17/05/2000
DISCURSO DEL MINISTRO DE SALUD PUBLICA EN LA 53º
ASAMBLEA MUNDIAL DE LA SALUD
El Ministro de Salud Pública, Cr. Horacio Fernández
Ameglio, concurrió encabezando la delegación uruguaya, a la 53º
Asamblea Mundial de la Salud que se celebró el pasado 16 de mayo en
Ginebra. En la oportunidad, el Ministro se dirigió a la Asamblea en los
siguientes términos:
Muchas gracias, Señora Presidenta:
La delegación del Uruguay felicita a la Señora
Presidenta por su elección y confía en su competencia para llevar a buen
término nuestros trabajos.
También deseo felicitar a la Señora Directora General
por el documento sobre la salud en el mundo 2000.
Sin lugar a dudas, él será un gran aporte para las
reformas de los sistemas de salud al que nos vemos enfrentados.
Asimismo, el mensaje transmitido en el informe nos deja
varias reflexiones que deseamos trasmitir a la Asamblea.
1) ¿Cuál es la razón por la que estando en los
comienzos del Siglo XXI, el mundo no ha podido aún encontrar una
solución a la atención de la salud de su población?
Consideramos que parcialmente una posible respuesta a
esta pregunta, es que no se puede hablar de salud sin hablar de economía
y políticas de Estado.
En general se tiene una visión que el mundo avanza
hacia una economía globalizada, con integración de sus economías,
alianzas entre grupos de países, economías sin fronteras lo que haría
pensar en una mejor distribución de los bienes globales.
Pero no es menos cierto que los países desarrollados
continúan practicando políticas económicas proteccionistas en defensa
de sus producciones ineficientes, que impiden que las naciones menos
desarrolladas puedan crecer económicamente y les permita obtener mayores
ingresos para distribuir entre sus habitantes.
Señores Delegados: definimos que es imposible hablar
de salud y pobreza al mismo tiempo. ¿De qué sirve realizar una política
para el niño lactante o la embarazada, si luego no va a tener
alimentación apropiada para su desarrollo?
¿Cómo es posible planificar un programa de
prevención sanitaria cuando una vacuna promedio cuesta $ 12 y una inmensa
población mundial recibe un ingreso inferior a $ 20 por mes?
Son derechos naturales del ser humano el acceso a la
alimentación y a la salud, si falta alguno de ellos no existen
condiciones de vida.
Los Gobiernos más ricos materialmente del mundo
deberían reaccionar frente a esta problemática y tomar acciones,
políticas que posibiliten una mejor distribución de la riqueza, de forma
tal de ir mejorando esta situación.
También consideramos que la OMS debe asumir un papel
protagónico frente a la industria farmacéutica para buscar un fuerte
abatimiento en los costos de los medicamentos.
Nuestro país, la República Oriental del Uruguay, con
3:200.000 habitantes debe enfrentarse a los problemas sanitarios que
surgen de haber completado la transición demográfica y epidemiológica.
Las enfermedades prevalentes y de mayor importancia desde el punto de
vista sanitario, son las enfermedades crónicas no transmisibles, los
accidentes, las consecuencias de la violencia y los hábitos tóxicos.
A modo de ejemplo, algunos indicadores son: la tasa
bruta de mortalidad tiene un valor de 10,0%, la mortalidad infantil de
14,5% nacidos vivos y la esperanza de vida al nacer es de 73 años.
Tenemos una cobertura de inmunizaciones mayor del 90% y un gasto en salud
de aproximadamente 10% del P.B.I.
Los retos que motivan el proceso de mejorar el
funcionamiento del Sistema de Salud son entre otros:
* La ejecución de la rectoría o función de Gobierno
en la salud.
* La mayor eficiencia y eficacia de los servicios.
* La complementación de lo público con lo privado.
* El mejoramiento en la accesibilidad de los servicios
de salud.
* El fomento del desarrollo de los recursos humanos.
* La contención de costos incrementales.
* Y por último pero no menos importante: el trato del
sistema hacia los usuarios, o lo que es lo mismo, una atención humanizada
ya que la solidaridad en la atención de la salud no es un mero acto de
caridad, sino un deber de quien la ejerce.
Nuestra propuesta, encuadrada dentro de la Reforma del
estado, procura ciertos desplazamientos de las actuales políticas de
salud hacia otras que contribuyan al logro de los objetivos que
pretendemos alcanzar.
Estos desplazamientos son:
* Desde un enfoque sectorial a uno que contenga la
acción intersectorial.
* Desde un Estado ineficiente, omnipotente y omiso, a
un Estado promotor, equilibradamente regulador y eficiente.
* Desde una gestión centralizada a una descentralizada
y autónoma.
* Desde un gasto público sin control y mecánico a
otro controlado y que priorice las necesidades de los más pobres.
* Desde acciones cuyo efecto se desconoce a planes y
programas adecuadamente evaluados según metodologías que relacionen
costos con resultados.
No debemos olvidar que la verdadera riqueza de una
nación está en su gente y sus valores, intelectuales y morales.
En el umbral del nuevo milenio, nuestro deber (hoy más
que nunca) es ser instrumentos canalizadores de esa inmensa fuerza
generadora del mundo del mañana, que es el progreso y su impresionante
desarrollo tecnológico, sin olvidarnos que todos nuestros esfuerzos de
aplicación de recursos humanos y económicos deben tener como objetivo
básico la mejora de la calidad de vida del ser humano. Y de esta manera,
articular el desarrollo, con la justicia social, en la construcción de un
mundo más libre, más igualitario, para todos quienes tenemos el
privilegio y el orgullo de ser sus habitantes.
Muchas gracias.