mucho mejor los problemas de la educación y de la
salud. Todos tenemos deudas de "champagne" y renta de cerveza,
Señor Presidente. Es decir que el tema no es que nos digan cómo
arreglamos nuestras situaciones, el tema está en que no hay a quien
vender, si no pagan un precio adecuado. Mientras no nos dejen vender y no
nos paguen un precio adecuado, los discursos van a ser bonitos, pero
cuando volvamos a nuestra casa, la única cosa que nos quedará es el
"derecho al pataleo". Mirando al Presidente de México Alberto
Zedillo, manifestó: "yo ahora sufro lo que usted estaría sufriendo
si no hubiera podido llegar al mercado estadounidense como ha llegado. Lo
envidio sanamente". Y entiendo que entonces sí, esta es una
oportunidad para hacer lo que dice el Presidente Chávez, poner algunos
temas concretos, pero ¡bien concretos!
Aún cuando vamos a vender a todos lados, a mi lo
único que me falta es ir a Florianópolis (Cardoso: vende mucho ahí) y
vendo poco lamentablemente, debería vender más. Lo cierto es que tenemos
que buscar un consenso para ir a algún lado, porque si no la seguridad
social y las demás cosas son las que utilizando los mecanismos a los que
el Presidente de El Salvador se ha referido con tanta precisión, son las
que nos han permitido ir sobreviviendo, y poder tener contacto con la
ciudadanía directamente y hacer que la ciudadanía confíe en nosotros.
Pero resulta que somos mucho más fuerte ahora. ¡Por cierto que somos
mucho más fuertes! ¡todos juntos somos mucho más fuertes! Lo único que
tenemos que hacer es tomar conciencia de la fuerza que tenemos todos.
Si juntos nos planteamos y reclamamos la apertura del
comercio, el mundo va a tener que pagar mejor. No nos va a resolver los
problemas por supuesto, ¡qué no nos va a resolver los problemas! pero
todo el mundo nos va a tener que escuchar mejor. Y si no, nos volveremos a
reunir a escuchar los mismos discursos y va hacer difícil volver. Porque
si sumamos las cumbres, tuvimos una hace pocos días; otra en
Centroamérica; otra de los países andinos; dentro de pocos días en
Buenos Aires, nosotros. Luego vamos a estar en Brasil donde puntualmente
hay cosas, creo yo muy interesantes, en cuanto al conocimiento, a la
infraestructura, donde podemos hacer realmente cosas positivas.
Luego vamos a ir a Panamá y después no se sabe para
donde vamos a ir. Vivimos de excursión. Creo que en este momento tenemos
que resolver dos o tres cosas, no muchas, no muchas, no muchas. Sigamos
los consejos militares, ya que tenemos algunos representantes acá. Al
adversario combatirlo por sectores, no hacer como los alemanes que se
peleaban con todos en pocos días. Vamos a juntar dos temas, dos temas
graves. La apertura de los mercados y el refuerzo de la inversión
financiera que ampare al mundo. En donde nuestro problema no es más con
nuestros electores. Estamos en la era de la electrónica donde aquel que
está en su casa y se levanta y dice: ¿A ver cómo anda América? Anda
regular Ecuador y eso debe hacer mucho daño para el Uruguay. Basta que
venda y ahí "marchamos" todos. Es la era electrónica la que
nos mueve y las que nos va a mover en el futuro, ella está todos los
días jugando con nosotros.
Quiere decir que nos vamos a tener que juntar mucho
para poder reclamar puntualmente un tema económico. Vamos a poder
asegurar no solamente la seguridad social, equidad que es lo que Europa
nos reclama y muchas veces ella incumple. El resto sí, nosotros lo
podemos hacer. Porque lo que ha hecho América en los últimos 150 años
de crecimiento, como lo a señalado el Sr. Presidente de Brasil, es
inconmensurable. En 1810 éramos la nada y hoy hemos adelantado muchas
veces en términos comparativos y no en términos relativos, más que
muchos países centro-europeos, en todos los órdenes de la vida.
Institucionalmente muchísimo más. Por tanto no tenemos que lamentarnos
de nosotros, tenemos que reclamar con más firmeza nuestro lugar en el
mundo.