19/11/2000

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, DR. JORGE BATLLE, DURANTE LA CONFERENCIA DE PRENSA REALIZADA EN PANAMÁ

PERIODISTA: Señor Presidente, que evaluación saca de ésta Cumbre, no sólo por los temas que se trataron, sino por los diversos episodios que fueron rodeando la Cumbre; algunas confrontaciones entre algunos presidentes, incluso un planteo tan específico de Castro que, de alguna manera, centro un poco de atención también allí, un posible atentado contra su vida. ¿Qué evaluación se hace de todo ese conjunto?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, en primer lugar, yo no tenía experiencia alguna en materia de este tipo de reuniones, nunca había participado en ninguna, en ninguna condición. Y me fue muy grato encontrarme con representantes de España –el Rey de España- y con el presidente del gobierno español; el presidente Zampado de Portugal y su primer ministro, el señor Guterres, con quien había tenido sí oportunidad de encontrarme en ocasión de nuestra visita a Santiago de Chile, cuando Ricardo Lagos asume la presidencia de ese país. Realmente, el señor Guterrez, es un hombre muy, muy agradable y además, como me tocó sentarme al lado de él siempre, según los sorteos que se hacen, tuvimos oportunidad de conversar mucho sobre las cumbres. Yo le pregunté cómo era todo esto, él me dijo que ellos habían manejado la Cumbre de Oporto y que ésta era una cumbre diferente.

Yo creo que esta Cumbre tuvo la particularidad del lugar en que ella se desarrolla, o se desarrolló, en Panamá, con todo el simbolismo del Congreso Anfictionico; con el reencuentro de Panamá con las actas del Congreso Anfictionico, que habían llegado a Brasil a través de un mecanismo bastante insólito, o sea, fueron adquiridas por un coleccionista en una oportunidad, no sé si en una subasta o en algún lugar; y ese coleccionista más tarde, un coleccionista brasilero, se las entregó al... se las donó al gobierno de Brasil, y el gobierno de Brasil se las entregó en depósito al gobierno de Panamá. Y, además, el gesto del presidente Chávez, trayendo la espada que los peruanos le habían regalado a Simón Bolívar; siendo, además, la señora presidenta, la señora Mireya Moscoso, la viuda de un gran importante político panameño, que había estado en más de una oportunidad como presidente de la República y luego, también en más de una oportunidad, teniéndose que exiliarse de su país. O sea, todo ello le rodeó a este tema de una aura no tan específicamente diplomática-política, sino una cosa mucho más emotiva en virtud, además, de los acontecimientos de reciente data, el traspaso a la administración panameña del Canal de Panamá que, vaya de paso, dada la actividad y la prolongación, estiramiento de los plazos de todas las cosas, me voy a ir de Panamá sin ver el Canal; bueno, me han dado un librito para que, por lo menos, vea las fotografías. Y todo ello, determinó que la conferencia estuviera más vale centrada en la Declaración que habían preparado los Cancilleres, y en distintas intervenciones de distinta naturaleza, distinta índole, que hicieron los distintos participantes a propósito del tema concreto.

Con respecto a ese tema concreto, la posición de Uruguay fue, me parece a mí, clara con respecto al hecho de que no todos tenemos o manejamos una misma realidad a propósito del problema de la infancia y del problema de la adolescencia; no somos países iguales, no somos. Y lógico que no seamos países iguales, ni es lo mismo tener problemas a nivel de un país que tiene una composición de población etaria, en donde la juventud no tiene la participación que tiene, por ejemplo, ese grupo humano en cualquier otro país de América Central; en donde, por otra parte, los problemas que por ello mismo se plantean en estas naciones, en nuestro país se plantean de una manera completamente diferente. Cuando el presidente Zedillo hace una serie de propuestas, para decir "bueno, para el 2010 vamos a ver si podemos llegar a esto, a aquello y a esto otro", es una cosa que en el Uruguay está resuelta y alcanzada hace muchísimos años. Cuando el presidente Lagos propone alcanzar o tomar la determinación de que se inicie dentro de un tiempo, lo más rápido posible, la educación preescolar, para nosotros es un tema que estamos discutiendo si lo podemos extender a tres años. Quiere decir, que tenemos realidades diferentes. Tratamos de recoger el sentimiento o la idea manejada por la gente que está especializada en estos temas, para proponer, y hicimos concretamente pero no se tomó una resolución sobre el tema, algo que nos parece sí es central a todo este asunto, que es -que tampoco sucede en el Uruguay, pero que nos pareció central, porque fue un reclamo de las organizaciones, sobre todo del Señor Bonasso que me habló a mí de este tema específicamente- y es de que los Estados implementen las organizaciones administrativas para que identifiquen los niños al nacer. Se estima que hay una cantidad no menor a un millón de niños que todos los años nacen y no existen y, por tanto, el no existir determina que puedan ser víctimas de cualquier tipo de situación; cualquier tipo de situación. O sea, no existen. No tienen identificación posible, no están incorporados a ningún registro de nada, no se saben quiénes son sus padres y como seres humanos no existen. Y eso, realmente, es algo que está en la esencia de la estructura de una sociedad. El señor presidente Banzer, todas estas cosas se transmitieron por televisión, porque fue algo original –no sé si bueno o malo, pero por lo menos original- las expresiones de los presidentes se transmitieron todas en directo por televisión, así que estas cosas son todas públicas; el presidente Banzer apoyó la iniciativa que nosotros planteamos, pero no se tomó resolución sobre el tema, puesto que ya se había incorporado a la discusión como cosa ya estructurada. En el documento que habían elaborado los señores Cancilleres, el Uruguay en esa oportunidad también planteó este asunto.

 

Se tomaron otras resoluciones vinculadas a cosas de carácter político, entre las cuales estuvo el tema de la condena al terrorismo y la condena específica al movimiento etarra en España, que fue lo que suscitó –primero, en la comisión que instrumentó está resoluciones y posteriormente en el Plenario- una discusión muy dura a raíz de un planteo en contra de esta resolución por parte del presidente de Cuba, el señor Fidel Castro, y que motivó un diálogo muy fuerte. No había tenido tampoco yo nunca experiencia de un diálogo de esa violencia, entre el presidente de Cuba, el señor Fidel Castro, y el joven presidente de San Salvador, Fernando Flores; que fue resuelto, me parece a mí, con gracia y con perspicacia de político parlamentario, pese a que nunca lo fue, del presidente de Venezuela; Chávez, bueno, convocó a todos, y con razón, a hablar del mañana y no del ayer, y que hizo un chiste divertidísimo a propósito de las cosas que habían pasado y supongo que ustedes lo han escuchado y lo habrán podido referir en sus crónicas, que fue realmente lo que distendió toda la situación, lo que todo el mundo, como ustedes pudieron ver, estalló en las carcajadas y la expresión de que el chiste era muy gracioso, pero al mismo tiempo era una necesidad que todos teníamos de superar un episodio naturalmente, diría yo, un episodio negativo, sobre todo lo que nos tenemos que proponer hacer en el futuro.

Pienso que como todas estas cosas necesitan, a mi juicio, una agenda de trabajo, en esta oportunidad no sé por qué razón, porque desde luego no conozco el mecanismo, no he participado nunca en el mecanismo de las agendas; no sé si se encargan de ello los que son los anteriores titulares de la reunión y los próximos, esa troika del que fue, del que está y del que será, los que se encargan de la agenda no lo sé, francamente, lo ignoro. Pienso que en la próxima reunión, que parecería que es en Perú -parecería, digo, porque no se sabe bien cuál va a ser la evolución de la cuestión político institucional. Habrá que preparar una agenda de trabajo para que sea una agenda de trabajo y no una agenda de reunión.

Una agenda de reunión tal como la que fue no le hace bien a la idea ni a los participantes. Tiene que ser una agenda mucho más precisa, mucho más profesional, mucho más concreta en temas específicos, para que no nos limitemos solamente a hacer declaraciones.

Todos pensamos en que hay que ayudar a la infancia, hay que ayudar a la adolescencia, hay que ayudar a la familia, que fue otro de los temas que nosotros planteamos, lo mismo que la droga, pero tenemos que plantear las cosas no con un ánimo de hacer discursos, sino con ánimo de ver si podemos instrumentar, en común, cosas concretas que realmente tiendan a ir resolviendo las diversidades y los problemas diferentes que todos tenemos.

Quiero decirles que, como primera experiencia, fue una experiencia interesante, porque siempre es interesante aunque uno discrepe con las cosas, porque en el disenso se puede intentar el mejoramiento de las reuniones, como por ejemplo sé que la del aeropuerto fue una reunión de trabajo muy interesante. Esta fue una reunión en sí misma interesante por lo emotiva, por lo que significó, por el lugar, porque Panamá está desarrollando sus capacidades y calidades como nación, por lo que significa además su presidenta en sí misma, pero la futura debe volver a tener una agenda de trabajo más profesional.

 

PERIODISTA: Presidente, ¿no habría que hacer anualmente estas reuniones? ¿No sería el camino más adecuado?

PRESIDENTE BATLLE: Ustedes saben que yo soy recién llegado acá. Esto es por mi manera de ser. A mí me gustan más las cosas prácticas. Pienso inclusive que el hecho de que ahora tenemos medios que nos permiten a todos estar juntos aunque estemos todos separados, tenemos que rever un poco la cosa. Ustedes saben como soy. Posiblemente no soy nada diplomático. No pretendo enmendarle la plana a nadie, está muy lejos de mí, pero pienso que tenemos dos reuniones anuales de Presidentes del MERCOSUR, una del grupo de Río, ésta, y siempre hay alguna otra de por medio. Además todo esto requiere del trabajo de las Cancillerías, es decir, de los técnicos, porque lo que no se ve es que si detrás de todas estas reuniones no hay comisiones y grupos de trabajo en forma permanente, las reuniones en sí mismas no puede dar los frutos que todos reclamamos.

Los uruguayos somos un país que pequeño y como país pequeño que somos necesitamos, como ningún otro, tanto como el que más, digamos mejor, ceñirnos a las normas internacionales jurídicas, porque son las que nos permiten defender mejor nuestros derechos, nuestras posiciones y reclamos, por ejemplo la formación de grupos estables de trabajo, es que ustedes no tienen idea de lo que se precisa de tiempo, de esfuerzo, de conocimiento, para ir armando lentamente todo lo que es los acuerdos del MERCOSUR, los acuerdos de los socios, de los que mañana van a ir integrándose progresivamente al MERCOSUR, la discusión y análisis de los aranceles, la discusión y análisis, dentro de los aranceles, de la naturaleza de los mismos, la discusión y análisis de los tiempos y de los procesos, de los mecanismos, de los impactos que cada una de las decisiones producen en todas y cada una de las áreas. Todo eso precisa un trabajo muy serio, concienzudo, muy aburrido, muy profesional, pero en dos realmente se están conformando las cosas que a los ciudadanos permitirá decir qué bueno o qué malo, qué resulta de todo esto. Y eso necesita un staff, necesita un grupo de gente preparada, que esté en eso, que es una de las grandes ventajas que nos lleva Europa, que tiene grupos, por centenares de técnicos específicos, porque allí el que es técnico del tornillo no es técnico de la tuerca. Y cada uno tiene un salario bien adecuado y se dedican nada más que a eso y de eso saben más que ninguno. Y nosotros somos cuatro o cinco. Somos garra charrúa. Y se terminó el tiempo de la garra charrúa. Ahora hay tiempo de conocimiento, de trabajo. Entonces, a veces sería mejor más trabajo de gabinete y menos reunión en conjunto, siendo que no tenemos que perder de vista que en estas reuniones hay algo muy provechoso. Yo también lo que tengo que reconocer es el conocimiento directo que vamos entablando con los distintos presidentes de todos los países, que nos permiten, tanto en Europa como en Asia, como acá, ir venciendo las vallas naturales que genera el desconocimiento de las personas. Nos conocemos y bueno, yo creo que eso es lo realmente positivo de todo este tipo de reuniones, sin perjuicio del hecho de que estas reuniones, que tuvieron un origen muy natural y muy lógico, deben tener un desenvolvimiento distinto para que puedan sustentarse.

 

PERIODISTA: Presidente, el tema de la globalización de la economía, ¿podría ser tema de otra reunión, según le entendimos?

PRESIDENTE BATLLE: Yo lo que dije fue lo siguiente. Yo dije que frente a la afirmación cierta del señor Presidente del gobierno español y del señor Presidente y del primer ministro de Portugal de que había cosas como la democracia, el equilibrio fiscal, la globalización y la globalización de la economía, como cosas que no se podrían discutir, yo dije que la globalización era cierta, pero que la globalización de la economía no era cierta, o sea que mientras ellos nos podían a nosotros vender, porque teníamos, en las cosas que a ellos les interesaban, aranceles bajos, nosotros no podemos acceder a los mercados de ellos porque en las cosas que a nosotros nos interesan no solamente no tenemos aranceles bajos sino que no tenemos cuotas y además de eso no podemos competir, muchas veces en terceros mercados. Por qué en las cosas que a nosotros nos interesan, no solamente no tenemos aranceles bajos sino que no tenemos cuotas. Además de ello, no podemos competir, muchas veces, en terceros mercados, frente a producciones que ellos subsidian y que les genera excedentes que, apoyados por un subsidio para producir más un subsidio para exportar, deforman los precios en los mercados. Era sí cierto que eso se había dado; y era para nosotros cierto que había tres cosas que eran, digamos, ya no discutibles, pero que la cuarta no era igual para todos.

 

PERIODISTA: Eso, usted, ¿lo pudo plantear fuera de la Cumbre?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, acá no hubo tiempo de ninguna otra cosa que estar ahí adentro. Usted habrá visto que era difícil aspirar a una licencia. Usted vio que empezábamos a las 8 de la mañana, y salimos de allí, a almorzar y terminamos de almorzar a las 7 de la tarde. Por supuesto, para los que estamos gordos, fue un beneficio porque hicimos dos en uno; pero, de cualquier manera, no hubo tiempo de hablar ninguna otra cosa que lo que estaba que lo que estaba ahí adentro.

 

PERIODISTA: Presidente, discúlpeme, nosotros queremos que nos lo confirmara o no, que había tenido la oportunidad previa al encuentro de presidentes, un contacto bilateral con algún jefe de estado, con el jefe de Estado de Portugal ...

PRESIDENTE BATLLE: No, no, no. Por cierto, sí. Naturalmente, el presidente Sampayo mostró interés en tener una conversación, de seguro, porque es una de las figuritas nuevas del MERCOSUR; además lo conocía. Intercambiamos nuestros respectivos puntos de vista. Él es un hombre notoriamente muy agradable, muy inteligente, muy claro, y que ve bien las cosas. Además, es notorio que España y Portugal tienen una gran afinidad con nosotros, no solamente histórica, y no solamente lingüística, y no solamente de todo, sino están más cerca de nosotros que de Polonia, lógicamente. Pero y es lógico. Como Alemania está más cerca de Polonia que del Ecuador, desde el punto de vista de su historia. Pero y es natural. Pero eso no quiere decir que ellos puedan salirse, que no corresponde y lo pensamos nosotros ni nada de ello pasa por la cabeza de ninguno, de su esquema de Mercado Común Europeo. Al fin y al cabo, ese crecimiento formidable que ha tenido España y Portugal, ¿a causa de qué es? De la incorporación al Mercado Común Europeo.

 

PERIODISTA: En su discurso usted marcó claramente, sobre todo, alguna conversación que había tenido con integrantes del gobierno de Zedillo, que había que haber estabilidad, por un lado, y la otra alternativa real, tratado de libre comercio; e hizo algunos planteos mostrando que Europa no había tenido esa apertura, como usted señalaba hace un instante. ¿Cómo cayó eso en el resto de los presidentes?

PRESIDENTE BATLLE: Aquí, todo el mundo habla y todo el mundo aplaude, pero nadie sabe qué piensa. Porque es lógico; porque cada uno habla y, luego, llaman al estrado al otro, y habla el otro. Pero nadie... no hay un diálogo sobre cada tema. Porque no hay tema, ¿no? ¿Qué opina usted sobre el tema de la infancia y la adolescencia? Yo hablo y digo lo que opino sobre la infancia y la adolescencia, y agrego cuatro o cinco pildoritas más, ¿no es verdad? Las pildoritas esas, y alguna otra; por ejemplo, cuando a veces se dice que tenemos que fortalecer nuestras instituciones. Y yo protesto. Y yo protesto porque yo pienso que nuestras instituciones se han debilitado mucho muchas veces, las hemos visto debilitarse mucho muchas veces, por dificultades económicas de las naciones. Pero también he visto instituciones muy debilitadas en Europa. He visto, en el siglo que termina -dado mi antigüedad etaria-, largas dictaduras en Europa; mucho más largas, mucho más profundas, mucho más exitosas, y con consecuencias más trágicas en Europa que en América. Por tanto, no podemos seguir hablando que somos países con instituciones débiles, y que tenemos que abrirnos al comercio. ¡Vamos! ¡Vamos a empezar a empardar la cosa!

 

PERIODISTA: Presidente, ¿estuvo reunido, también, con el contador Enrique Iglesias?

PRESIDENTE BATLLE: Sí, sí. Siempre cuando Iglesias aparece, tiene doble condición: coterráneo y el hombre de la mosca. Y, por tanto, siempre revisamos cómo van los planes estos y los otros, y qué está faltando, y qué está sobrando... sobrar nunca sobra, qué está faltando, qué falta, qué hay qué hacer; y, además, Enrique Iglesias es un hombre que es un referente, un referente del acontecer del mundo. Enrique es un observador enormemente inteligente, enormemente capaz, en contacto con el mundo entero; entonces, él es una fuente de información, uno se pone al día en todas las cosas. Es más, Enrique es mucho más que eso. Enrique es un individuo que ve mucho más allá del horizonte, por su lugar donde está, por la ocupación que tiene, por la larguísima experiencia que tiene, y por lo que pone de sí. Porque una persona puede estar mucho tiempo en el mismo lugar y no llegar a entender nunca la cosa. Pero Enrique Iglesias, es un hombre tremendamente capaz, tremendamente inteligente, y esto, además de estar tremendamente involucrado en los créditos que el país precisa para cosas específicas y concretas, sin ninguna duda, además de eso, siempre Enrique nos da una visión de cómo van las cosas. Por lo tanto, siempre conversamos con Iglesias, siempre. Y mantenemos, además, un diálogo telefónico que, además, mantiene con todo el mundo, porque tiene una actividad intensísima, y con todos los presidentes del MERCOSUR y con todos los presidentes de todos lados.

 

PERIODISTA: Presidente, más allá de la declaración de este primer conjunto en relación a la niñez y la adolescencia, ¿usted se lleva una idea concreta, nueva, para tratar en estas políticas en Uruguay?

PRESIDENTE BATLLE: El que nada tiene, pronto juega. No. He llegado a la conclusión de que hay que seguir haciendo lo que estamos haciendo, y más. O sea, para mí, el problema central es la familia. Ustedes seguramente estuvieron participando o escucharon la conferencia del Premio Nobel de Economía que hubo en Montevideo, recientemente, el señor Gary Becker. La familia sigue siendo el eje de la sociedad. ¿Usted recuerda una cosa que me pasó a mí, en Agenda Confidencial, que me pareció bastante divertida, que fue una cosa natural, así, espontánea? Cuando me pregunta...... el periodista me dice "Y ustedes por qué inmediatamente dieron la noticia a propósito de la aftosa", y yo le pongo la mano así, encima a Araújo, y le digo "Porque mi mamá de chico me enseñó a no mentir". Ahí está, ¿vio? La mamá le enseño a portarse bien, a no mentir, a no poner la mano en lo ajeno, a ser confiable, a ser serio, a ser perseverante. Esos son valores que determinan la vida de los seres humanos. Pero no solo de la vida cultural, ¡toda la vida!.. la vida económica, ¡todo, absolutamente todo! Por tanto, la familia es el eje de toda la cosa. Protegerla, afirmarla, ayudarla, en los sectores donde son más débiles esas estructuras sociales, en donde hay más carencias y más dificultades, es la tarea que tiene que hacer un país como el Uruguay. Esa es la tarea central que tiene que hacer un país como el Uruguay. ¿Y cómo? Y procurando que, por ejemplo, el país tenga todo saneamiento, todo agua potable, así definitivamente todo, absolutamente todo. Procurando que sea una realidad que lo que está pensando el ingeniero Bracco, de acercar a través de cada línea telefónica, a cada persona, un aparatejo para que pueda, con esa misma línea, con el mismo costo, tener telefonía y tener conexión con la red, de forma de mejorar las posibilidades; procurando, por tanto, de ayudar a la familia en su estructura económica, de mejorarle su calidad de vida. De apoyar a escuelas en donde los chicos tengan alimentación y más tiempo para que la madre, que se incorporó al mercado de trabajo, pueda atenderlos. Procurar ayudar a las jóvenes a que conozcan mejor las necesidades de cómo manejar las actividades sexuales, para que no se sorprendan a sí mismas con la aparición de una familia de jóvenes que todavía no están, no fisiológicamente, no espiritualmente, preparadas para ser jefas de familia; no que no estén orgánicamente preparadas para ser madres, no, que no están preparadas, todavía, para ser jefas de familia, para ser jefas de un hogar, que es una cosa de una enorme responsabilidad. Son problemas distintos, los nuestros, a los de otras naciones. O sea, todos tenemos que atender la niñez y la adolescencia, pero unos las tiene que atender en áreas donde todavía no han ingresado, o no han ingresado en la medida en que tienen que ingresar. Para nosotros son otros los problemas. Y son problemas distintos los nuestros a los de otras naciones. O sea todos tenemos que atender la niñez y la adolescencia, pero unos la tiene que atender en áreas en donde todavía no han ingresado, no han ingresado en la medida en que deben ingresar; para nosotros son otros los problemas.

 

PERIODISTA: Acá también se menciono el tema droga, ¿y si tuviera la oportunidad, la necesidad de ...

PRESIDENTE BATLLE: Y sí porque. Si, si, si, porque yo creo que no podemos andar esquivando las cosas en la vida. No, no podemos seguir haciéndonos trampas a nosotros mismos con el tema de la droga. Yo creo que es un tema que lo tenemos que tratar en profundidad, en serio, que tenemos que tener además, por eso digo que necesitamos trabajar en común, para tener grupos humanos de investigación que nos representen a todos en común, y que trabajemos en común. Es otro tipo de fortaleza institucional que uno reclama para este tipo de Cumbres, otro tipo de cosas. Bueno decir, bueno muy bien. Vamos a tener un grupo, un grupo que financiemos entre todos para contratar a quince tipos, mujeres y hombres que nos estudien ¡esto!. Y que luego nos sentemos a discutir ¡esto!.

 

PERIODISTA: Por ejemplo, la droga.

PRESIDENTE BATLLE: La droga, que es un problema que no solamente no está vinculado al tema del lavado del dinero, hay muchas más cosas vinculadas a ese tema de la droga. Las consecuencias políticas, las consecuencias institucionales, las consecuencias morales, las consecuencias en el funcionamiento del orden de vida en lo civil, como en lo público. Vamos sentarnos en serio a la cosa.

 

PERIODISTA: ¿Hay una legalización unificada en Latinoamérica, podría ser?

PRESIDENTE BATLLE: Mire yo no sé si una legalización unificada en Latinoamérica, cuando el consumidor es Estados Unidos. El problema es EE.UU., el 50% de los consumidores están allí. O sea una persona va y compra droga en los EE.UU., o en cualquier lugar del mundo y ¿qué hace con la plata?. La pone en un contenedor y la manda a Brunei, o a Sumastra, o a Kenia, o al Uruguay. Pero no, el primer circuito, es el circuito financiero local, ¿no?.

 

PERIODISTA: En el tema de la posibilidad de la legalización de la droga, ¿tiene en cuenta el tema de la libertad individual de la gente?

PRESIDENTE BATLLE: Mire yo le voy a decir una cosa, yo pienso en otra cosa. Por suerte no estoy del todo solo. Yo pienso que este finalmente es un gran problema económico, que tiene repercusiones en todo lo demás, en la cuestión moral, en la cuestión familiar, en el desarrollo de los seres humanos y de los jóvenes particularmente. Pero aquí es un problema económico. Oiga, si ese polvito valiera diez centésimos, no habría organizaciones dedicadas a recoger mil millones de dólares para bancar la organización de ejércitos en Colombia, ¿no es verdad?. Punto. Entonces cómo le saca usted el valor que sustenta todo eso, cómo se lo saca. Esa es la pregunta, bueno imaginemos la respuesta a la pregunta. El tema no es hacernos preguntas que esquiven el problema, el tema es preguntarnos esa, ¿cree usted que mientras esa sustancia tenga ese valor fantástico de mercado, hay algún mecanismo para impedir que eso se trafique?. Esa es la otra pregunta, bueno si no cree usted eso, la pregunta es, ¿cómo hace usted para que eso pierda valor y nadie tenga más interés en ese negocio? Y la otra pregunta, ¿habrá mucha gente que frente a un negocio tan grande, está interesada en que no exista ese negocio?. Son preguntas, preguntas medias, medias, medias taradas para hacerse vio. Pero son preguntitas para hacerse, vamos a hacernos esa, ahora no lo que nos hacemos son las otras. Es decir, mandamos los helicópteros, y no mandamos los helicópteros, si al helicóptero le van a pegar con un stingler o no le van a pegar stingler, eh, si hablamos contigo fijo y si no hablamos contigo fijo. Vamos a hacernos otra preguntita, si empezamos por hacernos otra preguntita capaz que encontramos alguna respuesta. Ahora si nos hacemos preguntas por el costado, a mi juicio no vamos a encontrar respuesta. Pero es posible que yo esté equivocado, eh, quizás es lo más seguro que yo esté equivocado. Pero si estoy equivocado, entonces que temor de hacernos la preguntita.

 

PERIODISTA: ¿Usted cree que el Plan Colombia no va a tener sentido?

PRESIDENTE BATLLE: Yo no creo nada de eso, ni creo que si, ni creo que no. Porque no conozco Plan Colombia, conozco la voluntad enorme del Presidente Pastrana de buscar un mecanismo de paz, y conozco el deseo de todos nosotros de apoyarlo, y conozco de lo que yo le planteé al Presidente Clinton. Porque le debe haber sonado bastante extraño al Presidente Clinton que en los 30 segundos que venía un Presidente a saludarlo, llegó un Presidente de un país que le habló de otro. Yo le dije, al Presidente Clinton, que a Colombia había que darle las mismas facilidades que tiene México, lo que desarrollando la economía colombiana iba a ver menos interés en la gente de vivir del narcotráfico. O sea, vamos a generar una economía fuerte que compita con otra economía ilegal, por tanto si yo soy sano, y bueno y feliz en la economía legal para que voy a seguir en la economía ilegal que me genera tanto problema y que de repente hasta me pegan un tiro. Bueno, es eso lo que dije, y por eso lo dije. Y por eso los dos estamos empeñados en ayudar al Presidente Pastrana, porque además, y qué esa cosa de creer que porque el problema es de Colombia, y Colombia está lejos del Uruguay, eso no rebota sobre nosotros. Es mentira, es ese egoísmo tradicional de los países. Los problemas de Colombia, es de todos, no solamente de Colombia, y de Ecuador, y de Perú, y de Venezuela y de Brasil, que ya alcanza, ¡no!. O sea cuando hablamos de lo que hemos acabo de hablar estamos involucrando prácticamente a todos, menos a Chile, Argentina y Uruguay. ¿Y por que creemos que estamos al margen del negocio, y al margen de las consecuencias negativas de la expansión de está situación?. Todos vamos a sufrir igual. No sé porque no ayudar a aquel en donde hoy está el incendio con más fuerza, que esperamos, que se expanda. ¡Ta!, Fenómeno, eso es lo que dije y eso es lo que siento y el Plan de Colombia, el amigo Pastrana lo ha explicado varias veces, no es por cierto un plan de carácter militar, trata precisamente de refortalecer y revitalizar el área de la vida campesina, el área de la vida de un país que está geográficamente tan dividido. Hay que mirar un poco la geografía de Colombia para ver, hasta las propias dificultades que aún en paz ellos tienen para comunicarse entre sí, ¿no es verdad?. Pero en fin, es una larga cosa en la que todos tendremos que trabajar mucho. Señores muchísimas gracias.

 

PERIODISTA: Una ultima pregunta.

PRESIDENTE BATLLE: Sí señor.

 

PERIODISTA: ¿Ha tenido oportunidad de conversar con el ex canciller Enrique Iglesias, ahora Presidente del BID, sobre la situación que vive el Uruguay, con respecto a la caída del precio de nuestros productos en los mercados internacionales, la aftosa, ¿cómo se ha visto la política que se está aplicando?

PRESIDENTE BATLLE: No, no en esa materia, creo que tanto del BID, como del Fondo, como de todos los organismos internacionales, hemos recibido un apoyo a la orientación que hemos asumido, que está limitada por está situaciones y que hace que estemos limitados también en la asignación de recursos presupuestales. Los recursos presupuestales son siempre escasos, aun en los momentos de gloria económica, siempre hay más para gastar que lo que se debe gastar y que lo que se puede gastar. Salvo que tengamos la capacidad de hacer, lo que hacer los noruegos. Los noruegos que tienen mucho petróleo, parte de las regalías del petróleo las guardan y tienen un plan calculado que para el día que no tengan más petróleo, los intereses que le estén dando lo que guardan, va a ser tanto como lo que reciben de petróleo. Bueno, eso sería el ideal de la gestión de un gobierno, verdad. Pero claro, estamos hablando de un país que tiene mil años de antigüedad, y que seguramente ya ha hecho casi todas las carreteras que precisa y casi todas las escuelas que precisa. Pero en otros países la tendencia al gasto por la necesidad, y la vocación, y la voluntad, y el deber de hacer cosas está siempre por encima de las disponibilidades. Y cuando, cuando los recursos son pocos, bueno es difícil recortar los recursos, es difícil satisfacer a todo el mundo. Yo diría, es imposible satisfacer a todo el mundo y tenemos que ser claros en eso. Si lo pudiéramos hacer, que más quisiera yo, que es el único presupuesto que voy a tener participación en mi vida como Presidente. Tener un Presupuesto que le deje a todo el mundo contento, pero sé que es imposible, entonces por que le voy a decir una cosa a la gente que no es cierta. No tengo derecho a decir una cosa que no es cierta, no debo decir una cosa que no es cierta. Debo decirle a la gente que los medios que disponemos, lo vamos a tratar de manejar con la eficacia y la mayor transparencia posible para que alcancen en la mayor gente en las áreas de más necesidad posible. Y a medida que el país mejore, las situaciones van a ir mejorando, lo que tenemos que organizarnos para que eso suceda. Veníamos bien, veníamos creciendo, veníamos creciendo en la exportación y pack, vino esté trágico problema de la aftosa, que realmente hemos tenido fortuna. Nuestros técnicos han actuado muy bien, creo que hemos ido recomponiendo la situación rápidamente, y lo que de cualquier manera es una detención. Una detención en los precios, en los mercados, un replanteo de las cosas; y las cosas se adquieren luego en trámite al ritmo del trámite. Porque supóngase que usted llega a un país, después de años y años, usted pacate, consigue que le dejen entrar la carne a competir con los demás señores venden desde otros lugares porque usted es un país libre de aftosa. En su momento le pasa esto que le pasa, entonces usted tiene que ir de nuevo a decirle: mire que nos portamos bien, que hicimos esto, que hicimos esto, que hicimos esto, que hicimos esto. La primera reacción es: ¡vamos a esperar a ver si será verdad!. La segunda cosa es lo demás: ¡Che, esperen un momentito fíjense que la cosa hay que ver!. ¿Y qué haría usted, si estuviera del otro lado, no haría lo mismo?. Ja, ja ja, y bueno. Entonces claro un país chico que depende tanto de tan pocas cosas, tiene estos golpes y por suerte podemos demostrarle al mundo que somos capaces de enfrentarlos con verdad, con rapidez, con conocimiento técnico y eficacia. Y por tanto vamos a poder restablecer nuestra situación mucho antes de lo que hubiera sucedido si no hubiéramos hablado como actuamos.

Señores muchísimas gracias y los espero verlos en Montevideo.