14/11/2000
DISCURSO DEL PRESIDENTE BATLLE EN LA CIUDAD DE PROGRESO
Imposición del sello de calidad de la zafra de
duraznos.
Presidente Batlle: Siempre digo que no sé si este
tiempo es mejor que los tiempos anteriores que hemos vivido, cuando
éramos chicos nosotros. Pero sí sé, y creo que todos sabemos, que son
éstos los tiempos en los cuales vivimos y son sus parámetros los que
rigen nuestra conducta. Los que no nos metemos en cuerpo y alma dentro de
estos parámetros, no vamos a encontrar los lugares adecuados para poder
conseguir lugar en los difíciles mercados de competencia tan dura en los
que nos toca vivir.
Por tanto, participar de una reunión como ésta es
algo que tiene un significado muy particular y muy especial para todo el
país. Aquí se han reunido los esfuerzos de distintas organizaciones
nacionales y extranjeras.
En primer lugar, los que son huéspedes de nuestro
país, el señor embajador de la República alemana (aplausos) y su
organización TGZ, hoy aquí representada por la Dra. ... Krause; y
además, la Facultad de Agronomía, el INIA, el PREDEG, JUNAGRA y,
fundamentalmente, la voluntad de los productores, porque sin la voluntad
de los productores para hacer, cada uno de ellos, a conciencia de lo que
se debe hacer estas cosas que las normas hoy indican, serían
absolutamente inútiles los esfuerzos, los consejos y los trabajos de toda
esta dirección técnica que ha colaborado con ustedes.
Las cosas, en la vida, son siempre iguales. Empiezan y
terminan en la voluntad de cada uno de nosotros. En la decisión moral de
cada uno de nosotros, que nos toque hacer, de cumplir con nuestras
obligaciones para poder sortear las dificultades que los países tienen. A
veces, como la que tenemos hoy en el durazno, por ejemplo, como
consecuencia de la poca lluvia, que era demasiada lluvia después, que nos
viene de la naturaleza, que no podemos naturalmente controlar. Otras
veces, que nos vienen de la necesidad de procurar proceder a cambios en
las estructuras de las sociedades; cambios que son difíciles de lanzar,
que son lentos de alcanzar porque no hay nada más conservador que
nosotros mismos cuando durante tanto tiempo nos hemos acostumbrado a
determinado tipo de normas, y cuando el mundo, un buen día, nos dice que
las tenemos que empezar a cambiar, y existe en cada uno de nosotros los
seres humanos, en todos los tiempos históricos, esas dificultades para
adaptarnos a lo que durante tanto tiempo hiciéramos y que, cuando lo
hacíamos, nos iba, por lo menos, relativamente bien.
Estos cambios suponen un esfuerzo de cada uno de
nosotros. Esto se está produciendo ahora, en esta sociedad, en todos los
sectores de la vida de esta sociedad, no solamente en el sector
productivo, como lo están haciendo ustedes acá en la producción de
fruta. Lo mismo pasa en la producción animal y lo mismo pasa en la lucha
por mantener los niveles sanitarios. Lo mismo pasa en la necesidad de
incorporar calidad a todas las formas de los servicios, ya sean los
servicios personales cuando llega un turista, ya sean los servicios en los
que el Uruguay tiene, sin ninguna duda, en la medida en que hagan un
esfuerzo para modernizarse, un lugar formidable por su ubicación
geográfica y por la condición de su gente, el país tiene que proceder a
hacer otro tanto de lo que ustedes están haciendo acá.
Yo sé que estas cosas dan trabajo. También produzco
algún poco de verdura y sé que estas cosas dan trabajo. Sé que estas
cosas exigen esfuerzo y sacrificio. Pero sé que no hay nada que no se
haya hecho arriba de esta tierra, que no haya sido fruto de la constancia
y del sacrificio y de la dedicación de la gente que trabaja. Y creo que
eso es lo que hoy tenemos que aplaudir, lo que tenemos que tratar de
amparar y de enaltecer. Yo sé que es difícil. Les puedo asegurar que a
nosotros, en el gobierno, también nos resulta difícil. Pero quiero que
sepan que ésta es la meta de ustedes y la meta del gobierno, bajar los
costos del país. El día que podamos conseguir que la opinión pública y
los medios políticos nos apoyen para poder compartir con la actividad
privada muchas de las cosas que hoy están en manos del Estado, sin
necesidad de venderlas, asociándonos, será para que esos recursos vayan
a bajar impuestos y a bajar deuda, no para aumentar gastos.
Lo que tenemos que hacer es bajar deuda y bajar
impuestos, para que sobren las energías con que cada uno de nosotros
cargamos por la mañana, cuando salimos de nuestras casas y tenemos que
llevar encima de cada hombro una bolsa de trigo que hace difícil que
podamos trabajar cargándola todo el día; que es lo que no nos damos
cuenta, pero nos pesa esa estructura del estado, que se hizo para un país
de un tiempo de hace 50 años y hoy no existe más y que hoy lo tenemos
que cambiar y lo tenemos que cambiar entre todos y lo tenemos que cambiar,
sin temor, como ustedes lo están haciendo acá. Esto que les sirve a
ustedes acá, es lo mismo que le tiene que servir al Uruguay en todos
lados, y si lo hacemos, no tenemos duda de que nuestra carga va a ser cada
día más liviana y nuestras posibilidades de crecer cada día más
ciertas. Esto, señores, que ustedes están haciendo, es un camino que
todos tenemos que seguir en todas las cosas que hacemos. Absolutamente, en
todas las que tienen que ver con el hacer, el producir, el resolver, el
analizar, e incorporar al país a un tiempo actual al cual, sin demoras,
tenemos que llegar.
Yo participo en esta reunión como un ciudadano más.
No como Presidente de la República, sino como un ciudadano más, que
viene a congratularse por el esfuerzo de otros ciudadanos que están
indicando a todos los demás cuál es el camino a seguir. Y asumiendo las
responsabilidades que como jefe de gobierno me tocan, les digo que
entiendo que este es el camino que le sirve al Uruguay, todo.
Los felicito, y que todos los productores podamos
seguir el ejemplo de ustedes, y mejorar la calidad de lo que ofrecemos, la
continuidad de lo que producimos y la cantidad que ponemos a disposición
de los consumidores. Que tengan muy buena suerte en este esfuerzo
inteligente que están realizando.