29/06/2000

El gran dilema de las Naciones Unidas

OPERTTI:SÓLO SE PODRÁ AFIRMAR LA PAZ EN EL MUNDO SI AYUDAN AL DESARROLLO

El canciller uruguayo Didier Opertti, fue interrogado ayer por la prensa colombiana sobre cómo visualizaba la situación política en dicho país, asediado por grupos guerrilleros desde hace varias décadas. El ministro dijo que "cada país vive su propia peripecia histórica y su propio proceso" por lo que no resulta fácil responder esa interrogante, sin embargo, dijo alentar siempre la expectativa de que la racionalidad en algún momento predomine sobre la irracionalidad y que Colombia "logre una negociación en serio que realmente pueda, responsablemente, colocar a los grupos guerrilleros en la misma mesa que los grupos gubernamentales".

"Sólo quiero expresar nuestro ferviente deseo de que Colombia, que es un país por tantas razones importante para la región y, naturalmente, para sus propios habitantes, logre encauzar un proceso que hoy día muestra dificultades", dijo sin querer ir más adelante.

También respondió sobre la situación de los derechos humanos en América Latina, que es más complejo que en Europa porque hay problemas de torturas, desapariciones, niños en la guerra y una población civil involucrada se puntualizó. "El problema también se da en Europa, pero en América Latina se ha hecho más explícito; en Europa quizás hayan sido más sofisticados que nosotros" consideró Opertti.

Afirmó que "estos temas están en un plano de progreso; América Latina está responsablemente ubicada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y en la Comisión de Ginebra. Nos estamos exponiendo permanentemente y si la referencia es el informe de Amnistía Internacional, este abarca no sólo a América Latina".

"La lucha por los derechos humanos es la constante de toda civilización a lo largo de la historia. Seguiremos en la misma posición de siempre: reconocer que si no respetamos al ser humano como una cédula principal, por más modelo político que podamos adquirir o recrear, no estaremos en el buen camino" opinó el canciller uruguayo.

Respecto a si en la reunión celebrada el jueves se buscó llegar a un acuerdo de flexibilización para actuar rápidamente sin intervención directa de las presidencias, Opertti informó que "se planteó la posibilidad de que la troika, ese triángulo de países que administra las expresiones públicas que el Grupo de Río, pueda emitir pronunciamiento cuando las circunstancias graves y urgentes lo hagan necesario. Este es un tema de Estado, por tanto, delegar atribuciones que cada país tiene con relación a la evaluación de un proceso político es siempre un problema de Estado. Nosotros somos partidarios de que, en principio, se haga consulta, es decir, que la troika consulte. Sólo en casos excepcionales, cuando las circunstancias lo ameriten, cuando medie por parte del Estado afectado una muestra afirmativa en cuanto a la procedencia de que haya una declaración, sólo en ese caso la troika hiciera una declaración por sí. Y aun en este último caso, los gobiernos retendríamos la facultad de hacer pronunciamientos individuales. Queremos flexibilidad, pero no estamos tampoco en una posición de delegación absoluta de facultades que en algunos casos son de altísima sensibilidad política" puntualizó.

Se le preguntó si esa actitud sería válida para la situación que recientemente vivió Paraguay. "Bueno, sin hacer ejemplos, también lo que sucedió en el caso de Perú para no mencionar sólo el de Paraguay, en el cual hubo un intento de un acuerdo mercosureño para hacer un pronunciamiento sobre el proceso electoral antes de la segunda ronda de votación, y no hubo entendimiento y no hubo declaración. En el Grupo de Rio podemos tener también ese tipo de dificultades" señaló Opertti.

Finalmente, se requirió la opinión del ministro Opertti sobre la posibilidad que tiene la iniciativa de crear un bolsón de recursos en Naciones Unidas para asistir a países en situación crítica. "Las Naciones Unidas están ante un gran dilema: sólo podrán afirmar la paz en el mundo si ayudan al desarrollo. Mientras tengamos una población calculada en 6.000 millones de personas para el 2015, de las cuales sólo 1.000 millones vivirán en situación normal y el resto en situación de pobreza y algunos en el nivel de pobreza crítica, el mundo tendrá factores de inestabilidad. Por lo tanto, la creación de ese fondo destinado a abatir los niveles de pobreza y reducir sensiblemente su porcentaje sobre la población mundial es el objetivo que se ha fijado Naciones Unidas para el 2001" expresó.

"Eso significa abrir el comercio, adjudicar la colocación de los productos, facilitar las inversiones, remover las trabas, significa admitir que hay países que están mejor calificados que otros para producir productos agrícolas y que otros están mejor habilitados que nosotros para producir bienes industriales" argumentó Opertti.

"Mientras el mundo no reconozca que hay cierta división natural del trabajo también a escala internacional, seguiremos cultivando esos focos de injusticia" concluyó.