18/06/2000
BATLLE REITERÓ LA NECESIDAD DE TENER UN HOSPITAL
DE CLINICAS ABSOLUTAMENTE NUEVO
"Señores nos congratulamos de estar de nuevo en
casa. Sabemos que ha llovido bastante, lo suficiente para poder decir ¡Ya
basta! Y que ya pasamos la seca."
Posteriormente los distintos medios de comunicación
que se acercaron a la Base Aérea Nº 1 le formularon una serie de
preguntas al primer mandatario sobre distintos temas.
En primer lugar se le consultó sobre si se había
reunido con el Presidente del BID, Cr. Enrique Iglesias, y si podría
haber un préstamo para el reciclaje del Hospital de Clínicas o algo
relacionado con el mencionado nosocomio.
Batlle: Los créditos que estamos estructurando con el
BID fueron motivo de reuniones, aquí en Montevideo, entre la delegación
del BID permanente en el Uruguay y los distintos sectores, que en
representación del Gobierno, manejan esos temas. El BID está, desde hace
mucho tiempo, dispuesto a colaborar en el esfuerzo que se haga en ese
sentido. Le hemos manifestado, desde siempre al Cr. Iglesias -inclusive
antes del 1º de marzo- nuestra decisión de apoyar la construcción de un
nuevo Hospital, sobre la base de que el actual edificio. Un hospital que
naturalmente continúe en manos de la Universidad y que ella lo destine
para lo que entienda conveniente. Inclusive para generar áreas de
formación, de áreas de apoyo a los servicios hospitalarias o a los
servicios educativos de la Universidad que entienda necesario o
conveniente hacer, pero construir un nuevo Hospital.
Pensamos que el tema más central que tiene hoy la
medicina en cuanto a la internación hospitalaria, es que se debe llegar a
un nivel, más o menos, de entre seis y ocho días promedio de
internación. Esto supone que si se tienen 400 camas, hay un tiempo de
ocupación de 22 días promedio. Si se baja de 22 a 8 días es como si
tuviera 1200 camas. Por tanto la necesidad de camas, en el Uruguay, no es
el problema.
El problema es la necesidad de tener áreas totalmente
dotadas de los instrumentos y aparatos que hoy son tan costosos, para
poder desarrollar las especialidades de alta tecnología, que todavía
suponen un alto costo en el Uruguay.
Nuestra idea del tema es, básicamente, que la
Universidad pueda tener como centro de formación o como instrumento de
formación, todos los elementos públicos y privados disponibles en la
República entera.
Por ejemplo, hasta ahora la Universidad, la mayor parte
de las cátedras de pediatría las lleva adelante en el Pereira Rossell y
no en el Clínicas, y hay otras en el Maciel. Y así como los muchachos
que estudian en Salto tendrán que ir a los hospitales locales,
coincidamos en que toda la infraestructura hospitalaria, tanto pública
como privada, debe servir y atender a los propósitos educativos, en donde
y cómo la Universidad lo reclame y lo requiera.
Y ese centro hospitalario, fuerte, de alta jerarquía,
de alta tecnología, de alta calificación, es para poder, no solamente
formar a los especialistas sino para, además, hacer investigaciones.
Para todo lo demás, los leucos como le dicen
los muchachos, tienen los hospitales del país a su disposición. La
Universidad puede estar segura y tener la certeza de que, como siempre ha
sido, el Estado uruguayo tanto los sectores públicos como privados, el
gobierno está dispuesto a que sirva para la mejor formación los
estudiantes.
Pero queremos un Hospital que sea una unidad de
excelencia, absolutamente de excelencia. Nuevo, absolutamente nuevo.
Porque el país lo precisa. El país necesita contar con tecnología de
punta, en hospitales de punta. Reciclar siete pisos de un hospital
construido hace 70 años no es objetivo para la modernidad, es un objetivo
para el pasado. Y estamos en el futuro, no estamos en el ayer.
Periodista: Trascendió en un
semanario que Ud. había dicho que ir a la Cumbre era gastar dinero.
¿Vino más conforme ya que esta resolución sintoniza con su discurso de
hace un mes?
Batlle: Mire, usted sabe que la cosa es muy clara. Se
lo dije así al Canciller y él que entiende de esto mucho más que yo,
notoriamente yo soy mucho más heterodoxo por no decir medio así...,
bueno hay gente que se imagina porque se sonríe, por suerte tengo un
Canciller que es un hombre serio y me dijo: "no, hay que ir porque en
ese lugar la primera cosa que vas a poder hacer es conocer a todos los
demás presidentes con quienes te vas a tener que relacionar en estos
cinco años". Tenía razón. La segunda cosa que me dijo fue:
"vamos a poner dentro del documento, el tema del comercio", que
lo puso Uruguay. También tenía razón. Luego me dijo: "Vamos a
levantar el centro para que cabecees". Bueno, yo lo hice. También
tenía razón.
Periodista : ¿Tuvieron algún contacto en Miami?
Batlle: Sí, señor, en Miami tuvimos una reunión en
la Cámara de Comercio con los representantes de una organización llamada
Enterprice que está organizada por el Gobernador Busch, cuyo
representante había estado en el Uruguay y se había reunido conmigo en
Suárez; con el Presidente de la Cámara de Industrias, el Sr. Rocco; con
el presidente de la Asociación Uruguaya Rural, el Señor Symonds; con el
presidente de la Asociación Americana de Comercio; el Señor Lepra, de
Texaco; con la Señora Directora de Relaciones, la señora Zulma Guelman y
con el Embajador Moreno que nos estaba ayudando, como nos ayudó en el
caso chileno, a la formación de esos contactos. Ellos participaron de la
reunión junto con la Cámara de Comercio Uruguaya y con el Embajador
Camps, Cónsul General de Uruguay en Miami.
El mensaje fue el siguiente: todos nosotros, el señor
Ministro, el señor Hierro el Cónsul, y yo, todos estamos de paso. Los
representantes privados y empresarios que viven en Florida están para
siempre. Nuestra función es apoyarlos a ellos y darles las líneas de
conducta que el Uruguay entiende son las adecuadas para nuestro país.
Pero ellos son los que tienen que llevar adelante la gran organización,
previa a lo que, inexorablemente, va a ocurrir en pocos años o sea el
ALCA. Queremos estar establecidos firmemente en los Estados Unidos, tarea
que había estado haciendo unos días antes en Miami, el señor Embajador
del Uruguay, Hugo Fernández Faingold.
En setiembre se reúne la Asamblea de Naciones Unidas
por el Milenio y quién vaya de Uruguay, sea el Señor Canciller o sea yo,
de pasada, de ida o de vuelta, vamos a tener una nueva reunión, porque de
aquí a setiembre vamos a poder actuar para consolidar el grupo y
determinar nuestras acciones.
Ayer, de regreso de Cartagena, tuve varias reuniones
con gente uruguaya y alguna gente no tan uruguaya. Cubanos que están
ubicados y trabajando en el Uruguay y alguna gente uruguaya realmente
excepcional. Particularmente estuve tres horas con el Peter Dolara, es un
ciudadano de San José y que debo decirlo, salió del Uruguay después de
haber nacido, criado y vivido prácticamente en el orfanato de San José y
llegó de muy temprana edad a los Estados Unidos y empezó limpiando
aviones. Hoy es el vicepresidente de American Airlines, maneja 13 mil
empleados y 400 o 500 aviones, la nada, una cosa así de simple. Está
organizando un evento para American Airlines. Florida, con una inversión
de 1300 millones de dólares. Del orfelinato de San José, limpiar
aviones, por su calidad, capacidad y méritos, sin muñecas y sin
recomendaciones, sin tarjetas de Senadores y de Diputados, hoy es el
hombre número 2 de esa organización, y el encargado de todo el Caribe,
Centroamérica y América del Sur. El había estado conversando con el
Ministro de Turismo y conversamos sobre una cantidad de acciones y de
cosas que creo, que con el tiempo, van a ser muy útiles al Uruguay.
Y hay uruguayos en posiciones en el área financiera,
en el área comercial muy importantes en Florida y éste conjuntamente con
New Caroline y con Georgia forman un triángulo de crecimiento exponencial
en la economía americana.
He conversado con el Señor Canciller, de tener una
acción enfocada especialmente a distintas áreas en los Estados Unidos.
Todos sentimos que el ALCA llega y tenemos que estar posicionados bien en
los Estados Unidos antes de que el ALCA llegue. Hay notoriamente cuatro o
cinco áreas clarísimas para el Uruguay. Una es ese triángulo; otra es
el sector financiero en Nueva York, en donde hay uruguayos de primerísima
línea, bien posicionados; otra en Chicago donde nuestra Cónsul, la
Señora de Reyes ha mostrado, hace poco tiempo, con la concurrencia junto
con un grupo importante de industriales, comerciantes y financistas
americanos, su capacidad; otra es el área tecnológica de San Francisco,
California, donde tenemos que tener un punto muy fuerte. California y
Texas, esos dos estados, son realmente muy importantes para el Uruguay.
Así que nuestra política hacia los Estados Unidos es una política de
acercamiento profundo, de instalación fuerte de presencia organizada en
pos de conexiones comerciales y de inversiones aquí y de inversiones
nuestras en el comercio del NAFTA.
También debemos decir que nos tocó despedir al
Presidente Zedillo, que era la última Cumbre de Presidentes de la que
participaba, porque en dos semanas hay elecciones en México. Zedillo se
llevó la amistad, el aplauso y el reconocimiento de todos por la gran
tarea política y económica que ha hecho en bien de su país y en bien de
América. La tarea política del Presidente Zedillo en México, con esta
elección tan abierta que se está produciendo el próximo 3 de julio, y
la tarea económica consolidando todo este proceso de integración
económica, que comprende a todos los países de América Central y del
Caribe. Todos los países de América Central y del Caribe al igual que
México participan al mismo acceso al gran mercado Norteamericano.
Todo ello nos permitió en nombre del Uruguay y en
nombre de todos los demás despedir con el elogio merecido al Presidente
de México, al Dr. Zedillo. Además, al final el Embajador me obligó a
lleva a mi mujer a pasear en "mateo", hasta ahí pude cumplir.
Periodista : El diario La República publica la carta
de un Señor Juan Antonio García Irureta Goyena, abuelo materno de la
conocida como nieta de Gelman, en donde agradece el esfuerzo que hizo
usted por ubicar a su nieta, pero pide conocer donde están los restos de
su nieta. ¿A Usted le llegó esta carta?
Batlle: Acabo de llegar y no me la mandaron a
Cartagena.